La secretaria del CEO

La secretaria del CEOES

Romántica
Rafa  En proceso
goodnovel16goodnovel
Reseñas insuficientes
59Capítulos
5.0Kleídos
Leer
Añadido
Resumen
Índice

Rebecca Clifford pasó años de su vida creyendo en un cuento de hadas que nunca existió. En plena treintena, se encuentra en paro y, para colmo, descubre que su marido, además de ponerle un par de cuernos, se ha aprovechado de ella para llevar a cabo una estafa y ha acabado consiguiendo la custodia de Tom. Sin salida, Becca envía desesperadamente currículums con la esperanza de encontrar un trabajo que le permita obtener la custodia de su hijo. En esta carrera contrarreloj y contra los tribunales, Becca acaba involucrándose en una problemática relación entre dos hermanos. En medio de tanto caos y secretos, surge una hermosa amistad y comienza a florecer un nuevo amor prohibido.

Leer más

Último capítulo

También te gustarán

Novelas relacionadas

Nuevas novelas de lanzamiento

Libros interesantes del mismo período

Comentarios Deje su reseña en la aplicación
No hay comentarios
59 chapters
Capítulo 1
El sabor de la bilis subió a mi garganta antes incluso de que pudiera reaccionar.Creo que cuando empiezas a "madurar", te das cuenta de que la vida no es un cuento de hadas, y mucho menos una tarea fácil de afrontar. De hecho, la vida es extremadamente desagradable, contigo más de la mitad del tiempo, y todo lo que tenemos que hacer es encontrar la manera de lidiar con ella.Pero, ¿a quién quiero engañar? La vida era extremadamente injusta conmigo y no sabía cómo afrontar nada de lo que me pasaba. Pero suspirar y rendirme no había sido una opción para mí en los últimos años. No creo haber tenido una sensación de alivio en mi vida, aparte de mi hijo desde que murieron mis padres.Rebecca Clifford, licenciada en arquitectura y casi diplomada en diseño gráfico, confiesa que seguir una carrera es una de las cosas más difíciles del mundo, y más cuando tienes un hijo y un marido gilipollas.Empecé a estudiar arquitectura por mi madre, una arquitecta de renombre en su campo. Cuando era más
Leer más
Capítulo 2
- Becca... ¿Podemos... hablar? - James se acercó lentamente a mí y se agachó un poco para intentar levantarme. Me limité a apartar sus manos de mí y respiré hondo, poniéndome de pie por mi cuenta e intentando recomponerme.- ¿Cuánto tiempo ha pasado? - Se limitó a mirarme confuso mientras yo me cruzaba de brazos y le miraba fijamente. Sentía que la cabeza me iba a estallar en cualquier momento. - VAMOS, JAMES, ¡CONTÉSTAME! ¿Cuánto tiempo llevas engañándome?- Ella me sedujo. Becca cree en mí, ¡tienes que creer en mí! Llevamos juntos doce años... - De nuevo intentó acercarse, pero me aparté, sintiendo asco por sus caricias. - Un año, pero solo unas pocas veces. ¡No olvidemos esos doce años juntos! Diez años de matrimonio, nuestro hijo. Becca...- ¡Deja de llamarme Becca! - dije con frustración mientras gesticulaba desesperadamente. - Un año. - Me reí para mis adentros de lo mucho que había pasado. - ¡Todavía es menor de edad, James! ¡Apenas tiene dieciséis años! - El asco que sentía po
Leer más
Capítulo 3
Durante doce años estuve atrapada en una relación que pensé que duraría para siempre y durante tres años me encontré atrapada en la rutina de mi agotador trabajo. Me perdí algunas, o peor aún, varias presentaciones y momentos importantes en la vida de mi propio hijo porque estaba constantemente atrapada en el trabajo haciendo agotadoras horas extras para asegurarme de que no se perdía nada. Sabía que eso le dolía, pero siempre corría a abrazarme y a decirme que todo estaba bien y que lo importante era que le quería, y eso me estrujaba el corazón cada vez que lo pensaba. Pero haría cualquier cosa por cambiar eso y devolverle a mi hijo mi ausencia de su vida durante casi cuatro años.Durante esos meses seguí una rutina con él, llevándole al colegio y luego yendo a entregar miles de currículos por la ciudad. Mis ahorros no durarían tanto, necesitaba más que nunca encontrar un buen trabajo que no me privara del tiempo de mi hijo.Al final de la tarde recogía a Tom y siempre hacía algo con
Leer más
Capítulo 4
Desde entonces habían pasado dos horas, dos horas desde que me habían separado sin piedad de mi hijo. Caminaba por las calles sin un rumbo claro, estaba totalmente desorientada y conmocionada por todo aquello, no prestaba atención a nada de lo que me rodeaba. - Liv... - Empecé a llorar de nuevo cuando mi vieja amiga por fin contestó a la llamada.- ¿Becca? Siento haber tardado tanto en responderte, estaba en una videoconferencia con un cliente extranjero. ¿Cómo ha ido? ¿Por qué lloras? - Su voz estaba llena de preocupación y yo apenas podía articular palabra. - ¿Dónde está Tom?- Lo he perdido... - Me agazapé en medio de la acera, poniéndome la mano libre delante de los ojos, incapaz de contener los sollozos de un llanto doloroso. - Lo he perdido todo, mi casa, mi coche... y lo más importante, la custodia de mi hijo.- ¡¿Cómo?! - Oí caer un vaso al suelo, sacándome del estupor de la tristeza. Solo entonces caí en la cuenta: estaba sola, en un barrio que nunca había pisado, llorando m
Leer más
Capitulo 5
- Es tan doloroso. - Tomé una de mis manos para secar una lágrima que se atrevía a caer. Mi garganta se cerró y de nuevo sentí que mi voz se apagaba mientras temblaba, sacudí la cabeza negando para mis adentros lo que había sucedido esa tarde. - Liv... ¡Estaba llorando, diciendo que quería estar conmigo! Nunca me perdonaré haber sido tan ingenua con James, nunca me perdonaré haber hecho llorar así a Tom, toda la situación es imperdonable. Debí haber escuchado a todos cuando me decían que James no valía nada. - Resoplé pensando en mis padres que siempre habían amado a James, al menos ellos no habían llegado a conocer el verdadero lado de James, eso les ahorró muchas decepciones. - Ese juez era amigo de James. - De nuevo cerré los ojos momentáneamente antes de volver a abrirlos. - Sé que terminé golpeando a James, pero el juez había estado de su lado desde el principio, eso era obvio para cualquiera.- Te ayudaré a que Tom vuelva en sí. - Olivia me abrazó mientras me permitía llorar de
Leer más
Capítulo 6
El corazón le latía deprisa, tenía el pelo húmedo de sudor y el cuerpo le temblaba, todavía asustado por la pesadilla que había tenido hacía apenas unos minutos. Durante unos instantes su cuerpo no se movió, estaba completamente paralizado, se sentía como en una jaula dentro de su propio cuerpo, aunque quisiera, su cuerpo no respondía a sus órdenes.Con dificultad se sentó en la cama y buscó a tientas en la oscuridad su teléfono móvil, que estaba en algún lugar debajo de la almohada. Las 4.20 de la madrugada. Y una vez más había perdido el sueño, debía de ser la tercera semana consecutiva que solo dormía unas horas por culpa de los malditos recuerdos que venían en forma de pesadillas solo para atormentarlo.Suspirando, cerró los ojos y se pasó las manos por el pelo, despeinándolo con frustración. Estaba cansado mentalmente por las pesadillas cada vez más frecuentes y físicamente por la falta de sueño reparador durante días. Deseaba tanto olvidar aquellas malditas imágenes que le asfix
Leer más
Capítulo 7
Fuera solo quedaba una candidata, Rebeca. La chica que acababa de salir sonrió nerviosa y se acercó a ella.- Si yo fuera tú, saldría corriendo y renunciaría a esta entrevista. - Becca frunció el ceño y preguntó por qué. - Aunque es un sueldo alto, no merece la pena. Quiere que estés disponible las veinticuatro horas del día, ¿cómo puedes tener una vida así? Nadie está tan loco como para aceptar eso y renunciar a su propia vida.- Señorita Clifford. - Rebecca se levantó con un largo suspiro y le dio las gracias cuando la mujer le dedicó una sonrisa alentadora antes de abandonar el pasillo.- Rebeca Clifford. - Dijo Edward leyendo los documentos que tenía delante sin molestarse siquiera en mirar a la mujer. - Treinta años, licenciada en arquitectura, hizo algunas prácticas hasta los veintitrés, pero luego se dedicó al diseño gráfico, pero abandonó los estudios en el tercer año y nunca trabajó en ese campo. De los 23 a los 27 no trabajó en absoluto, solo fue "ama de casa". Trabajó en RR
Leer más
Capítulo 8
- ¿Cómo es? - Olivia descruzó los brazos sorprendida, soltó una pequeña carcajada pensando que era una broma para aligerar el ambiente. - He oído mal, ¿verdad? - Cuando su amiga lo negó, sus ojos se agrandaron al instante mientras su asombro se convertía en puro terror. - Tienes que estar loca. ¿Acabas de separarte y te vas a vivir con un tío? Dimite inmediatamente. Te dije que hay una manera más fácil, acepta mi oferta. Dios, te has separado y te has convertido en una completa lunática. - Liv... - Rebecca cerró los ojos durante unos segundos y cuando volvió a abrirlos, abrazó a su amiga y suspiró, luego esbozó una débil sonrisa; no hacía mal en preocuparse, pero no debía ser así. - Sé que está mal que una mujer viva en casa de un hombre y todo eso... pero... no tengo elección. - Sus ojos se llenaron de lágrimas. - Necesito la custodia de Tom, y sé que estoy insistiendo todo el tiempo, actuando como un disco rayado, repitiendo siempre lo mismo... pero Tom es todo lo que más aprecio,
Leer más
Capítulo 9
- Te lo enseñaré para que te acostumbres al entorno. - Elizabeth sonrió entusiasmada, mientras Edward se limitaba a poner cara de aburrimiento y asco mientras los seguía en completo silencio unos pasos por detrás. - Edward tiene alergia al polen, así que evitad las flores en casa, y no le gustan los dulces desde que era pequeño, así que excluidlos de cualquiera de sus comidas. - Rebecca pudo oír el suspiro ligeramente molesto del joven que venía detrás de ella, pero no sabía si adoptaba esa actitud porque su madre hablaba todo el rato de él, o si no quería tener a alguien viviendo con él y cuidándolo las veinticuatro horas del día. - Más tarde, les pedí que le dieran un menú con las cosas que debía comer cada día. - Rebeca anotaba todo en su móvil y prestaba atención a todo lo que le decían.- Tienes prohibido entrar en mi habitación bajo ningún concepto. Nunca. Entra. Mi. Habitación. - dijo Edward lentamente. Rebecca giró la cara para mirar a su jefe y frunció el ceño, solo asintió.
Leer más
Capítulo 10
Sentado frente a su ventana, Arthur contemplaba con nostalgia el sol que ardía en el exterior, pensando en los últimos cinco años, en los que había pasado la mayor parte del tiempo solo en aquella habitación, a excepción de su madre, que a menudo entraba en la habitación para ver cómo estaba, ni siquiera los criados se atrevían a entrar.Echaba de menos la relación que tenía con su hermano y sobre todo con ella. Suspiró al recordar todos los recuerdos que había tenido con Victoria. Podían pasar siglos, pero era inevitable olvidar; la pelirroja había formado parte de su pasado y tenía un lugar más que especial en su corazón para el resto de su vida.Su sonrisa se tornó triste y llena de añoranza al recordar a su ex prometida y todos los momentos que habían pasado juntos hasta aquella fatídica tarde en la que ella le dio la espalda y jamás volvió ni envió palabra alguna.- No puedo seguir más contigo... No puedo, Arthur, he llegado a mi límite. - Sus ojos vagaban por la habitación, evit
Leer más