32

Manuel se giró para volver a la cabaña y se dio de bruces con Yuma. El tupi le miraba serio, pero ya no parecía enfadado, y Manuel se sintió relajado ante su presencia. Supo que sabía todo lo que había ocurrido. Él y Cala habían seguido su conversación con el muchacho. El sigilo de aquellos seres era asombroso y estaba claro que Cala había aprendido a mostrarse tan silenciosa como ellos.

—Gracias —murmuró Yuma.

—No me las des, volverá —contestó Manuel—, y lo hará por mi culpa, supongo que Cala te ha dicho de dónde sale.

—Sí —dijo Cala saliendo de detrás de uno de los árboles—, y la culpa es mía, no tuya.

Manuel sonrió. Sabía que ella estaba allí, acompañando al tupi.

—El adulto soy yo, creo.

Caminaron juntos hacia la cabaña

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo