~Matías~
Me han dejado solo en lo que parece ser un sombrío sótano, colgado de mis muñecas, sujeto a unas cadenas de plata. Creo que llevo días encerrado, no estoy seguro porque paso más tiempo inconsciente que despierto. Creo que Ethan está aprovechando su oportunidad para desahogarse. No me han dado de comer, me ha golpeado, apuñalado; pero, sobre todo, me mantienen drogado con algo que les ha dado esa bruja que tienen. Ethan se regodea en mi dolor y mi mal estado físico, pero resulta que la vida da muchas vueltas, así que tal vez mañana podríamos cambiar las tornas; él estar en mi lugar y yo en el suyo, y créanme cuando digo que lo disfrutaré. –¿Y te llaman alfa? Solo mírate –dijo Ethan, entrando en el sótano, cachondeándose. Aún me duelen las heridas que me causó con sus dagas hace un par de horas, pero respondí con una sonrisa ladeada. –Acércate y te mostraré qué tipo de alfa soy –respondí. No dijo nada, solo sonrió con malicia y tensó su quijada mientras en su mano derecha sostenía con firmeza un puño de bronce. Contuve la respiración; esto va a doler horrores, me dije antes de que comenzase a descargar su ira en mí. Un golpe tras otro, cada cual dolía más que el anterior. En cuanto acabó, me dijo: –Ahora que no puedes escapar, podré hacer contigo lo que quiera; es hora de que pagues el daño que has causado. Mi padre me ha desterrado por culpa vuestra. No pude contener la risa y le respondí: –Das pena, eres patético. Solo mírate; esto lo has causado tú, no nosotros. Iracundo, repitió la serie de golpes de tan solo hace un momento. ~Scott~ Ya han pasado cinco días, mi hijo jamás ha estado tanto tiempo lejos de nosotros; tengo el miedo en el cuerpo de encontrármelo muerto por llegar demasiado tarde. Oliver Miller aumentó la seguridad en sus alrededores, esperando nuestra aparición. Adriano todavía continúa en la persecución tras su hija, no recuerdo cómo se llamaba... cierto, Alessandra. La pobre chica debe de sentirse muy confusa al darse cuenta de que realmente forma parte de un mundo que, para los humanos, es una historia de fantasía, un mito. Cada linaje es diferente; unos tienen su transformación antes, otros en su mayoría de edad. Algunos tienen dones, como la sanación, la visión de futuro, entre otros. En lo que pude conversar con Anna, la familia de Adriano es como la nuestra; ella debía de haber pasado por su primer cambio a los diez años, tal y como vivimos con Áurea. Alessandra actualmente tiene diecisiete; me pregunto cómo esto no detonó mucho antes. Es peligroso, ella puede morir. Será difícil traerla de vuelta si no traemos a Matías a casa. Mientras nosotros averiguamos la manera de poder sacar a mi hijo de su cautiverio y Eloy se repone, Alessandra ha causado una gran masacre de animales durante su caza. Debemos detenerla porque terminará llamando la atención de los humanos, y nos acabarán dando caza en Camden y sus pueblos colindantes. Eloy está decidido a ir a por Matías. Se pelean por nimiedades, pero matarían por el otro. Él ha estado insistiéndome en que lo deje ir con nosotros al territorio de Blood Moon; he buscado mil y una maneras de convencerlo para que espere en casa, pero me temo que me va a resultar imposible. Es muy joven, todavía no está preparado para batallas como esta que se acerca. Justo ahora me dirigía hacia mi despacho cuando me interceptó a medio camino y me dijo: –Déjame ir con vosotros, por favor, papá. Haré lo que me pidas; te demostraré que he mejorado. –Hijo, aún te queda mucho por delante. Una vez casi te pierdo y la segunda vez te perdí; no pienso volver a exponerte al riesgo. Debes continuar con tus entrenamientos para poder estar al cien por cien –respondí. –Pero papá, por favor –suplicó. –Sigue siendo un no, pero podemos hacer algo; llamaremos al tío Niko. –Sí, ¡llama a tío Nikolay! –exclamó, dando saltos de alegría. Años atrás se formó una amistad inquebrantable entre dos jóvenes alfas, que tras una trágica pérdida, se prometieron ser amigos para toda la vida. Lo que ninguno supo en aquel entonces es que al reunificar sus