ADAMDesde que conocí a ese hombre, Randy Montgomery, no me dio buena espina. Es más, el solo mencionar su nombre me causaba cierto… repelús. Había algo en él, en su mirada, en su forma de ver a mi hermana, no sé. El hombre no era para nada de mi agrado y se lo hice saber a Breen; sin embargo, ella se empecinó en seguir adelante con esa absurda relación.La noche en que nuestra familia se reunió en el restaurante para conocerlo, jamás me llegué a imaginar que el muy pendejo se presentaría con todo y anillo. Quería tomarlo del maldito cuello y azotarle su jodida cabeza en la mesa hasta hacerlo sangrar. Obviamente, no lo hice por respeto a mis padres y mis hermanas, no obstante ganas no me faltaron.Me pude dar perfecta cuenta de la duda de Breen, al darle el sí. Traté de hacerla entender, tenía que entrar en razón y no solamente responderle por presión social. Sé que mis padres quieren verla feliz, quieren verla realizarse como mujer, que su vida sea plena y que lo que le pasó lo olvid
BREENAntes de la boda…Mi relación con Randy progresó muy lentamente, ya no entendía, por qué le había dado el sí. Ahora creo saber por qué Adam me cuestionó aquella noche. Él pudo ver más allá. Pero yo, por necia, ahora me encuentro en este lío y no sé cómo salir de él.No tolero que se me acerque, que me abrace, mucho menos me bese y no entiendo por qué, creí que esa etapa ya la había superado. Sé qué Randy se siente frustrado por no poder ayudarme, y aunque le he pedido de mil maneras que rompamos con el compromiso, él, se ha negado, todas y cada una de ellas.Necesitaba hablar con Adam, sé que es el único que me entendería, pero viajó durante algún tiempo y perdí el valor. Aunque me llamaba a diario, preguntaba si había alguna novedad. Su novedad, obviamente, era recibir la noticia de que la boda ya no se realizaría, pero no tuve el valor de decirle que ya no me quería casar.Además, mis padres, sobre todo mi madre, se encontraban llenos de felicidad. Hacía bastante tiempo que no
BREENDespués de que Adam se fuera molesto, no volví a tener noticias de él en días. Por más que lo llamaba o mensajeaba, jamás contestó. También fui a buscarlo hasta su departamento, pero nunca me abrió la puerta. Fui distintos días y en distintos horarios, incluso regresé en diferentes horas el mismo día, pero jamás lo pude localizar.Tenía cierto miedo de que de verdad hiciera algo en contra de Randy o de la boda; sin embargo, nada sucedió y quizá no lo hizo porque no se enteró a tiempo del cambio de planes. Más bien, yo no decidí avisarle. ¡Que se joda! Si no quiere saber nada más de mí, pues, que así sea. Además, todo se celebrará en casa de Randy, la cual, próximamente, también sería mi casa.Lo que no sabía es que se encontraría presente en mi boda con una cara de pocos amigos y eso me dolería mucho, puesto que él es uno de los hombres más importantes para mí, creí que me quería ver feliz. Fue mi confidente durante mucho tiempo y es totalmente injusto que ahora se comporte de e
BREENSupongo que iniciamos con el pie izquierdo, desde el inicio, todo empezó mal. De hecho, desde que Randy me propuso casarme con él. Quizá debí haberle hecho caso a Adam. Ahora me encuentro pensando en todo el daño que le voy a causar a una persona inocente.Un hombre que ha intentado de todo para que yo lo acepte, para que me entregue a él, y no estoy, solamente hablando, en el plano sexual, sino también en el sentimental. Por más que he querido entregarme completamente a él, hay algo que me lo impide y no sé qué es.Ahora tendré que disculparme por lo que no pasó anoche y, a juzgar por lo que sucedió, tampoco llegará a pasar. Tomé una ducha rápida, creo que fue mucho mejor no haber ni siquiera planeado la luna de miel, solamente hubiera hecho un gasto innecesario y no creo que ninguno de los dos hubiese podido disfrutar de las vacaciones. Seguramente, habría sido un completo desastre.Me vestí con lo primero que encontré, quizá más tarde comenzaré a arreglar todas mis pertenenci
