-Bien, las matemáticas pueden esperar. ¿Me dirás qué es un código amarillo?
Rita, sintió que sus pulmones dejaban de funcionar. Y ahora, ¿ cómo saldría del problema en el que la loca de Connie, la había metido?
-Es algo que. . . bueh. . . Realmente no tiene importancia.
-Para mí la tiene Rita, se supone que yo soy parte del código amarillo- le dedicó una sonrisa burlona.
-No lo entenderías.
-¡Pruébame!- responde cruzándose de brazos.
-Es. . . .Solo algo entre chicas. . . los colores- me siento estúpida por no conseguir una forma inteligente de explicarlo sin tartamudear. Yo, la racional Rita- pues, los colores indican diferentes situaciones.
-Eso puedo imaginarlo- responde arqueando las cejas. Su tono es burlón, como si ella hubiese dicho una estupidez.
-El azul es. . . para indicar una emergencia mayor. . . algo que no puede esperar, que necesita ser atendido con urgencia.
-¿Y el verde?- pregunta recordando a Connie.
-Una cita.
-¿Y el amarillo?- vuelve a sonreír.
-Hay muchos otros colores- responde ignorando su pregunta intentando darle largas al asunto- rojo quiere decir que hay una emergencia médica grave. Lila, para indicar que alguna. . . ha cometido la locura de enamorarse.
-Mmmm- responde él conteniendo una carcajada.
-Morado, es noche de chicas. Negro, es obviamente un funeral, naranja reunión familiar y. . . .- ¡diablos! Pensó, se había quedado sin colores, solo restaba el. . .
-¿Y el amarillo? – me pregunta nuevamente sin dejar de mirarla a los ojos. Ella decide que no debe avergonzarse, ni sentirse comprometida.
-Quiere decir. . . quiere decir que alguna tiene una oportunidad con un chico. . .guapo- Hugh, estalló en una gran carcajada y Rita, se ruborizó. ¿Se estaba burlando de ella?- ¿qué resulta tan jocoso para usted?
-¿Volvemos a las formalidades Rita?
-No suelo tutear a las personas que se burlan de mi- dijo furiosa.
-No te confundas guapa, no me burlo de ti. Solo que. . . resulta curioso lo de sus códigos, es bastante divertido. Dime algo Rita, ¿se supone que con ese código amarillo, Connie, quiso decir que tenemos una oportunidad?
-¡Tonterías!- dijo enojada-
-¿Qué te parece si te propongo un código verde?- Rita, lo miró con ojos enormes.
-Basta Hugh- se puso en pie- te pido que por favor te retires, tengo mucho trabajo.
-Bien- se levantó y se ajustó su traje- muy bien Rita. Solo piénsalo, lo del código verde es de verdad, nada me gustaría más que una cita contigo "morena"- Rita reconoció que usaba las palabras de Connie. Quiso gritar, pero su corazón estaba sobresaltado y latía desesperado- me marcho, que tengas buen día. Hugh, estaba por cerrar la puerta cuando escuchó que ella gemía.
-¡Te mataré Connie, juro que te mataré!- sonrió y se marchó.
Adam, estaba concentrado en su computador y los pendientes del día, cuándo un llamado a la puerta lo distrajo.
-Adelante- quién entró fue Hugh- Pasa hermano- le sonrió. Hugh, hizo lo que él le indicaba- siéntate. ¿Qué tal te fue con Rita?
-Muy bien- sonrió- es una mujer muy inteligente. Es plenamente competente en su área, tiene ideas bastante claras, unas propuestas muy buenas. .. Y está guapísima- Adam rió.
-Veo que no pierdes tiempo.
-Soy eficiente hermano, ya me conoces.
-Eso veo. ¿Te ha gustado?
-¿Y a quién no?, es realmente hermosa e inteligente, son dos virtudes que por lo general no van de la mano, cada día se dificulta más conseguir ambas cualidades en una mujer. Aquellas que son tan guapas como ella, se vuelven vanidosas, preocupadas pir cultivar aún mas belleza y absolutamente nada de inteligencia. La sociedad está loca.
-Rita es una mujer maravillosa.
-¿Está casada?
-No. . . Es divorciada.
-Un hombre sin neuronas evidentemente- racionó.
-No amigo, un hombre con hormonas alborotadas y una secretaria muy bonita.
-Eso solo confirma su deficiente coeficiente intelectual – aseguró- pero. . . ¿ cómo es que sabes tanto?
-Rita, no es solo mi empleada- Hugh, empequeñeció los ojos.
-No me digas que ella y tú. . .
-No hermano- rió- tenemos una buena relación de amistad, existe bastante confianza entre nosotros.
-¿Y nunca. . .?
-Nunca, amigo- le sonrió- solo amigos, te lo juro- levanto una mano solemnemente.
-Procura que se mantenga así hermano, porque pretendo un código verde con ella- Adam, estalló en carcajadas.