manadas en un solo territorio cambiarían sus destinos; en una simple reunión, terminó siendo una unión de dos almas. Sí, esos dos mejores amigos son Justin Weston, mi padre, y Jasha Ivanov, padre de Nikolay y Alisa. Dio la casualidad que papá me pidió que esa vez lo acompañase. Y cuando la vi, fue algo mágico, aunque debo reconocer que al verla sujetando a Nikolay de su brazo en jarra, me puse celoso. Por supuesto, más tarde me disculpé al saber que solo eran hermanos. Mi suegro aún seguía con vida hace cuatro años, pero desafortunadamente pereció en una contienda cuando intentaron arrebatarle sus tierras, obligando a Nikolay, su hijo mayor, a tomar el mando. Él cambió, se culpó por el asesinato de su padre; ahora su reputación lo precede, dicen de él que es sanguinario. Pero solo los que tenemos el privilegio de conocerle sabemos cómo es realmente. –Hola, ¿cómo están? –preguntó al descolgar. –Necesito tu ayuda, te pondré al corriente cuando estés aquí... –me interrumpió. –¿Mis sobrinos? –preguntó. –Es una larga historia. Matías conoció a su mate; a los pocos días se la llevaron junto a Eloy, y ahora han atrapado a Matías. –¿Quién lo tiene? –preguntó. –La manada Blood Moon, ellos... –me interrumpió. –Iré ahora mismo para allá. –Te veo en la mañana a primera hora –respondí antes de colgar. ~Adriano~ He intentado detenerla, pero será imposible si continúa a la defensiva cuando nos acercamos. No queremos herirla, pero habrá que sedarla. Ha extendido las masacres de animales por casi dos pueblos; sin duda, esto podría llamar la atención de los cazadores, y dado que Matías no está, dormirla es nuestra mejor opción. ¿Sabéis? Me arrepiento, pero supongo que ya es tarde para eso. Desde que huyó asustada, me ha dado tiempo a pensar en ello. No debí permitir que el consejo de alfas y Ernesto influyeran tanto en mí, cohibiéndome en la toma de decisiones. Si hubiera sido más valiente, mi pequeña no estaría en esta situación ahora mismo. Lo único que puedo hacer en estos momentos para redimir mis errores es empezar por llevarla a casa y contarle la verdad, aunque me arriesgue a perderla. ~Matías~ –¡Qué haces! –exclamó con gran enojo Oliver, entrando al sótano. –Esto es entre él y yo, apártate. Aún tiene mucho que pagar –respondió Ethan. –Lo vas a matar, ¿no crees que es mejor torturarlo y sacarle información sobre su manada? –cuestionó Oliver. –¿Todavía no te has dado cuenta? Antes de desvelarnos nada, prefiere morir. –¿Y si lo motivamos? Tengo algo mejor –comentó Oliver. –Cuéntame –pidió Ethan. –Tengo más de mil hombres y mujeres que están dispuestos a dar sus vidas por mí. Puedo enviar un ejército a sus tierras ahora mismo –me observaron con una sonrisa maliciosa y dice:– Sacaremos a tu padre arrastras de su casa, mataremos frente a él a tu hermanito; luego lo traeremos ante ti para que vea cómo te torturamos hasta que mueras desangrado. –Grrr –gruñí furibundo y les dije:– Son unos estúpidos, ellos mismos vendrán por mí; no tenéis por qué ir. Aquí estáis en vuestro terreno, podréis ganar –se carcajearon tras escuchar mi consejo. –Blood Moon es temida por su ímpetu en matanzas –observándolo directamente a los ojos, me entró un ataque de risa. –¿Se puede saber qué te ha hecho tanta gracia? –preguntó Ethan. –Que tenéis mucha confianza en vuestra victoria, porque desconocéis la que les va a caer encima –respondí. ~Scott~ Han conseguido lo que querían, nos han dividido; unos buscan a Alessandra, otros grupos protegen los alrededores de nuestras tierras y un gran número de nosotros se mantiene en la aldea sin la posibilidad de bajar la guardia. –¿Qué vas a hacer, Alfa? –preguntó Nana acercándose. –Me alegra verte despierta al fin, ¿qué haces levantada? –Me he enterado de lo que pasó con Matías. Te he dicho que no me ocultes nada, jovencito –me regañó. –Lo siento, tu prioridad era descansar –respondí. –Tonterías, tengo cosas que hacer para ayudar a nuestra luna y mucho más para el alfa –respondió con serenidad. –¿Quieres decir...? –me interrumpió. –Sabes que no puedo desvelar nada de lo que