El olor movió algo extraño dentro de Forest, la furia que estuvo fluyendo una y otra vez dentro de él desde que salió de su manada ahora estaba aún más vigente y él ni siquiera sabía por qué. Sus patas pizarrón aún más fuerte el suelo nevado que dividía los territorios, escuchó el aullido que venía a su espalda, pero no se detuvo porque había algo que no podía explicar o mejor dicho no quería explicar.
Lo primero que el lobo vio cuando llegó a la propiedad del alfa vecino fueron cuerpos, cuerpos desmembrados sobre manchas de sangre que pintaban la fría nieve bajo ellos. El olor que tanto le preocupaba se hacía más intenso, el miedo también comenzó a mezclarse con el resto de aromas.
Un gruñido vino de su izquierda justo antes de que un lobo tratara de atacarlo, lo mordió con saña, el animal gimió mientras él probaba su sangre y luego de asegurarse de que ya no podría atacar a nadie más corrió dentro de casa.
Forest maldijo internamente cuando vio el cuerpo sin vida del alfa de aquella manada a un lado. Su gruñido no pudo ser detenido cuando olfateó el aroma del odio mezclado con el pánico más absoluto, todo envuelto en ese aroma dulce que sigue moviendo algo dentro de su cuerpo, algo que no tenía manera de controlar.
El lobo prácticamente corrió escaleras arriba, su pecho se encogió cuando vio el brillo de la daga en manos de la mujer que abrazaba a otra chica. Ni siquiera pudo pensar antes de que sus intentos tomaran el control.
¿Qué estaba haciendo?
Se cuestionó, mientras el lobo que tenía completo control de su cuerpo clavaba sus fauces en el cuerpo de la mujer. No supo por qué lo hizo, pero tampoco tenía tiempo de descubrirlo porque su cabeza estaba llena de una necesidad absoluta, una necesidad que fue demasiado fácil de entender cuando el peligro había desaparecido y la mujer que temblaba a unos pasos de él cayó sobre su trasero.
«Mía, mi luna»
Las palabras se movieron en la mente del hombre bajo la piel canina, su nariz olfateó justo el lugar más íntimo de la chica y solo reafirmó lo que más se temía. Necesita hablarle. Forest sabía que tenía que alejarse de ella antes de que fuera demasiado tarde, pero le era imposible, así que cuando un gruñido vino desde las escaleras no pudo hacer otra cosa que aprovecharse.
Ahuyentó al lobo que estuvo detrás de él desde mucho antes de llegar a la mansión, le exigió a su lobo retroceder dentro de su mente mientras tomaba una vez más su forma humana y tontamente dedujo que eso sería suficiente para calmar el ardor en sus venas, pero se equivocó.
— ¡Suéltame! — gritó la mujer desconocida que había lanzado a la cama — ¡Déjame ir, maldito asesino!
Le acusó ella causando un dolor hueco en su interior, o quería sentirse de ese modo, él no quería ni siquiera estar en esa habitación, pero no había forma de escapar. Ella era su luna, era su alma gemela, el deseo más profundo de cada lobo y debía admitir que era mucho más hermosa de lo que alguna vez pudo imaginar.
«No puedes resistirte a esto»
Gritó el animal en su mente, sus manos se movieron por sí solas y sintió el olor de su cuerpo aún más profundo. Su pecho se expandió. Tengo la mandíbula mientras sus garras se clavaron sobre la sábana blanca donde yacía sobre la mujer asustada, su mujer.
— ¡Si me haces esto, no te perdonaré!
Gritó la chica antes de rasguñarlo, él se preguntó porque no corría, porque no trataba de escapar, pero también comprendía que probablemente ella también estaba luchando contra sus propios instintos.
— Bésame
Gritó antes de que sus manos rompieran la tela de su vestido. Ella tembló, pero pudo ver la lujuria consumir su cuerpo. Los labios de la chica se hicieron una línea mientras él no podía hacer otra cosa que mirar, los turgentes pechos de su Luna.
La suave piel sonrosada, subía y bajaba debido al pánico, pero también al ansia que no se podía negar. Forest supo que estaba perdido cuando simplemente su lobo lo empujó lejos del control. Gruñó tratando de recuperarlo, pero no fue capaz de hacerlo, así que solo se quedó observando como su lobo tomaba el control.
Melissa gritó de pánico mientras el hombre sobre su cuerpo deslizaba una mano hacia su pecho. La chica tragó en seco cuando la rústica mano masculina acarició la punta de su pecho y tragó profundo cuando su loba, la misma que había estado años sin hablar, dijo solo dos palabras, palabras que la espantaron en lugar de hacerla sentir emocionada.
«Mi alfa»
— ¡No, no, no!
Lloró la chica mientras su cuerpo respondía al del hombre desnudo sobre ella, su sangre ardió justo antes de que la boca del asesino de su padre cubriera la suya. La habitación se sintió diferente, el ambiente de algún modo comenzó a cargarse de una electricidad incomparable y las dos personas extrañas en dicho cuarto se fundieron en un beso atronador.
Melissa odiaba cada parte de ese beso en su cabeza, sin embargo, su pecho gritaba de emoción, su loba aullaba de felicidad, aun si el sabor de la sangre se había filtrado en aquel beso. Forest por su parte, movió la mano bajo su cuerpo, tocó la cálida zona entre sus muslos y aunque sabía que eso era una locura, solo sintió que no era suficiente.
La boca del hombre se movió sobre la piel pálida del cuello de la chica que, a pesar de no estar resistiéndose, lloraba en silencio. Ella tocó su pecho intentando de algún modo luchar contra sus instintos, pero no fue capaz de hacerlo, así que cuando Forest abrió sus piernas antes de arrancar la prenda íntima que representaba la última barrera entre sus cuerpos. Ambos supieron que estaban a punto de descender al infierno.
Un lobo necesitaba a su luna, una luna no podía vivir sin su alfa, pero como sería capaz de aceptar, Melissa que el hombre que debía amar era el asesino de su padre. Un hombre que incluso sabiendo que ella no deseaba aquello, realmente se había acomodado entre sus piernas.
Melissa entendía también que el estaba siendo movido por el mismo instinto animal que la controlaba. Eso llenaba a la chica no solo de incertidumbre si no de dolor, un dolor que su mente comprendía pero su corazón no. El hombre sobre su cuerpo se hundió de un golpe en ella probando un ligero dolor en su cuerpo. Melissa sabía que el cuerpo sobre el suyo estaba movido por la lujuria, por el instinto, por ese sentimiento profundo del vínculo.
Forest maldijo mientras su cuerpo sentía el éxtasis de estar con su luna, el placer indescriptible de estar con su pareja destinada, pero también sabía que esa mujer lo odiaría cuando el control regresara. La mujer bajo su cuerpo se encogió a su alrededor mientras el clímax la atravesaba. Forest sintió el incontrolable deseo de morderla, sus dientes se alargaron sin que pudiera evitarlo, pero Melissa en un segundo de cordura alargó su mano y la oscuridad se cernió sobre Forest mientras una vez mas la sangre manchó su rostro.
La loba en su interior lloro en pánico por haberle hecho daño a su alfa, la rabia de su loba contrastaba contra sus propios deseos ya que estaba sufriendo por hacerle daño al hombre que había matado a su familia.
¡Como era eso posible!
¡Ella necesitaba escapar, necesitaba acabar con el hombre que asesinó a su familia!
Melissa gimió mientras movía el inerte cuerpo sobre ella, trató de no mirar la sangre que manchaba la cama y escapaba del cuerpo de su alfa. El corazón le dolía de una forma indescriptible e intentó no mirar la sangre que corría por sus piernas. Caminó con dificultad hacia el armario de la habitación.
Solo se vistió con lo que encontró a primera instancia. La chica en pánico se dijo que debía ir con su prometido, que necesitaba encontrarlo y pedirle ayuda porque para que el asesino de su padre fuera ajusticiado. Miró al hombre aún inconsciente en la cama donde había perdido su inocencia.
Su loba gritó por lo que había hecho, aulló de dolor mientras observó a su alfa una última vez, pero Melissa se dijo a sí misma que debía ser fuerte porque ese hombre era el asesino de su padre.
—¡Deja de llorar m*****a sea! —gritó Melissa a si misma—ese hombre es un asesino, debería matarlo.
«Nunca, es nuestro alfa, vuelve y cuida de él, deja que nos muerda»
—Vete al mismo lugar dodne estuviste hasta hoy—grito la chica—déjame en paz, si no puedes defenderme, no te atreva a pedirme que sienta algo por el hombre que mató a nuestro padre.
