Anya—¿Qué te puso así? —preguntó Waira sin entender mi reacción y yo la miré con desconcierto—. ¿Es por la leyenda?Asentí con dificultad y ella me vio con sorpresa.—Soñé con la Diosa, o eso es lo que creo… Una mujer de extraordinaria belleza me dijo un par de cosas sobre mi poder, sobre las criaturas que ella había creado. Siento que ahora mismo estoy dentro de la pesadilla de la pesadilla de un sueño —admití luego de limpiarme la boca.—Si algo he aprendido sobre el destino, es que la Diosa nunca revela sus cartas a menos que sea necesario —dijo Waira con seriedad—. Si la Diosa te dio una bendición, debes descubrir qué clases de poderes tienes para que puedas explorarlo. Yo tengo la corazonada de que la serie de muertes va a ir en escala y, si nuestras sospechas son ciertas y están involucrados los elfos oscuros, nuestro mundo va a sufrir mucho. El hecho de que un hada sagrada esté ahora entre nosotros no es casualidad.—Yo no pedí ser un hada sagrada —dije a la defensiva.—No, te
KaelSaber que Anya era mi mate me había sacudido hasta los cimientos.Se sentía como una bendición propiamente dicha y por ello siempre le agradecería a la Diosa; sin embargo, el hecho de saber que era un hada sagrada se sentía como algo irreal, pero tener la certeza de que ella era capaz de robar magia y poder de cualquier sobrenatural era aterrador.No sabía cómo explicarlo y ella sintió ese miedo.Anya me vio con el ceño fruncido, confundida ante mi expresión desoladora.Yo tragué saliva por las implicaciones que eso conllevaba.—¿Me tienes miedo? —preguntó Anya con la voz entrecortada.—No —dije de inmediato—. No te tengo miedo a ti o a lo que eres, temo es por lo que pueda generar en los demás… Los despojadores son seres que todos temen. Me da miedo lo que otros puedan hacer con esa información.Mi admisión la hizo suspirar.—La Diosa me dotó con el conocimiento necesario para entender que mi poder es muy peligroso y que debo usarlo sabiamente —dijo Anya como si no creyese lo que
AnyaLa mirada de Kael era de temor.Sabía que me estaba ocultando algo, pero no entendía cuál era su miedo.Yo conocía los pormenores del apareamiento de los hombres lobo, pero tal vez lo que yo conocía como lo habitual no era la verdad.—Sé sincero conmigo —le dije con calma y él sacudió la cabeza.—Es complicado y no es el momento para…—Deja de decir tonterías —dije de inmediato para que no terminase la frase que estaba a punto de decir—. Kael, tienes que ser honesto conmigo. El sexo no es un tabú para mí, creo que en este punto lo sabes. Si hay algo extraño en el apareamiento de mates, solo debes decirlo para yo estar preparada.Kael suspiró y luego asintió.—En las noches de luna llena, cuando un lobo siente a su mate cerca, de inmediato siente un llamado de atracción muy fuerte, tan fuerte que sufre un frenesí de reclamo —dijo Kael y yo alcé las cejas—. El deseo de marcar a la pareja se vuelve la primera necesidad de un lobo… Es instintivo.Abrí y cerré la boca varias veces.Sa
AnyaEl viento frío se colaba dentro de mis huesos mientras limpiaba las armas con las que había asesinado a las bestias. La sangre espesa y seca era un incordio de limpiar de las flechas de ballesta, sin embargo, era una tarea que estaba impresa en mis músculos como una actividad mecánica que podía hacer con los ojos cerrados.Era tedioso, pero necesario para no desperdiciar nada.Para cuando terminé, acomodé todo dentro de mi auto y miré por última vez la tumba que había hecho en medio del bosque norte para ocultar los cuerpos. Asentí complacida con el resultado. Mi trabajo estaba hecho, así que podía sentirme tranquila de saber que había eliminado dos amenazas para la humanidad.Ser cazadora de seres sobrenaturales no era lo que había imaginado para mi futuro, pero en un mundo donde los seres humanos éramos la raza débil, se necesitaba poder eliminar a todo lo que representaba un riesgo y para mí, matar a un par de hombres lobo a los que gustaba abusar de chicas humanas indefensas,
