**Segundo libro de “Nuestro Encuentro”** Después de que Brisa y Franco se conocieran de una manera diferente en aquel crucero y que unieran sus vidas para siempre, la realidad golpeo a sus puertas, y es que no todo resulto ser como ellos esperaban. Este par de enamorados desconocía el pasado que convirtió a sus familias en enemigos y que llevaría a que su matrimonio no fuera aceptado por ellos. A pesar de esto, ellos no están dispuestos a separarse, y mucho menos a poner en riesgo la vida de ese bebé que tanto anhelan. Por esto y por ese gran amor que ellos sienten, tomaron la decisión más importante de sus vidas, y esa es alejarse de todos, pero ¿será suficiente alejarse para que nadie arruine su felicidad? ¿o es que el amor hacia sus familias será más fuerte y los hará desistir de aquella vida alejada de ellos?
Leer más[BRISA]Hace tiempo atrás, creía que yo sería la amiga soltera del grupo, que solo vería a mis amigas casándose y teniendo hijos mientras yo solo continuaba con mi vida. Hoy pienso en lo que me llevo a irme sola de vacaciones aquel día y comprendo que no fue hasta que me quise liberar de la carga social que encontré al hombre de mis sueños.No sé cómo hubiese seguido si no lo hubiese conocido y tan solo hubiera regresado a Miami de la misma forma en que me fui. Pienso que seguiría siendo como siempre, pero la respuesta seguirá siendo desconocida para mí ya que hoy tengo una realidad muy distinta.Pase por todas las etapas del amor con Franco, pero esta pienso que es de las más hermosas. Ambos nos deshicimos del bagaje que llevamos a cuesta y ahora solo estamos nosotros y nuestros hijos en este plan de querer volver a ser felices.Nos veo viendo casas juntos y me doy cuenta de que no habíamos vivido esta etapa antes. Él carga a Atenea, mientras que yo a Dylan cuando el agente de bienes
[FRANCO]Al día siguiente: 14 de agostoMe cuesta creer que estoy amaneciendo nuevamente a su lado. No es cómodo estar en casa de su hermano, pero tampoco negare que abrir mis ojos y verla a ella, y a nuestros hijos en sus respectivas cunas a pocos pasos de nosotros es impagable. Había dado todo esto por perdido, pero la vida tuvo piedad conmigo y por consecuencia podre verlos crecer y convertirse en personas de bien.—Extrañaba tu calor en la cama —la escucho decir de repente, y antes de poder voltear a verla, ella me abraza y acomoda su cabeza sobre mi pecho.—Y yo extrañaba el aroma de tu cabello, siempre huele riquísimo —murmuro y beso su frente.Oigo como ella suspira y sonríe captando mi atención.—En menos de diez minutos se despertarán para comer —dice y ahora entiendo porque esa sonrisa.—¿Son puntuales? —cuestiono divertido.—Un poco, así que si quieres ve a ducharte y cambiarte para desayunar mientras yo me encargo de este par de angelitos —sugiere y de inmediato niego.—No
[FRANCO]Tengo miedo de haberme adelantado, de que ella me diga que aún no está lista para que volvamos a vivir juntos, pero tampoco puedo evitar sentir esta gran necesidad de estar juntos para siempre. El silencio es tan ensordecedor que me causa ansiedad.—Dime algo por favor —le pido en un susurro.Esos preciosos ojazos se clavan en mí y si bien nuestros hijos juegan con sus juguetes, yo no puedo más que esperar una respuesta de parte.—Digo que creo que es una buena idea —menciona finalmente y siento como vuelvo a respirar con normalidad.Supongo que mi reacción le parece graciosa, sobre todo cuando suspiro exageradamente.—Que buena noticia —expreso divertido y me rio de mí mismo.—¿Tenias miedo de que te dijera que no? —me pregunta tratando de no reírse también.—La verdad que sí, creí que me dirías que no y que me dirías que era muy pronto para retomar esa parte de nuestra historia —admito y puedo sentir la culpa en mis palabras, algo que supongo que nunca me abandonara por tod
[BRISA]¿Cómo es posible que al convertirnos en padres siempre pensemos lo peor de cada situación? Fue solo escuchar a mi hermano decirme que Atenea no dejaba de llorar, e inmediatamente comencé a hacer una lista de posibles enfermedades que pudiera tener, y por supuesto, no fueron de las comunes y fáciles de curar.—Cariño, ¿puedes tranquilizarte? Ya llegamos —me pide Franco.—No, no puedo, ¿y si tiene algo grave? ¿y si se muere? —pregunto con mi voz quebrantándose cuando él termina de estacionar.Rápidamente ambos salimos del coche y comenzamos a caminar hacia la entrada.—¿Por qué tienes que pensar eso? Tal vez no es nada grave —trata de tranquilizarme.—¿Cómo puedes estar tan tranquilo? —me quejo y rápidamente me acerco a la recepcionista para que me diga donde está mi hija y una vez que obtengo la información, continuo mi camino.Parezco una loca caminando por los pasillos y él por supuesto que me sigue a la par de mis pasos por más rápidos que estos sean.—Mi amor, no nos asuste
