Soy Breen Greyson, una sobreviviente. Una mujer que perdió toda dignidad, además de la confianza o cualquier tipo de relación con los hombres. Hace algunos años me ultrajaron de la peor manera y desde esa noche jamás volví a ser yo misma. Sin embargo, me encuentro a punto de conocer a un hombre que cambiara todo mi panorama. Kellen Brennan me robara el aliento y algo más. Algo que pensé ya le había entregado a mi esposo Randy Montgomery. Una lucha de poderes se desatará entre ellos dos, no obstante, una verdad desgarradora me abrirá los ojos ante la verdad.
Leer másAMINAMe considero una mujer bastante fuerte, llena de vida y alegre. Aunque mi hermano Kellen, siempre me cuidó desde muy pequeña, sobre todo al ser el hermano mayor. Como Ashton era el menor de los tres, supongo que no le dio mucha importancia a lo que yo hiciera o dejara de hacer, puesto que aún era un niño.Sufrí mucho ante la partida de Kellen a otra ciudad, cuando se fue a estudiar la universidad; sin embargo, no podía pedirle que se quedara y truncar su sueño de estudiar donde él había deseado desde que tengo memoria.El capítulo más oscuro de mi vida, lo viví cuando él se encontraba en su mejor etapa. Aunque me repitió mil veces que siempre estaría para mí, ese día no lo estuvo, y jamás lo he culpado por nada, aunque él sí lo hace. Supongo que tarde o temprano iba a pasar, estuviera o no, a mi lado o cuidándome. Muchas noches lo escuché maldecir y golpear la pared por no poder ayudarme; sin embargo, nadie podía hacerlo, ni siquiera yo misma.Me llevaron a miles de psiquiatras,
ADAMDespués de ir a emborracharme como nunca en mi vida lo había hecho y hasta perder la conciencia, fue que desperté. Cuando una luz cegadora, me hizo fruncir el entrecejo, traté de abrir mis ojos; sin embargo, la luz era demasiado para mi resaca.—¡Apaga la maldita luz! —hablé con mi voz ronca y me cubrí con las sábanas, para que me dejaran en paz y pudiera seguir durmiendo. Las palpitaciones en mi cabeza, de verdad que eran insoportables. Solamente necesitaba un par de horas de sueño para recomponerme y encontrarme mejor.—¡Ashton!—, una voz demasiado melodiosa, como para mandarla a callar de nuevo, me hizo abrir los ojos de inmediato. Intenté recordar si había escuchado esa voz, pero no lo hice. Y obviamente, no se trataba de Breen, Madison ni de mi madre.Sabía que no había traído a nadie anoche a mi cama, o quizá lo hice y ni siquiera recuerdo lo que pasó. Entonces me levanté de inmediato, solamente quería que fuera quien fuera, se largara para poder seguir durmiendo. Pero un no
KELLENUn par de días después, ya todo se encontraba listo para sorprender a Breen. James se vistió con un traje negro idéntico al mío. Breen, y su aversión a los vestidos, se quedó atrás. Ella, al igual que nosotros, se compró un vestido negro.Tuve que mentirle sobre a dónde nos dirigíamos. Ella creía que se trataba de una cena sorpresa que Adam se encontraba preparando para Amina. No cuestionó ni hizo preguntas sobre qué tenía planeado su hermano, pero supuse que tenía una ligera idea. Aunque en realidad, la sorpresa estaba dirigida a Breen.Cuando llegamos a la calle donde se encontraba el restaurante al que pasaríamos a cenar más tarde, estacioné el auto. Breen me miró confundida.—¿Por qué te estacionas tan lejos?—Adam me mandó un mensaje diciendo que el lugar estaba bastante lleno. Tardaremos en buscar un espacio vacío. Además, ya es bastante tarde.—Cómo digas —dijo con sospecha; sin embargo, James me ayudó a distraerla.Todo estaba listo para que, en cuanto bajáramos del aut
KELLENMás tarde, cuando Breen pidió ver a su hijo, nos quedamos solo James y yo junto a ella. James estaba agotado, así que durmió junto a su madre y yo aproveché ese momento, para volver a pedir disculpas.—Perdóname, Breen, jamás pensé que te sucedería esto, no pensé en las consecuencias, solamente pensé en mí. Sentí que era lo correcto, ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba.—Te perdono, Kellen, pero, así como yo lo hago, tú también tienes que perdonarme, si tan solo te hubiera dicho la verdad y no me hubiera quedado callada, seguro que ahora… —puse el dedo en su boca para que no dijera nada más.—Eso ya quedó en el pasado, no quiero hablar más sobre eso, prefiero que nos concentremos en el futuro, porque de ahora en adelante, tú y James, se vendrán a vivir conmigo, solamente quiero saber si estás de acuerdo, no quiero obligarte a hacer nada que no quieras, aunque no quiera separarme de ustedes —me miró por un breve momento, con una seriedad absoluta, hasta que finalment
