—Lo siento, pero no puedo.—¿De qué hablas? Eres mi esposo, no puedes estar hablando en serio. — No quiero decirle que yo lo he apoyado en todo momento y lo mínimo que esperaba de él es que estuviera de mi lado. La verdad es que no entiendo lo que está pasando con mi vida, mi negocio y sobre todo mi familia. Cuando le dije que haría de mi parte para controlarme aquella noche que luego me hizo el amor, pensé que todo estaba bien, pero a la mañana siguiente empezó con esa frialdad que no es parte de mi esposo, no digo que él sea el hombre más romántico del mundo, pero no es frío, se despide con un beso en mis labios al regresar me cuenta su día y sus planes, cuando se puede almorzamos juntos y un fin de semana al mes nos escapamos a algún hotel alejado a amarnos como sabemos hacerlo.—Te dije, Victoria, que ese negocio era tu responsabilidad, que ahí nunca me metería porque era parte de su crecimiento como persona, como adulto. Ahora, sin importar en qué situación estés, debes salir de
BASTIAN.Llegar a esta ciudad es algo extraño, no es que sea un robot o tenga complejos de esquimal como diría mi nana, pero el frío es mi hogar.—Bienvenido señor Jackson — Es Darío, quien llego hace unas semanas para aclimatarse, no entiendo el afán de mi padre, después de todo le estoy haciendo un favor y él me sigue tratando como un niño pequeño mandando a Darío a que me cuide el trasero, le prometí que me voy a portar bien o por lo menos trataré uno nunca sabe con quién se topara en una ciudad nueva, un nuevo país, bueno se supone que es mi país así que tan nuevo no es.Recorremos con el auto algunos lugares que mi mente recuerda: los grandes edificios y la gente vestida con ropas ligeras, un grupo de tres chicas en prendas realmente pequeñas. En Rusia no se ve eso, tal vez regresar no sea tan malo después de todo.Una vez instalado en el departamento que ocuparé por los próximos seis meses, me tomo el tiempo para desempacar la maleta que traje, siempre he sido independiente, no
JAMESCuando le pedí ayuda al viejo Jackson, no le envié la documentación, en ningún momento. Imagina lo que estoy viendo; sin embargo, los ojos de Bastian la observan de una manera, aunque me llena de rabia puede que sea aquella oportunidad que tanto he necesitado, no sé cómo soy capaz de andar pensando en si Bastian Jackson es lo suficiente para mi esposa, no puedo creer que busque que otro hombre la haga suya, cuando Victoria es mía, solo mía, pero no debo dejar que mi egoísmo mal sano me domine, me ciegue, el amor no debe ser así, debo entender que aunque me parta el corazón y el alma, debo hacer que mi esposa se enamore de alguien más antes de dar mi último aliento, quisiera cambiar mi vida, quisiera despertar un día y todo esto fuera una pesadilla, pero finalmente es la realidad, uno donde debo intervenir para evitarle mayores sufrimientos a una mujer como es ella, una que no merece tal dolor.—No puedo creer que de verdad estés aquí, ven muchacho y dale un abrazo a este viejo
VICTORIA—Señor Jackson, déjeme con mi esposo un momento, por favor, tengo algo que hablar con él y los terceros no deben intervenir.Me siento traicionada, no entiendo cómo fue capaz, mira que hacer eso a mis espaldas, soy su esposa, su compañera, su amiga, debió confiar en mí para hacer algo como esto, especialmente con ese tipo que no tiene noción alguna de la diferencia de las equinaceas de los girasoles, un tipo que no tiene nada que ver con mi empresa, con mi negocio, aquel que tanto me costó levantar muy a pesar de esta sociedad machista y muchas veces misógina, pero mi JAMES no es así.—Sé que vas a decir que no debí, que actué de manera ligera, pero todo esto lo hice por ti, piensa como empresaria y no como si no tuvieras noción de lo mal que están las cosas en tu compañía.—Aun así, JAMES, meter a alguien a mi negocio sin mi consentimiento, sin consultarme primero, peor cuando dijiste que no intervendrías porque es MI NEGOCIO. ¿Por qué, JAMES?Su mirada, como si mi decepción