KELLENDías antes de la boda…Desde que Adam se enteró de que su hermana, la hermosa pelirroja, que conocí por pura casualidad, se encontraba cerca de casarse, todo en su persona empeoró. Siempre se encontraba de muy mal humor, se enojaba por el mínimo detalle, cualquier cosa o persona lo alteraba. Todo fue aún peor cuando se peleó con ella.—Adam, ¿y si no funciona? —Espeté, no quería ser pesimista, pero diversos factores podían provocar que algo, saliera mal.—Nada saldrá mal, te lo aseguro, yo mismo me encargaré de eso. ¿Cuándo he fallado? —Lo miré, sé que nunca ha fallado; sin embargo, siempre hay una primera vez. Además, él no lo sabe, pero… será mejor no mencionarlo… por ahora.—¿Qué día será la reunión con ese bastardo? —preguntó molesto—. Debe entender con quién está por tratar de ahora en adelante esa escoria.—¿Estarás presente? —No creía que fuera lo correcto, pero él tiene sus propias ideas y considera que será útil para lo que tenemos planeado.—Se llevará a cabo en unos
KELLENY la noche tan esperada por Adam, más que por mí, llegó. Bueno, ni a mí mismo me engañaba; la realidad, es que yo también la esperaba con muchas ansias; sin embargo, había cierta reticencia de mi parte. Aunque… más tarde cambiaría de parecer.Por su puesto que Tatyana no fue invitada esta noche, no queríamos que nada saliera mal, además y gracias a Dios que se había ido de viaje.Los invitados comenzaron a llegar. Mientras yo esperaba en la entrada, me sentía un poco ansioso, pero logré disimularlo frente a Adam. Él estaría dentro; sin embargo, llegado su momento haría su aparición.Fue entonces cuando llegaron. La vi bajar del auto de Montgomery, no podía creer lo que mis ojos veían. La verdad es que el vestido no le hacía justicia, seguro era el sueño de cualquier hombre en este lugar y la envidia de todas las féminas presentes, lo noté al ver la mirada de todos sobre ella.Traía puesto un vestido rojo, pegado al cuerpo, resaltando cada una de sus curvas, a pesar de ser recat
BREENAntes de la cena…Aún seguía sin creer que ya fuera esposa de Randy. Había ocasiones en que me preguntaba si no sería mejor dejar que él encontrara a alguien que lo hiciera feliz, porque conmigo, pues… dudo mucho que lo logre, aunque de verdad deseo que lo seamos. Randy me trata como a una reina sin merecerlo, quizá solo sea cuestión de tiempo, el acostumbrarme a una vida junto a él y todo se solucionará. Ha sido la primera pareja que tuve desde mi ataque y ha sabido sobrellevar mi situación mucho mejor que yo.El móvil me sacó de mis pensamientos. Era muy raro que Madison me llamara tan temprano, más aún cuando se encontraba en sus horas de clase, así que atendí la llamada temiendo lo peor.—¿Mad, te encuentras bien? — pregunté un tanto nerviosa.—Hola, hermanita, sí, no te preocupes, solamente llamaba para avisarte que estoy afuera de tu casa, sé que hoy no iras a trabajar, así que ven ya, es hora de irnos de compras —se escuchaba tan entusiasmada.—¿Es necesario que yo vaya?
BREENEn cuanto baje del auto, la mirada de todos los que se encontraban presentes cayó en mí. Hice a un lado el sentimiento de ansiedad, que me causa tener la atención de personas, sobre tratándose de hombres. Espere a que Randy se bajara del auto para poder caminar a su lado, cuando de repente la mirada de un hombre en especial, casi me hizo tambalear en mi lugar.Mi corazón empezó a latir a una velocidad sumamente increíble, no podía creer que él se encontrara justamente en este sitio. Sus ojos en ningún momento me abandonaron, sino hasta que nos encontramos frente a él.—Kellen —, finalmente pude conocer su nombre— buenas noches, te presento a mi esposa Breen Montgomery — estiré la mano para tomar la suya, tengo que admitir que su agarre fue determinante, además, sentí una pequeña corriente que me hizo soltarlo de inmediato, ¿él también la habrá sentido?—Señora Montgomery —anunció, su voz, seguía sonando exquisita, y no sé por qué de su boca no me gusto escucharlo llamarme de esa