[BRISA]Sentirlo en mi moviéndose de la forma en la que lo hace me hace recordar que cuando estamos juntos nada más importa. Sus dedos hacen magia en mi piel. Sus labios me besan apasionadamente quemando cada espacio de mí, y las mías lo tocan de la misma forma tal y como si sentirlo fuera la necesidad más grande del mundo.Cada movimiento se vuelve más intenso y nuestros cuerpos como consecuencia comienzan a temblar hasta que ninguno de los dos lo resiste más y nos dejamos llevar en el más exquisito orgasmo posible.Sus ojos verdes se clavan en los míos y esboza una sonrisa cómplice que me contagia y lleva a que acaricie su rostro con delicadeza.—Te echaba mucho de menos —pronuncia a milímetros de mi boca.—Yo también te extrañaba mucho —respondo feliz.Lo vuelvo a besar y luego de a poco nos vamos acomodando en esta cama. Me abrazo a él, apoyo mi cabeza sobre su pecho y siento como acaricia mi cabello con delicadeza mientras que trata de recuperar el aliento.—Eres tan hermosa… es
[BRISA]La vida es una rueda mágica que te lleva a recorrer distintos estados de ánimo que luego se repiten de maneras diferentes. Un claro ejemplo de ello es este desorden emocional que llevo por dentro en estos momentos. La primera vez que estuve con Franco me sentí la mujer más feliz del mundo, pero también tuve tantos nervios que me volví a sentir una adolescente. Hoy, una vez más estoy experimentando esas sensaciones, solo que desde una perspectiva distinta.Creí que la noche comenzaría en un restaurante elegante y luego iríamos a su hotel, pero como siempre él me sorprende cuando nos encontramos frente a la puerta de su habitación. Él abre la puerta con la tarjeta magnética y luego me hace un ademan para que pase primero y es en este instante donde me doy cuenta de que realmente tenía una sorpresa preparada para mí.Escucho sus pasos detrás de mí y el sonido de la puerta cerrándose, pero mi mirada solo se centra en los globos que casi rozan el techo formando un camino y las foto
[BRISA]Al día siguiente: 13 de agosto¿Cómo es posible que me sienta tan nerviosa? Parezco una adolescente que tendrá su primera vez con el chico de sus sueños, y evidentemente eso está muy lejos de la realidad. Supongo que estos nervios son una consecuencia de lo que Franco provoca en mí. Lo amo y eso provoca una revolución interna muy difícil de controlar dentro de mí.Los vestidos van cayendo sobre mi cama a medida que me voy probando uno tras otro y es que a pesar de que el doctor me ha dado el visto bueno para continuar con mi vida sexual con normalidad todavía no me siento yo misma. Quiero creer que todo esto es normal y que tal vez cuando llegue la hora de la hora, quizás no pueda continuar.«No pienses eso, no te anticipes» me digo a mí misma con la única intención de tranquilizarme, pero para ser sincera, no es nada fácil.Después de lo que pareciera ser una crisis existencial de mi parte, finalmente me decido por un vestido corto color champagne con un escote en v bastante p
[BRISA]—¿De verdad tengo que irme? —me pregunta cuando estamos frente a la puerta de la casa.Sonrió sobre sus labios y llevo mis manos a cada lado de su mejilla mientras que mis sentidos se empapan de ese exquisito aroma que desprende su colonia.—Esta es la casa de mi hermano, no es correcto que pases. Además, nuestros hijos me necesitaran en cuestión de minutos —explico y sonríe como un adolescente.—Está bien, pero ¿puedo invitarte a pasar la noche conmigo mañana? —me sugiere haciendo que lo mire a los ojos con completa sorpresa.Doy dos pasos hacia atrás para verlo mejor y puedo notar la preocupación que este le causa.—¿Ya tan pronto me harás una propuesta indecente? —inquiero burlándome de él quien al parecer no entiende que mis palabras son una broma.—Lo siento, no debí —dice avergonzado y trata de alejarse, pero antes de que lo pueda hacer, lo tomo del cuello de su camisa y lo atraigo hacia mí.—Es una broma —aclaro y noto el alivio que siente.—Me asuste.—Lo sé… aunque de
[FRANCO]Llegue a creer que esto no volvería a pasar entre nosotros, pero afortunadamente me equivoque. Sus labios y los míos se reencuentran en una fiesta para los sentidos y de verdad que haría lo que fuese para que esto nunca termine. Sin embargo, es ella quien lleva sus manos sobre mi pecho y de a poco hace que nos separemos.—Por favor, no me digas que te has arrepentido —le pido a poca distancia de sus labios.La veo negar con su cabeza mientras sonríe y vuelvo a sentirme aliviado.—No, no me he arrepentido, es solo que la gente nos está viendo —explica y ve a nuestro alrededor haciendo que yo haga lo mismo.Definitivamente tiene razón, la gente nos observa y cuando creo que ya no podemos ser más el centro de atención, la gente comienza a aplaudir como si hubiese visto el final de una película romántica.—Creo que hemos dado un buen espectáculo —bromeo.—Lo creo, ¿cenamos? —propone con timidez y asiento.—Cenemos —concuerdo.A pesar de que me encantaría saltear la cena e ir dire