[FRANCO]
[Horas más tarde]
Después de la muerte de Tamara, aprendí muchas cosas acerca de la vida, y la más importante de todas es que debo disfrutar de cada momento de felicidad como si pudiese ser el último. Es exactamente eso lo que hago cada día con Brisa, disfruto de cada instante, incluso caminar hoy de su mano por la playa ha sido un disfrute total. Sé perfectamente que los dos tenemos miedo, y ahora claro… se han multiplicado por dos, pero no quiero que esos miedos nos hagan dejar de vivir las cosas hermosas que hay en el mundo.
—Ya estoy lista— Escucho su voz mientras que cocino para la cena con mi hermano.
Me doy vuelta para verla, y me muero de amor al ver que ese precioso vestido ajustado a su cuerpo que lleva puesto hace resaltar ese pequeño abdomen que cada día que pasa se hace notar más —Te ves hermosa, y ni hablar de este pequeño bulto— Comento cuando esta frente a mí y llevo mi mano sobre su abdomen —¿Tratando de lucir el embarazo?— Pregunto y se mira a ella misma.
—¿Ya se nota? ¿No?— Averigua y asiento.
—Ahora entiendo porque con tan solo diez semanas ya se empezaba a ver— Señalo sonriente y asiente.
—Si todo sale bien, tendré una panza enorme… ¿me querrás igual?— Me pregunta sonriente y me acerco a sus labios.
—Todo saldrá bien, y no, no te querré igual— Respondo y hago una pausa haciendo que ella me mire con dudas —Te querré más que nunca— Continuo y me da un leve golpe en el hombro.
—Me asustaste, creí que me abandonarías aquí en Marsella— Bromea.
Inmediatamente tomo su rostro entre mis manos y la beso —Jamás te dejare— Le aseguro y nuestro pequeño romántico momento, se ve interrumpido cuando alguien llama a la puerta y supongo que es mi hermano —Iré a abrir, ya la comida esta lista, solo falta sacarla del horno— Le explico y asiente —Ven, démosle la bienvenida— Le pido tomándola de la mano y vamos juntos hacia el salón. Ella de queda allí mientras que yo voy a la puerta y al abrir, allí está mi hermano sonriéndome y dándome uno de esos abrazos que solo un hermano te puede dar.
—Como te extrañaba— Me dice mientras que mis brazos lo rodean.
—Yo a ti Saíl, de verdad que te extrañaba muchísimo— Le respondo mientras que de a poco nos vamos separando y me sorprendo con su pelo un poco más largo de lo usual —Oye, te queda increíble el pelo así— Le digo sincero y sonríe.
—Gracias, tú también te ves bien ¿eh? Parece que el matrimonio te asintió bien—Habla entre risas.
—Estoy muy feliz, pero ven, te quiero presentar a tu cuñada— Le explico y hago que pase para cerrar la puerta detrás de nosotros y luego ir hasta el salón.
—Brisa, mi amor, te presento a mi hermano Saíl— Le dejo saber y luego miro a mi hermano —Tu cuñada Brisa y tus futuros sobrinos— Comento extremadamente feliz y mi hermano me mira con dudas.
—¿Cómo que mis futuros sobrinos?— Averigua confundido y rio.
—Son mellizos— Le cuento finalmente y la sorpresa en su rostro es digna de una fotografía.
—¡Es una locura!— Exclama entre risas y me abraza fuerte antes de ir a saludas a mi esposa —Vaya, felicidades… de verdad que estoy muy feliz por ustedes dos— Nos dice entusiasmado y el cariño es tan sincero que nos abraza a los dos haciendo que Brisa sonría.
—Siento que no nos hayamos conocido antes, las cosas se complicaron un poco— Se excusa ella y mi hermano niega con la cabeza.
—No te preocupes, me contaron todo y a pesar de que no entiendo mucho todo lo que sucedió, si entiendo que hayan querido salvaguardar su relación y proteger a su bebé… bueno, bebés— Expresa sonriente —Yo vine porque estaba en casa de unos amigos pasando navidad y aproveché para visitar a mi hermano, de verdad que lo extrañaba mucho— Le cuenta y me mira.
—Yo también te extrañe hermanito— Le respondo sonriente.
—Necesito algunos consejos tuyos, ¿te parece si después de la cena hablamos un poco?— Me pide y asiento.
—Claro que sí, pero ven que te tengo un regalo de navidad— Le pido y Brisa sonríe.
—Iré a terminar de encargarme de la comida, le aviso cuando este todo en la mesa— Indica.
—Gracias preciosa— Respondo y mi hermano me mira mientras que ella se aleja.
—Ahora entiendo tu matrimonio tan fugaz e irte lejos de todo. Es muy bonita y te mira con muchísimo amor— Comenta haciéndome sonreír.
—La adoro, pero ¿porque no me cuentas tú como va ese corazón?— Le sugiero y una picara sonrisa se dibuja en su rostro.
—Mejor después de la cena, es una larga historia— Sugiere y me encanta saber que mi hermano ha venido a verme para seguir siendo el de siempre y no para tratar de convencerme de que vuelva a Florida y mucho menos para intervenir por mis padres.
—Está bien, pero me contaras todo— Le advierto y ríe.
—Todo— Asegura.
[BRISA]Después de haber cenado con el hermano de Franco, decidí dejarlos solos un rato para que ambos se pongan al día respecto a sus vidas, y es que de cierta manera me siento un poco culpable por el hecho de que él se haya tenido que alejar de todos. La reacción de mi padre fue sin duda alguna muy exagerada. Yo fui testigo de todo lo que tuvimos que pasar cuando perdió la casa, como incluso termino en el hospital con un infarto a causa de la angustia, pero no es algo de lo que Franco sea responsable, al menos así lo veo yo. Después de todo, Franco tendría como 20 años cuando eso sucedió.A veces pienso que es culpa mía que él se haya tenido que alejar de todos, que tengamos que estar aquí aislados de la realidad… «si yo fuese una mujer normal, si no tuviera un embarazo de alto riesgo… si…» pienso cuando de repente la puerta de la habitación se abre y allí aparece él.—Saíl ya se fue— Me cuenta mientras que cierra la puerta detrás de él y se acerca a la cama.—Me cayó bien tu herman
[FRANCO]Dos días después: 27 de diciembreUna vez más, el sonido de ella levantándose de la cama a toda prisa me hace despertar antes de que suene la alarma y al abrir mis ojos, la veo corriendo hacia el baño. «Definitivamente nuestros hijos le están dando guerra» Pienso y me levanto de la cama para ir detrás de ella —Mi amor, ¿te encuentras bien?— Le pregunto cuando me asomo al baño ya que ha dejado la puerta abierta.Al darme cuenta de que le cuesta levantarse por lo mucho que se le ha revuelto el estómago, me acerco y con mucho cuidado la ayudo a levantarse —¿Cuánto tiempo durara esto de las náuseas?— Se queja y a pesar de que trato de no sonreír, no lo puedo evitar —No te rías, no es gracioso— Me regaña y despacio va hacia el lavamanos.—No me estaba riendo, solo sonreí porque nuestros hijos se hacen sentir a su forma— Explico mientras que ella se cepilla los dientes y me mira a través del reflejo del espejo.Una vez que termina, se gira para mirarme de frente y respira profundo
[BRISA][HORAS MÁS TARDE]Franco tiene el poder de hacer que incluso algo que ya parecía mágico, se convierta en algo mucho más especial. Estaba claro que no iríamos en un avión comercial a Praga, pero tampoco imaginaba un banquete en el avión privado, mucho menos que todo estuviera preparado para que yo no me cansara o hiciera ningún tipo de esfuerzo. A veces pienso que me cuida más que a una muñequita de cristal, pero me gusta que sea así, me gusta darme cuenta de que los príncipes aquellos de lo que algún día escuche hablar, existen en la realidad.Praga es un viaje en el tiempo, sus calles de adoquines, estructuras de aquellas que han quedado de la época medieval, y la nieve adornando sus calles hacen que te sientas en un cuento encantado —¿Hermoso? ¿No?— Me pregunta mientras que sigo admirando el paisaje desde el enorme ventanal que hay en la habitación.—Creo que no hay otro sitio como este en el mundo entero— Respondo en medio de suspiros que se vuelven inevitables.—Praga es ú
[FRANCO]Al día siguiente: 28 de diciembreEncontrar a Brisa en aquel crucero, fue encontrar una oportunidad nueva para vivir. Había dado por perdida la felicidad en mi vida, pero ella cambio todo y ahora esa palabra forma parte de mi día a día. Hoy nos veo aquí caminando de la mano por las mágicas calles de Praga, y me doy cuenta de que esta ciudad jamás había sido tan increíble como ahora, y es que gracias a ella todo se siente diferente.Sonrió al verla soltándome la mano para acercarse a uno de los puestos del mercado navideño y me pierdo mirando lo feliz e ilusionada que esta —¡Amor, mira esto!— Me llama mostrándome unos pequeños conjuntos de bebé con dibujos típicos del país.Me acerco a ella y los observo más de cerca —Están preciosos, ¿quieres que los llevemos?— Le propongo y una vez más las dudas están en ella.Piensa un instante en lo que le propuse, y luego los deja sobre la mesa que estaban para así alejarse del puesto. Una vez más la sigo y la tomo de la mano para que ell