sucederá, para no cambiar el curso de sus destinos –respondió. –¿Podrán salvarse? –Si actuamos de prisa, habrá una pequeña posibilidad. Tengo un hechizo para ella que va anclado a una piedra de lapislázuli en un anillo; de esa manera logrará conservar su humanidad. –¿Y Matías? –pregunté. –La ayuda llegará más pronto de lo esperado. Te sugiero que corras y solo si lo traes en cuanto lo tengas contigo. Tu hijo vivirá, pero no debéis perder el tiempo; entonces, me temo que será tarde –respondió. –Una luna necesita a su alfa, y a la inversa. Scott, tú haz tu parte; nosotras nos encargamos del resto –dijo Giselle, uniéndose a nuestra conversación. ~Adriano~ Junto a mí, en medio de la noche, Connor y Derrik, entre otros, aguardan el momento exacto para poder dormirla. Por desgracia, ha encontrado una granja a la que se ha acercado para volver a comer. Estábamos a punto de rodearla cuando soltó un aullido lastimero, desplomándose en el acto. Eso solo podía significar una cosa: Matías. ~Scott~ Eran tan solo las cuatro de la madrugada cuando escuchamos unos coches aproximándose. Todavía estaban lejos para saber quiénes eran, así que formamos en la entrada de la manada un muro de nosotros. Entonces, llegó a mí un aroma familiar; se trataba de Nikolay. Nana tenía razón. –Vuelvan a sus puestos, es mi cuñado y su gente –ordené. Los coches se detuvieron y de uno de ellos bajó él. –Scott, he venido lo antes posible –dijo. –Nikolay, no te preocupes; ya estás aquí –respondí. –Cierto, ponme al corriente de cómo están las cosas aquí –le conté todo cuanto ha sucedido. Pero cuando supo la garrafal decisión de Adriano y Anna, exclamó: –¡No solo pueden matarla a ella sino a mi sobrino también! –antes de continuar, Eloy, como era costumbre viviendo en Rusia, saltó en los brazos de su tío al verlo. –¡Tío Niko, has llegado! –se abrazaron. –Hola, ¿cómo te encuentras, pequeño? –preguntó. –¡Oye!, ya no soy tan pequeño –respondió Eloy haciendo pucheros y cruzándose de brazos. –Está bien, tienes razón –respondió Nikolay riéndose. –Tenemos que ir a por mi hermano, tío Niko, por favor –suplicó. –Lo haremos, sabes que sí, y por eso principalmente estoy aquí –respondió Nikolay. –Espero que aún estemos a tiempo y no sea tarde –dije, conmocionado. –Lo lograremos, por Alisa –respondió Nikolay, sujetándome de los hombros, frente a mí. –Está bien, tienes razón –respondí. Cuando íbamos a entrar al centro de reuniones, fuimos conscientes de que los hombres de Niko y los míos nos rodeaban, esperando órdenes.–Ya habéis oído, no quiero fallos –dije. –Tenemos que traerlo de vuelta a casa –dijo Nikolay. –¡Traigamos al alfa! –gritaron al unísono ambas manadas. Corríamos adentrándonos en el bosque, donde nos encontramos con Stephan, el beta de Derrik, liderando a los suyos. Los arqueros estaban en los árboles y el resto de nosotros, entre la arboleda. Christian avanzó con un grupo para no toparnos con sorpresas y, al volver con nosotros, dijo: –Scott, estábamos siendo vigilados; hemos matado a dos docenas de los otros. –Genial, muchas gracias. Continúen al frente; avísenme de cualquier contratiempo –respondí. –Cuidémonos unos a otros, procuremos evitar bajas de nuestro bando; avancemos –dijo Nikolay. Poco después, por fin habíamos llegado a nuestro destino. ~Matías~ Me siento exhausto, no puedo mantener la concentración en nada concreto. Solo quiero que todo esto termine ya de una vez por todas, pero solo un nombre permanece en mi mente cada segundo: Alessandra. Mis párpados pesaban más que de costumbre y se iban cerrando lentamente, hasta que un alboroto me regresó a la realidad. Unos corrían de un lado a otro, organizándose para salir a defender a su gente, decían. Fue cuando lo supe: mi familia había llegado al fin, ayudándome a recuperar la esperanza que en algún momento perdí. –¿Qué hacemos con él? –preguntó Oliver, bajando a toda prisa las escaleras del sótano. –Esperaremos a que vengan. Él será el señuelo para atrapar a su padre; solo entonces tendremos todo a nuestro alcance para negociar, si lo quieren con vida –respondió Ethan, antes de ocultarse en la oscuridad de las esquinas. Para poder comunicarnos por link con la persona deseada, debe haber una proximidad entre ambas. Al escuchar la voz de mi padre en mi cabeza, supe que estaba más cerca de lo que imaginé. –Hijo, estoy aquí. No te rindas, aguanta tan solo un poco más; he captado tu aroma, iré por ti, campeón –dijo papá por el link. –No me encuentro bien, papá, pero haré lo que pueda. Ten cuidado, están aquí conmigo y quieren matarte –respondí. –Está bien, muchacho. No te preocupes, enseguida estaremos contigo –dijo una segunda voz. –¿Tío Niko? –pregunté. –Claro que sí, ¿pensabas que me iba a quedar quieto? He venido para llevarte a casa –respondió. ~Scott~ En un principio, parecía algo imposible que pudiésemos entrar en la casa donde retenían a Matías; pero nuestros hombres hicieron un arduo trabajo, ayudándonos a Nikolay y a mí a entrar en la vivienda. Una vez dentro, nos abrimos camino entre otros tantos. Observé a Niko al otro lado de la sala; asintió para que supiera que, al igual que yo, estaba listo para ir a por nuestro chico. La oscuridad lo inundaba todo. Una pequeña ventana en lo más alto me permitió ver, con horror, el estado en el que se encontraba mi hijo. Una vez más, le volví a dar la razón a Nana: si no lo sacaba de aquí ahora mismo, Matías iba a morir. Nos acercábamos uno por cada extremo para soltarlo, cuando, tal y como nos avisó Matías, estaban esperándonos; se equivocaron al pensar que aparecería solo. –Son ellos, mantente alerta –dije a Nikolay, pero este ya se encontraba gruñendo a quien aparecía frente a él. –Por fin llegas. Llegué a pensar que abandonarías a tu hijo. Debo agradecerte una cosa más: gracias por mentir a mi padre; me ha desterrado –dijo Ethan. –Esto no habría comenzado si no lo inicias. Dices que mentí a tu padre; mira a tu alrededor, ¿existe alguna mentira en mis palabras?–respondí. –Ninguno de ustedes saldrá con vida de esta estancia; cumpliré mi venganza –afirmó Ethan. –A menos que estés dispuesto a negociar –intervino Oliver. –¡No!, ya lo hemos hablado; quedamos en que morirían –respondió Ethan furibundo, pero este fue ignorado por Oliver que mantenía su vista en mí. –Quiero agrandar mi territorio; si aceptas, permitiré que te lleves a tu hijo. así podrás salvarle la vida –dijo Oliver. –Grrr –gruñí airado.–¿Qué vas a...?–fuimos interrumpidos por un grito. –¡Matías debe morir, Camden es mío!–gritó Ethan. Niko embistió a Oliver; y solo en una fracción de segundo, escuché a Matías chillar agonizante. Ethan lo había mordido en el torso, clavando sus fauces con profundidad, e inmediatamente acometí contra él. –¡No!–grité. Cuando lo desestabilicé clavando con ahínco mis garras en su torso, mordí su cuello hasta desangrarlo. Regresé a mi cuerpo al ver que Nikolay también terminó con Oliver. Sin importarnos las quemaduras de plata que nos hacían las cadenas, desatamos a mi hijo; lo detuve a medio caer, antes de que se diese un buen golpe en la cabeza. Sosteniéndolo en mis brazos, le dije:–Campeón, has sido muy valiente, pero ya estoy aquí; prometo que te pondrás bien. –De...debo salvarla pa...pá –susurró en un débil hilo de voz. –Tenemos todo controlado, ahora debes pensar en recuperarte; al despertar podrás verla, Adriano, Connor y Derrik han ido tras ella –respondí, cogiéndolo en brazos sacándolo del lugar. –Márchate, llévalo con la Nana. Yo me encargo de esto aquí –dijo Nikolay una vez en el exterior. Asentí agradecido. –Alfa, déjeme ayudarlos, por favor –pidió una Áurea conmocionada. –Está bien, tú te encargarás de que no se caiga de mi lomo en el trayecto a casa; vamos, sube –dejé a Matías en los brazos de Nikolay. Una vez que mi lobo Adeus, salió, Niko colocó a mi hijo y Áurea lo sostuvo firme. Yo emprendí el camino de regreso a la aldea. –¡Nana! ¡Nana! –gritó Áurea una vez atravesamos las puertas de nuestra manada. Los guardias bajaron a Matías y yo regresé a mi forma humana. –Tráiganlo conmigo, tiene que ser atendido con rapidez; no tenemos mucho tiempo –respondió Nana.