[BRISA]
Tenía muchísimo miedo de decirle a Franco que estamos esperando mellizos, pero como siempre, él me sorprende con su actitud. No ha dejado de hablar de lo hermoso que será criar a dos bebés juntos y a pesar de que traté de seguirle la conversación e imaginarme lo que será nuestra vida de a cuatro, también el miedo me invade. Antes tenía miedo por mi bebé, por perderlo y porque recuperarnos de ese golpe fuera lo más difícil de todo, pero ahora mi miedo es doble. No quiero ser negativa, pero está claro que hay muchas posibilidades, entre ellas, que pueda perderlo a los dos, o a uno… tan solo espero que se mantenga todo en ese temor y que nada malo suceda.
—¿Te sientes bien?— Me pregunta mi esposo mientras que nuestras respiraciones se van calmando en esta cama donde nos acabamos de amar como si fuera la primera vez.
—No me tienes que preguntar si estoy bien a cada momento, hemos hablado con el doctor y dijo que estaba bien tener sexo—Le digo y sonríe mientras que besa mi hombro.
—Lo sé, solo que estás muy callada y no sé sí hice algo malo o es que te ocurre algo— Explica y sé que para él todo esto también es difícil, después de todo hay momentos donde solo se puede convertir en un espectador de la escena y ayudarme en lo poco que puede.
—Creo que no voy a volver a ser la misma hasta que nuestros hijos nazcan y sepa que están bien—Le digo y sé que no estoy siendo justa con este planteamiento, pero es lo que me pasa y no lo puedo evitar.
Él extiende sus brazos para abrazarme y acomodo mi rostro sobre su pecho mientras que sigue besando mi cabello —Solo quiero verte feliz mi amor, sé que todo esto es triste, que vivir con esta incertidumbre va a ser difícil, pero ya lo dijo el médico; vayamos un día a la vez. Estoy seguro de que van a estar bien, me voy a encargar de que así sea—Continúa y levantó mi rostro un poco para poder verlo a la cara.
—Perdóname, estoy siendo muy injusta contigo, tú haces de todo para que todos estemos bien y yo aquí con esta preocupación constante… te prometo que voy a tratar de mejorar las cosas y sonreír un poco más—Me disculpo y me besa en los labios buena manera tierna.
—Prometimos estar juntos en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, así que voy a cumplir y no te preocupes yo tengo toda la paciencia del mundo contigo—Me asegura y sonrío.
—Definitivamente me saqué la lotería contigo, eres el hombre más especial que podría haber conocido nunca—Murmuro mientras que siento que el cansancio me va ganando.
—Es mejor que duermas, ya es muy tarde, o muy temprano… no lo sé todo depende del punto de vista que lo mires, pero es mejor que vayamos a descansar. Si quieres por la tarde podemos ir a caminar por la playa, sé que te hará bien—Sugiere mientras que el sueño me va ganando la batalla.
—Luego cuando despertemos vemos qué hacemos, pero mejor descansemos porque realmente estoy cansada— Le pido y él tan solo asiente para después acomodarnos un poco mejor y taparnos con las mantas.
[…]
No tengo idea de qué hora es cuando el sonido de una notificación en su celular nos hace despertar. A través de los cristales ya sale el sol en todo su esplendor y por ende miro hacia la mesita de noche dónde está el reloj, para darme cuenta de que ya es mediodía —¿Quién te escribió?—Preguntó moviéndome para acomodarme un poco mejor.
—Es mi hermano, dice que está aquí en Francia—Me comenta mientras que lee el mensaje entrecerrando sus ojos.
—¿Y que hace aquí Saíl?— Cuestionó y sus gestos me dejan saber que él tampoco tiene idea.
—No lo sé, pero dice que quiere verme, ¿te molesta si le digo que venga a la casa?— Me pregunta con un poco de dudas y es que apenas nos hemos conocido.
—Si no es para problemas dile que venga, solo ten en cuenta que no quiero discusiones en la casa—Le pido él sonríe.
—Mi hermano no tiene nada que ver con lo que está pasando con mis padres, no te preocupes— Me asegura mientras que responde el mensaje.
Una vez que lo hace, él deja el celular a un costado y se acuesta de lado para mirarme —Vendrá a cenar a la noche, ¿quieres que nos cambiemos y almorzamos algo rápido para luego irnos a caminar a la playa?— Propone y asiento.
—Sí vamos, porque si nos quedamos aquí, no nos levantaremos más—Bromeo y de a poco voy intentando dejar mi crisis atrás.
Los dos sabemos que tenemos asuntos que resolver con la familia, pero que por ahora decidimos dejar en una pausa para evitar complicaciones de salud. Lo único que espero es que su hermano no venga a traernos uno de esos problemas, sino que sea esa bocanada de aire fresco qué nos hace falta con la realidad que están lejos de nosotros.
Una vez que él se levanta de la cama, me toma de la mano y me ayuda a levantarme también, pero él sorpresivamente me levanté en el aire y me llevé hacia el baño para ducharnos juntos cómo se nos ha vuelto costumbre muchas veces. Admito que empezar nuestro matrimonio lejos de todo ha sido una de las cosas más positivas que nos ha pasado, no es que quiera que estemos peleados con nuestras familias, pero estos momentos nos dan la oportunidad de dejarnos conocer y disfrutar del otro de una manera única que provoca que nuestro amor crezca cada día más.
[FRANCO][Horas más tarde]Después de la muerte de Tamara, aprendí muchas cosas acerca de la vida, y la más importante de todas es que debo disfrutar de cada momento de felicidad como si pudiese ser el último. Es exactamente eso lo que hago cada día con Brisa, disfruto de cada instante, incluso caminar hoy de su mano por la playa ha sido un disfrute total. Sé perfectamente que los dos tenemos miedo, y ahora claro… se han multiplicado por dos, pero no quiero que esos miedos nos hagan dejar de vivir las cosas hermosas que hay en el mundo.—Ya estoy lista— Escucho su voz mientras que cocino para la cena con mi hermano.Me doy vuelta para verla, y me muero de amor al ver que ese precioso vestido ajustado a su cuerpo que lleva puesto hace resaltar ese pequeño abdomen que cada día que pasa se hace notar más —Te ves hermosa, y ni hablar de este pequeño bulto— Comento cuando esta frente a mí y llevo mi mano sobre su abdomen —¿Tratando de lucir el embarazo?— Pregunto y se mira a ella misma.—¿
[BRISA]Después de haber cenado con el hermano de Franco, decidí dejarlos solos un rato para que ambos se pongan al día respecto a sus vidas, y es que de cierta manera me siento un poco culpable por el hecho de que él se haya tenido que alejar de todos. La reacción de mi padre fue sin duda alguna muy exagerada. Yo fui testigo de todo lo que tuvimos que pasar cuando perdió la casa, como incluso termino en el hospital con un infarto a causa de la angustia, pero no es algo de lo que Franco sea responsable, al menos así lo veo yo. Después de todo, Franco tendría como 20 años cuando eso sucedió.A veces pienso que es culpa mía que él se haya tenido que alejar de todos, que tengamos que estar aquí aislados de la realidad… «si yo fuese una mujer normal, si no tuviera un embarazo de alto riesgo… si…» pienso cuando de repente la puerta de la habitación se abre y allí aparece él.—Saíl ya se fue— Me cuenta mientras que cierra la puerta detrás de él y se acerca a la cama.—Me cayó bien tu herman
[FRANCO]Dos días después: 27 de diciembreUna vez más, el sonido de ella levantándose de la cama a toda prisa me hace despertar antes de que suene la alarma y al abrir mis ojos, la veo corriendo hacia el baño. «Definitivamente nuestros hijos le están dando guerra» Pienso y me levanto de la cama para ir detrás de ella —Mi amor, ¿te encuentras bien?— Le pregunto cuando me asomo al baño ya que ha dejado la puerta abierta.Al darme cuenta de que le cuesta levantarse por lo mucho que se le ha revuelto el estómago, me acerco y con mucho cuidado la ayudo a levantarse —¿Cuánto tiempo durara esto de las náuseas?— Se queja y a pesar de que trato de no sonreír, no lo puedo evitar —No te rías, no es gracioso— Me regaña y despacio va hacia el lavamanos.—No me estaba riendo, solo sonreí porque nuestros hijos se hacen sentir a su forma— Explico mientras que ella se cepilla los dientes y me mira a través del reflejo del espejo.Una vez que termina, se gira para mirarme de frente y respira profundo
[BRISA][HORAS MÁS TARDE]Franco tiene el poder de hacer que incluso algo que ya parecía mágico, se convierta en algo mucho más especial. Estaba claro que no iríamos en un avión comercial a Praga, pero tampoco imaginaba un banquete en el avión privado, mucho menos que todo estuviera preparado para que yo no me cansara o hiciera ningún tipo de esfuerzo. A veces pienso que me cuida más que a una muñequita de cristal, pero me gusta que sea así, me gusta darme cuenta de que los príncipes aquellos de lo que algún día escuche hablar, existen en la realidad.Praga es un viaje en el tiempo, sus calles de adoquines, estructuras de aquellas que han quedado de la época medieval, y la nieve adornando sus calles hacen que te sientas en un cuento encantado —¿Hermoso? ¿No?— Me pregunta mientras que sigo admirando el paisaje desde el enorme ventanal que hay en la habitación.—Creo que no hay otro sitio como este en el mundo entero— Respondo en medio de suspiros que se vuelven inevitables.—Praga es ú
