Nunca había sentido rencor hacia alguien, ni siquiera entendía lo que significaba la palabra “venganza”, hasta que… tocaron lo más sagrado para mí, mi familia, y justo en ese momento dañaron mi mundo. Desde entonces, sentí una gran sed de venganza, que por más que mi familia, especialistas y mis amigos intentaron apagar, al contrario, crecía cada día más. Mudarme a otro país por supuesto que no fue la solución. No podía conseguir olvidar lo sucedido. Los recuerdos me torturaban cada noche, al acostarme lo que más deseaba era que la noche acabara. Me había prometido a mí misma descubrir la verdad, y había jurado que me vengaría. Pero ¿Hasta dónde estaba dispuesta a llegar? ¿Podría volverme completamente fría y sin sentimientos, para involucrarme en ese mundo, casarme y así darle comienzo a mi plan de venganza? ¿Estaba segura que podría soportar lo que encontrara en mi búsqueda de la verdad? ¿Podía jugar con mis sentimientos y engañarlos? Esta es mi historia, la historia de todo lo que tuve que hacer, para poder saciar mi sed de venganza.
Leer más—¿Por qué te vestiste de esa manera? —dijo Diego susurrando en mi oído —estoy intentando contenerme desde que te vi bajar las escaleras de tu casa, te juro que me estas volviendo loco —La noche apenas está comenzando —dije con una sonrisa pícara en mis labios —ven, bailemosAgarré su mano, lo guié hasta la pista de baile que los mismos invitados habían improvisado en medio de la enorme casa de Nataly que, ahora que la observo mejor, sí que es enorme esta casa. Comenzamos a bailar, mis caderas se movían al compás del ritmo, Diego intentaba mantener una prudente distancia entre nosotros. —Necesito salir un momento —dijo Diego alejándose de mí Vi como se dirigía al área de la piscina, solté un fuerte suspiro apenas lo vi desaparecer, esta sería una larga noche… Por mi parte necesito unos cuantos litros de alcohol corriendo por mis venas, por lo que me fui directo a la cocina ya que todo tipo de alcohol y comida se encontraban allí. Me sorprendí al encontrarme muchas personas, no creí
—Yo también te traje flores —dije extendiendo mi mano hacia él Agarró con una mano las flores y con su otra mano limpió las lágrimas que sin darme cuenta se habían resbalado por mis mejillas, lo había extrañado mucho y no quería admitirlo pero mis lágrimas me delataron. —Cuando me extrañes sólo dímelo y te juro que dejo todo por ti —dijo juntando su frente con la mía —No sé si esto realmente esté bien —dije suspirando —no quiero ponerte en riesgo y menos arruinar el plan —dije mirándolo a los ojos por unos segundos Me acerqué y suspiré su aroma, ese perfume que tanto me encanta como se mezcla con su pH dándole un toque totalmente personal, lo agarré de la mano y lo guíe hasta mi auto. —¿Vamos a cenar? —pregunté una vez que estuvimos dentro del auto —Por supuesto —dijo Gabriel sonriendo —todo lo que quiera mi hermosa princesa amargada Sonreí y arranqué el auto, por un momento había olvidado absolutamente todo este desastre con Diego y su papá hasta que vi una camioneta muy
—Nico… Nicolle por favor espera —gritó Diego sin aliento, me detuve. —¿Qué sucede? —le pregunté sonriendo —¿Ignorarme una semana no te pareció ya suficiente? —intentaba recuperar el aire por haber corrido para alcanzarme —no te busqué porque quise respetar tu espacio pero ya no soporto más tiempo lejos de ti —dijo mirándome fijamente —Y no crees que quien deba decidir si fue o no suficiente deba ser yo? —pregunté mirándolo con el ceño fruncido—Entendí que debía darte tu espacio pero ya no lo puedo soportar más —dijo bajando la mirada —Lo sé, es sólo que he intentado buscarte y me ha costado muchísimo, sales antes de que acaben las clases, no te encuentro en tu casa y supongo que es porque llegas tard…—Espera ¿me has estado espiando acaso? -—pregunté mirándolo fijamente —Los últimos días he tratado de encontrarte ya te lo mencioné antes —se notaba la desesperación en su rostro —Me parece que tú tienes otras cosas en qué ocuparte realmente ¿no crees? —dije señalando disimuladam
—Por algún tiempo extrañé mucho a mi… Paula, ese es el nombre de mi exnovia , no podía pedirle otra oportunidad porque mutuamente habíamos estado de acuerdo en terminar nuestra relación por nuestro bienestar aunque lo hice más por ella que por mi, le hice creer que yo estaba cambiando y que estaba conociendo nuevas personas pero en realidad no fue así, sabía que ya ella se sentía incómoda con nuestro alrededor y tenía que hacer que pudiese alejarse para que pudiese estar tranquila, sin embargo, con el pasar del tiempo solo pensaba en ella y en lo mucho que la extrañaba, me refugie en el alcohol, bebía hasta perder el conocimiento y aún así no podía olvidarla —soltó un pequeño suspiro —una noche estaba ya muy ebrio y apareció María, yo sólo veía a Paula y ella venía hacía mí y me besó, le seguí el beso pero algo se sentía mal, esos no eran sus labios, ese no era su aroma, y la alejé con tanta fuerza que casi cae al suelo —me miró para asegurarse de que podía continuar así que asentí pa
—Salud por eso —estábamos brindando por nuestra primera prueba aprobada en la universidad.No estudiamos lo mismo y ya él llevaba un año adelantado, pero aún así estaba al pendiente de mí y hemos estado saliendo cuando tenemos tiempo libre. —Pero miren quienes están aquí —dijo una voz muy familiar —si son la nueva parejita —María traía una silla y se unió a nuestra mesa —¿Qué haces aquí? pensé que te había quedado todo claro —dijo Diego apretando su mandíbula tratando de no perder el control.—Quería… —dijo mirándome —pedirte una disculpa por… ya sabes… lo que dije ese día en tu casa —no había ni una pizca de arrepentimiento en su mirada —No tienes que pedir disculpas cuando en realidad no lo sientes —dije mirándola fijamente —conmigo no tienes que fingir ni porque esté él aquí —dije mirando a Diego —seamos sinceras, no te arrepientes de nada pero aún así no te preocupes, no pasa nada —le sonreí tranquilamente —Tienes razón, mi intención principalmente fue presionarlo a él pero se
—Eres realmente hermosa —dijo Diego acercándose a mí —Lo sé, gracias —dije entre una pequeña risa —Quisiera… saber si tengo alguna oportunidad contigo —sus ojos me miraban intensamente —¿Crees que… porque me hayas dicho que sentías algo fuertemente por mí… yo iba a entregarme a ti tan rápido? —dije terminando de romper el espacio entre nosotros. Esto me esta gustando, puedo manejarlo, lo tengo en mis manos, aunque él no tenga que ver con lo que hace su padre, de igual forma lo haré pagar todas y cada una de las cosas que me hicieron pasar a mí y a mi familia. Por fin algo dentro de mí se comienza a sentir bien. —Para nada, eres el tipo de mujer con la que cualquier hombre quisiera casarse, pero te juro, que estoy tratando de alejarme, de no pensarte y no puedo, fracaso en el intento y siempre estoy pegándome a ti —dijo pasando su brazo por mi cadera pegando nuestros cuerpos. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, mi mente casi me traiciona al intentar recordar la pr
—Oye tranquilízate, la vas a espantar —dijo natalyPodía notar que estabadesesperado, ya yo conocía a Diego asi que no me hacia falta esforzarme muchopara reconocer como se sentía. Sé que él no quiere incomodarme pero tampocopuede alejarse de mi. Sus ojos no dejaban de observarme desde que llegué, y se ha esforzado en intentar sacar alguna conversación.—En serio te pareces… a una…—Diego, ya basta, harás que se marche —dijo naty tratando de cambiar el tema disimuladamente.Yo estoy tranquila y confiada porque honestamente mi físico había cambiado por completo, no me parecía en nada a la Paula que todos conocían, y el maquillaje me ayuda muchísimoa ser Nicolle tranquilamente, pero… la verdad es que mi corazón si latió confuerza por un momento cuando vi lo decidido que estaba al decir que me parezco.Diego trató de comportarse y no volvió a tocar el tema pero sé que seguía con dudas en su cabeza, debo eliminar cualquier duda que él pueda tener por más mínima que sea, no puedo deja
—Bienvenida, pase por acá —dijo una amable anciana guiándome hacia la estilista. —Buenos días señorita, tome asiento acá —dijo la estilista dándome espacio para sentarme en la silla qué me indicaba —pronto iniciaremos su cambio de lookYa el cambio de look estaba aprobado por Don Armando, era algo que ya había pasado con anticipación para que pudiese ser estudiado por él y por suerte lo aprobó, decía que tenía que ser por completo un cambio en el que no pudiesen sospechar que siquiera tuviese algún parentesco conmigo.—Te amo —dijo Gabriel tomando mi mano—Y yo te amo a ti —dije mirándolo fijamente —solo serán unos meses, volveré más pronto de lo que te imaginas, espero que no me olvides y que no me montes los cuernos —dije riendo con la finalidad de que él también lo hiciera, me levanté para mirarlo mejor—No podría olvidarte ni en otra vida, y ponerte cuernos… eres la mujer de mi vida, no pudiese estar con otra chica ni aunque me obligasen —dijo riéndose también, acercándome rápida
—bueno jóvenes, el informe deben traérmelo para la próxima clase ¿entendido? ya pueden retirarse, menos Paula, necesito hablar con usted —dijo la profesora mientras recogía sus libros.Terminé de guardar mis cosas, no puedo parar de pensar qué puede ser lo que quiere hablar la profesora, no le presté ni la más mínima atención a su clase, mi atención se encuentra en volver a ese parque y aceptar cualquier tipo de trato con ese hombre que me llevará hasta Camilo. Alguien me agitaba los hombros haciéndome volver de mis pensamientos, enseguida me doy cuenta que es la profesora. —Paula realmente estoy preocupada por ti ¿te encuentras bien? ¿qué te sucede? —podía notar la preocupación en sus ojos que trataban de recorrer todo mis rostro.Guardé silencio, no podia hablar de eso con nadie y menos con la profesora, no puedo exponerme ni exponer a mi familia. —Quiero ofrecerle una sincera disculpa por haber estado muy distraida en sus últimas dos clases, he tenido problemas persona… —comienz