41.

Cristel

—Me pidió matrimonio y acepté.

Escucharla decir eso me dolió más de lo que imaginaba. Me repetí mucho que todo sería falso, pero me causaba un malestar terrible, como si se fuese a llevar a cabo de verdad. Aun así, mi expresión no se alteró y, al cabo de unos segundos, sonreí.

—Genial, ya lo tienes, mi amor —respondí, y ella asintió.

—Sí, sí, ya pronto podremos regresarle lo que nos hizo —dijo emocionada, y yo la abracé.

—Preferiría que solo nos fuéramos, pero admito que me gusta la idea de hacerle pagar —murmuré—. Me encantaría ver su cara cuando no llegues a la boda.

—A mí igual, pero no podemos. Tenemos que huir; no puedo dejar que nos atrape.

—No. Conozco bien a Gian y sé que, por orgullo, nunca te dejaría escapar.— Suspiré.

—Exactamente. Tenemos que irnos. No sé adónde, pero debemos irnos.

—No te preocupes por eso —dije para calmarla—. En Londres tengo un departamento que está a mi nombre.

—¿Qué?

—Herencia de papá —confesé—. Pero, como me gusta estar aquí, no lo utilizo.
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo