3 meses después…
—Tú sí que eres intenso —dije entre risas.
—Es que ¡al menos he logrado sacarte una sonrisa! —dijo sonriendo mientras me miraba fijamente.
Y es cierto, Gabriel tenía razón, por primera vez en estos largos meses, puedo decir que comienzo a reirme sinceramente y no por obligación para fingir que todo está bien. Y todo esto es gracias a él.
—Oye, deberías reírte más seguido, eres aún más hermosa cuando lo haces —dijo mirándome de una manera que no pude descifrar. Yo volví a reírme con ganas ante su comentario esperando que se riera conmigo pero, no fue así.
—Fue gracioso —dije parando de reír poco a poco.
—A mí no me hizo gracia, lo digo muy en serio —fue entonces cuando lo vi, su semblante se encontraba serio, está diciendo la verdad.
Tragué saliva un poco incómoda y me removí en mi lugar, no es la primera vez que coquetea conmigo o dice alguna cosa linda que luego disfraza para no hacerme sentir presionada, pero esta es la primera vez que lo dice con firmeza y se nota dispuesto hablar de ello.
Hace pocos días sentí que yo le gustaba, pero ese pensamiento desapareció cuando me contó que le gustaba una chica. Nuestra amistad había iniciado desde ese día que se sentó a mi lado sin mi permiso, desde ese momento quedábamos todas las tardes en ese parque para contemplar juntos el atardecer.
Al principio fue tan difícil para mí, y me cabreaba que no solo quisiera acercarse a mí, sino que en verdad lo hiciera, luego de lo del aeropuerto no me acercaba a nadie y no dejaba que alguien lo hiciera, siempre alejaba a todos con mi mal carácter, solo con mi madre, hermana y tío podía entablar alguna conversación siempre y cuando no se mencionara ningún tema que involucrara mi pasado.
Me había cerrado por completo a hablar o siquiera escuchar acerca de algo que tuviera que ver con nuestro pasado, si escuchaba algo aunque fuese de mi niñez simplemente me iba del lugar, mi humor se acababa por lo que me encerraba en mi habitación o en ocasiones salía a caminar por la calle.
Pero con Gabriel es diferente, por más mal que lo traté durante un mes y medio, no funcionó, seguía viniendo al parque todas las tardes para mirar el atardecer conmigo, y cuando dijo que era atento ¡sí que lo era!, me había estudiado con lo poco y mucho que yo le demostraba. Poco por lo callada que era pero, mucho por lo que alteraba mi carácter cuando decía algo que no me gustara en lo absoluto.
—Hay algo de lo que quiero hablar contigo —dijo mirándome, el color miel de sus ojos se mostraba intenso gracias a la poca luz solar que quedaba del ocaso y que adornaba el lugar —Tú realmente me pareces una chica muy misteriosa —su mano metía un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja mientras sonreía, haciéndome sonreír también a mí —pero me pareces mucho más maravillosa, y me gustas mucho, hasta más de lo que quisiera admitir —esas últimas palabras fueron directamente un pinchazo en mi corazón, despertando una sensación extraña en mi estómago.
¿Qué se supone que debo responder? ¿qué debo decir? Es un chico asombroso, ha sido el único que se ha acercado y ha soportado hasta los desplantes que le he hecho. Pero ¿realmente estoy lista para dar este paso? ¿qué pasa si no funciona? No soportaría perder su amistad, es la única persona que realmente me hace compañía.
—Tal vez sea algo loco, pero quiero pasar mucho más tiempo contigo, quiero conocerte más —terminó de decir, mirándome fijamente a los ojos.
—No creo que sea buena idea que me conozcas más de lo que ya sabes, tal vez te marcharias y eso no lo soportaría —dije bajando la mirada.
—O tal vez… me quede para siempre —dijo sujetando mi barbilla para que volviera a mirarlo —No podría alejarme de ti, ni aunque me obligaran.
—Créeme, no sabes lo que dices —volví a bajar la mirada.
—Paula por favor, no hay nada que pueda alejarme de ti, y por más complicado que sea, es pasado, y lo que importa es el presente —buscaba mi mirada desesperadamente —te quiero así, y quiero quererte sin importar tu pasado, déjame hacerlo.
