Melissa fue prometida a un lobo para saldar una guerra entre manadas pero antes de la boda el padre de su prometido es asesinado y culpan al padre de Melissa.Ella ve morir a toda su familia a manos de lobos asesinos.Pero al no poder cambiar por traumas de su pasado se ve atrapada con el que parece jefe de los hombres que asesinaron a su padre.Melissa descubre que ese alfa es su mate así que no puede resistirse.Consigue huir antes de que este la marque e intenta ir a pedir ayuda a la familia de su prometido. Sin embargo descubre que su hermana ha usurpado su identidad. No tiene cómo probar que es la hija del alfa que asesinaron así que le suplica que al menos la deje quedarse como empleada para poder pedir ayuda al nuevo alfa King quien vive en esa casa pero sus planes se complican cuando descubre que el alfa King. Su alfa no solo es el hombre que vio en su casa la noche que asesina a su padre sino que también es el padre del bebé que está esperando.Melissa no sabe qué hacer o cómo podría ella realmente vengar la muerte de su padre si la persona que lo asesinó es justamente su mate.
Leer másMeses después— ¡Mamá Eric me está lanzando nieve!Raquel volteó sus ojos cuando Amaya le lanzó un par de bolas más a Erick que corría para esconderse detrás de Chip, que ya parecía demasiado grande para estar jugando entre esos dos niños.Un aullido hizo que Raquel moviera sus orejas, Se puso en pie mientras daba una advertencia a su hija para que no se moviera de donde estaba y mientras Chip se colocaba entre los niños y quien fuera que se acercara.Los ojos de la loba notaron entonces un lobo familiar, el corazón emocionando de la loba comenzó a galopar mientras ella movía sus patas para acercarse lo antes posible al lobo y la felicidad era demasiado para esconderla. Lo había extrañado debido a que ahora tenía que hacerse cargo de la antigua manada de Redson, el lobo lamió sus orejas emocionando antes de que ambos trotaron hacia los niños.— ¡Papi!— ¡Papi!Los niños corrieron hacia el lobo. Raquel caminó hacia la terraza para cambiar y solo cuando estuvo cubierta por una manta le
Aquello era increíble. Raquel sonrió emocionada mientras miraba alrededor del salón donde estaban las mujeres con vestidos coloridos, charlando o bailando al ritmo de la música que una majestuosa mujer tocaba con un arpa.El vestido blanco sobre ella era hermoso, diseñado para ella y su vientre cada día más redondeado. Su hermana la miró antes de beber un poco más del zumo de naranja que había pedido.— ¡No puedo creer que fui la luna que lanzó el polvo rosa sobre ti! — Raquel sonrió mientras ella le guiñaba un ojo — no creo que te haga falta pasión en tu relación, pero la tradición es la tradición.— Al menos no fuiste marcada por la viuda — Alexis regresó desde una de las mesas desplegando su abanico — no creen que está haciendo mucho calor aquí — miró alrededor — ¿Sabes dónde está mi nieta?— Creo que fue a ver a su padre — respondió Raquel — odio esta parte de las bodas, quiero quitarme los zapatos y dormir, estoy cada día más hinchada en todas partes.— Estás estupenda, hermosa —
Un mes despuésLa sed hizo que Rick sintiera la urgencia de tragar, pero incluso eso le parecía un problema, su mente estaba algo confusa, pero recordaba lo que habían hecho a Raquel, que se habían llevado a Amaya y que él estaba a punto de…Sus ojos se abrieron de golpe, saltó sobre la cama donde se encontraba sin realmente saber qué estaba pasando, pero reconoció al instante su habitación, el techo de su casa sobre su cabeza, pero no parecía que hubiese alguien con ella. Trató de ponerse en pie, pero su cuerpo no lo resistió, y calló estrepitosamente sobre el suelo.Maldijo justo antes de que la puerta del cuarto se abriera, una de las empleadas gritó mientras corrió para ayudar al hombre sobre el suelo. Rick tuvo que apartar su orgullo a un lado cuando esta lo subió una vez más a la cama y su corazón se destrozó cuando se dio cuenta de que la segunda persona que entraba a la habitación tampoco era Raquel.— Llama al doctor, con prisa.La chica corrió cuando la voz de Alexis dio aqu
— No tienes que ir ahí, Raquel, no es una buena idea.Melissa trató de detener a su hermana mientras ella trata de que su cuerpo no duela tanto al caminar, el vestido negro que cubría prácticamente todo su cuerpo solo dejaba a la vista el cuello algo magullado que cubrió con una bufanda.— Quiero ver que realmente… Que realmente está muerta, no podría dormir en paz si no lo hago.— Pero necesitas cuidar de Amaya, los doctores dijeron que debías cuidarte, tu bebé…— Estoy bien, iré en un auto y regresaré cuando esté completamente segura de que todo ha terminado, entenderme, no quiero vivir pensando que incluso pudo escapar de la muerte — respiró hondo — estoy completamente aterrorizada, aunque esté aquí, en esta casa.— Esta es mi casa, Raquel, no quería dejarte sola a cinco horas de aquí. Rick necesita atención, así que puedo ayudar.— Podía encargarme de mi alfa, está así por mi culpa, siempre es mi… Mi culpa — la chica intentó no llorar —, pero me encargaré de que nadie más sufra po