–Scott, no pueden entrar. Esperen aquí. –Salva a mi hijo, por favor –supliqué, antes de que desapareciera por las puertas de una de las salas de intervención.~Kendra~ Mi nombre es Kendra y sí, soy la loba de Alessandra. Como ya debéis saber, me temo que tomaron una decisión por nosotras no muy acertada. Tampoco me dieron la oportunidad de experimentar nuestra primera transformación y primera caza; nos arrebataron ese derecho. Tuvieran las intenciones que tuvieran sus padres, no debieron hacerlo. Hoy he despertado con el deseo incontenible de correr y sentirme libre, respirar el aire puro. A pesar de saber que otro lobo me sigue, me detuve a devorar un ciervo que pasaba cerca. Lo que él no sabe es que soy algo quisquillosa y no me gusta nada que se entrometan en lo que hago. Sé que ha intentado comunicarse con Alessandra; también he averiguado que se trata de su padre, el único culpable de mi encierro. Así que he querido hacerlo sufrir un poco: encerré a su hija en mi mente y tomé el control absoluto. He salido de Camden, continuando mi camino y disfrutando de la comida. En este momento, encontré una granja con gran variedad de animales,
~Matías~ Este día me hace sentir festivo porque al fin llegó. Hoy cumpliré 18 años y además seré nombrado como nuevo alfa. Aunque no todo es tan bueno: hace tres semanas, cuando Adriano se confesó con su hija, creí que tendría mi oportunidad de charlar con Alessandra a solas. No fue así, no me dirigió la palabra, a pesar de que vive a solo dos casas de distancia de la mía. Hablé con Adriano, y me dijo que le diera tiempo, que todavía le está costando asimilar su nueva realidad. Eso hice: mantenerme al margen y darle la oportunidad de dar el próximo paso. Mientras su padre la está ayudando con su autocontrol, he regresado con los chicos al instituto. Áurea le lleva sus deberes, ya que por el momento no se mezclará con humanos. Son las seis de la mañana. Con un poco de música para comenzar el día, he puesto en mi móvil una de mis favoritas: "Tú y yo" de Tony Vega y Amy Gutiérrez. Me metí en la ducha y, una vez terminé, cogí de mi armario unos vaqueros A Salvarini azul oscuro, una cam
~Alessandra~ No pude pegar ojo con los nervios a flor de piel, ya que Matías ha decidido pedirme una cita; bueno, a mí no directamente, se la ha pedido a mi padre y para ello se ha presentado en casa vestido de punta en blanco con un ramo de mis flores favoritas, las rosas rojas. Papá, por otro lado, abrió la puerta principal inexpresivo y cruzó los brazos; para que se hagan una idea, parecía un guardia de seguridad de esos que ves en las discotecas antes de entrar. Pensé que iba a ser peor, pero desde la distancia junto a mamá fue divertido verlos; ya que el punto de todo esto es que ellos se admiran, se respetan y se han hecho grandes amigos. Entiendo a mi padre, es duro ver la infancia de tu única hija pasar frente a tus ojos en la distancia y no poder compartirla con ella; pero tampoco es que me vaya a ir a la otra punta del país, estaré a dos viviendas de distancia; podemos pasar mucho tiempo juntos. Debe comprender que seguiré siempre siendo su pequeña, que sé protegerme sola y
~Adriano~ Intenté mantenerme despierto porque lo primordial era avisar a Matías de lo que Henry pretendía. Al verme, volvió a su forma humana y se dejó caer de rodillas junto a mí; intentó calmarme, pero tomé su mano y lo acerqué a mí. Solo entonces le susurré: –Protégela, la quiere a ella –Sus músculos se tensaron al oírlo. –Tranquilo, yo me encargaré. Descansa –le escuché decir antes de perder la conciencia. ~Matías~ –¡Escúchenme todos! Mantengan los ojos bien abiertos. Vinieron a por nuestra luna y su madre; debemos protegerlas. Pero ahora, levántenlo a la de tres, que tenemos que llevarlo rápidamente a la enfermería. ¿Listos? –pregunté. –Sí, alfa –respondieron. –Una, dos... ¡arriba! –Mis hombres lo levantaron a la altura de sus hombros. Papá y yo nos transformamos para asegurarnos de que llegaban ilesos al hospital. Durante el camino, había algo que me tenía inquieto: “Protégela, la quiere a ella”, dijo. Ahora, la próxima vez que aparezca, le daremos la bienvenida que merec
