Mi nombre es Matías. Desde que era un niño, he conocido el peso del dolor y la pérdida. Crecí sabiendo que algún día sería Alfa, entrenándome para llevar sobre mis hombros la carga de mi manada. Pero nada pudo prepararme para el giro que tomaría mi vida al encontrarme con ella: Alessandra. Soy Alessandra. Llegué desde Nápoles, con mi madre y un pasado que dejábamos atrás, buscando paz en Camden. Era el lugar perfecto para un nuevo comienzo... o al menos eso pensé, hasta que conocí a Matías. Desde ese primer encuentro, sentí algo que no podía explicar, una conexión que parecía tejerse desde antes de que nuestras miradas se cruzaran. Su mundo, tan intrigante como oscuro, pronto se convirtió en el mío. Y con él, llegaron secretos y pruebas que nunca imaginé. Un destino incierto nos aguarda. ¿Podremos vencer juntos la sombra que amenaza con separarnos? La historia apenas comienza... y el tiempo es nuestro único juez.
Leer más~Derrik~Decir adiós a un ser querido es doloroso, pero despedirse de un padre es algo imposible de describir; como un iluso, pensé que él estaría junto a mí en los momentos más importantes, como mi boda, el nacimiento de mis hijos, o incluso que podría conocer a mi mate. Pero mi hermano me ha arrebatado todo eso.Las manadas que lucharon junto a nosotros se han quedado para despedirse de papá. A pesar de las circunstancias, formó una gran amistad con Matías, Scott y Eloy; y han llegado otros como Hansel, Garret, el alfa de Minnesota, entre otros. Han transcurrido apenas dos días desde su partida. Matías y los chicos se han convertido en un gran apoyo para mí y los míos; dado el cariño y aprecio que sentían por mi padre, han querido hacerle una gran ceremonia de despedida en su honor.Siempre fui consciente de las malas acciones de mi hermano y del mal camino que estas lo estaban llevando. No le dimos importancia porque todo había comenzado como el comportamiento de un adolescente reb
~Matías~Mireya ha hecho correr la voz por diversos clanes de vampiros de que al fin dará muerte a los lobos que mataron a su familia. Y, como en todos lados, no falta un chismoso que quiera ver semejante espectáculo. Esos lobos a los que se refiere son mi padre y mi tío, y como alfa a cargo de Luz de Luna, he tomado precauciones: incrementando el número de nuestros guardias y brujos que nos acompañan junto a Giselle, sin mencionar que habremos tres híbridos como respaldo extra.Estoy preocupado. Durante el trayecto he intentado comunicarme con Alessandra una infinidad de veces, pero desafortunadamente no he tenido éxito. Considero la posibilidad de que pueda estar muerta, pero me niego a pensar en eso hasta no verlo con mis propios ojos.Llegamos hace poco al comienzo del bosque en Greenville, Maine, llevándome la sorpresa de que alfas como los gemelos de Garra Roja, los Johnson, y Marc de Carolina del Norte, entre otros, aguardaban nuestra llegada para ayudarnos a salvar a Alessandr
~Matías~Después de perderles la pista, he enviado a Connor, Christian, Adriano y a mi padre a reunir el mayor número de nuestros hombres posibles, y organizar una partida de búsqueda, desde Luz de Luna, hasta Colmillo Blanco y otros pueblos vecinos. Los alfas invitados se marcharon prometiendo avisarme si averiguaban algo.No he pegado ojo ni he salido de mi despacho, revisando cada detalle de nuestra seguridad. Si todo estaba cubierto de un extremo a otro, ¿cómo pudieron entrar? El no tener una respuesta válida me está matando y me enfurece cada vez más.Kenai y Anakin, preocupados, han venido a verme, pero no estoy de humor para recibir a nadie ahora mismo, a menos que me traigan alguna buena noticia. Saber que Ethan la tiene, y lo peligroso que es, me hace querer arrancarle el corazón si comete la osadía de hacerle algún daño.Los Johnson siguen disculpándose y me han ofrecido ayuda para poder traerla de vuelta a casa. Sirviéndome una copa de whisky del mini bar, me he parado a ob
~Matías~Unos días atrás, enviamos a cada alfa las invitaciones de nuestra boda; las cosas entre Alessandra y yo van mejorando. Mi padre, por otro lado, ha querido pasar tiempo con Eloy, así que se han marchado por un par de horas no sin antes dejarme una nota en el frigorífico que decía que regresarían al atardecer.Mi tío Niko y su mate Accalia se han quedado en la manada. Mientras ella realiza llamadas organizando su boda, mi tío se ha unido a nuestros guardias que vigilan los alrededores, ya que por lo que sabemos Ethan ahora es un híbrido y, según las leyendas, a su especie se le mata sacándole el corazón. Mientras mi luna continuaba durmiendo, bajé a por mi taza de café y comprobar que todos los preparativos fueran bien. Al cabo de un rato, volví a la habitación y, al entrar, seguía sumida en un profundo sueño. Me subí sobre ella, llenándole el rostro a besos descendí por su cuello con un reguero de besos húmedos, deleitándome con su aroma. Continúe por sus senos oyéndola gemir
~Ethan~ Scott Weston sin duda cometió un error al dictaminar mi muerte sin antes comprobarlo. Para mi suerte, la bruja que servía al alfa Oliver Miller me salvó la vida, con una pequeña aportación de Mireya, la vampira de la que tanto se habla. Personalmente, no es que me gusten los vampiros, pero esta mujer me ha dado a tomar de su sangre y ha sido más que clara en el cambio que experimentaría, justo antes de partirme el cuello sin aviso. Cuando desperté con un inmenso dolor de cabeza, al instante me di cuenta de las mejoras de mis capacidades; ya que alcanzaba a escuchar claramente la conversación de ellas en el segundo piso de la vivienda en la que nos encontrábamos. Subí a encontrarme con ambas, y estas me ofrecieron una alianza que no podía rechazar; acordaron despejarme el camino para convertirme en el único alfa de Camden. Por supuesto, con una condición: Matías Weston era mío. En este tiempo oculto, he pensado mil y una maneras de vengarme de ellos. ¿Y cómo lastimas a un a
~Matías~ Me encuentro en mi despacho con un vaso de whisky en la mano a primera hora de la mañana. No pude conciliar el sueño anoche, hastiado por el altercado durante la cena; pensando en cómo hubiera terminado todo si no llego a aparecer justo a tiempo. Sabía que Adriano provenía de una manada complicada, lo que no tenía idea era que su antiguo alfa se encontraba entre mis invitados, porque si lo llego a saber, a dicho sujeto no se le hubiera permitido entrar en mi territorio. La reunión finalizó y a cada uno de ellos les di mi confianza y palabra de una firme alianza futura por el bien de las manadas; para luego encontrarme con este tipo de situación, incitada por el alfa invitado, que claramente tenía pensamientos obscenos con mi luna. Adriano, por otro lado, se pasó la noche entera disculpándose cada vez que nos cruzábamos en algún punto de la misma. Sé que no es su culpa y así se lo hice saber; pero me es inevitable sentirme molesto, y por supuesto tomaré cartas en el asunto.
~Matías~ Al rayar el alba, los primeros rayos de sol entraban por la ventana de nuestro dormitorio, dándole un brillo especial a su sedosa piel. Cautivado por su belleza, observé por un momento su sensual figura. Con suaves caricias deleitándome por sus curvas, ella se fue despertando. –Buenos días, cariño –dijo tallándose los ojos. –Buenos días, lobita, ¿cómo has dormido? –pregunté, colocando un mechón de cabello rebelde tras su oreja. –Muy bien, ya que estás aquí conmigo. –¿Ah sí? –Sí –contestó, con un ligero rubor cubriendo sus mejillas. –¿Significa que me echabas de menos? –Eres buena compañía, pero que no se te suba a la cabeza –añadió con una sonrisa burlona. –Ja, ja, está bien. Iba a decirte que hoy no iremos a clase –dije. –¿Ha pasado algo? –preguntó con el ceño fruncido. –No, nada preocupante. Será la reunión entre alfas para que me reconozcan como el nuevo alfa de Luz de luna; simple diplomacia que solemos hacer cuando hay un cambio de liderazgo –respondí.
Nací en la manada Luna Oscura, originaria de Italia. Mi padre, Adriano Alessandro Bianchi, era el beta de la misma. Nuestro alfa Ángelo Santoro, era un hombre afable, honrado y se preocupaba más por su gente que por él mismo. Ambos entraron en una batalla que creían tener ganada contra una manada rival y juntos perecieron en la misma. Mi madre, Bianca, no soportó la pérdida de mi padre y, meses después, se quitó la vida. Yo quedé huérfano a los 14 años y reemplacé a mi padre como beta del alfa Ernesto Santoro. Con el tiempo, fui viendo qué tipo de alfa sería Ernesto: toda una vergüenza para el legado que Ángelo había dejado. Comenzó haciendo alianzas con manadas rivales. Como su beta, presencié todo, pero mis principios y lealtad se vieron comprometidos cuando Ernesto decidió dar asilo a vampiros y lobos que para nada cumplían reglas. A estos los obsequiaba con las mujeres de nuestros hombres, lo cual provocó una revuelta clara y muchos murieron. Poco tiempo después, obligaba a nuestr
~Nikolay~ Flashes se reproducían en mi mente de lo último acontecido. Mis alarmas se disparan al recordar que aquella joven es mi mate; pero lo peor es que Mireya había conseguido llegar hasta ella, algo que mantiene mi confusión todavía, ya que ni siquiera yo había podido encontrarla todos estos años. Me zumban los tímpanos; una sequedad en la garganta me impide incluso hablar. Mi corazón palpita con premura contra mi pecho. Me siento adolorido y muy agotado, pero debo despertar; no puedo quedarme aquí eternamente, ¿no? –Eso que estás sintiendo es sed –dijo una voz a mi derecha. Haciendo acopio de todas mis fuerzas, por fin pude abrir los ojos. –¿Boris? –pregunté confuso, pues en mis 38 años jamás he visto a mi lobo de frente; desde que cumplí los 18, siempre nos hemos comunicado a través del link. –¿Quién más iba a ser? ¿Acaso no me reconoces? –preguntó con burla ante mi desconcierto. –¿Qué hago aquí? ¿Dónde estamos? –pregunté observando el bosque sombrío en el que nos encontrá