[FRANCO]Al día siguiente: 28 de diciembreEncontrar a Brisa en aquel crucero, fue encontrar una oportunidad nueva para vivir. Había dado por perdida la felicidad en mi vida, pero ella cambio todo y ahora esa palabra forma parte de mi día a día. Hoy nos veo aquí caminando de la mano por las mágicas calles de Praga, y me doy cuenta de que esta ciudad jamás había sido tan increíble como ahora, y es que gracias a ella todo se siente diferente.Sonrió al verla soltándome la mano para acercarse a uno de los puestos del mercado navideño y me pierdo mirando lo feliz e ilusionada que esta —¡Amor, mira esto!— Me llama mostrándome unos pequeños conjuntos de bebé con dibujos típicos del país.Me acerco a ella y los observo más de cerca —Están preciosos, ¿quieres que los llevemos?— Le propongo y una vez más las dudas están en ella.Piensa un instante en lo que le propuse, y luego los deja sobre la mesa que estaban para así alejarse del puesto. Una vez más la sigo y la tomo de la mano para que ell
[BRISA]Desde que conozco a Franco, es él quien siempre me da paz en medio de cada tormenta que atravesamos juntos. Por si todo esto fuera poco cada noche se encarga de que con sus besos y sus caricias se me olvide el mundo entero. Soy consciente de que en algún momento vamos a tener que regresar a Miami y enfrentar aquella realidad que dejamos en pausa, pero por ahora solo quiero disfrutarlo, solo quiero vivir nuestro amor de la manera que lo estamos haciendo ahora.Me tiene abrazada a él con mi cabeza apoyada sobre su pecho mientras que acaricia mi cabello de manera dulce y yo solo puedo suspirar sintiendo todo este amor que siento por él —¿En qué tanto piensas preciosa?— Me pregunta de repente rompiendo el silencio entre las dos.Sonrío y me acomodo un poco mejor para poder mirarlo a la cara —En lo feliz que me haces y también pienso que en algún momento nos va a tocar regresar a la realidad—Admito y su mirada representa esa urgencia por terminar con este tema.—Ya lo hemos hablado
[BRISA]Dos días después: 31 de diciembreDesde que Franco me dijo que había enviado a alguien a investigar todo lo que había sucedido en el pasado, los nervios no me han abandonado ni un solo momento. No sé qué pensar de toda esta situación, tengo miedo de la información que se puede llegar a encontrar, ¿ y si las cosas no sucedieron como mi padre cree? ¿y si la familia de Franco realmente tuvo todo que ver en que no solo nosotros, sino muchas otras personas perdieran sus hogares y pertenencias? ¿qué es lo que va a cambiar si descubrimos la verdad? Todas estas son preguntas que no me dejo de hacer, y es que en el fondo sé que de alguna manera u otra nos afectará.Sus brazos rodeándome desde atrás interrumpen mis pensamientos regresándome a esta realidad que parece el paraíso en medio de la guerra —Te ves increíblemente hermosa—Me dice al oído y luego besa mi cuello haciéndome sonreír como si nada de todo lo que estaba pensando me pudiera afectar.Por momentos tengo la sensación de qu
[BRISA]1 de eneroLa celebración de anoche fue algo único, jamás había tenido un fin de año tan especial como el de anoche. Conocí perfectamente esa sensación de sentirme sola, de ver como todos a su alrededor abrazaban y besaban a su pareja. Me imagine mil veces que para ellos la celebración no terminaba, que les quedaba la mejor parte por delante, esa que terminaría en la cama recibiendo el año como se debe. No sé si idealizaba que todos terminarían celebrando de esa manera, pero que en realidad solo caían rendidos en la cama por el cansancio y el alcohol. Sin embargo, sin importar como fuera el resto de su noche, yo si sabía cómo sería la mía.Cada 31 de diciembre terminaba sola abrazada a mi almohada y triste por darme cuenta de que el amor no era como lo pintaban. El hombre de tus sueños no llegaría a tu vida en la calle volcando un café en tu ropa, mucho menos ayudándote a cambiar la llanta del auto después de un percance en la ruta. Recuerdo muy bien mis mañanas tristes pensan