BASTIANMolestarla se ha vuelto mi deporte favorito, luego de un intento de abofetearme supongo que se dio cuenta lo que iba a hacer, porque se queja sí, pero menos, por ese motivo es que me gusta verla rabiar, me gusta sacarla de sus casillas para que entienda que conmigo no juega, porque al hacerlo me hace dar cuenta que solo es una chiquilla esposa de uno de los hombres a quien le debo respeto y agradecimiento absoluto, no importa si la manera en que arruga la cara cuando quiere parecer molesta me parece un acto tan sensual y hace que un deseo torrencial llegue a mí, vamos Bastian no vayas por ese camino, me digo a mí mismo, cada vez que veo sus labios, la manera suave en que murmura las cosas y estos se abren delicadamente, es ¡Basta!—Trabajar contigo es lo peor que me puede haber pasado. No tienes ni una idea de lo que es el paisajismo, no puedo reducir costos en esta área, porque se pierde el concepto.—Entonces usa conceptos más abstractos y económicos, además deberíamos ir a
JAMES—No entiendo a tu esposa, ese hombre la estafó, le robó y aun así ella no quiere hacer la denuncia correspondiente.Entiendo a Bastian, no va a entender que la manera de ser de Victoria es así, despojada, no guarda rencor y seguramente lo está haciendo porque conoce a la esposa de Gaspar y lo que está pasando, pero también tiene que ver que puede perder su empresa y otros se pueden aprovechar.—Hablaré con ella, después de todo tienes razón, ella debería entender que en esta vida no se pueden confundir los negocios con los sentimentalismos baratos. Esa mujer es terca, a veces cansa de verdad que sí, parece que tuviera una hija y no una esposa madura, se porta como niña chiquita y caprichosa.Nunca hablaría de esa manera de mi esposa frente a nadie, pero necesito que piense que me estoy cansando de vivir con alguien tantos años menor, la edad nunca fue impedimento para amar a mi esposa como lo hago, nunca me vi influenciado por nuestras diferencias, ella se ha portado como la muj
VICTORIAJamás había visto u oído una actitud de JAMES de ese tipo, jamás en estos años él se mostró indiferente ante el dolor de las personas. Esa mujer se debate entre la vida y la muerte, esa mujer está en una cama de hospital atenta a morir sin ese dichoso trasplante.—Señora, ¿se siente bien? —me dice Marina, la secretaria de mi esposo.—Sí, claro, tranquila.Quiero llorar de la rabia, porque pensé que esa pequeña etapa en que vi un JAMES diferente había terminado, ahora me muestra que no es así, no entiendo cómo es que él no puede entenderme, hasta me duele la cabeza, le pido que haga algo por alguien más, por alguien que no puede hacerlo y ya no quiero pensar, por primera vez en mi vida haré algo que no acostumbro, siento que me ahogo con sus actitudes, es como si estuviera conociendo un James que nunca antes había visto, nunca me enoje tanto con él, jamás pensé que esto sucedería, ¿Qué alguien me explique donde está mi querido JAMES?…—¿Qué desea tomar? — Nunca he tomado un t
VICTORIA—Permíteme invitarte un trago — Estaba a punto de rechazarlo, porque se supone que él me cae peor que patada en el hígado, pero estoy de un humor como que quisiera quedarme horas y horas y no regresar a casa, como si alguien me hubiera leído los pensamientos mi teléfono empieza a sonar, me alejo para contestar fuera del bullicio hasta salir del bar, al final resultó ser un proveedor pidiendo un pago atrasado, le indique en unas horas se lo trasferiría, al terminar la llamada solo suspiro y quiero llorar, porque ahora estoy tomando de mis ahorros para poder pagarles, porque nunca quise verme en esta situación, porque no me gusta sentirme tan vulnerable, las lágrimas me hacen recordar aquella época en que mi corazón se partió en mil pedazos al perder a mi padre, aquella época en que las lágrimas eran pan de cada día, donde sentía que la vida se me iba, cada lágrima que derramo, es sinónimo de aquella época que hubiera querido que nunca pasara.Un pañuelo se asoma ante mis ojos,