[BRISA]Desde que conozco a Franco, es él quien siempre me da paz en medio de cada tormenta que atravesamos juntos. Por si todo esto fuera poco cada noche se encarga de que con sus besos y sus caricias se me olvide el mundo entero. Soy consciente de que en algún momento vamos a tener que regresar a Miami y enfrentar aquella realidad que dejamos en pausa, pero por ahora solo quiero disfrutarlo, solo quiero vivir nuestro amor de la manera que lo estamos haciendo ahora.Me tiene abrazada a él con mi cabeza apoyada sobre su pecho mientras que acaricia mi cabello de manera dulce y yo solo puedo suspirar sintiendo todo este amor que siento por él —¿En qué tanto piensas preciosa?— Me pregunta de repente rompiendo el silencio entre las dos.Sonrío y me acomodo un poco mejor para poder mirarlo a la cara —En lo feliz que me haces y también pienso que en algún momento nos va a tocar regresar a la realidad—Admito y su mirada representa esa urgencia por terminar con este tema.—Ya lo hemos hablado
[BRISA]Dos días después: 31 de diciembreDesde que Franco me dijo que había enviado a alguien a investigar todo lo que había sucedido en el pasado, los nervios no me han abandonado ni un solo momento. No sé qué pensar de toda esta situación, tengo miedo de la información que se puede llegar a encontrar, ¿ y si las cosas no sucedieron como mi padre cree? ¿y si la familia de Franco realmente tuvo todo que ver en que no solo nosotros, sino muchas otras personas perdieran sus hogares y pertenencias? ¿qué es lo que va a cambiar si descubrimos la verdad? Todas estas son preguntas que no me dejo de hacer, y es que en el fondo sé que de alguna manera u otra nos afectará.Sus brazos rodeándome desde atrás interrumpen mis pensamientos regresándome a esta realidad que parece el paraíso en medio de la guerra —Te ves increíblemente hermosa—Me dice al oído y luego besa mi cuello haciéndome sonreír como si nada de todo lo que estaba pensando me pudiera afectar.Por momentos tengo la sensación de qu
[BRISA]1 de eneroLa celebración de anoche fue algo único, jamás había tenido un fin de año tan especial como el de anoche. Conocí perfectamente esa sensación de sentirme sola, de ver como todos a su alrededor abrazaban y besaban a su pareja. Me imagine mil veces que para ellos la celebración no terminaba, que les quedaba la mejor parte por delante, esa que terminaría en la cama recibiendo el año como se debe. No sé si idealizaba que todos terminarían celebrando de esa manera, pero que en realidad solo caían rendidos en la cama por el cansancio y el alcohol. Sin embargo, sin importar como fuera el resto de su noche, yo si sabía cómo sería la mía.Cada 31 de diciembre terminaba sola abrazada a mi almohada y triste por darme cuenta de que el amor no era como lo pintaban. El hombre de tus sueños no llegaría a tu vida en la calle volcando un café en tu ropa, mucho menos ayudándote a cambiar la llanta del auto después de un percance en la ruta. Recuerdo muy bien mis mañanas tristes pensan
[BRISA]Un par de semanas después: 12 de eneroDespués de aquellos días mágicos en Praga, regresamos a Marsella para continuar con la vida que de alguna manera establecimos aquí. No voy a negar que fue bastante difícil regresar a la rutina, sobre todo cuando me había acostumbrado a tener a Franco completamente para mí. Sé perfectamente que no estamos en Francia de vacaciones, sino en un exilio temporal que ha coincidió perfectamente con las oficinas de la empresa aquí. Por mi parte, sigo abriéndome paso en mi carrera, no es nada fácil comenzar un proyecto propio, y mucho menos intentar hacerlo de manera remota.Supongo que por ahora es lo mejor que ambos podemos hacer por nuestra tranquilidad, y obviamente nuestros hijos, esos que hoy, si tenemos suerte sabremos su sexo. Estoy nerviosa y muy ansiosa por saberlo todo… «¿se dejarán ver hoy?» Les pregunto a mis hijos mientras que acaricio mi abdomen y sonrío al verme así frente al espejo. La vida realmente cambia, y los milagros, sin dud