-¿Cómo es que sabes sobre sus códigos?- dijo entre carcajadas.
-Eso es gracias a tu rubia.
-¿Connie?- frunció el ceño. La risa a había ido.
-Ahhh. Veo que sabes de quién hablo.
-Por supuesto. Pero. . . ¿cómo es que sabes?, ¿Connie, te lo dijo?
-No. Fue feliz a contarle a su amiga que tenía un código verde contigo- sonrió- solo que no contaba con mi presencia, debo decir que está algo loca, pero me cae muy bien, parece amiga fiel y muy agradable.
-¿Fiel?, eso es poco hermano, esa mujer está armada. -Rió- casi mata al ex marido de Rita, quería hablar con ella a la fuerza y Connie, no dudó en disparar y asegurarle que lo mataría si se acercaba a su amiga.
-¡¿Qué?!- lo miró sorprendido- no puedes estar hablando en serio.
-Muy, muy en serio hermano. Está loca, pero es adorable.
-Bueno a ti no te dará un disparo, según ella no me invita a salir porque tú la traes de las tejas – ambos rieron- hermano, ¿ crees que Rita, acepté mi invitación?
-Rita es, una gran mujer, si te rechaza créeme que vale la pena intentarlo, solo no juegues con ella Hugh, no quiero verme en la penosa necesidad de romperte la cara.
-Tranquilo hermano, no queremos un código negro- le respondió sonriendo.
-Te mataré Connie, juro que te mataré- dijo Rita, mientras se abalanzaba contra Connie, quién estaba de pie junto a la puerta con Gillian.-¡Rita!- grita Gillian, interponiéndose entre ellas- cálmate, tú nunca has sido violenta.-Merece que la mate Gillian- gime desconsolada y caminando rápidamente hasta el sofá que está en la sala y se deja caer gimiendo.-Por eso le dije a Gillian, que viniéramos juntas. Sabía que estarías como una loca- respondió Connie, con aire despreocupado.-¿Cómo pudiste hacerme eso?- Rita, la mira con odio- ¡Me haz avergonzado con el amigo de Adam!-Oye, por cierto- dijo Connie, ignorando la furia de Rita- ¿ desde cuándo son amigos?, esta como quiere el hombre Rita, es un código amarillo realmente jugoso.-¡No es un código amarillo!- gritó frustrada.- ¡No es un maldito código amarillo!- sintió que le saltarían las lágrimas. Amaba a su amiga, pero en aqu
Rita, llegó al trabajo con mucho tiempo de anticipación, no había tenido buena noche. Hugh Scott, se había paseado libremente por su cabeza, y había interrumpido sus sueños. Se sentó sobre la silla de cuero sintiéndose algo frustrada. Había salido con algunos hombre después de que su relación con Michaell, terminará, se había sentido muy bien con algunos de ellos, había disfrutado de su compañía, pero ninguno la había perturbado tanto como este hombre.Al parecer era muy bueno en su trabajo, se mostraba divertido, inteligente y con una inquietante habilidad para leer sus pensamientos y expresiones. Nada más pensar en él, sentía como su respiración se agitaba violentamente. Llamaron a su puerta logrando sobresaltarla.-Adelante- Entró su nueva asistente; Karen, quién traía una gran sonrisa-Buenos días Rita.-Buen día Karen, ¿cómo estás hoy?Karen Smith, era una mujer realmente atractiva, con una hermosa cabellera color cobrizo, sus enormes ojos eran muy
Hugh.Casi dejo escapar una risa cuándo ella enfurecida me preguntó:-¿Se puede saber a qué juegas?- le preguntó con voz entrecortada.-No sé a qué te refieres- respondo mintiéndole.-Por supuesto que lo haces- se levanta enfurecida- has estado. . . has estado tocándome deliberadamente.-¿De qué hablas?- levanto ambas cejas.He intentado incomodarla, ver hasta dónde es capaz de resistir, y debo admitir que ha soportado bastante. Mi intención es llevarla a los límites, hasta desearla ansiar con desesperación, un beso, un roce. . .-Sabes perfectamente de lo que hablo y. . . y. . . no estoy dispuesta a tolerarlo.-Vamos Rita, exageras. Han sido casualidades.-No. No lo han sido- responde mirándome fijamente, pero por su gesto sé que comienza a dudar, sus hermosos ojos grises me miran cómo indagando en mi rostro.-Rita- me pongo en pie- no te he estado tocando.-¡Claro que sí!, y no sé qué es lo que te
Rita. . .Llego a casa sin mucho ánimo, me dejo caer sobre el sofá de la sala y cierro los ojos agotadas. Lo normal es que mi cabeza a estas horas esté embotada de números y cuentas, pero hoy solo está llena de unos sensuales labios y unos magníficos ojos.¡Rayos!Quiero llorar de frustración porque Hugh me ha dejado queriendo más, me siento como una pequeña niña a la que le dieron de probar un exquisito dulce y de pronto se lo arrancaron de la boca dejando el sabor en ella y en anhelo de seguir comiendo.Resoplo enfadada.No puedo hablar con Gillian, se supone que está en su cita con John, seguramente la dulce Gillian, se ruborizaría y me diría que lo mejor era dejarle claro a ese hombre que no era adecuado que me tocara de esa manera.Pero lo cierto es que ese no es el consejo que necesito horita, o no es el que quiero. Creo que el consejo que anhelo es el de Connie, la loca rubia me diría que no lo piense y me arroje a l
Rita comienza a respirar agitadamente, ¿Michaell?, ¿qué demonios puede querer Michaell de ella?Rita:*Tienes toda la razón , no espero ni quiero nada de ti, no sé cómo conseguiste mi número, pero te sugiero que lo elimines, de la misma forma que yo te he eliminado de mi vida, no quiero que vuelvas a escribirme en tu vida.*Envía el mensaje sintiéndose furiosa. ¿ se puede ser tan descarado?, aparentemente la respuesta es sí.Número Desconocido:*Lo siento Rita, lo siento muchísimo, estoy arrepentido y solo deseo verte nuevamente y que tengamos una platica, deseo que solucionemos las cosas.*Rita:*Esto no tiene arreglo desde que decidiste meterte en MI CAMA con tu secretaria, déjame en paz Michaell, tengo una feliz vida y no voy a arruinarla por ti. DÉJAME EN PAZ.*Número Desconocido:*No puedo dejarte en paz, porque te necesito, soy infeliz sin ti. Estoy arrepentido.*Rita:*Arrepentido, ¿
Rita salió de la oficina directamente a la casa de Connie, colocó música con la intensión de relajarse un poco. Pero distaba de lograrlo, todo el día había tenido los nervios de punta.Al llegar, estacionó su auto frente a la hermosa mansión. Al llamar a la puerta, una de las chicas que desempeñaban el servicio le abrió la puerta.-Buenas tardes, señorita Rita- le saludó.-Buenas tardes, Ana- le regalo una gran sonrisa- Connie me espera.-Por supuesto, se encuentra en su habitación con la señorita Gillian, la acompaño- se ofreció.-No es necesario, Ana. Puedo ir sola- le sonrió- ¿crees que podrías llevarnos algunos aperitivos?-Por supuesto señorita, estaba pronta a subirlos, la señorita Connie, ha pedido una gran variedad.-Esplendido.-¡Al fin llegas Morena!- le gritaba Connie cuando ella entró a su hermosa y espaciosa habitación.-Veo que solo esperaban por mí- entró sonriendo y caminando hasta la cama, se de
Rita llegó temprano a la oficina, con la finalidad de adelantar los pendientes, al menos debía ocuparse de eso si pensaba ir a su cita con Hugh. Después de recibir las correspondientes llamadas matutinas de Gillian y Connie, para darle los buenos días y saber cómo estaba, se enfocó en lo que sabía hacer; trabajar con números.Karen le había anunciado que se marcharía a almorzar a lo que Rita asintió y le dedicó una bonita sonrisa, después de aquello volvió a meter la cabeza en el computador. Habían pasado unos treinta o cuarenta minutos cuándo unos fuertes llamados a la puerta la sobresaltaron.-Adelante- dijo levantando la vista, suponiendo que sería Hugh, era bastante extraño que no hubiese aparecido durante toda la mañana y más extraño aún, que ni siquiera le hubiese escrito un mensaje de texto. ¿Se estaría arrepintiendo de la cita?. Pero sus suposiciones se dispersaron cuándo vio que quién entraba no era Hugh, sino Michaell.Rita frunció el ceño. Lu
Hugh, entró a la oficina de Adam, con una gran sonrisa en los labios.-Pareces feliz, hermano- le dijo Adam inmediatamente.-Lo estoy- se encogió de hombros- Rita ha accedido a un código verde.-Casi no puedo creerlo- Adam le mostró la hilera de hermosos y blancos dientes.-Digamos que tuve que ser muy persuasivo- se sentó frente a él- pero lo importante no son los medios, sino que a fin de cuentas lo he conseguido.-¿Debo felicitarte entonces?-¡Por supuesto hermano!, Rita me gusta, me agrada muchísimo, nunca me había gustado tanto una mujer desde que me divorcié de Alicia, sabes que fue duro para mí.-Lo sé- Adam le dedica una mirada comprensiva.- pero lo haz superado Hugh.-No sin mucho esfuerzo, debo admitir.-Lo importante no son los medios, sino que a fin de cuentas lo has conseguido- le repitió sus propias palabras y Hugh sonrió.-Es cierto. Ahora lo importante es que Rita me gusta, me gusta mucho.-Solo