— ¡Mi hija, dónde está mi hija!Raquel se despertó con el pánico en sus ojos, sus dedos se curvaron, aunque realmente sentía que todo su cuerpo pesaba de más y parpadeo cuando las fuertes luces sobre su rostro la cegaron por un par de segundos.La chica tembló algo confundida, lo último que recordó fue perder la conciencia frente a una extraña que llevaba en brazos a su hija aún en su forma de lobo. Una puerta se abrió, la mujer que apareció no era conocida, pero llevaba un uniforme de hospital con el logo de alguna manada en el brazo.— Parece que ya despertó, señora, — la mujer checó los aparatos a los que estaban conectados algunos de sus dedos —. Ha estado inconsciente por dos días, pero las cosas están mejorando, ha tenido suerte, su bebé está a salvo. Si permite, llamaré al médico para…¿Bebé?¿Qué bebé, estaba hablando de Amaya? Probablemente, Raquel se dijo que no podía quedarse acostada en aquel lugar, arrancó todos los cables conectados a ella sin siquiera importarle cómo la
Rick irrumpió en la antigua casa del alfa Redson con rabia, cambió todo lo rápido que pudo y ni siquiera lo pensó dos veces antes de lanzarse contra el hombre que salió visiblemente a la defensiva contra él.— ¡Qué haces aquí! Esto es un delito contra las leyes de los lobos, estás en mi territorio sin permiso.— ¡Dónde está mi luna y su hija! — gritó Rick — ¡Dónde están maldita sea!— No sé de qué hablas, nadie está aquí, llamaré a los ejecutores. Que seas el hermano del alfa King no te da ningún derecho a…Rick sintió un fuerte golpe en su cabeza, un gemido de dolor salió de él cuando cayó sobre el suelo de rodillas y pudo notar como alguien rasgaba su espalda con un par de garras.— ¡Te dije que este bastardo vendría aquí! — gritó el alfa hacia alguien más — ¡Porque no hicimos lo que dije y dejaste a esa mujer allá!, solo necesitamos a la niña.— Esa perra debe morir, tú quisiste deshacerte de tu hermano y no dije nada, yo quería hacer miserable a esa perra porque mataron a mi hijo,
El dolor era abrazador, Raquel gritó sin cesar mientras trataba de quitar aquella droga que habían estado dándole de su sistema y literalmente suplicó porque dejaran de usarla como bolsa de boxeo.«Nuestra hija nos necesita»— Yo te necesito — respondió Raquel a su loba — tenemos que tratar de salvar a Amaya antes de que perdamos esta batalla.«¿Quieres poner todo en riesgo?»— Quiero salvar a mi hija.Fueron las palabras de Raquel, su loba gruñó, la chica sintió la sangre fluir por sus venas mientras el calor se movía por ella y su corazón comenzó a galopar mientras el cambio comenzaba de una forma mucho más dolorosa de lo habitual.La loba gimió cuando las esposas anti cabio mordieron dolorosamente su pata, escuchó el chasquido de esta un segundo antes de que consiguiera liberarse. Raquel contuvo sus gemidos, esperó a que el dolor fuera menos fuerte y se concentró en escuchar alrededor.Sabía que estaba en una casa abandonada, el olor a moho y madera corroída camuflaba casi perfecta
Rick sonrió, trato de no pensar seriamente en lo absurdo que le había aparecido todo aquel viaje y agradeció que su móvil sonara en medio de aquella aburridísima cena con las familias más prestigiosas de la manada del alfa Terry.— Creo que necesito contestar esta llamada es de…— Seguro es esa encantadora esposa que dijiste tener — una de las señoras sonrió — no te preocupes querido y tomate tu tiempo.Rick agradeció y salió de la habitación para contestar a la insistente vibración del celular. Se preguntó qué sería tan urgente y quién sería quien llamaba. Frunció el ceño con molestia, pues el número no era local o estaba registrado en su teléfono.— ¿Quién habla?— Somos miembros de la antiguamente llamada Manada roja, estamos hablando para comunicarle oficialmente que nuestra heredera ha regresado a nuestras tierras y que si no quiere conflictos severos solo aléjese de ella.— ¿Qué?— La señora Raquel, madre de la nieta legítima de nuestro difunto alfa, nos ha entregado a la niña p
Aquello tenía que ser una pesadilla, Raquel tragó, sus manos temblaban y el miedo le impedía hacer cualquier cosa que no fuera temblar. Era imposible que Anna estuviera ahí, sin embargo, fue quien la golpeó y dejó inconsciente. El olor era inconfundible y no quería ni pensar en todas las cosas que podrían hacerle a Amaya si no obedecía.La loba se quedó en silencio mientras escuchaba sobre su cabeza el llanto de su hija, miró el metálico techo de aquel maletero donde iba y se prometió que aquello no terminaría mal, que salvaría a su hija como fuera.«Matemos a todos cuando abran el baúl, acabemos con esa maldita mujer»— No, no podemos hacer eso — le advirtió a su loba — no sabemos qué le hará a nuestra hija, no debemos atacar.«¿Qué debemos hacer entonces?», le acusó «Dejar que nos lastime una vez más».— Si eso impide que su mujer le haga algo a Amaya sí.La mujer dijo aquello, pero deseó que realmente no fuera cierto, quería que Rick viniera por ella con todas sus fuerzas. Que la c