Sinopsis: En un mundo donde lo sobrenatural y lo humano chocan, Luna es una joven fuerte y decidida, que lucha por mantener a su familia unida mientras cuida de sus pequeños hermanos. Su vida da un giro inesperado cuando conoce a Demon, un apuesto y enigmático hombre lobo. Desde el primer momento, siente una conexión irresistible, pero Demon sabe algo que ella ignora: es su mate, su alma gemela. Desesperado por tenerla cerca y protegerla de las amenazas que acechan a su manada, Demon le ofrece un contrato mágico que cambiará su vida para siempre. A través de este pacto, no solo la marcará como su compañera, sino que la obligará a vivir con él, asegurando que su vínculo crezca y se fortalezca. A cambio, promete financiar la universidad de sus hermanos, una oferta que Luna no puede rechazar, a pesar de su desconfianza hacia él y su mundo. Mientras Luna se adentra en este nuevo y peligroso universo, descubre que en su interior despiertan poderes que jamás imaginó poseer. A medida que luchan juntos contra fuerzas oscuras que amenazan con separarlos, su relación se convierte en una apasionante historia de amor y sacrificio. ¿Podrán superar sus miedos y el control que Demon intenta ejercer sobre ella, o su amor estará destinado a ser una prisión? Sumérgete en esta cautivadora historia de comedia, amor y destino, Hombre-Lobo Contrato por obligación. Almas gemelas. Mate. Luna. Alfa
Leer másMe puse ropa cómoda para el entrenamiento: unos pantalones ajustados y una blusa de cuero negra que me hacía sentir lista para pelear, pero también un poco audaz. Demon sonrió al verme y, con una mirada de aprobación, me llevó a un área al aire libre que se asemejaba a un ring de combate. —Aquí es donde comenzaremos a trabajar en tu fuerza y agilidad —dijo, mientras me guiaba hacia el centro. Su presencia era reconfortante y, al mismo tiempo, electrizante. Comenzamos el entrenamiento, practicando técnicas de ataque y defensa. Demon me enseñó cómo aprovechar mi nueva agilidad y fuerza, y en más de una ocasión, terminamos uno encima del otro, riendo y jadeando mientras nos empujábamos y esquivábamos. Cada vez que caíamos, no podía evitarlo: Demon aprovechaba para besarme, su sonrisa traviesa iluminando su rostro. La mezcla de lucha y momentos tiernos hacía que mi corazón latiera con fuerza. Sin embargo, mientras entrenábamos, algo inesperado sucedió. No sé ni cómo ocurrió, pero en u
Días después, Demon me llevó de nuevo a la casa de su manada. Aunque estaba emocionada por estar con su familia, también me invadía un nerviosismo que no podía evitar. Ser parte de su mundo era un gran paso, y la idea de ser aceptada entre ellos me llenaba de ansiedad. Cuando llegamos, la atmósfera estaba llena de risas y calidez. Demon se puso de pie, claramente emocionado, y anunció con orgullo: —¡He completado el vínculo con Luna! Ella es mi mate, como el alma gemela de un humano. Un murmullo de alegría recorrió la sala, y todos comenzaron a congratularnos. Sin embargo, en medio de la celebración, una sensación extraña se apoderó de mí. Me di cuenta de que había comenzado a perder parte de mi humanidad. Las garras asomaban de mis dedos, mis ojos cambiaban a un amarillo intenso, y la fuerza que sentía en mi interior era abrumadora. Además, me di cuenta de que podía curarme rápidamente, y en ocasiones, po
Después de que Demon enfrentó a James, la tensión en la sala de reuniones se disipó, aunque la decisión de James aún pesaba en el aire. Finalmente, después de lo que parecía una eternidad, James se vio obligado a presentar su renuncia. Sin embargo, sus palabras finales fueron amenazantes. —Esto no ha terminado. Me vengaré —dijo, su voz llena de resentimiento. Demon se encogió de hombros, sin mostrar preocupación por la amenaza. —Haz lo que quieras, James. Pero recuerda que esta vez, no estoy solo —respondió, con una seguridad que me hizo sentir orgullosa. Después de la reunión, Demon me llevó a su oficina. Cerró la puerta y, antes de que pudiera decir algo, me besó con intensidad. —Todo salió acorde al plan —dijo, sonriendo mientras se apartaba un poco para mirarme a los ojos. —La familia de Ares y los socios ya están más tranquilos. —Me alegra saberlo —respondí, sintiendo una mezcla de alivi
Después de un día lleno de risas y locuras en el mercado de Gwangjang, finalmente regresamos a casa, agotados pero felices. La atmósfera en el apartamento era tranquila, y el cálido resplandor de las luces creaba un ambiente acogedor. Miu y Ares se habían ido a sus respectivos hogares, dejándonos a Demon y a mí solos. —Hoy fue increíble —dije, sintiendo que la adrenalina todavía corría por mis venas. —Sí, y lo mejor es que aparecemos en la televisión local —respondió Demon, riéndose suavemente. —Nunca pensé que haríamos algo así. Me acomodé en el sofá mientras él se levantaba para ir a la cocina. Regresó con un tazón lleno de palomitas de caramelo y dos copas de vino. —Esto debería hacer la noche más interesante —dijo, guiñándome un ojo mientras se sentaba a mi lado. Mientras comenzaba la película, sentí la calidez de su cuerpo junto al mío. Demon, con su mirada atenta, empezó a acariciar mis muslos con los dedos, un gesto suave que me hacía sentir segura y especial. La pe
