Las gotas de agua que caían cada cierto momento eran la única cosa que interrumpía el silencio en el húmedo baño donde, la luna y su alfa se hallaban. Era un silencio atronador y a la vez inaudible, una tormenta en calma, un simple silencio que escondía más de lo que alguna vez las palabras pudieron explicar.Melissa sintió su corazón agitarse cuando su mano se deslizó, como sabía debía hacer hacia la parte baja del hombre desnudo al otro lado de la bañera. Aquel hombre solo la miró, sus ojos clavados en la pálida piel del rostro de aquella chica que estaba más que segura se había sonrojado.La loba dentro de la chica aulló de pura emoción mientras la chica solo trataba de no pensar en cómo la hacía sentir estar de aquella manera en la misma bañera que su alfa. Melissa desvió los pensamientos libidinosos en su cabeza para pensar en que debería hacer a continuación. La muchacha sabía que debía convencer a aquel hombre de que de alguna manera había cedido a su voluntad.¿Por qué?Porque
Forest miró a la mujer a su lado en la cama, la piel pálida ligeramente marcada por unos besos hizo que Forest se sintiera mucho más feliz de lo que esperaba. Miró hacia la nieve que seguía cayendo fuera de casa. Salió de la cama antes de caminar de regreso a la planta baja de la mansión.— ¿Ahora si puedes dedicarme un poco de tiempo?, alfa.Forest cerró sus ojos antes de mirar a su cuñada, la mujer que únicamente vestía una bata de dormir, trató de algún modo de intentar que le bajara la mirada por su cuerpo; sin embargo, Forest solo la miró.— ¿No deberías vestirte más?, eres la viuda de mi hermano, las personas hablarán si te ven de esa forma.— ¿Por qué tendría que importarme eso? — Anna caminó aún más cerca de él — hueles a esa perra en cada parte de ti, Forest, ¿No te da vergüenza?, es la perra más baja de esta manada, la empleada de la manada que asesinaron a tu hermano.— No veo porque tenga eso que importarte, yo duermo con quien me apetezca.— ¡Pero hay cosas mejores! — An
La loba que corría emocionada sobre la nieve no podía negar que aquello se sentía mucho mejor de lo que recordaba, la chica sonrió feliz mientras su loba corría de un lado a otro, incluso ignorando la mirada del alfa que se mantenía simplemente sentado en una de las rocas a un par de metros de ella.«¿Por qué no subimos ahí?»La voz hizo a Melissa mirar hacia la roca, las patas se hunden en la nieve mientras la loba sentía la calidez moverse por el interior de su cuerpo. La muchacha lamió un poco de la nieve que comenzaba a caer sobre su pelaje.— Mantengámonos lejos de él — la loba se puso en pie — ¿No quieres jugar en la nieve?La loba en la chica negó, aunque la chica trató de resistirse, la loba, aun en control, la llevó contra su voluntad hacia aquella roca. El alfa imponente sobre la roca ni siquiera la miró, simplemente siguió observando hacia cualquier lugar más allá de la pradera congelada donde ambos lobos se encontraban.«Juguemos con él, parece amargado»— No lo he visto d
Forest sujetó con fuerza a la mujer que había aparecido de la nada para interrumpir aquel momento que había tenido con su luna. La chica que sabía era la hermana de Melissa jadeó cuando este la miró amenazadoramente.— No sé qué haces aquí, pero será mejor que no digas absolutamente nada con respecto a esto— Forest dejó que sus dientes se extendieran — porque sé que eres una impostora, sé perfectamente que no eres la hija mayor del alfa y aunque aún no sé dónde está tu hermana será mejor que te mantengas calladita.Forest sabía que no debía decir, que sabía también que Melissa era la verdadera prometida. Raquel jadeó mientras miraba al alfa King, el pánico en sus ojos la hizo bajar la cabeza y el hombre simplemente la soltó cuando la mujer tras ellos se desplomó sobre el suelo.La chica observó el cuidado de aquel alfa con su hermana, Raquel masculló una maldición antes de que la mujer lo mirara directamente a sus ojos. Tomó a la mujer inconsciente en sus brazos antes de acercarse una
Unas semanas despuésMelissa abrió sus ojos mirando, sintiendo que se había acostumbrado demasiado a aquella situación, sin embargo, la chica simplemente se hundió un poco más entre las sábanas, al menos, hasta que las náuseas la obligaron a correr hacia el baño.La chica vomitó agradeciendo estar completamente sola en aquella habitación y se cuestionó como cada mañana cuánto tiempo conseguiría esconder los malestares de su embarazo. Melissa limpió sus labios antes de voltearse para lavar su boca en la habitación donde había comenzado a dormir.La chica miró su reflejo sintiendo que cada día las cosas eran más difíciles, más complicadas y que no había conseguido absolutamente nada más que sentirse demasiado cómoda alrededor del hombre que aborrecía. Porque debía hacerlo, pasara lo que pasara, sin importar en lo más absoluto que fuera un poco dulce con ella.«¿Un poco dulce?, nuestro alfa nos ama, nos alimenta y nos cuida en la noche»— Solo nos mantiene a su lado porque sabe que somos
— ¿Crees que podrías encontrar el anillo en el antiguo despacho de mi padre?Melissa escuchó al hombre frente a ella mientras servía una taza de té para él en la parte trasera de la casa. Red miró a la chica frente a él antes de tomar su mano entre las suyas.— ¿Te sientes bien? — el alzó sus ojos — pareces más pálida de lo usual.— He dormido demasiado poco estos días — respondió la chica — no… no es nada de qué preocuparte.— Supongo que mi tío se está aprovechando realmente de esta situación, ¿Verdad?La joven saltó ante esas palabras, se sintió avergonzada ante el hecho de lo que aquellas palabras querían decir y cuando los labios del chico se curvaron en una pequeña sonrisa, ella no pudo evitar devolverla.— Deberías comer un poco más — señaló una de las bandejas de frutas sobre la mesa — siéntate un poco , quieres, no me gusta comer solo.— Su madre…— Mi madre fue de compras con tu hermana — Red señaló la silla una vez más — solo estamos los dos.Melissa dudó, pero terminó acce
— ¿Está todo bien? — Samuel miró a su amigo mientras este se acercaba a la ventana entreabierta del despacho — llevas toda la mañana actuando como si quisieras salir corriendo.— Querría salir corriendo — respondió el alfa — escuchar granjeros, inversores y humanos dispuestos a invertir o necesitados de permisos para construcción no eran precisamente la idea que tenía para comenzar mi día.— Tú elegiste ser el alfa King— Quería que él bastado que nos gobernaba dejara de abusar de su poder, obligara a las lobas a casarse y tener hijos solo para tener muchos más lobos que gobernar — Forest se sienta detrás del buró — pero sobre todo, quería que las absurdas luchas entre manadas terminaran.— Pero los trámites protocolarios también estaban incluidos — Samuel se sentó del otro lado del escritorio — ¿Tendremos un nuevo hotel al final de cuentas?— Supongo que sí, firmé el permiso de contracción después de toda aquella agobiante presentación de las ventajas— negó— no sé quién vendría al m
Melissa caminó por los pasillos de la mansión que ya conocía casi tan bien como su casa, alisó la falda del uniforme de empleada que llevaba y cuando al fin llegó a la habitación de la que debió ser su suegra, su vientre se contrajo.«Esta mujer no me agrada»— Nosotros tampoco le agradamosRespondió Melissa sarcástica antes de tocar a la puerta, la voz algo fastidiada que salió desde el otro lado de la habitación hizo a melisa achicar los ojos, sin embargo, entró en dicha habitación con una pequeña sonrisa en sus labios.— Me llamó señora.— Sí, lo hice — la mujer señaló una puerta entreabierta — organiza mi ropa y no se te ocurra ponerte absolutamente nada maldita.— No necesito hacer eso, señora.— No contestes y solo haz lo que te digo.Melissa asintió, caminó directamente hasta el ropero y su corazón se sintió miserable cuando vio el desastre en dicho lugar. Definitivamente, aquello había sido a propio intento, así que la chica simplemente se dijo que esa mujer quería mantenerla