El juego de las emociones

El juego de las emocionesES

Romántica
Angie Pichardo  Completo
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20Capítulos
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Resumen
Índice

Las emociones son las reacciones a los estímulos de nuestro diario vivir, ya sean negativos o positivos. Pero ¿Qué pasa cuando estas son dirigidas por nuestras inseguridades y complejos? ¿Puede una mujer al parecer lo tiene todo, llevar una vida estable al dejarse controlar por sus miedos y baja autoestima? ¿Y qué sucede cuando crees el de tu vida es demasiado para ti? En especial, si él es un hombre evasivo y poco expresivo alimenta las inseguridades de su esposa. ¿Crees ellos puedan tener un "felices para siempre"?

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Lluvia
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Gélido abismo
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El amargor de la decepción
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Calidez
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Inalcanzable
Todos notaron el cambio en su estado de ánimo. Su rostro emanaba luz y sus ojos brillaban como las estrellas. En ocasiones se le escuchaba tararear en voz baja. —"Definitivamente algo le pasó" —todos murmuraban mirándola como si fuera un alíen. Alan, el compañero de trabajo guapo que siempre la molestaba, la observaba con recelo. Se le acercó con cara de querer descubrir algo.  —¡Hey! —gritó en su oído, a esto ella respondió con un grito. —¡Alan, por Dios, me asustaste! ¿Qué no tienes trabajo que hacer que andas con tus niñerías todo el tiempo? —preguntó molesta.Él acercó su cara rara de detective y le apuntó con el dedo.  —¡Tú! —¿Acaso te volviste loco? —le golpeó el hombro para que se alejara.Leer más
Espinas venenosas
  La mañana emanaba buena vibra, definitivamente era un domingo para quedarse en casa y cocinar algo delicioso. Ese era el único día que le inspiraba estar en la cocina, ya que lo tenía completamente libre. Aunque los sábados casi nunca iba a trabajar, siempre había algo que terminar o editar; por lo tanto, le era costumbre dedicarle unas horas al trabajo ese día. El timbre sonó y la vibra cambió de radiante a oscuro, un frío insoportable llenó su interior. ¡Esa voz!  —Alex, querido. ¡Tu madre está feliz! —desde que él abrió la puerta, la voz chillona de aquella señora inundó el lugar. —Me alegro mucho, Ma. En... —él no terminó la frase cuando ya ella había irrumpido. —¿Dónde está mi nieta hermosa? —la señora pre
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El peso de la frustración
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Celos
 Fuego abrazador que destruye todo a su alrededor y domina la lógica y la razón, que ciega el pensamiento sobrio. Celos...   Sus cuerpos desnudos estaban entrelazados entre sí. La noche anterior había sido muy revuelta y sus ropas estaban tiradas por doquier. Era viernes, último día de completa privacidad para ellos. La niña estaba con su abuela en la casa de la playa y la pareja pasarían el fin de semana allá.  —No quiero ir a trabajar... —Anny murmuró mientras acariciaba la mejilla de Alex, quien la miraba a los ojos con ternura. —Resiste —sonrió—, mañana nos vamos a divertir en la playa —Anny hizo una mueca. Estar en la playa era emocionante, pero estar en la playa con la familia de él, era desquiciante. —No pongas esa cara —be
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“Tu pasividad alimenta esas inseguridades que me atrapan y me hacen cobarde y entonces, me convierto en una perdedora”.   El viaje a la casa de la playa fue más rápido de lo que Anny esperaba; pese al incómodo silencio que habitaba en el vehículo, prefería eso antes que llegar. Lo único que la alentaba era el hecho de que vería a su pequeña, después de una larga semana separada de ella. Salieron del auto con el mismo silencio, Anny tomó su bolso y Alex sacó la valija del baúl. El lugar no estaba mal. Era una casa lujosa, rodeada de palmeras, con una entrada decorada con piedras y pequeñas plantas. Desde el frente se podía apreciar la hermosa playa que quedaba atrás de la casa. Entraron recibidos por el personal y subieron a una habitación dirigidos por una de las muchachas del servicio. A
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