«Nuestro padre no nos quería»
Dijo la loba dentro de Melissa haciendo que su corazón se rompiera un poco más, ella lloró en silencio mientras reprimía cualquier cosa que sus instintos dijeran para escapar de ese lugar, para intentar huir prometiéndose descubrir porque habían hecho eso.
Los pies le dolían, su cuerpo se sentía frío como el hielo a su alrededor a pesar de tener la capacidad de mantener su temperatura y la chica que lloraba desconsolada mientras corría en medio del bosque calló de rodillas en algún punto de su huida. La ropa que robó del armario de su madrastra era demasiado delgada, demasiado corta para su cuerpo, así que algunas heridas habían aparecido en sus piernas.La fría nieve quemó sus sensibles pies, la sensación entre sus piernas también le hicieron difícil caminar. La pobre muchacha lloró desconsolada mientras se dejaba vencer por el dolor. Sus manos se clavaron en la nieve haciéndola notar que sus garras no estaban ahí y pensó que también había imaginado eso.Su loba no había dicho ni una sola palabra desde que salió de la habitación, su pecho se sentía herido porque sabía que el hombre al que dejó en ese cuarto era su alfa. Pero Melissa se dijo que no debía sentirse de ese modo, ya que él era también el asesino de su padre. Estaba más que
— Quiero a cada uno de esos traidores vivos — dijo Forest mientras terminaba de colocarse su chaqueta — quiero que cada uno de esos perros sean ajusticiados por atreverse a hacer algo como asesinar al alfa de otra manada sin mi consentimiento.— Usted mató a la mayoría mi señor — dijo su beta — solo quedan cuatro personas y estamos tratando de descubrir quién está detrás de todo esto.— Me haré cargo — dijo antes de inclinarse — debería ir a casa, su familia lo necesita, sabe algo sobre la loba que me hirió.—No señor —dijo su segundo al mando —nada aun, pero seguimos buscando.Forest asintió, dejo que su hombre se marchara antes de mirarse en el mugriento, espejo del lugar donde había pasado los dos últimos días. La fábrica abandonada tenía un olor penetrante que hacía a cualquier lobo asquearse, pero necesitaba quedarse ahí mientras sanaba.El reflejo en el espejo hizo al lobo dentro de su mente sonreír, la cicatriz aun algo enrojecida que seguía en su frente a juego con la que cubr
El alfa sonrío cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, la chica asustada que lo había herido días atrás lo miraba con incredulidad desde el sueño donde aún seguía sentada y él no pudo creer que tuviera tanta suerte en el mundo o mala suerte, realmente no sabía cómo interpretar ese momento.La viuda de su hermano la miró con roña, tomó a la chica del cabello antes de empujar su rostro contra la comida esparcida en medio del suelo y Forest tuvo que controlarse para no ir por ella. No sabía qué estaba pasando o porque esa otra mujer decía ser la hija del alfa que fue asesinado unas noches atrás. Tampoco entendió por qué simplemente no cambiaba ante semejante maltrato.— Perdone por este señor — la mujer que seguía sin conocer se inclinó ante ella con prisas — esta tonta sirvió para la familia de mi padre y decidí ayudarla cuando devastaron a nuestra familia, pero ella no parece agradecerlo.La forma en que esa mujer hizo sonar las palabras no le gustaron para nada a Forest, sin em
— ¿Puedes creer que ese sujeto sea el alfa King?Melissa miró algo mareada a la mujer que seguía caminando de un lado a otro frente a ella mientras seguía atada. Raquel miró a Melissa mientras ella jadeó con hambre al ver el trozo de gominola en sus labios. La chica que llevaba tres días atada tragó con fuerza mientras comenzaba a sentir que sus muñecas ardían debido a la rozadura de las cuerdas.— ¡Además, cómo se atrevió a tomar el lugar de mi esposo! — la mujer molesta la miró — ¿No crees que es un desgraciado?Melissa cerró sus ojos con ganas de morir debido a la sed, la loba en ella seguía escondida mientras la única manera de que apareciera era que aquel hombre que ella odiaba se acercara. Forest, pensó, ese era su nombre, al parecer, y Melissa odio admitir que de no ser por las visitas de aquel hombre probablemente ya habría muerto de hambre.— ¡Préstame atención maldita sea! — la hermana de la chica, la pateó — ¿Quieres que no le diga a madre que te libere?— Vete al infierno
Para Red no fue difícil encontrar la habitación en la que habían colocado su madre y su nueva esposa a la pobre chica que pasó un par de días atada en medio del patio. Ese tipo de castigos no solían ser empleados con absolutamente nadie de su manada, pero Red sabía que su madre solo quería un poco de venganza.Puede que no fuera la luna de su padre, pero él sabía que le tuvo un poco de afecto. Red se quedó de pie en la entrada de la habitación, lo pensó una vez más antes de entrar dentro de dicho cuarto y cuando la chica semidesnuda en la habitación corrió hacia la cama para cubrirse.— ¡Señor!, qué hace aquí!Dijo la mujer asustada, Red no pudo apartar los ojos de la sábana que cubría un cuerpo que después acababa de confirmar, era bastante bonito. Carraspeo antes de cruzar sus brazos frente a su pecho. Miró hacia los ojos de la preocupada muchacha antes de hablar.— No tienes que lucir tan asustada muchacha — él sintió el polvo a su alrededor — ¿Cómo te sientes?Melissa miró al ho
Forest miró a la mujer que servía la cena mientras el olor dulce que solo él podía percibir se movían alrededor. El alfa miró a las otras tres personas sentadas a ambos lados de la mesa, recordándose que no debía demostrar absolutamente ningún interés por esa mujer, que después de todo podría ser su única debilidad. Aun si no quería admitirlo. Forest sabía que ponerla en peligro a ella sería poner su cuello expuesto para que cualquiera intentara tomar el lugar que tanto le había costado conseguir. El aura a su alrededor era oscura, cargada de asentimiento y quizás mucha más molestia de la esperada. El alfa king siempre supo qué tomar el lugar de su hermano bajo las narices de su sobrino y su madre sería una gran batalla, pero no podía dejar que ellos consiguieran lo que tanto querían. Anna ni siquiera era la luna de su hermano, se acercó a él cuándo la verdadera cuñada de Forest murió de una forma poco común y cuando dijo que estaba embarazada mi hermano simplemente pareció volver a
La piel de sus brazos estaba china, el escalofrío que recorría inminente su espalda también era algo digno de destacar y el corazón de Melissa, desbocado, seguía bombeando sangre ardiente a casa, a centímetros de su cuerpo. El olor que se hacía a cada segundo más intenso, también ardía fuertemente en sus pensamientos.La loba dentro de la chica aulló de placer, los sentimientos desbordantes que la acorralaban e impedían que se moviese de ese lugar sobre el colchón donde había sido recluida con el cuerpo de Forest desconcordaban completamente con el dolor y la rabia que invadía la única parte consciente de su mente.Era el asesino de su alfa, su hombre, la persona que debió darle felicidad, pero en lugar de eso era un asesino. El asesino de su padre, nada más y nada menos así que entregarse a él, a la pasión que ardía en ella más que hacerla feliz la destrozaba.Forest, movía su mano hacia la cintura de la chica bajo su cuerpo, su lobo aullaba una y otra vez en el más puro éxtasis de t
«No finjas que lo odias, es guapo, nuestro alfa es un hombre atractivo»Melissa cerró sus ojos durante un momento intentando ignorar las palabras de su loba, sus ojos quisieron moverse hacia otro lugar que no fuera el hombre desnudo frente a ella, pero realmente no tenía escapatoria.Sus dedos se aferraron con fuerza a la esponja de color canela que le habían dado, el olor de las burbujas era sin duda bastante agradable, pero comenzaba a sentirse mareada, no sabía exactamente si eran las burbujas.El ambiente cálido que la rodeaba o simplemente el murmurar insano de su lava dentro de su cabeza. La chica sabía que las cosas eran difíciles cuando conocías a tu alfa, siembre había imaginado que cuando ese hombre llegará, si alguna vez llegaba a su vida, ella sería feliz, pero eso se convirtió en una pesadilla.— ¿Piensas seguir moviendo la esponja sobre el mismo lugar una y otra vez?La voz de Forest hizo a la chica sentada frente al alzar la mirada, sus dedos se movieron temblorosos un