Capítulo diecisiete.

Ethan observó a Ylva con una sonrisa tranquilizadora y decidió presentarse.

—Soy Ethan. Te encontré desmayada en el bosque hace una semana —dijo, omitiendo la parte en que la encontró desnuda para no avergonzarla—. Has estado durmiendo desde entonces.

Ylva trató de levantarse, pero Ethan rápidamente la detuvo, colocándole una mano suave, pero firme en el hombro.

—Espera, primero necesitas comer algo. Has estado dormida y tu cuerpo solo ha recibido nutrientes por vía intravenosa, pero eso no es suficiente. Necesitas energía para recuperarte, especialmente teniendo en cuenta que estamos casi a mitad del bosque —explicó con paciencia.

Ylva, aunque confundida, entendió la lógica de sus palabras y asintió. Su estómago gruñó ligeramente, recordándole que efectivamente tenía hambre.

Ylva, un poco avergonzada esperando que el gruñido de su estómago no fuera escuchado por el guapo hombre que tenía delante, decidió presentarse.

—Soy Ylva —dijo con una voz suave pero firme.

Ethan asintió, mostr
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP