En las frondosas montañas de Cunan, donde la luna brilla de manera inusual, se esconde el secreto mejor guardado del mundo sobrenatural: la cuna de los hombres lobo. Es ahí donde Anya, una cazadora con un trágico pasado que la hizo odiar a esa raza sobrenatural, debe seguir la pista del paradero de su hermana raptada mientras averigua una serie de crímenes violentos que han estado ocurriendo en el mundo humano. Para ello, debe engañar a Kael, el alfa y líder supremos de Cunan, haciéndose pasar por una representante de la ley humana. Kael presiente que Anya es una amenaza para su manada y para la paz que tanto anhela. Sin embargo, a medida que se ven obligados a trabajar juntos, la hostilidad inicial entre ellos comienza a transformarse en algo más profundo. Ninguno imagina que, en medio del caos, la pasión puede despertar sus más bajos instintos.
Leer másKaelSaber que Anya era mi mate me había sacudido hasta los cimientos.Se sentía como una bendición propiamente dicha y por ello siempre le agradecería a la Diosa; sin embargo, el hecho de saber que era un hada sagrada se sentía como algo irreal, pero tener la certeza de que ella era capaz de robar magia y poder de cualquier sobrenatural era aterrador.No sabía cómo explicarlo y ella sintió ese miedo.Anya me vio con el ceño fruncido, confundida ante mi expresión desoladora.Yo tragué saliva por las implicaciones que eso conllevaba.—¿Me tienes miedo? —preguntó Anya con la voz entrecortada.—No —dije de inmediato—. No te tengo miedo a ti o a lo que eres, temo es por lo que pueda generar en los demás… Los despojadores son seres que todos temen. Me da miedo lo que otros puedan hacer con esa información.Mi admisión la hizo suspirar.—La Diosa me dotó con el conocimiento necesario para entender que mi poder es muy peligroso y que debo usarlo sabiamente —dijo Anya como si no creyese lo que
Anya—¿Qué te puso así? —preguntó Waira sin entender mi reacción y yo la miré con desconcierto—. ¿Es por la leyenda?Asentí con dificultad y ella me vio con sorpresa.—Soñé con la Diosa, o eso es lo que creo… Una mujer de extraordinaria belleza me dijo un par de cosas sobre mi poder, sobre las criaturas que ella había creado. Siento que ahora mismo estoy dentro de la pesadilla de la pesadilla de un sueño —admití luego de limpiarme la boca.—Si algo he aprendido sobre el destino, es que la Diosa nunca revela sus cartas a menos que sea necesario —dijo Waira con seriedad—. Si la Diosa te dio una bendición, debes descubrir qué clases de poderes tienes para que puedas explorarlo. Yo tengo la corazonada de que la serie de muertes va a ir en escala y, si nuestras sospechas son ciertas y están involucrados los elfos oscuros, nuestro mundo va a sufrir mucho. El hecho de que un hada sagrada esté ahora entre nosotros no es casualidad.—Yo no pedí ser un hada sagrada —dije a la defensiva.—No, te
Anya Las alas que colgaban de mi espalda se sentían muy pesadas.No las pude levantar, sino que las arrastré con dolor y fue difícil para mí levantarme del suelo, por eso miré a Kael preguntándome qué era lo que me estaba sucediendo.—Sí es un hada, mira sus hermosas alas —dijo la niña y mi cerebro tuvo un colapso.Caí inconsciente y cuando desperté, no tenía alas, pero estaba acostada sobre una calma de hospital. Todo se veía blanco, antiséptico y lo único a lo que me aferraba con fuerza era a la mano de Kael.—Gracias a la Diosa que ya despertaste, Anya.—¿Tuve otro sueño? —le pregunté y él negó.—No, lo que sucedió fue muy real. No sabemos cómo es que puedes controlar tus alas, ni…—¿Me estás diciendo que yo soy un hada? —le pregunté con incredulidad y en ese momento entró Waira junto a una mujer elegante que tenía un porte fuerte.—No solo era un hada, eres un hada sagrada —dijo la mujer y me acercó un libro ilustrado que se veía viejo, pero bien conservado—. Estuvimos indagando
Anya—Despierta, niña —dijo una mujer que no conocía y fruncí el ceño.Lo levanté y me di cuenta de que estaba en una especie de oasis, justamente dentro del agua, y una mujer alta, con el cabello blanco, estaba de espaldas a mí.—¿Quién eres? —pregunté con miedo.La mujer se giró y miré el rostro más hermoso que alguna vez había visto.Ella era la belleza hegemónica encarnada en la tierra; sin embargo, algo en esta mujer no era humano ni común. Se sentía como un sobrenatural y eso me puso en estado de alerta.—Tus trucos de cazadora no van a funcionar conmigo —dijo la mujer—. Y es triste que el sello ni siquiera te haya permitido acercarte a la verdad. No tienes idea de quién soy yo.Negué porque era verdad.No sabía quién era esa mujer ni dónde estaba yo.—¿Dónde estoy? —le pregunté de forma directa y ella sonrió.—Estás en mi oasis, en el lugar donde hago los bautismos especiales a las criaturas más increíbles que alguna vez he creado —dijo ella y yo fruncí el ceño.Miré el agua, el
