SEMANAS DESPUÉS
BASTIAN
Otra vez despierto con un fuerte dolor de cabeza, trato de abrir los ojos, pero la luz de la ventana me ciega. ¿Dónde se supone que estoy? Haz memoria, Bastián. Claro, ayer el club, los tragos, la pelea, las gemelas. Seguramente llamé a Darío para que limpiara mi desastre. A rastras me levanto de la cama, necesito una ducha, tomo mi Rolex y me fijo la hora. ¡Carajo! Mi padre me va a matar, hoy había junta, es lunes.
En cinco minutos me bañé o menos batí mi propio récord, me pongo una de mis tantas camisas que siempre están planchadas y todo en perfecto orden gracias a Ruth, mi ama de llaves más bien de mi padre. Bajo las escaleras mientras me pongo el corbatín y veo a mi padre con una taza de café como si nada del otro mundo
—¡¿Qué haces aquí?! Pensé que estarías ya en la oficina, me quedé viendo unos papeles hasta tarde y se me pegaron las sábanas.
Soy un cínico de primera, le miento en la cara a mi propio padre.
—¿Sabes que vivo en la misma casa que tú? Además, eres un tarado, es domingo. — Soy más que un tarado, son un imbécil. No le digo nada porque esta vez tiene razón, lo soy, ¿domingo? Claro, si la salida era sábado, métanme un tiro de una vez y entiérrenme.
—Lo siento.
—Le voy a duplicar el sueldo a Darío, cargar contigo y tus metidas de pata, no sé cuándo vas a madurar, tienes licenciatura y diplomado en administración y negocios internacionales, tienes magíster en finanzas y marketing, además de hablar cuatro idiomas, pero dejas que dos prostitutas estén a punto de robarte de lo ebrio que estabas. ¿Te has visto la cara por lo menos?
Tomo una de las charolas de plata que están sobre la mesa y es cierto, tengo el ojo morado y unos rasguños, no me vi al espejo en mi habitación por las prisas.
—Pensé que había ganado.
—No sé qué más hacer contigo, más bien si lo sé, espero que tomes en cuenta lo que te voy a decir, porque la verdad hijo que estás desperdiciando tu talento, la empresa va tan bien, que no es necesario tu presencia ya ahí, por eso hablando con uno de tus maestros ¿Recuerdas a Makensi?
—El maestro James, claro como no lo voy a recordar si por él no desistí de la carrera y de ahí no paré. ¿Qué sucede con él? ¿Cómo está? — Lo recuerdo con mucho cariño, es el hombre a quien prácticamente le debo mi vida, pero dejé de saber de él, cuando terminé mi primera carrera y me fui del país, por eso vivo aquí en Rusia junto con mi padre y la empresa sede principal.
—Me dijo que con el todo bien, el problema es su esposa que tuvo un percance y su negocio de paisajismo está yéndose en picada, necesita ayuda y tú tienes todas las especialidades que necesita, además que eres de su entera confianza. Piénsalo, sabes que James Makensi es como familia y a la familia en las buenas y en las malas sabes a qué me refiero.
—Padre es una empresa de paisajismo, como se te ocurre que después de ser presidente de una empresa tras nacional, ahora voy a ayudar a resurgir un negocio como ese, sabes muy bien que no está a mi altura.
Como se lo ocurre, una desfachatez de ese tamaño.
—Necesito que lo hagas Bastián, los accionistas por más que seas un excelente presidente, están perdiendo la fe en ti por tu alocada vida personal, no aceptaste casarte para que se formen una imagen de familia sobre ti, si recuerdas en seis meses hay junta, si quieres que te dé mi voto de confianza y eres consciente como pesa con esos vegetes, entonces lo harás, solo serán seis meses, con un buen plan de negocios harás que resurja en menos tiempo, por favor hijo hazme sentir orgulloso y toma la decisión más sensata e inteligente, ahora siéntate a tomar desayuno conmigo que ya lo están trayendo.
No puedo hacer algo como eso, yo ayudando a una tipa que seguro tiene el negocio que le puso su marido, es de esas viejas estiradas, terminara mal todo esto, estoy seguro.
…
—Entonces eso te dijo tu padre.
—Así como lo oyes, él cree que yo, Bastián Jackson, voy a trabajar con una vieja estirada de la sociedad americana, esas que paran con tubos en la cabeza y hablando mal de todo el mundo o en reuniones sociales.
—Por lo menos sabes qué empresa es o como es esa dichosa vieja como tú le dices. — La verdad que no tengo idea, yo me aleje de Makensi hace cerca de diez años, gracias a él y sus consejos termine mi carrera en tiempo récord, eso que estuve a punto de dejarla, nos comunicamos a veces por mensajes cortos y muy protocolares, me dedique a estudiar y a vivir la vida y me olvide de los años en que me quemaba la pestaña, tal como se lo prometí a mi madre en su lecho de muerte.
>>A ver señoritas a ustedes que les gustan dar consejos que no le piden, ¿Qué harían en mi lugar?
—Me voy
—Me voy
Los observo como si les hubiera salido un tercer testículo, no pueden estar hablando en serio sobre que dejarían todo y se irían al otro lado del mundo.
