Una hermosa joven que sueña desde niña casarse con el amor de su vida, el mejor amigo de su padre, pero solo al cumplir la mayoría de edad, deja de soñar para volver su sueño realidad, hacer sacrificios y dejar las ilusiones por su matrimonio, uno lleno de amor y felicidad hasta que la tragedia los golpea, los secretos se hacen presentes y las mentiras piadosas se vuelven pan de cada día, ella es la viuda de su esposo, como enamorarse de alguien prohibido, él le salvó la vida y lo saco en su peor momento, no puede entregarle su corazón, no debe hacerlo, pero es tarde su corazón ya grita su nombre, no es una relación de tres, es un amor que no entiende razones.
Leer másVICTORIAAún recuerdo ese día—Ahora soy tu esposa—Y yo, tu esposo, sigo sin creer que por fin estemos juntos — pega su frente sobre la mía y yo suspiro, acaricio sus labios con los míos.—Somos una gran familia.—Voy a buscar a Ángel, para que salgan los tres juntos en las fotos y videos. — Me dice la nana de Bastian, bueno de mi esposo, ni yo me la creo. Estar aquí rodeada de tanto amor, sentirme tan querida es una sensación que nunca pensé experimentar, hasta podría decir que parece un sueño, de esos de los que uno no quiere despertar.—Eres feliz, ¿cierto?—Claro que sí, más que feliz, si esto es un sueño, mi amor, no me despiertes —acarició su mejilla y nos damos un delicado beso, de pronto un grito nos hace girar.—¡El niño no está!—Nanita, no bromees.—Ángel, no está, el niño no está.— De pronto siento que todo me da vueltas, me sujeto de Bastian para no caerme, es una fea broma, si eso es una horrible y cruel broma.—¡Ángel, Ángel! — Empiezo a gritar, mientras todos me obser
VICTORIA—¡Ángel!—Hola, mami, no grites tan fuerte, aquí estoy, no me he ido.—Mi niño, tuve miedo, pensé que …—Aquí estoy, mami. ¿Por qué hace tanto frío? Abrázame, tengo miedo.—Ven, mi niño, yo te abrazo.De pronto despierto, me arde el rostro, los ojos, mi cama está vacía.—¡Ángel, Ángel! — Grito desesperada, los truenos, él le tiene miedo,mami, ya va cariño, me salgo de la cama, la ventana que da al balcón está abierta, llueve muy fuerte, mi niño tiene miedo, mami, ya va cariño.—¡Victoria, ¿qué haces?!—Tengo que buscar a mi bebé —le digo, sin mirarlo, solo quiero rescatar a mi hijo, pero de pronto me atrae hacia él tomándome en sus brazos.—Por favor, Victoria, ¿qué ibas a hacer? ¿Lanzarte del balcón? Ángel no hubiera querido esto.—Es mi bebé —le digo entre lágrimas, sujetándome de su pecho, no puedo con este dolor, la angustia me ccarcome.¿Dónde estás, mi niño?BASTIAN—Doy mi vida si fuera necesario, si con eso lo traigo de nuevo con nosotros.—Hijo, lo vamos a encontrar.
VICTORIADe pronto siento unas manos rudas, callosas y ásperas tomar las mías, casi puedo jurar que …—Mami, quítate la venda — Escucho esa vocecita cantarina, la piel se me enchina, se me pone de gallina, es una sensación diferente y extraña; sin embargo, es cálida a la vez. Cuando me bajo la venda, inmediatamente llevo las manos a mi boca; las lágrimas no tardan en aparecer.—Sé que no soy digno de ti, sé que cometí tontería tras tontería, que no estoy a tu altura, no me porte como tú, realmente te merecías, el amor que pensaba dormido despertó de una manera que no me deja vivir mi vida normal, no me deja casi respirar, fue una tortura reconocer ante mí mismo lo que mi corazón sentía hacia ti, porque sabía el daño que te había ocasionado.No puedo creerlo, mis amigos, mi hijo, su padre, todos reunidos a nuestro alrededor y nosotros en medio, mi pequeño vestido con un traje, igual al de su padre, veo velas al redor, formando un círculo, pétalos de rosas por todos lados, Dios mío si e
BASTIÁN—Papi, te metí dos golazos ¿Te duele algo? — Me dice, mientras yo trato de recuperar el aliento, este niño tiene batería sin acabar, me agarro la espalda porque si me duele un poco, recupero el aliento y le alcanzo una botella de agua a mi hijo mientras yo tomo un rehidratante, nos sentamos sobre el césped de campo de juego, pongo las manos hacia atrás al igual que mi cabeza, Ángel me imita y yo sonrió, se ve gracioso.—Hijo, te puedo hacer una pregunta de hombre a hombre, ¿verdad?—Claro, papi, ya estoy grande. ¿Ves? — Mostrándome sus pequeños bracitos, haciendo fuerza para que, según él, se vean músculos.—Quiero que sepas, por si no lo sabes, que eres lo más importante para mí. —Me siento nervioso, soy un tonto por sentirme de esta forma, solo es mi hijo de casi cuatro años, nada más. —Bueno, como te venía diciendo, desde que supe de ti, te volviste algo así como el centro de mi universo, no me atrevería a hacer nada que pudiera dañarte o perjudicarte.—¿Por eso no te casas
VICTORIA—¿¡Charlotte?! —Juli — Corro a abrazarla, no me dijo que vendría, la he extrañado tanto—Ingrata, no me contestabas, hasta pensé que te había pasado algo, pero la nana me dijo que seguías ahí.La tomó de las manos y la observó de pies a cabeza. Está hermosa, tiene un no sé qué hasta se ve más joven, su cabello luce increíble.—Te veo diferente. Sus mejillas se sonrojan, y yo me siento como que hay algo aquí que no cuadra, me toma de la mano y caminamos hasta el sofá de mi sala.—Sabes que te adoro, Victoria, eres como mi familia.—Me estás asustando. — Siento cómo le cuesta un poco hablar, su garganta pasando saliva una y otra vez para luego verla suspirar de manera profunda.—Victoria, simplemente cuando lo volví a ver mi corazón se sentía extraño, lo mire y él me miró, simplemente se dio, no fui con esa idea, hace años lo había visto y me causa impacto, pero rápidamente me olvidé de él, no era yo una mujer para un hombre como de su tipo, pensé que solo era un capricho mío
VICTORIA—Mami, porque hacen tanta bulla, voy a ver, ¡Mami corre! Esa señora le está gritando a mi papi.No tuve tiempo de reaccionar cuando Ángel ya corría las escaleras, justo estaban lavando el auto y tenía la puerta abierta, cuando alzo la mirada, es esa tipa.—¿Cómo te atreves? No me puedes hacer esto. ¡Soy tu maldita prometida! Todo por ese mocoso y esa mujerzuela.Lo señala con el dedo, y hace berrinche como si fuera una niña, pataleando y todo, Se me iba a salir el demonio, conmigo lo que sea, pero con mi hijo eso sí que no.—Con mi hijo, eso sí que no, agárrala Bastian porque no respondo.—Cálmate Victoria, que ella ya se va, Ángel entra a la casa, yo te busco luego.—Pero papi, esa señora es mala.—Ángel, por favor —Le digo.—Está bien, chao, todo porque soy pequeño, pero un día seré tan grande como mi papi Adiós. ¡Bruja!Le saca la lengua y yo quiero reír, pero no puedo hacerlo.—Mocoso de quinta, tu madre y tú son lo peor que pudo aparecer en mi vida, no debieron venir nun
VICTORIA—No bromees de esa forma.—Cuñadita ya vas a ser tía, corre que no llegas.No puedo creer mi dulce Valery, está por traer al mundo a su bebé, tengo que estar ahí con ella.—Mami, ¿Dónde vamos? — En este instante me encuentro de frente con Bastian, no pierdo tiempo estudiando sus gestos o mis emociones, Valery es más importante.—¿Dónde vas con tanta prisa? ¿Todo bien?—Mi mejor amiga está por tener a su bebé.—¡Sí! Ya a nacer mi primito.—Los acompaño, se nota que estás nerviosa y no quiero que les pase nada.No me da tiempo de contestar, cuando veo que le roba el puesto al chofer y se para tomando la puerta con una de sus manos, Ángel corre dentro del auto y no me deja opción, también entro, una vez los tres ahí juntos, mi pequeño se distrae como siempre con las calles a su alrededor, mientras mi pierna no deja de temblar y me como las uñas, encima hay tráfico—Tranquila — Mientras pone una mano sobre mi rodilla, yo en automático me detengo y lo fulmino con la mirada, él rá
VICTORIANo puedo negar que el beso me puso nerviosa, aunque también molesta, porque puede confundir a Ángel y a mí ¿Por qué lo hizo? No tiene sentido, él es un hombre felizmente comprometido, lo sé desde el primer momento en que regrese a su vida y por más que duela debería respetar eso, no voy a cometer los mismos errores del pasado.—Mami ¿Estás bien? Te dije que si me puedes hacer pasta.—Perdón mi cielo, claro que te hago pasta, como a ti te gusta, con albóndigasLa puerta suena y cuando la abre, me doy cuenta de que es Bastian, mi corazón galopea tan rápido que debo llevar una mano a mi pecho para calmarlo, su caminar tan tranquilo relajado, esa enorme sonrisa cuando ve a nuestro hijo, debo sostenerme de la barra del desayunador, no sé cómo puedo ser tan débil cuando se trata de él.—Hola Victoria ¿Cómo estás?—Bien, gracias, vayan a jugar, mientras preparo la cena para Ángel y para mí.No puedo estar mucho tiempo cerca de él, prueba es cuando pasamos tiempo como familia y todo
MIKA—No creo que seas tan idiota, teniendo las pruebas en las manos, juro que, si no fuera que tengo temas aquí en Rusia, te pateo las bolas.—No es necesario, solo que tomo las cosas con calma.Tengo ganas, de verdad, de patearle las bolas, pero en el sentido real, le hemos mostrado las fotos de esa bruja, en el estacionamiento con el idiota del supuesto primo. Estuvimos días, haciendo la guardia hasta que se nos dio, pero este hombre frente a la pantalla dista mucho de ser al que le han puesto los cuernos más grandes que el reno de santa.—Estás tan tranquilo, que das escalofríos.—Estaba a punto de terminar con ella para ser sinceroNo puedo creerlo hasta Draco que estaba callado, escupe su trago.—¡Mierda! Hasta que por fin abriste los ojos, tengo el presentimiento que este milagro tiene artífice, juro que voy y le hago un altar.Bastian agacha la mirada, como si le pesaran las palabras que va a decir.—Sigo enamorado de ella, pero es en vano, solo soy el padre, su hijo, nada más