KaelCinco días enteros pasaron con Anya inconsciente y mi lobo se estaba volviendo loco.No sabía explicar la clase de desesperación que Bazir tenía; era como si él supiera algo que yo no y eso me estaba alterando. Lo peor era que mi lobo era incapaz de hablar conmigo, de siquiera decirme algo.Fue mi hermana, quien medió con Merinus, la única loba que entró para entregarme algo de ropa y saber lo que sucedía con Anya.Waira también estimaba a Anya; no me había dado cuenta de qué tanto hasta ese día.—¿Por qué sigue inconsciente? —le pregunté a Merinus.—Su cuerpo se está regenerando solo —dijo la líder de las hechiceras y mi hermana alzó las cejas con sorpresa—. El arma sagrada hizo daño, el suficiente como para quedarse en su cuerpo en forma de sustancia y por eso su recuperación es lenta. De alguna forma, al anularse su poder sobrenatural, ella adaptó todo el mecanismo humano de su cuerpo para sobrevivir.—Todavía no puedo creer que esté viva —dijo Waira y Merinus asintió.Yo solo
KaelHabía estado demasiado distraído con todo lo sucedido y no me di cuenta de lo que estaba pasando hasta que escuché un grito de horror.—¿Qué rayos fue eso? —pregunté y Vagar frunció el ceño, hasta que se escuchó algo atrás.Agucé mis sentidos y pude dilucidar que eran sonidos claros de lucha y, por la forma de respirar, podía jurar que era Anya la que estaba en peligro.Bazir se puso en acción de inmediato y activó su hipersensibilidad; así fue como salí de la taberna con prisa. Un grupo de hombres me siguió, pero nos dimos cuenta de que el sonido no venía del frente de la taberna, sino de la parte trasera; entonces otro grito de ella se escuchó con mucha fuerza.—¡Anya! —grité y corrí rápido hasta los baños, que era donde se encontraba.Vi a un hombre encapuchado intentando huir con una cojera, mientras otro estaba tirado en el suelo unos pasos más allá de donde estaba Anya; sin embargo, lo que me dejó frío fue ver a Anya inconsciente, con sangre brotando de su pecho debido a que
AnyaIr a levantar más cuerpos se sentía como la más grande de las derrotas.No había otra forma de explicar la sensación que tenía al ver a la pareja joven dispuesta en el sueño como las parejas anteriores. Lo peor de aquello, era que la chica era muy parecida a mi hermana, tanto que me dio miedo imaginar encontrar el cadáver de Anne en el mismo estado.Algo dentro de mí se quebró lo suficiente como para querer llorar, pero había aprendido que mostrar debilidad y tristeza a la ligera era algo muy malo. Y las bestias jamás debían ser el público que lo viese.—Esto es…—Malo —respondí por Waira que se quedó petrificada al ver la situación—. Denle la vuelta a la chica para ver si todas las marcas coinciden.Con lo que estaba pasando, teníamos que asegurarnos de que todo encajaba exactamente igual con el mismo modus operandi. Aunque no me gustase la idea, teníamos que entender que había la mínima posibilidad de que algún imitador haya querido hacer las cosas divertidas para su cerebro re
AnyaLa lista que tenía el cazador era inmensa.Lo bueno de ello es que estaba tan bien detallada y estructurada que conocíamos los pasos del enemigo de antemano. Lo malo de ello, era que en esa lista dejaba claro que recurría todo el territorio de los hombres lobos, no solo Cunan y de algún modo no podíamos darnos abasto. Lo que decía mucho de la misión que tenía en mente y la importancia de la misma.El mi cabeza, no había lógica para matar parejas de lobos, normalmente el gremio de cazadores te daba una misión debido al riesgo que esa bestia representaba, por lo que una parte de mí estaba completamente desencajada.A pesar de eso, di todo de mí para enlazar los huecos en el hilo de los acontecimientos, así que Kael y yo establecimos un plan de investigación de los sitios que ya había visitado el cazador, en busca de pista que pudieran ayudarnos a descifrar las partes que no entendíamos de sus notas y al mismo tiempo un plan prevención para evitar que la masacre creciera. Por eso ar
AnyaEl Sabio me vio como si fuese en la oscuridad reencarnada en la tierra.Y tal vez tenía razón.Sin embargo, en ese momento no me convenía tenerlo en el lado malo de las cosas, mucho menos cuando el testigo clave de una maldita investigación de asesinato había muerto de una forma tan atroz. Para como estaba pintado el escenario, yo pude haberlo matado.—¿Qué es lo que haces aquí? —espetó este y suspiré enseguida.—Intenté interrogar al testigo, pero este ha muerto —respondí con seriedad y el viejo me miró con los ojos entrecerrados.—¿Quién te dio permiso para interrogar a alguien? ¿Crees que por ser una humana enviada a colaborar tienes derecho a hacer todo lo que te plazca? —cuestionó el hombre con furia, y tenía razón para sentirse furioso—. No sé qué ideas tengas, pero sé que viniste a Cunan a algo más que a buscar a un asesino. Algo ocultas y en algún momento lo voy a descubrir. Espero ver cómo sales de esto.Me dejó ahí y se metió a la celda, vio el desastre que era el cazad