~Matías~ Quiero hacer algo diferente a lo que se acostumbra. Somos dos almas unidas por la diosa luna. Soy alguien tradicional, me declaro fan del amor a la antigua. Mi propósito para este comienzo es crear juntos momentos únicos que recordemos dentro de un decenio, con el mismo amor que empezamos esta historia. Es poco usual que alguien con nuestra naturaleza le pida la mano de su chica al padre de esta; reconozco que estaba de los nervios, pero se trata de Adriano, un gran hombre, padre y amigo a quien sin duda le confiaría hasta mi vida. Alessandra continúa algo tensa desde que se encontró cara a cara con Henry. Sé que eso le habrá traído recuerdos reprimidos e intenta ocultármelo, pero lo veo en sus ojos. Por ese motivo me tomé el atrevimiento de informar a sus padres que, por una noche, la sacaría de la manada. No muy lejos, acamparemos al aire libre en el bosque, a solas y desconectados del mundo. Quiero que se distraiga y vuelva a sonreír. En lo referente a Derrik, acordamos
~Nikolay~ Todo ha empeorado desde que volví a casa. Una vieja “amiga” ha decidido aparecer y ajustar cuentas con su pasado, cobrándose vidas inocentes a las que se supone que era mi deber proteger. Si preguntan por la manada más grande de todas, perfectamente les podrán decir que es la mía. Porque, según las antiguas historias familiares que mi padre me contaba de niño, uno de mis abuelos decidió acoger a una manada que viajaba a la deriva en busca de un hogar; y aquí aceptaron dárselos con una condición: jurar lealtad al alfa. Hace casi nueve años, nuestra tranquilidad fue interrumpida por un clan de vampiros mezquinos y caprichosos. Se les antojó alojarse en nuestras tierras y pidieron audiencia con mi padre. Este se negó a recibirlos por una sencilla razón: nuestra principal regla en nuestro territorio era la prohibición de entrada para los vampiros, y aquel que se atreviera a entrar sería sacrificado. Dicho clan era liderado por un matrimonio y sus hijos: Mireya, Arthur y s
~Matías~ Me fui un poco intranquilo, con el miedo en el cuerpo por la idea de que, durante mi viaje de última hora para ayudar a mi tío, alguien viera la oportunidad de volver a atacar la manada y le hicieran daño a ella. Sé que tan solo han sido unos días, pero ya tengo muchas ganas de verla. Acabo de pisar el suelo de Camden y mi reloj marca las cinco de la madrugada, así que debe estar dormida. Por otro lado, papá tuvo que quedarse en Rusia y me alegro porque una manada sin su alfa sería un completo desastre; él ocupará el lugar de mi tío mientras este se recupera. El cumpleaños de Eloy es dentro de unas semanas. Espero que para entonces todo esté bien y los dos consigan llegar a tiempo para la celebración; aunque sabiendo que mi hermano comprenderá la situación, eso no evitará que se sienta triste por ello. Debéis saber, que exterminamos a todos los vampiros de aquella mansión; desafortunadamente, Mireya logró escapar. Hay que reconocer que la condenada es escurridiza. Por e
~Nikolay~ Flashes se reproducían en mi mente de lo último acontecido. Mis alarmas se disparan al recordar que aquella joven es mi mate; pero lo peor es que Mireya había conseguido llegar hasta ella, algo que mantiene mi confusión todavía, ya que ni siquiera yo había podido encontrarla todos estos años. Me zumban los tímpanos; una sequedad en la garganta me impide incluso hablar. Mi corazón palpita con premura contra mi pecho. Me siento adolorido y muy agotado, pero debo despertar; no puedo quedarme aquí eternamente, ¿no? –Eso que estás sintiendo es sed –dijo una voz a mi derecha. Haciendo acopio de todas mis fuerzas, por fin pude abrir los ojos. –¿Boris? –pregunté confuso, pues en mis 38 años jamás he visto a mi lobo de frente; desde que cumplí los 18, siempre nos hemos comunicado a través del link. –¿Quién más iba a ser? ¿Acaso no me reconoces? –preguntó con burla ante mi desconcierto. –¿Qué hago aquí? ¿Dónde estamos? –pregunté observando el bosque sombrío en el que nos encontrá