VICTORIANo puedo negar que el beso me puso nerviosa, aunque también molesta, porque puede confundir a Ángel y a mí ¿Por qué lo hizo? No tiene sentido, él es un hombre felizmente comprometido, lo sé desde el primer momento en que regrese a su vida y por más que duela debería respetar eso, no voy a cometer los mismos errores del pasado.—Mami ¿Estás bien? Te dije que si me puedes hacer pasta.—Perdón mi cielo, claro que te hago pasta, como a ti te gusta, con albóndigasLa puerta suena y cuando la abre, me doy cuenta de que es Bastian, mi corazón galopea tan rápido que debo llevar una mano a mi pecho para calmarlo, su caminar tan tranquilo relajado, esa enorme sonrisa cuando ve a nuestro hijo, debo sostenerme de la barra del desayunador, no sé cómo puedo ser tan débil cuando se trata de él.—Hola Victoria ¿Cómo estás?—Bien, gracias, vayan a jugar, mientras preparo la cena para Ángel y para mí.No puedo estar mucho tiempo cerca de él, prueba es cuando pasamos tiempo como familia y todo
VICTORIA—No bromees de esa forma.—Cuñadita ya vas a ser tía, corre que no llegas.No puedo creer mi dulce Valery, está por traer al mundo a su bebé, tengo que estar ahí con ella.—Mami, ¿Dónde vamos? — En este instante me encuentro de frente con Bastian, no pierdo tiempo estudiando sus gestos o mis emociones, Valery es más importante.—¿Dónde vas con tanta prisa? ¿Todo bien?—Mi mejor amiga está por tener a su bebé.—¡Sí! Ya a nacer mi primito.—Los acompaño, se nota que estás nerviosa y no quiero que les pase nada.No me da tiempo de contestar, cuando veo que le roba el puesto al chofer y se para tomando la puerta con una de sus manos, Ángel corre dentro del auto y no me deja opción, también entro, una vez los tres ahí juntos, mi pequeño se distrae como siempre con las calles a su alrededor, mientras mi pierna no deja de temblar y me como las uñas, encima hay tráfico—Tranquila — Mientras pone una mano sobre mi rodilla, yo en automático me detengo y lo fulmino con la mirada, él rá
VICTORIA—Mami, porque hacen tanta bulla, voy a ver, ¡Mami corre! Esa señora le está gritando a mi papi.No tuve tiempo de reaccionar cuando Ángel ya corría las escaleras, justo estaban lavando el auto y tenía la puerta abierta, cuando alzo la mirada, es esa tipa.—¿Cómo te atreves? No me puedes hacer esto. ¡Soy tu maldita prometida! Todo por ese mocoso y esa mujerzuela.Lo señala con el dedo, y hace berrinche como si fuera una niña, pataleando y todo, Se me iba a salir el demonio, conmigo lo que sea, pero con mi hijo eso sí que no.—Con mi hijo, eso sí que no, agárrala Bastian porque no respondo.—Cálmate Victoria, que ella ya se va, Ángel entra a la casa, yo te busco luego.—Pero papi, esa señora es mala.—Ángel, por favor —Le digo.—Está bien, chao, todo porque soy pequeño, pero un día seré tan grande como mi papi Adiós. ¡Bruja!Le saca la lengua y yo quiero reír, pero no puedo hacerlo.—Mocoso de quinta, tu madre y tú son lo peor que pudo aparecer en mi vida, no debieron venir nun
VICTORIA—¿¡Charlotte?! —Juli — Corro a abrazarla, no me dijo que vendría, la he extrañado tanto—Ingrata, no me contestabas, hasta pensé que te había pasado algo, pero la nana me dijo que seguías ahí.La tomó de las manos y la observó de pies a cabeza. Está hermosa, tiene un no sé qué hasta se ve más joven, su cabello luce increíble.—Te veo diferente. Sus mejillas se sonrojan, y yo me siento como que hay algo aquí que no cuadra, me toma de la mano y caminamos hasta el sofá de mi sala.—Sabes que te adoro, Victoria, eres como mi familia.—Me estás asustando. — Siento cómo le cuesta un poco hablar, su garganta pasando saliva una y otra vez para luego verla suspirar de manera profunda.—Victoria, simplemente cuando lo volví a ver mi corazón se sentía extraño, lo mire y él me miró, simplemente se dio, no fui con esa idea, hace años lo había visto y me causa impacto, pero rápidamente me olvidé de él, no era yo una mujer para un hombre como de su tipo, pensé que solo era un capricho mío
BASTIÁN—Papi, te metí dos golazos ¿Te duele algo? — Me dice, mientras yo trato de recuperar el aliento, este niño tiene batería sin acabar, me agarro la espalda porque si me duele un poco, recupero el aliento y le alcanzo una botella de agua a mi hijo mientras yo tomo un rehidratante, nos sentamos sobre el césped de campo de juego, pongo las manos hacia atrás al igual que mi cabeza, Ángel me imita y yo sonrió, se ve gracioso.—Hijo, te puedo hacer una pregunta de hombre a hombre, ¿verdad?—Claro, papi, ya estoy grande. ¿Ves? — Mostrándome sus pequeños bracitos, haciendo fuerza para que, según él, se vean músculos.—Quiero que sepas, por si no lo sabes, que eres lo más importante para mí. —Me siento nervioso, soy un tonto por sentirme de esta forma, solo es mi hijo de casi cuatro años, nada más. —Bueno, como te venía diciendo, desde que supe de ti, te volviste algo así como el centro de mi universo, no me atrevería a hacer nada que pudiera dañarte o perjudicarte.—¿Por eso no te casas
Una hermosa joven que sueña desde niña casarse con el amor de su vida, el mejor amigo de su padre, pero solo al cumplir la mayoría de edad, deja de soñar para volver su sueño realidad, hacer sacrificios y dejar las ilusiones por su matrimonio, uno lleno de amor y felicidad hasta que la tragedia los golpea, los secretos se hacen presentes y las mentiras piadosas se vuelven pan de cada día, ella es la viuda de su esposo, como enamorarse de alguien prohibido, él le salvó la vida y lo saco en su peor momento, no puede entregarle su corazón, no debe hacerlo, pero es tarde su corazón ya grita su nombre, no es una relación de tres, es un amor que no entiende razones.Ella ama a su esposo y su esposo la ama a ella, pero muchas veces por amor haces sacrificios difíciles de entender, como dejar que otro entre en su corazón para evitarle dolores mayores que una decepción amorosa. En esta historia habrá tanto amor que se tendrá que dividir en tres. Dicen que el orden de los factores no altera el
JAMESConocí a Victoria hace varios años, cuando visitaba la casa de su padre, un gran amigo de mi infancia y un gran amigo a lo largo de los años aunque que por circunstancias de la vida nos separamos, sin embargo, siempre mantuvimos el contacto, la vi con tan solo quince años y podía decir que era como un ángel, su castaña casi rubia y larga cabellera la hacía parecer eso un ángel con una hermosa voz, recuerdo que deseche esa imagen de mi cabeza, porque se trataba de una adolescente además de ser hija de mi mejor amigo adicional a eso le llevaba como treinta años, aún recuerdo cuando la encontré jugando con el hijo de un primo suyo, lo que me dijo.—¿Te gustan mucho los niños?No debí preguntar eso, sonaba escabroso viniendo de un viejo como yo, pero cuando se trataba de ella no sabía cómo actuar con coherencia.—Claro que sí, además, aún soy una chiquilla, por eso les tengo mucha paciencia, así dice mi tía: cuando crezca y sea ya todo una mujer adulta, seguramente tendré muchos ni
—Me gustas, sí, más que eso me encantas, pero … — No espere que ella se soltara el cinturón y se lanzara hasta donde yo estaba, no había ajustado el asiento porque todavía no había puesto la marcha, ni siquiera había regresado la llave al encendido, ella se amoldó tan bien a mis piernas que solo atine a tomarla de las caderas, me sentía como un maldito traidor con mi mejor amigo, pero era la mujer que deseaba con desesperación desde hacía años atrás, la mujer que había tratado de olvidar con otras tantas, estaba ahí sobre mí, mirándome como nunca pensé que lo haría alguna vez en mi vida, como si este fuera uno de los tantos sueños que había tenido en este tiempo, el deseo y el amor que sentía por ella, porque era eso, amor, si fuera netamente deseo ya me hubiera aprovechado tiempo atrás en tantas ocasiones que tuve a lo largo de los años, pero no lo hice, pero ella fue la primera en tomar la iniciativa en perder el miedo que siempre yo tuve, una chiquilla de menos de veinte años me es