1 año después…
Aquella noche fue lo peor que he vivido en mi vida. Esos idiotas habían hecho un pacto con la aerolínea para que no pusieran pero alguno cuando nos metieron al avión inconscientes. Nadie sabía nada, nadie había visto nada. Mil veces idiotas. Ni las cámaras de seguridad tenían algo, todo había sido borrado. Intentamos buscar información sobre el cuerpo de mi padre, pero al parecer no habían dejado rastro alguno.
Mi tío nos estuvo llevando a recibir ayuda profesional, estábamos recibiendo terapia individualmente. A mi mamá le había costado mucho asimilar lo sucedido, pero estaba avanzando por nosotras, mi hermana también había decidido avanzar, cosa que para mi no era tan fácil de hacer. Empezar de cero en otro país era tal vez lo peor con lo que tenía que lidiar, sentía que la más afectada era yo y nadie se fijaba en ello, tenía sed de venganza, necesitaba lograr que pagaran con su vida. Y aunque me cueste la vida juré que todos esos imbéciles me las pagarían por todo lo ocurrido, desde la muerte de mi padre hasta la bofetada a mi hermana.
Aún puedo ver y sentir como agonizaba entre mis brazos, puedo ver cuando cerró sus ojos dispuesto a descansar. Pero una parte de mí, se aferra a la esperanza de que haya logrado sobrevivir, por lo que me prometí buscarlo y encontrarlo, vivo o muerto pero encontrarlo. Para mi terapeuta era alarmante que yo no avanzara en todo ese periodo como lo habían hecho mi madre y hermana, y el que aún me planteara la idea de que mi padre pudiera seguir con vida le preocupaba, decía que yo ya debía haber superado el periodo de negación, por lo que decidí llevar una “buena y positiva” terapia para que de esa forma me diera de alta.
Anteriormente me inclinaba a la psicología porque creía firmemente que los psicólogos estaban para ayudarte y más que todo para entenderte mejor que nadie, o al menos intentar hacerlo, pero no es así, desde ese momento comprendí que nunca nadie podrá entenderte a menos que hayan pasado por lo mismo.
Mi tío estaba ayudándome secretamente con un par de investigaciones pero no era tan fácil llegar a esos imbéciles, un mínimo movimiento en falso y harían añicos a las personas que me quedaban, y por supuesto que yo no iba a permitir eso, por lo que decidimos parar todo momentáneamente mientras descubro la manera de meterme en su mundo.
Mi exnovio es hijo único del mafioso más conocido en la ciudad (por supuesto que yo no sabía que eso era así hasta que, cumplimos dos años de novios y no lo pudo seguir ocultando, él sabía perfectamente que ese sería un impedimento para que lo hubiese aceptado), sin embargo, él era muy diferente a su padre, y aunque no estaba de acuerdo con lo que este hacía, igual lo seguía respetando y obedeciendo. De igual forma ese no fue el motivo por el cual terminara nuestra relación, simplemente crecimos, él conoció más personas, su personalidad había cambiado muchísimo, cada vez estábamos más distantes y lo mejor fue separarnos antes de dañar lo que una vez fue tan lindo.
No había vuelto a saber de él, no teníamos ningún tipo de contacto, de hecho ni siquiera nos seguíamos en redes sociales. Mientras estuve investigando con mi tío no encontré rastro de él en las redes, lo que me seguía dejando en cero, por un momento creía que esa sería la forma de acercarme al imbécil de su padre pero no. Ni siquiera logré contactarme con nuestros amigos en común, y con los pocos que pude no me dieron ningún tipo de información, lo que me llevaba a pensar que tal vez estaban bajo amenazas y no podían decirme nada.
Estaba completamente frustrada. Creía que podría con esto sola y sin poner en riesgo a los demás pero no sería así, y lo mejor iba a ser dejar a un lado mi venganza e intentar vivir, aunque nada sería igual.
…
Me sentía agradecida con la vida de no tener que regresar a esas absurdas terapias con el psicólogo, pero también podría decir que mi estado de ánimo había decaído aún mas, me resultaba tan desesperante que nadie me comprendiera, y que al contrario todos creyeran que estaba loca, por un momento pensaron que necesitaba de un psiquiatra y eso solo logró que mi nivel de ansiedad aumentara.
La depresión se había apoderado de mi ser al haber fracasado con la investigación, y ni hablar de lo golpeado que ha quedado mi orgullo al haber tenido que dejar mi venganza. ¿Qué podía hacer ahora? Tenía sentimientos encontrados, necesitaba vengar a mi padre sin poner en riesgo a mi madre y hermana. Estaba literalmente de brazos atados.
…
Todas las mañanas salía muy temprano a tomar aire mientras caminaba, eso al menos lograba que mi humor en la mañana no estuviese tan caótico. Comenzaría mis estudios por lo que tenía que disfrutar mucho el tiempo libre que me quedaba.
Por las tardes salía a ver el atardecer, me gustaba observarlo sola, y por lo general mi mamá estaba ocupada y mi hermana estudiando así que no tenía problema con ello.
—¿Me escuchas? —dijo un chico posicionándose frente a mí, sacándome de mis pensamientos.
—¿Qué quieres? —dije sonando para nada educada.
—Vaya, que carácter —dijo sonriendo mientras se sentaba a mi lado.
Lo miré fijamente, su presencia me había sorprendido, nunca antes se me habían acercado en todo el tiempo que tengo viniendo a este lugar. Y su confianza para sentarse sin preguntarlo me había irritado, pude sentir como rápidamente se puso nervioso ante mi mirada.
—Llevo observándote varios días, siempre vienes a la misma hora, por el mismo lug…
Enseguida todos mis sentidos se alertaron, mi corazón comenzó a latir muy rápido. Eso solo significa que él podía ser un hombre de Camilo.
—¿Estás bien? —preguntó preocupado al mirar mi reacción ante sus palabras.
—¿Quién eres, y qué quieres de mí? —dije cortante.
—Oye tranquila, en serio no sé que te sucede pero me pareces una chica agradable, nos vimos la semana pasada en la universidad cuando te inscribias al nuevo curso, al igual que yo —dijo tratando de tranquilizarme —luego te encontré cuando cruzabas la esquina para venir hasta acá.
Pude sentir como mi corazón volvía a la normalidad al igual que mi respiración.
—Seguro que sí, no suelo prestar mucha atención —dije desinteresada.
—Por cierto, me llamo Gabriel Perez —dijo guiñandome un ojo.
—Pa…
—Paula, ya lo sé, bonito nombre. Yo sí, presto mucha atención.
3 meses después…—Tú sí que eres intenso —dije entre risas.—Es que ¡al menos he logrado sacarte una sonrisa! —dijo sonriendo mientras me miraba fijamente.Y es cierto, Gabriel tenía razón, por primera vez en estos largos meses, puedo decir que comienzo a reirme sinceramente y no por obligación para fingir que todo está bien. Y todo esto es gracias a él.—Oye, deberías reírte más seguido, eres aún más hermosa cuando lo haces —dijo mirándome de una manera que no pude descifrar. Yo volví a reírme con ganas ante su comentario esperando que se riera conmigo pero, no fue así.—Fue gracioso —dije parando de reír poco a poco.—A mí no me hizo gracia, lo digo muy en serio —fue entonces cuando lo vi, su semblante se encontraba serio, está diciendo la verdad. Tragué saliva un poco incómoda y me removí en mi lugar, no es la primera vez que coquetea conmigo o dice alguna cosa linda que luego disfraza para no hacerme sentir presionada, pero esta es la primera vez que lo dice con firmeza y se nota
Gabriel <3Yo:¿Puedes prestarme tus apuntes?17:11Claro, pero hay un problema…17:15¿Y cuál sería ese problema?17:15Que no los traje, y estoy abajo.17:16Mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal, me puse una sudadera encima y bajé las escaleras tan rápido como pude. No sé por qué me ponía tan nerviosa, no es la primera vez que viene a buscarme para salir.Allí estaba, sentado en el sofá, con mi mamá, mi hermana y hasta mi tío. Al parecer no han sentido mi presencia, por lo que aclaré mi garganta para llamar la atención. Todos me miraron.—¿Qué sucede aquí? —pregunté cruzándome de brazos.—Gabriel estaba hablando con nosotros —dijo mi madre, dudando si seguir hablando o no.—Sólo cuídala y hazla feliz, ella sigue siendo nuestra pequeña —esta vez habló mi tío, y yo solo me puse roja como un tomate, no sé cómo sentirme, no creí que este momento llegaría, y el hecho de no saber que sería hoy tal vez me ha molestado un poco.Comencé a caminar hacia la puerta sin emitir pala
—¿Dónde está Camilo? —dije sujetándolo por la camisa —Señorita no tengo idea de lo que habla —dijo el hombre angustiado —no lo oculte más, lo encontraré tarde o temprano, y si usted colabora será más temprano que tarde, sólo dígame dónde está él —presioné mi agarre de su camisa —quisiera ayudarla pero ni siquiera sé quién es ese tal Camilo —su cuerpo comenzaba a temblar y su respiración le costaba, cada vez ejercía más fuerza en el cuello de su camisa —Amor qué sucede —dijo Gabriel posicionándose a mi lado, tratando de hacerme soltar al pobre señor que estaba ya rojo por la falta de oxígeno Me doy cuenta que este hombre realmente no sabía lo que pasaba, y que lo estaba lastimando por lo que enseguida solté mi agarre —disculpe —dije alejándome rápidamente del lugar. —Espera ¿a dónde vas? —Gabriel intentaba seguir mi ritmo, yo solo iba corriendo sin rumbo —detente —dijo sujetando mi brazo sin lastimarme —No quiero que me veas de esta manera —dije cubriendo mi cara con ambas
—bueno jóvenes, el informe deben traérmelo para la próxima clase ¿entendido? ya pueden retirarse, menos Paula, necesito hablar con usted —dijo la profesora mientras recogía sus libros.Terminé de guardar mis cosas, no puedo parar de pensar qué puede ser lo que quiere hablar la profesora, no le presté ni la más mínima atención a su clase, mi atención se encuentra en volver a ese parque y aceptar cualquier tipo de trato con ese hombre que me llevará hasta Camilo. Alguien me agitaba los hombros haciéndome volver de mis pensamientos, enseguida me doy cuenta que es la profesora. —Paula realmente estoy preocupada por ti ¿te encuentras bien? ¿qué te sucede? —podía notar la preocupación en sus ojos que trataban de recorrer todo mis rostro.Guardé silencio, no podia hablar de eso con nadie y menos con la profesora, no puedo exponerme ni exponer a mi familia. —Quiero ofrecerle una sincera disculpa por haber estado muy distraida en sus últimas dos clases, he tenido problemas persona… —comienz
—Bienvenida, pase por acá —dijo una amable anciana guiándome hacia la estilista. —Buenos días señorita, tome asiento acá —dijo la estilista dándome espacio para sentarme en la silla qué me indicaba —pronto iniciaremos su cambio de lookYa el cambio de look estaba aprobado por Don Armando, era algo que ya había pasado con anticipación para que pudiese ser estudiado por él y por suerte lo aprobó, decía que tenía que ser por completo un cambio en el que no pudiesen sospechar que siquiera tuviese algún parentesco conmigo.—Te amo —dijo Gabriel tomando mi mano—Y yo te amo a ti —dije mirándolo fijamente —solo serán unos meses, volveré más pronto de lo que te imaginas, espero que no me olvides y que no me montes los cuernos —dije riendo con la finalidad de que él también lo hiciera, me levanté para mirarlo mejor—No podría olvidarte ni en otra vida, y ponerte cuernos… eres la mujer de mi vida, no pudiese estar con otra chica ni aunque me obligasen —dijo riéndose también, acercándome rápida
—Oye tranquilízate, la vas a espantar —dijo natalyPodía notar que estabadesesperado, ya yo conocía a Diego asi que no me hacia falta esforzarme muchopara reconocer como se sentía. Sé que él no quiere incomodarme pero tampocopuede alejarse de mi. Sus ojos no dejaban de observarme desde que llegué, y se ha esforzado en intentar sacar alguna conversación.—En serio te pareces… a una…—Diego, ya basta, harás que se marche —dijo naty tratando de cambiar el tema disimuladamente.Yo estoy tranquila y confiada porque honestamente mi físico había cambiado por completo, no me parecía en nada a la Paula que todos conocían, y el maquillaje me ayuda muchísimoa ser Nicolle tranquilamente, pero… la verdad es que mi corazón si latió confuerza por un momento cuando vi lo decidido que estaba al decir que me parezco.Diego trató de comportarse y no volvió a tocar el tema pero sé que seguía con dudas en su cabeza, debo eliminar cualquier duda que él pueda tener por más mínima que sea, no puedo deja
—Eres realmente hermosa —dijo Diego acercándose a mí —Lo sé, gracias —dije entre una pequeña risa —Quisiera… saber si tengo alguna oportunidad contigo —sus ojos me miraban intensamente —¿Crees que… porque me hayas dicho que sentías algo fuertemente por mí… yo iba a entregarme a ti tan rápido? —dije terminando de romper el espacio entre nosotros. Esto me esta gustando, puedo manejarlo, lo tengo en mis manos, aunque él no tenga que ver con lo que hace su padre, de igual forma lo haré pagar todas y cada una de las cosas que me hicieron pasar a mí y a mi familia. Por fin algo dentro de mí se comienza a sentir bien. —Para nada, eres el tipo de mujer con la que cualquier hombre quisiera casarse, pero te juro, que estoy tratando de alejarme, de no pensarte y no puedo, fracaso en el intento y siempre estoy pegándome a ti —dijo pasando su brazo por mi cadera pegando nuestros cuerpos. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, mi mente casi me traiciona al intentar recordar la pr
—Salud por eso —estábamos brindando por nuestra primera prueba aprobada en la universidad.No estudiamos lo mismo y ya él llevaba un año adelantado, pero aún así estaba al pendiente de mí y hemos estado saliendo cuando tenemos tiempo libre. —Pero miren quienes están aquí —dijo una voz muy familiar —si son la nueva parejita —María traía una silla y se unió a nuestra mesa —¿Qué haces aquí? pensé que te había quedado todo claro —dijo Diego apretando su mandíbula tratando de no perder el control.—Quería… —dijo mirándome —pedirte una disculpa por… ya sabes… lo que dije ese día en tu casa —no había ni una pizca de arrepentimiento en su mirada —No tienes que pedir disculpas cuando en realidad no lo sientes —dije mirándola fijamente —conmigo no tienes que fingir ni porque esté él aquí —dije mirando a Diego —seamos sinceras, no te arrepientes de nada pero aún así no te preocupes, no pasa nada —le sonreí tranquilamente —Tienes razón, mi intención principalmente fue presionarlo a él pero se