Desperté con la cabeza latiendo y una sensación de pesadez en el cuerpo. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas, y, al girarme, vi a Demon abrazándome, con una expresión de paz en su rostro. La noche anterior había sido pura locura, y ahora, la resaca se hacía evidente.—¿Qué hora es? —murmuré, tratando de recordar los detalles de la noche.Demon entreabrió los ojos y miró el reloj en la mesita de noche. —Ya es tarde —dijo, su voz rasposa y suave. —Nos hemos pasado de la hora.Me incorporé rápidamente, sintiendo un mareo que me hizo tambalear un poco. —¡Miu y Ares! —exclamé, recordando que habíamos planeado salir todos juntos. Pero al mirar a mi alrededor, la idea me dio pereza.—Creo que lo mejor es que descansen un poco —respondió Demon, estirándose y sonriendo con complicidad. —Además, tenemos un viaje a Seúl esta noche.En ese momento, la emoción de la aventura reemplazó un poco la incomodidad de la re
El sol brillaba intensamente sobre las Bahamas al día siguiente. La brisa marina era refrescante mientras nos dirigíamos al banco. La emoción y la expectativa flotaban en el aire. Demon, con su mirada decidida, sabía que tenía que actuar rápido. Al llegar, nos recibió un hombre de traje oscuro que parecía ser un alto ejecutivo. Demon se dirigió a él con confianza, mientras Ares y yo nos quedamos a un lado, conteniendo la respiración.—Necesitamos mover el dinero de DW Group —dijo Demon, sin rodeos.El hombre lo miró con escepticismo. Era evidente que estaba acostumbrado a tratar con grandes figuras, pero la presencia de Demon no pasaba desapercibida. Tras unas negociaciones tensas, donde Demon mostró su astucia y su habilidad para convencer, finalmente lograron llegar a un acuerdo.—Voy a bloquear toda la cuenta con un código especial —explicó Demon, mientras pulsaba unos botones en su teléfono. —La huella de un lobo es única, y la mía lo es.Lo vi firmar los documentos con una segur
Llegamos a un hotel de lujo en las Bahamas, y la brisa marina acariciaba nuestras pieles, prometiendo aventuras y placeres. Ares, siempre generoso, se adelantó y pagó por la estancia. Al enterarnos de que solo había dos habitaciones disponibles, intercambiamos miradas cómplices. Demon y yo nos dirigimos a nuestra habitación, un espacio elegante decorado con tonos suaves y vistas al océano. —No puedo creer que estemos aquí —dije, dejando caer mi bolso sobre la cama y sintiendo la suavidad del edredón. Demon se sentó a mi lado, su mirada intensa y penetrante. La calidez del ambiente no solo provenía del sol que se colaba por la ventana; era una necesidad latente que empezaba a subir por mis venas, una mezcla de emoción y deseo que se hacía cada vez más difícil de ignorar. —Luna —susurró, acercándose un poco más, su aliento cálido en mi piel—. ¿Qué te parece si completamos el vínculo? Mis mejillas se sonrojaron al escuchar esas palabras. Sabía perfectamente a qué se refería. El víncu
Al día siguiente, nos reunimos en la mesa para desayunar con la manada. El aroma del café recién hecho y de los platillos deliciosos llenaba el aire, haciendo que mi estómago rugiera de anticipación. La mesa estaba repleta de opciones: panes recién horneados, frutas frescas y, por supuesto, una gran variedad de platos típicos coreanos. La madre de Demon se sentó a mi lado, su rostro iluminado por una sonrisa cálida. —Luna, querida, estoy tan feliz de que estés con mi hijo. —dijo, sirviéndome un poco de kimchi. —Ser mate tiene tantos beneficios. Es una conexión profunda y especial. La forma en que hablaba sobre el vínculo me llenó de una mezcla de emoción y nerviosismo. Mientras tomaba un sorbo de mi café, traté de concentrarme en lo que decía, pero la idea de completar la conexión me mantenía inquieta. De repente, mientras Demon se sentaba a mi lado, alguien hizo una pregunta que me dejó casi atónita. —¿Cuándo van a completar la conexión? —preguntó uno de los miembros de la mana
Con el anillo en mi dedo y una nueva determinación en mi corazón, me puse en marcha como la abogada que ahora era. Sabía que tenía que averiguar qué había sucedido en la empresa desde que James había asumido el cargo de gerente. Primero, me reuní con el contador. Su oficina era pequeña pero organizada, con pilas de documentos y gráficos adornando las paredes. El olor a café recién hecho llenaba el aire. El contador, un hombre de mediana edad con gafas y un aire serio, me miró con interés cuando entré. —Hola, Luna. —dijo, ajustándose las gafas. —He oído mucho sobre ti. —Gracias, —respondí, sintiéndome un poco nerviosa. —Necesito que me cuentes todo lo que sabes sobre la situación financiera desde que James tomó el mando. El contador asintió, tomando un sorbo de su café antes de comenzar a hablar. —Desde que James asumió el cargo, he notado algunas irregularidades en los informes financieros. —dijo, su tono grave. —Algunas decisiones no parecen alinearse con las prácticas que s