KELLENSubimos a mi auto, yo con una pesadez en mis hombros, por hacer que Breen se encontrara en el hospital, por hacer sufrir a mi hijo y también por hacer que mi propia familia me vea de mala manera.Elsie me pidió que no cediera ante Adam, quien seguramente me quería matar para este momento. Solo me dijo que me centrara en lo realmente importante, por ahora. Lo que más necesita James es ver a su padre centrado y no perdiendo el control de nuevo.En cuanto puse un pie dentro del hospital, Adam se abalanzó sobre mí. Acosta y Ashton lo detuvieron, pero la mirada de James fue la peor. Se acercó a mí, supongo que ya había pensado en las palabras que me diría, porque no hubo ningún titubeo de su parte.—Mamá aún no despierta, quiero que le prometas que no me separaras de ella, cuando te conocí, lo hice pensando en estar los tres juntos, no en que me separas de ella, por favor, pídele perdón, pídele que despierte, quiero estar con mi mami y contigo —terminó llorando y rogándome que no de
BREENLas horas pasaron y una opresión en el pecho no me dejó tranquila. Llegó la noche y no aparecían, entonces, el sonido de un mensaje entrante en el móvil retumbó por la habitación.Obviamente, se trataba de un número desconocido, mis manos temblaban de anticipación, y me temía de quién podía tratarse. Pero antes de hacerme ideas en la cabeza, preferí leer el mensaje."Me llevo a mi hijo, espero que todos estos años a su lado los hayas disfrutado, porque no lo volverás a ver. Pelearé con todo lo que tenga para quitarte la custodia completa, y si me apiado de ti, quizá te lo deje ver, pero no cuentes mucho con esa opción."—¡Noooo! — grité y Hugges llegó lo más rápido que pudo a mi habitación.—Breen, ¿qué sucede? —preguntó sin entender nada y con preocupación.—Él se lo ha llevado, se llevó a mi hijo, se lo llevó —justo en ese momento, el timbre de la casa se escuchó. Bajé corriendo, pensando que se trataba de una muy mala broma por parte de Kellen o solo para hacerme enojar, no o
KELLENConduje directo a la casa de Breen; esta vez me detuve frente a esta, caminé como si el maldito lugar me perteneciera y toqué el timbre. En cuanto la puerta se abrió, la cara de sorpresa de Breen, fue todo un poema.—¿No me invitarás a pasar? —pregunté con sarcasmo. Su cabello ahora era del mismo color que el de James, seguro que ayer usaba peluca.—Kellen, ¿qué haces aquí? —cerró rápidamente la puerta para que nadie me viera, pero no importa. Le daré una última oportunidad, quiero saber hasta dónde llegarán sus mentiras.—Tardé en encontrarte, pero finalmente lo hice, ¿cómo has estado? Al parecer, te va bien, tienes una modesta casa, ¿te casaste?, ¿tienes hijos?, ¿eres feliz? —No respondió ninguna de ellas, en cambio, me miró y la rabia la inundó.—¿Qué quieres, Kellen? No eres bienvenido en mi casa, así que dime lo que buscas, porque aquí, que yo sepa, no se te ha perdido nada.—¿Te encuentras segura de que no? —volví a preguntar.—Sí, bastante segura —respondió y negué con l
KELLENLa niñera caminó unos pasos detrás de nosotros, mensajeándose con alguien, quizá avisando a sus padres lo que estaba sucediendo, pero yo necesitaba más respuestas.—Y dime, James, ¿tus padres están trabajando? —negó.—No, solo mi madre, yo no tengo padre —fruncí el ceño y el corazón latió con más fuerza.—¿En qué trabaja tu madre? —se quedó pensativo, quizá es mucha información, pero enseguida respondió.—Ella da clases en un colegio no muy lejos de aquí, yo no tuve que ir a clases este día, es por eso por lo que me encuentro aquí hoy.—Ya veo —hay demasiada coincidencia—, ¿siempre has vivido aquí?—Sí, eso creo. Mis tías me han venido a visitar, al igual que mis abuelos.—¿Vives con alguien más aparte de tu madre?—Sí, con mi abuelo Cameron —no conozco ningún Cameron en la familia de Adam, así que quizá solo estoy alucinando.Llegamos a la pizzería y todos entramos, tomamos asiento y fui a ordenar. Lo miré a lo lejos, la niñera de James parecía estar hablando con él, mientras
BREENSeis años después…Aún recuerdo el día en que el video con la confesión de cada uno de esos… bastardos, llegó a la prensa, supongo que nadie podía creer que todo lo que decían era verdad, seguramente pensaron que se trataba de una broma de mal gusto, pero poco a poco, las denuncias en su contra no se hicieron esperar, y el escrutinio de la opinión pública hizo su trabajo más fácil.Ese día, Amina y yo lloramos hasta cansarnos, pero no por ellos, sino por la felicidad que sentíamos de saber que finalmente pagarán por todo lo que nos hicieron, tanto a nosotras, como a todas las mujeres que tuvieron la desdicha de encontrarse en su camino.Inclusive, Amina me explicó sobre Tatyana, la hermana de uno de ellos, al contarme su historia. De verdad que no lo pude soportar, fue terrible, más aún, porque lo de ella comenzó desde que era una adolescente. Por suerte ahora es una mujer llena de vitalidad, la he visto en portadas de varias revistas, ella no se dejó vencer, aunque al parecer