Dolía, dolía, tanto que ella no era capaz de saber exactamente qué lugar de su cuerpo dolía más, se abrazó a sí misma como pudo preocupada por su vientre mientras agradecía que la hubiesen lastimado en cualquier lugar que no su vientre. Abrió los ojos cuando se dio cuenta de que ya ni siquiera era de día. Tragó con fuerza mientras trataba de encontrar algún modo de no sentirse tan asustada.«Nuestro cachorro está bien, no dejaré que le hagan daño»Melissa lloró de alivio ante aquellas palabras, intentó limpiar la sangre que corría por su rostro desde la herida causada por algunos rasguños en su mejilla, pero sus manos estaban atadas, así que no había forma de que lo consiguiera.— Esta maldita zorra cree que puede venir aquí y hacer que nuestra familia se destruya — la voz de la mujer que rasguñó su cuerpo se acerca una vez más a ella — ¡Despierta maldita perra!, mírame!La chica alzó la mirada, la mujer supo como lastimarla en los lugares correctos, no solo para que sanara más lento,
Red entró en la habitación de su tío después de asegurarse de que no estuviera en casa, lo último que necesitaba era otro enfrentamiento como el de la última vez. Había cruzado la línea mucho más de lo que pensaba, sin duda su tío tenía algo por aquella mujer y no había nada que le diera más curiosidad. Sin embargo, prefería descubrirlo mientras aún seguía vivo.Melissa alzó sus ojos hacia el hombre que había entrado en la habitación, su cuerpo dolía, así que ni siquiera fue capaz de herirse sobre la cama. Las heridas no se habían curado aún porque eran demasiado profundas y con la loba que ni siquiera quería hablar con ella de algo más de cuando decirle a alfa que estaba esperando un bebé las cosas eran mucho más difíciles.— No sé por qué mi madre hizo esto muchacha, pero realmente se pasó de la raya — la voz de aquel amable hombre reconfortó un poco a la dolorida Melissa — me disculpo por ella, realmente lo lamento muchísimo.— No tienes nada por lo que disculparte — musitó la chic
Forest observó la pequeña figura femenina con demasiada ropa sobre su cuerpo, sabía que era difícil mantener el calor estando en un estado humano, pero aquella chica definitivamente era demasiado menuda en comparación al resto de lobos. El lobo ambarino que se sentó a su lado en aquella oculta colina hizo a Forest gruñir, el animal respondió con otro alarido y ambos cambiaron en aquel frío valle teñido por la nieve.— ¿Está todo bien?— Nadie nos vio Forest — Samuel miró a su alfa — ¿Debería seguirla?— Por supuesto que no — el alfa volvió a clavar los ojos en la figura que cada vez trataba de alejarse más — yo me haré cargo desde aquí, solo ven a la hora indicada — lo miro — ocúpate de que nadie entre a mi habitación o descubra que ninguno de nosotros estamos ahí.— Sí señor.El hombre cambió, corrió lejos de Forest mientras este mantuvo la mirada en la chica cada vez más apresurada por batallar por la nieve. Cambió cuando ya no fue capaz de verla y se obligó a mantenerse oculto entr
Forest estaba pleno, su corazón estaba completamente rebosante de emoción y su lobo no podía estar más contento de tener a su luna, junto a él, acariciándola con su hocico mientras ella simplemente mostraba su garganta como símbolo más absoluto de complicidad. Un aullido movido por la briza hizo que el lobo notara que el tiempo había pasado demasiado de prisa, se puso en pie antes de sacudir la nieve que había caído sobre ambos y la loba lo miró.El alfa pudo notar la chica dentro de la mirada de aquella exquisita loba rojiza, sus ojos se movieron al objeto olvidado entre los dos y supo que aquel lindo momento había terminado. Tomó el objeto en sus fauces. La loba que observaba al alfa gimió con la más absoluta advertencia en dicho sonido, pero Forest simplemente corrió lejos con aquella loba pisándole los talones.«Nuestra luna es hermosa, es única, su pelaje es perfecto, nuestros cachorros serán maravillosos»— Nuestra luna nos odia,«Su loba nos ama, ella también lo hace, debemos m
Las gotas de agua que caían cada cierto momento eran la única cosa que interrumpía el silencio en el húmedo baño donde, la luna y su alfa se hallaban. Era un silencio atronador y a la vez inaudible, una tormenta en calma, un simple silencio que escondía más de lo que alguna vez las palabras pudieron explicar.Melissa sintió su corazón agitarse cuando su mano se deslizó, como sabía debía hacer hacia la parte baja del hombre desnudo al otro lado de la bañera. Aquel hombre solo la miró, sus ojos clavados en la pálida piel del rostro de aquella chica que estaba más que segura se había sonrojado.La loba dentro de la chica aulló de pura emoción mientras la chica solo trataba de no pensar en cómo la hacía sentir estar de aquella manera en la misma bañera que su alfa. Melissa desvió los pensamientos libidinosos en su cabeza para pensar en que debería hacer a continuación. La muchacha sabía que debía convencer a aquel hombre de que de alguna manera había cedido a su voluntad.¿Por qué?Porque
Forest miró a la mujer a su lado en la cama, la piel pálida ligeramente marcada por unos besos hizo que Forest se sintiera mucho más feliz de lo que esperaba. Miró hacia la nieve que seguía cayendo fuera de casa. Salió de la cama antes de caminar de regreso a la planta baja de la mansión.— ¿Ahora si puedes dedicarme un poco de tiempo?, alfa.Forest cerró sus ojos antes de mirar a su cuñada, la mujer que únicamente vestía una bata de dormir, trató de algún modo de intentar que le bajara la mirada por su cuerpo; sin embargo, Forest solo la miró.— ¿No deberías vestirte más?, eres la viuda de mi hermano, las personas hablarán si te ven de esa forma.— ¿Por qué tendría que importarme eso? — Anna caminó aún más cerca de él — hueles a esa perra en cada parte de ti, Forest, ¿No te da vergüenza?, es la perra más baja de esta manada, la empleada de la manada que asesinaron a tu hermano.— No veo porque tenga eso que importarte, yo duermo con quien me apetezca.— ¡Pero hay cosas mejores! — An
La loba que corría emocionada sobre la nieve no podía negar que aquello se sentía mucho mejor de lo que recordaba, la chica sonrió feliz mientras su loba corría de un lado a otro, incluso ignorando la mirada del alfa que se mantenía simplemente sentado en una de las rocas a un par de metros de ella.«¿Por qué no subimos ahí?»La voz hizo a Melissa mirar hacia la roca, las patas se hunden en la nieve mientras la loba sentía la calidez moverse por el interior de su cuerpo. La muchacha lamió un poco de la nieve que comenzaba a caer sobre su pelaje.— Mantengámonos lejos de él — la loba se puso en pie — ¿No quieres jugar en la nieve?La loba en la chica negó, aunque la chica trató de resistirse, la loba, aun en control, la llevó contra su voluntad hacia aquella roca. El alfa imponente sobre la roca ni siquiera la miró, simplemente siguió observando hacia cualquier lugar más allá de la pradera congelada donde ambos lobos se encontraban.«Juguemos con él, parece amargado»— No lo he visto d
Forest sujetó con fuerza a la mujer que había aparecido de la nada para interrumpir aquel momento que había tenido con su luna. La chica que sabía era la hermana de Melissa jadeó cuando este la miró amenazadoramente.— No sé qué haces aquí, pero será mejor que no digas absolutamente nada con respecto a esto— Forest dejó que sus dientes se extendieran — porque sé que eres una impostora, sé perfectamente que no eres la hija mayor del alfa y aunque aún no sé dónde está tu hermana será mejor que te mantengas calladita.Forest sabía que no debía decir, que sabía también que Melissa era la verdadera prometida. Raquel jadeó mientras miraba al alfa King, el pánico en sus ojos la hizo bajar la cabeza y el hombre simplemente la soltó cuando la mujer tras ellos se desplomó sobre el suelo.La chica observó el cuidado de aquel alfa con su hermana, Raquel masculló una maldición antes de que la mujer lo mirara directamente a sus ojos. Tomó a la mujer inconsciente en sus brazos antes de acercarse una