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fuego en la oscuridad

Valeria

El caos estalló en cuestión de segundos, los gritos y los disparos llenaron el aire, y mi corazón comenzó a latir con tanta fuerza que pensé que se me saldría del pecho.No sabía hacia donde correr ni qué hacer, pero las palabras de lucas resonaban en mi cabeza: "vuelve a la casa, ahora."

Corrí tan rápido como pude, pero los disparos parecían acercarse cada vez más. El jardín, que por la tarde había sido un refugio, ahora era un campo de batalla. Cuando llegue al patio trasero, una figura oscura emergió frente a mí.

—¡Valeria! —grito Sam, apareciendo de l nada. Su rostro estaba cubierto de sudor, pero sus ojos eran decididos. —Ven conmigo, rápido.

Antes de que pudiera responder, me tomó del brazo, y me arrastró a un lado de la mansión, dónde un grupo de hombres armados se movían en formación.

—¿Qué está pasando? —logré preguntar, con mi voz temblorosa.

—Petrov —respondió Sam, sin detenerse. —sus hombres están aquí.

Sentí que la sangre se me helaba. Esto no era una advertencia ni un mensaje. Esto era un ataque.

—¿ Y Luca?

Sam no respondió de inmediato. Me empujó hacia una puerta lateral y me hizo entrar a una pequeña sala protegida por paredes gruesas.

—Él está manejando esto. Hará lo que sea necesario para sacarnos de aquí con vida.

Quise protestar, pero Sam cerró la puerta detrás de mí, dejándome sola en lo que parecía ser un refugio improvisado. El ruido afuera seguía siendo ensordecedor, y cada disparo hacía que me encogiera un poco más.

Luca

El ataque de Petrov había llegado antes de lo esperado, pero no me había tomado completamente por sorpresa. Siempre había sabido que esto era una posibilidad, y aunque no estaba listo para que Valeria estuviera en medio de esto, no había tiempo para lamentaciones.

—¡Defiendan el perímetro! —grité, con mi voz cortando el ruido de los disparos. —No dejen que entren a la casa.

Mis hombres respondieron de inmediato, moviéndose con predicación y disciplina. El jardín estaba lleno de sombras y fuego, pero yo solo tenía un objetivo en mente: proteger a Valeria.

Petrov había cometido un error al traer está guerra a mi puerta. Él pensaba que podía intimidar me, pero no sabía de lo que era capaz cuando alguien amenazaba lo que me importaba.

Sam apareció a mi lado, su arma en la mano.

—Valeria está segura, en la sala de protección.

Asentí, sintiendo una ligera ola de alivio.

—Bien. Ahora acabemos con esto.

Los hombres de Petrov eran números, pero no estaban preparados para nuestra respuesta. Mi equipo había sido entrenado para este tipo de situaciones, y cada disparo que escuchaba era un recordatorio de que no iba a ceder ni un centímetro.

En medio del caos, ví una figura que reconocí de inmediato: uno de los tenientes de Petrov. Estaba dando órdenes a un grupo de hombres cerca de la entrada principal.

—Voy tras él —le dije a Sam, señalando al hombre.

—Cuidado. Luca. Esto podría ser una trampa.

—Lo se.

Avance con cuidado, usando las sombras como cobertura. Mi enfoque estaba completamente en mi objetivo. Si podía capturarlo, quizás podría obtener información sobre los planes de Petrov.

Valeria

El silencio en la pequeña sala era casi peor que el ruido afuera. Cada disparo, cada grito me hacia saltar. Quería salir, buscar a Luca y asegurarme de que estaba bien, pero sabía que no podía hacer nada para ayudar.

Mi mente era un torbellino de pensamientos. ¿Cómo había llegado aquí? hace unas semanas , mi vida era completamente diferente. Ahora estaba atrapada en una guerra que no entendía, rodeada de peligros que no sabía cómo enfrentar.

Pero una cosa estaba clara: no podía quedarme aquí sentada esperando a que todo terminara.

Busqué algo, cualquier cosa que pudiera usar como arma, pero la sala estaba vacía exepto por una pequeña mesa y una lámpara. Justo cuando estaba considerando usar la lámpara como defensa, la puerta se abrió de golpe.

Di un paso atrás, con el corazón en la garganta. Pero no era un enemigo.

—Valeria, tenemos que movernos —dijo Sam, entrando con rapidez.

—¿Qué está pasando?

—Están intentando rodearnos. No podemos quedarnos aquí.

Sam me tomó del brazo y me llevo fuera de la sala. Los pasillos estaban oscuros, pero el sonido de los disparos eran más fuertes que nunca.

—¿Dónde está Luca? —pregunté, con mi voz apenas un susurro.

Está enfrentando a los hombres de Petrov. No te preocupes, sabe lo que hace.

Intenté aferrarme a esas palabras, pero el miedo seguía apretando mi pecho.

Luca

Logré acercarme al teniente de Petrov sin ser visto. Su confianza era su mayor debilidad, y la usé en su contra. Antes de que pudiera reaccionar, lo tomé por el cuello y lo empujé contra la pared más cercana.

—¿Dónde está Petrov? —gruñí, apretando más fuerte.

El hombre intentó resistirse, pero sabía que no tenía oportunidad.

—No te diré nada —escupió, pero su voz traiciono su miedo.

—Eso no fue una solicitud.

Lo golpeé con fuerza, lo suficiente para dejarlo aturdido. Mis hombres se encargaron del resto, arrastrándolo hacia la casa para interrogarlo más tarde.

Mientras regresaba al interior, ví a Sam y a Valeria. Si rostro estaba pálido, pero cuando me vio, algo en su expresión cambió.

—¿Estás bien? —pregunté, acercándome a ella.

—Sí, pero esto... —Ella hizo un gesto hacia el caos a nuestro alrededor. —Esto no puede seguir así, Luca.

—No seguirá. —Mis palabras fueron una promesa.

Pero sabía que detener a Petrov no, sería tan simple.

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