«No finjas que lo odias, es guapo, nuestro alfa es un hombre atractivo»Melissa cerró sus ojos durante un momento intentando ignorar las palabras de su loba, sus ojos quisieron moverse hacia otro lugar que no fuera el hombre desnudo frente a ella, pero realmente no tenía escapatoria.Sus dedos se aferraron con fuerza a la esponja de color canela que le habían dado, el olor de las burbujas era sin duda bastante agradable, pero comenzaba a sentirse mareada, no sabía exactamente si eran las burbujas.El ambiente cálido que la rodeaba o simplemente el murmurar insano de su lava dentro de su cabeza. La chica sabía que las cosas eran difíciles cuando conocías a tu alfa, siembre había imaginado que cuando ese hombre llegará, si alguna vez llegaba a su vida, ella sería feliz, pero eso se convirtió en una pesadilla.— ¿Piensas seguir moviendo la esponja sobre el mismo lugar una y otra vez?La voz de Forest hizo a la chica sentada frente al alzar la mirada, sus dedos se movieron temblorosos un
— No hay nada que puedas hacer ahora mismo para ayudarla — Forest miró a Samuel, su mano derecha y único amigo — esa mujer se metió ella sola en la boca del lobo, y tú deberías estar más al pendiente de lo realmente importante ahora.¿Qué era lo que importaba?Forest miró a la chica que caminaba más allá de la casa cojeando, sus manos se hicieron un puño cuando notó no solo el cojear en sus pasos sino también las ligeras manchas en su barbilla. Se alejó de la ventana odiando cada herida que lastimaba a su luna.— Quiero que me digas que tienes algo, necesito que encuentres una pista, esto no puede tomar mucho tiempo.— No hay rastro alguno de quién sea el autor intelectual de este plan y tampoco tenemos pruebas de que tu hermano fuera asesinado por alguien de otra manada que la del alfa Handking — su amigo negó — su hija está aquí, ella misma dijo que los hombres eran parte de su manada.— Esa mujer ni siquiera es la hija mayor del alfa — respondió Forest — realmente no creo que pueda
Melissa se asustó, el hombre que la arrastró sobre la cama la miró por unos minutos y luego se alejó, su gesto de dolor causó mucho más dolor en la chica. El alfa se hizo a un lado, cayó sobre el colchón junto a la chica y solo entonces se dio cuenta de cuánto daño había hecho.— Esto sí que no lo esperaba — sonrío — pero ahora que lo has hecho creo que debería enseñarte la forma correcta.La chica asustada y conmocionada aún sobre la cama, ni siquiera supo cómo hablar cuando su alfa herido la tomó del brazo, ignorando completamente la sangre que escapaba de su cuerpo manchando la camiseta.Forest maldijo mientras abría la puerta secreta dentro de la habitación que antes había sido de su hermano. Melissa fue arrastrada dentro de aquel visiblemente descuidado pasadizo y cuando por fin los pasos se detuvieron, La chica quedó completamente congelada.El lugar donde se encontraba era una especie de calabozo, sabrá dios en donde, un par de celdas estaban ocupadas con unos cuantos hombres
Una semana después.El ambiente se había vuelto aún más gélido alrededor de aquella inmensa mansión donde Melissa se encontraba, aunque su alfa realmente no había hecho nada después del incidente con aquel hombre que incluso ahora la pobre chica seguía dudando si era o no una alucinación.Su pecho latió extrañamente mientras terminaba de alizar las mantas que habían sido lavadas en la mañana, como su único trabajo en aquella casa era cuidar justamente del asesino de su padre, las cosas eran mucho más relajadas, pero todos los empleados de aquel lugar parecían odiar a la pobre muchacha cada vez que la veían al pie de la escalera sentada esperando que algún trabajo surgiera.— ¿Estás muy ocupada? — la voz hizo a Melissa saltar sobre su lugar, el hombre junto a ella sonrío antes de tomar la manta que había caído al suelo sobre la nieve — hacía días que no te veía.Red sonrío antes de lanzar la sábana sucia al cesto casi vacío junto a la joven chica. Melissa sonrió un poco agradecida de q
Forest observó a la señora que servía cuidadosamente una taza de té para él. Pensó en lo complicado que había sido llegar hacia aquel lugar, pero también se recordó que era la única forma que tenía de encontrar alguna pista.— Sí que usted es el nuevo alfa King — la señora sonrió — no parece usted tan cruel como todos comentan abajo en la ciudad.— Mis enemigos han hecho hasta lo imposible para que todos me odien, pero soy un hombre determinado a no rendirme.— Lo sé, señor, no cabe duda de que usted es muy diferente a los rumores, solo hace falta mirarlo para darse cuenta de eso.— Es un honor viniendo de alguien como usted, una señora tan… Experimentada.— Vieja querido — respondió la loba frente a ella — puedes decirlo con toda confianza, han pasado cuatro generaciones desde que dejó de importarme la edad — suspiró la mujer — ¿Qué es lo que realmente necesita saber?Forest bebió de la tasa de té que había sido servida para él, degustó el dulce sabor de la vainilla, se filtraba en s
Regresar no fue fácil para Melissa, pero qué más podía hacer, se cuestionó la chica mientras los hombres en la entrada le permitían entrar una vez más a su cárcel. La chica sujetó con fuerza la caja vacía que aún llevaba en el bolsillo de su ropa y sintió el pánico correr por su cuerpo al recordar la respuesta en aquel predictor que había desechado en la basura del baño unos minutos antes de regresar. No podía dejar que nadie sospechara o encontrara dicho objeto.Al menos eso pensó antes de darse cuenta de que tenía escasamente un par de meses antes de que su vientre comenzara a crecer. La chica se detuvo en el nevado jardín de la mansión del alfa. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras trataba de alejarlas, dándose fuerzas en silencio.«Cuéntale a nuestro alfa, él nos ayudará a criar al cachorro»Melissa cerró sus ojos ante aquellas palabras, odiaba que su loba fuera capaz de hablarle cuando menos lo necesitaba. La muchacha caminó dentro de casa con prisas, se sacudió rápidamente
«Vámonos, vámonos de aquí»Melissa escuchó los gemidos de su loba, sus uñas se alargaron mientras sus piernas temblaron haciéndola caer sobre el suelo y sintió el sudor correr por su espalda mientras el pánico más absoluto la hacía jadear. La oscura habitación que rodeaba a la chica pareció de repente iluminarse, los muebles cubiertos por una tela blanca fueron completamente descubiertos y la chica vio a una niña de unos seis años sonreír frente al inmenso espejo de aquella habitación colocado justo a la ventana.«¿Deberíamos ir fuera?»La loba susurró esas palabras a Melissa, la niña sonrió antes de asentir frente al espejo y su pequeño cuerpo cambió lentamente. La pequeña pasó su lengua por esa pequeña mancha blanca que tenía justo como su madre. Dio un par de vueltas mirándose al espejo para luego gruñir feliz mientras caminaba hacia el balcón.«Deberíamos ir a perseguir al gato» «¿Oh quizás ir con papá?»«Papá está ocupado, papá siempre está ocupado…»La tristeza resonó en los pen
Melissa negó no dijo ni media palabra mientras su alfa conducía de regreso a casa, nunca pensó realmente en lo que había sucedido en su infancia, ni siquiera recordaba por qué su loba había dejado de cambiar.Cuando sus ojos se encontraron con los del hombre que conducía en el más absoluto silencio, se cuestionó realmente qué era lo que estaba sucediendo.¿Por qué querría él el colgante de su madre?¡Porque la necesitaba!Melissa negó para sí misma antes de intentar siquiera pensar en lo poco que le importaba aquel colgante, ni siquiera lo recordó antes de eso y fue por eso que Melissa se sintió forzada a pensar seriamente en esas cosas.También pensó en que aquel lobo gris que la había lastimado le resultaba familiar, no sabía exactamente por qué, pero se juró a sí misma haberlo visto antes. Entonces trató de pensar aún más seriamente cualquier cosa que su madre había dicho de aquel colgante, pero realmente no había nada que le interesara.El auto que había tardado mucho más tiempo e