AnyaCorroboré la historia del tonto de Charles, no me iba a quedar con la primera impresión. Hurgué con varios chicos hasta que, en efecto, sus versiones coincidieron con la que él y el cazador me habían dicho. Anne había corrido con dirección al bosque y no había sido la única, sin embargo, todos los demás regresaron a casa menos ella y eso me ponía de mal humor.Para nadie era un secreto quiénes éramos y la historia de nuestra familia. No éramos las más amadas, la verdad era que nuestros padres habían tomado decisiones que indirectamente afectaron a todos, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que ya tenían varios años muertos, las cosas habían cambiado y les gustase o no, Anne y yo éramos miembros de la sociedad que conformaban.Si un miembro se desaparecía, el deber de todos era buscar e investigar, lo que a la gente no le importaba en lo más mínimo. Así que fui directo al cuartel de protección y seguridad ciudadana. Me identifiqué con la placa que usábamos para pasar desaperci
AnyaManejar durante un día entero podía pasar factura, sin embargo, yo me sentía con demasiada energía para mi propio bien. Había pasado días completos sin dormir por no saber nada de mi hermana y eso era un exceso que fácilmente pudo llevar a consumirme con rapidez. Sin embargo, mis prioridades eran más importantes, ellas eran la que me tenían con ese exceso de energía y por eso respiré hondo cuando me acerqué al primer punto de control del territorio de los hombres lobos.La preparación y el control que me brindaron en el gremio de cazadores era increíble, porque había sido lo único que me había contenido de entrar a territorio de las bestias y no incendiarlo desde sus cimientos. Conté hasta diez, miré en el espejo y fingí una media sonrisa que no llegaba a mis ojos, pero que me había servido antes para sacarme de apuros. Mi cabello rojo estaba lavado, peinado y arreglado, algo a lo que normalmente no había prestado atención antes, sin embargo, seguí las instrucciones de Matt.En u
KaelLa humana que había sido enviada era increíblemente hermosa.Tenía una belleza singular de esas que poco se veían, de esas capaces de hechizarte y ella misma no parecía ser consciente de ello. Se notaba segura, un poco confiada en sí misma, pero no estaba usando del todo el potencial que seguramente tenía si hacía uso adecuado de sus sonrisas.Era magnética y ver cuánto aguantó la respiración cuando me vio me deleitó muchísimo, tanto como para que mi lobo, Bazir, se despertara de su letargo y quisiera asomarse a la superficie de mi piel para olerla. Era curioso porque el lobo jamás había mostrado interés por una mujer, había sido enfático en que solo quería a su alma gemela y podía jurar que, aunque esta pelirroja preciosa era exquisita, ella no era nuestra pareja predestinada ni por asomo. Por eso lo controlé para que ella no se asustase.—Es un gusto conocerlo, conocer a todos —dijo ella con una voz que me puso en guardia y supe que lo que decía era mentira.La diosa me había d
AnyaKael Kan era un grano en mi trasero.No había definición mejor para describir nuestra situación y eso era decir mucho, considerando que habían pasado días en los que no logramos hacer absolutamente nada de la investigación primaria debido a sus restricciones. Si no tenía el visto bueno de él, no iba a poder recorrer el territorio a mis anchas ni usar los métodos clásicos que las fuerzas de seguridad humana empleaban en los interrogatorios.—No podemos hacer lo que hacen los humanos al pie de la letra —me dijo por enésima vez al segundo día de haberle planteado mi plan—. Entiendo lo que dices y comprendo tus percepciones, pero no podemos ir y apresar a cualquiera para ser interrogado. Hay que tener indicios claros, no simples sospechas. Las leyes de Cunan son más estrictas que las del territorio humano, aquí tenemos que demostrar sí o sí que las personas son sospechosas porque hay indicios reales de que estuvieron involucrados en una situación irregular.—Es que la sospecha no acr