—¿Están locos? O ¿La clamidia les llego al cerebro?
—Cállate imbécil — Y me tapan la boca para que no siga con eso, que solo los tres sabemos — se supone que no lo debes mencionar, me dice Mika, el idiota que se hace llamar mi mejor amigo.
—Quien los manda a acostarse con la misma mujer en una noche, las mujeres de sus amigos se respetan sin importar si es solo un acoston o cualquier cosa.
—No hablemos de eso, sino de lo otro tu tema, piénsalo Bastián, te has acostado con medio Rusia, ya las mujeres hermosas se están yendo del país, además estando allá, tu padre no se va a enterar de tus andanzas, serás como Superman, de día un respetable administrador de una empresa de paisajismo y de noche un libertino buscando el coño perfecto, todos ganan, tu nueva experiencia y tu padre recuperar la confianza en ti junto con esa dichosa junta de accionistas.
—¿Cuánto te dio mi padre?
—Diez mil dólares, pero me dijo que buscara la manera de convencerte, las ideas son mías y él no las sabe, lo juro por el dedo meñique.
No sé qué decir, yo estaba muy bien aquí, pero esos vegetes le andan metiendo ideas a mi padre que no me gustan, soy presidente, pero no dueño, ese es mi padre, cuando lo sea compro sus acciones y los mando a volar.
—Entonces vamos al bar nudista y tú pagas los bailes, después de todo vendiste a tu amigo por míseros diez mil dólares.
—Si Bastián tiene razón, vamos al club —por fin habló Drago, mi otro mejor amigo.
—Que te quejas si a ti también te los dio y te has quedado callado, te voy a acusar con el viejo — Yo les doy dos golpes en la nuca a ambos.
—Entonces ambos pagan los bailes y los tragos, par de traicioneros, son peores que Judas. —Solo espero que lo que estoy pensando sea buena idea.
JAMES—¡No puedo creer que hayas cometido un error como ese! ¿En qué estabas pensando? — Me duele ser tajante e intransigente con Victoria, mucho más cuando no se lo merece, porque sé la clase de animal que es ese sujeto, pero debo hacerlo. Si no lo hago, sufrirá el día en que yo parta. No se esperaba mi grito o que por lo menos yo le alzara la voz, siempre hemos llevado una relación de respeto y admiración uno por el otro, claro además del inmenso amor que sentimos, pero, aunque mi alma se desgarre, no puedo flaquear, tengo un propósito en esta vida o lo que me queda de ella, que la mujer que amo sea feliz.—James, ¿Me gritaste? ¿Qué pasó? En los años que llevamos juntos solo lo has hecho una vez y ese cerdo de Albert no vale que hagas algo como esto. Si se me fue un poco la mano con la manera en que le hablé, es que, mi cielo, tú no estabas ahí cuando ese hombre.—Nada justifica tu accionar, Victoria, una mujer decente y con educación, no se rebaja a discutir con un hombre como Roge
—Lo siento, pero no puedo.—¿De qué hablas? Eres mi esposo, no puedes estar hablando en serio. — No quiero decirle que yo lo he apoyado en todo momento y lo mínimo que esperaba de él es que estuviera de mi lado. La verdad es que no entiendo lo que está pasando con mi vida, mi negocio y sobre todo mi familia. Cuando le dije que haría de mi parte para controlarme aquella noche que luego me hizo el amor, pensé que todo estaba bien, pero a la mañana siguiente empezó con esa frialdad que no es parte de mi esposo, no digo que él sea el hombre más romántico del mundo, pero no es frío, se despide con un beso en mis labios al regresar me cuenta su día y sus planes, cuando se puede almorzamos juntos y un fin de semana al mes nos escapamos a algún hotel alejado a amarnos como sabemos hacerlo.—Te dije, Victoria, que ese negocio era tu responsabilidad, que ahí nunca me metería porque era parte de su crecimiento como persona, como adulto. Ahora, sin importar en qué situación estés, debes salir de
BASTIAN.Llegar a esta ciudad es algo extraño, no es que sea un robot o tenga complejos de esquimal como diría mi nana, pero el frío es mi hogar.—Bienvenido señor Jackson — Es Darío, quien llego hace unas semanas para aclimatarse, no entiendo el afán de mi padre, después de todo le estoy haciendo un favor y él me sigue tratando como un niño pequeño mandando a Darío a que me cuide el trasero, le prometí que me voy a portar bien o por lo menos trataré uno nunca sabe con quién se topara en una ciudad nueva, un nuevo país, bueno se supone que es mi país así que tan nuevo no es.Recorremos con el auto algunos lugares que mi mente recuerda: los grandes edificios y la gente vestida con ropas ligeras, un grupo de tres chicas en prendas realmente pequeñas. En Rusia no se ve eso, tal vez regresar no sea tan malo después de todo.Una vez instalado en el departamento que ocuparé por los próximos seis meses, me tomo el tiempo para desempacar la maleta que traje, siempre he sido independiente, no
JAMESCuando le pedí ayuda al viejo Jackson, no le envié la documentación, en ningún momento. Imagina lo que estoy viendo; sin embargo, los ojos de Bastian la observan de una manera, aunque me llena de rabia puede que sea aquella oportunidad que tanto he necesitado, no sé cómo soy capaz de andar pensando en si Bastian Jackson es lo suficiente para mi esposa, no puedo creer que busque que otro hombre la haga suya, cuando Victoria es mía, solo mía, pero no debo dejar que mi egoísmo mal sano me domine, me ciegue, el amor no debe ser así, debo entender que aunque me parta el corazón y el alma, debo hacer que mi esposa se enamore de alguien más antes de dar mi último aliento, quisiera cambiar mi vida, quisiera despertar un día y todo esto fuera una pesadilla, pero finalmente es la realidad, uno donde debo intervenir para evitarle mayores sufrimientos a una mujer como es ella, una que no merece tal dolor.—No puedo creer que de verdad estés aquí, ven muchacho y dale un abrazo a este viejo
VICTORIA—Señor Jackson, déjeme con mi esposo un momento, por favor, tengo algo que hablar con él y los terceros no deben intervenir.Me siento traicionada, no entiendo cómo fue capaz, mira que hacer eso a mis espaldas, soy su esposa, su compañera, su amiga, debió confiar en mí para hacer algo como esto, especialmente con ese tipo que no tiene noción alguna de la diferencia de las equinaceas de los girasoles, un tipo que no tiene nada que ver con mi empresa, con mi negocio, aquel que tanto me costó levantar muy a pesar de esta sociedad machista y muchas veces misógina, pero mi JAMES no es así.—Sé que vas a decir que no debí, que actué de manera ligera, pero todo esto lo hice por ti, piensa como empresaria y no como si no tuvieras noción de lo mal que están las cosas en tu compañía.—Aun así, JAMES, meter a alguien a mi negocio sin mi consentimiento, sin consultarme primero, peor cuando dijiste que no intervendrías porque es MI NEGOCIO. ¿Por qué, JAMES?Su mirada, como si mi decepción
BASTIANMolestarla se ha vuelto mi deporte favorito, luego de un intento de abofetearme supongo que se dio cuenta lo que iba a hacer, porque se queja sí, pero menos, por ese motivo es que me gusta verla rabiar, me gusta sacarla de sus casillas para que entienda que conmigo no juega, porque al hacerlo me hace dar cuenta que solo es una chiquilla esposa de uno de los hombres a quien le debo respeto y agradecimiento absoluto, no importa si la manera en que arruga la cara cuando quiere parecer molesta me parece un acto tan sensual y hace que un deseo torrencial llegue a mí, vamos Bastian no vayas por ese camino, me digo a mí mismo, cada vez que veo sus labios, la manera suave en que murmura las cosas y estos se abren delicadamente, es ¡Basta!—Trabajar contigo es lo peor que me puede haber pasado. No tienes ni una idea de lo que es el paisajismo, no puedo reducir costos en esta área, porque se pierde el concepto.—Entonces usa conceptos más abstractos y económicos, además deberíamos ir a
JAMES—No entiendo a tu esposa, ese hombre la estafó, le robó y aun así ella no quiere hacer la denuncia correspondiente.Entiendo a Bastian, no va a entender que la manera de ser de Victoria es así, despojada, no guarda rencor y seguramente lo está haciendo porque conoce a la esposa de Gaspar y lo que está pasando, pero también tiene que ver que puede perder su empresa y otros se pueden aprovechar.—Hablaré con ella, después de todo tienes razón, ella debería entender que en esta vida no se pueden confundir los negocios con los sentimentalismos baratos. Esa mujer es terca, a veces cansa de verdad que sí, parece que tuviera una hija y no una esposa madura, se porta como niña chiquita y caprichosa.Nunca hablaría de esa manera de mi esposa frente a nadie, pero necesito que piense que me estoy cansando de vivir con alguien tantos años menor, la edad nunca fue impedimento para amar a mi esposa como lo hago, nunca me vi influenciado por nuestras diferencias, ella se ha portado como la muj
VICTORIAJamás había visto u oído una actitud de JAMES de ese tipo, jamás en estos años él se mostró indiferente ante el dolor de las personas. Esa mujer se debate entre la vida y la muerte, esa mujer está en una cama de hospital atenta a morir sin ese dichoso trasplante.—Señora, ¿se siente bien? —me dice Marina, la secretaria de mi esposo.—Sí, claro, tranquila.Quiero llorar de la rabia, porque pensé que esa pequeña etapa en que vi un JAMES diferente había terminado, ahora me muestra que no es así, no entiendo cómo es que él no puede entenderme, hasta me duele la cabeza, le pido que haga algo por alguien más, por alguien que no puede hacerlo y ya no quiero pensar, por primera vez en mi vida haré algo que no acostumbro, siento que me ahogo con sus actitudes, es como si estuviera conociendo un James que nunca antes había visto, nunca me enoje tanto con él, jamás pensé que esto sucedería, ¿Qué alguien me explique donde está mi querido JAMES?…—¿Qué desea tomar? — Nunca he tomado un t