Justo cuando estaba por responder de manera negativa sus manos sujetaron mi rostro inmovilizándome, sus ojos bajaron a mis labios y luego subieron nuevamente a mis ojos, acción que volvió a repetir mientras en un rápido impulso juntó nuestros labios. Me tomó por sorpresa, no esperaba que fuese a ser capaz de hacer aquello, por lo que me quedé paralizada. Sus labios eran tan suaves que se sentían maravillosos, cerré mis ojos y él prosiguió.
—Eso fue… —ni siquiera podía hablar bien.
—Ya lo sé —dijo él, afectado tanto como yo —quiero creer que eso es un sí de tu parte —me miraba ansioso.
Realmente no creí que volvería a pasar por esto, ni siquiera creí que mi corazón volvería a latir por alguien, pero aquí está, acelerado por un beso que me ha derretido más de lo que me gustaría admitir.
—Solo dame una oportunidad y te aseguro que daré lo mejor de mí, solo déjame intentarl… —lo besé nuevamente para que se callara por un momento —Entonces… ¿Quieres ser mi novia? —dijo con una gran sonrisa en sus labios.
—Creo que está más que claro pero… ¡Sí! —dije sin poder ocultar la emoción en mi voz —Hay cosas del pasado que siguen interrumpiendo mi presente, solo no te rindas, por favor —dije bajando la cara para evitar su mirada —no sé qué sería de mí si lo hicieras.
—Juntos lo vamos a superar, veras que sí —entrelazó su mano con la mía —Prometo quedarme a tu lado en todo momento —dijo levantando mi rostro para darme un beso en la frente.
—Realmente no sé qué has visto en mí, pero gracias.
—Te has sonrojado —dijo pinchando mis cachetes.
—Oye basta, no te pases —dije poniéndome seria.
—Eres la amargada más hermosa que existe en el mundo.
—Y tú… empalagas —dije formando una pequeña sonrisa en mis labios.
Ambos reímos mientras veíamos el último rayo de sol desvanecerse.
Gabriel <3Yo:¿Puedes prestarme tus apuntes?17:11Claro, pero hay un problema…17:15¿Y cuál sería ese problema?17:15Que no los traje, y estoy abajo.17:16Mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal, me puse una sudadera encima y bajé las escaleras tan rápido como pude. No sé por qué me ponía tan nerviosa, no es la primera vez que viene a buscarme para salir.Allí estaba, sentado en el sofá, con mi mamá, mi hermana y hasta mi tío. Al parecer no han sentido mi presencia, por lo que aclaré mi garganta para llamar la atención. Todos me miraron.—¿Qué sucede aquí? —pregunté cruzándome de brazos.—Gabriel estaba hablando con nosotros —dijo mi madre, dudando si seguir hablando o no.—Sólo cuídala y hazla feliz, ella sigue siendo nuestra pequeña —esta vez habló mi tío, y yo solo me puse roja como un tomate, no sé cómo sentirme, no creí que este momento llegaría, y el hecho de no saber que sería hoy tal vez me ha molestado un poco.Comencé a caminar hacia la puerta sin emitir pala
—¿Dónde está Camilo? —dije sujetándolo por la camisa —Señorita no tengo idea de lo que habla —dijo el hombre angustiado —no lo oculte más, lo encontraré tarde o temprano, y si usted colabora será más temprano que tarde, sólo dígame dónde está él —presioné mi agarre de su camisa —quisiera ayudarla pero ni siquiera sé quién es ese tal Camilo —su cuerpo comenzaba a temblar y su respiración le costaba, cada vez ejercía más fuerza en el cuello de su camisa —Amor qué sucede —dijo Gabriel posicionándose a mi lado, tratando de hacerme soltar al pobre señor que estaba ya rojo por la falta de oxígeno Me doy cuenta que este hombre realmente no sabía lo que pasaba, y que lo estaba lastimando por lo que enseguida solté mi agarre —disculpe —dije alejándome rápidamente del lugar. —Espera ¿a dónde vas? —Gabriel intentaba seguir mi ritmo, yo solo iba corriendo sin rumbo —detente —dijo sujetando mi brazo sin lastimarme —No quiero que me veas de esta manera —dije cubriendo mi cara con ambas
—bueno jóvenes, el informe deben traérmelo para la próxima clase ¿entendido? ya pueden retirarse, menos Paula, necesito hablar con usted —dijo la profesora mientras recogía sus libros.Terminé de guardar mis cosas, no puedo parar de pensar qué puede ser lo que quiere hablar la profesora, no le presté ni la más mínima atención a su clase, mi atención se encuentra en volver a ese parque y aceptar cualquier tipo de trato con ese hombre que me llevará hasta Camilo. Alguien me agitaba los hombros haciéndome volver de mis pensamientos, enseguida me doy cuenta que es la profesora. —Paula realmente estoy preocupada por ti ¿te encuentras bien? ¿qué te sucede? —podía notar la preocupación en sus ojos que trataban de recorrer todo mis rostro.Guardé silencio, no podia hablar de eso con nadie y menos con la profesora, no puedo exponerme ni exponer a mi familia. —Quiero ofrecerle una sincera disculpa por haber estado muy distraida en sus últimas dos clases, he tenido problemas persona… —comienz
—Bienvenida, pase por acá —dijo una amable anciana guiándome hacia la estilista. —Buenos días señorita, tome asiento acá —dijo la estilista dándome espacio para sentarme en la silla qué me indicaba —pronto iniciaremos su cambio de lookYa el cambio de look estaba aprobado por Don Armando, era algo que ya había pasado con anticipación para que pudiese ser estudiado por él y por suerte lo aprobó, decía que tenía que ser por completo un cambio en el que no pudiesen sospechar que siquiera tuviese algún parentesco conmigo.—Te amo —dijo Gabriel tomando mi mano—Y yo te amo a ti —dije mirándolo fijamente —solo serán unos meses, volveré más pronto de lo que te imaginas, espero que no me olvides y que no me montes los cuernos —dije riendo con la finalidad de que él también lo hiciera, me levanté para mirarlo mejor—No podría olvidarte ni en otra vida, y ponerte cuernos… eres la mujer de mi vida, no pudiese estar con otra chica ni aunque me obligasen —dijo riéndose también, acercándome rápida
—Oye tranquilízate, la vas a espantar —dijo natalyPodía notar que estabadesesperado, ya yo conocía a Diego asi que no me hacia falta esforzarme muchopara reconocer como se sentía. Sé que él no quiere incomodarme pero tampocopuede alejarse de mi. Sus ojos no dejaban de observarme desde que llegué, y se ha esforzado en intentar sacar alguna conversación.—En serio te pareces… a una…—Diego, ya basta, harás que se marche —dijo naty tratando de cambiar el tema disimuladamente.Yo estoy tranquila y confiada porque honestamente mi físico había cambiado por completo, no me parecía en nada a la Paula que todos conocían, y el maquillaje me ayuda muchísimoa ser Nicolle tranquilamente, pero… la verdad es que mi corazón si latió confuerza por un momento cuando vi lo decidido que estaba al decir que me parezco.Diego trató de comportarse y no volvió a tocar el tema pero sé que seguía con dudas en su cabeza, debo eliminar cualquier duda que él pueda tener por más mínima que sea, no puedo deja
—Eres realmente hermosa —dijo Diego acercándose a mí —Lo sé, gracias —dije entre una pequeña risa —Quisiera… saber si tengo alguna oportunidad contigo —sus ojos me miraban intensamente —¿Crees que… porque me hayas dicho que sentías algo fuertemente por mí… yo iba a entregarme a ti tan rápido? —dije terminando de romper el espacio entre nosotros. Esto me esta gustando, puedo manejarlo, lo tengo en mis manos, aunque él no tenga que ver con lo que hace su padre, de igual forma lo haré pagar todas y cada una de las cosas que me hicieron pasar a mí y a mi familia. Por fin algo dentro de mí se comienza a sentir bien. —Para nada, eres el tipo de mujer con la que cualquier hombre quisiera casarse, pero te juro, que estoy tratando de alejarme, de no pensarte y no puedo, fracaso en el intento y siempre estoy pegándome a ti —dijo pasando su brazo por mi cadera pegando nuestros cuerpos. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, mi mente casi me traiciona al intentar recordar la pr
—Salud por eso —estábamos brindando por nuestra primera prueba aprobada en la universidad.No estudiamos lo mismo y ya él llevaba un año adelantado, pero aún así estaba al pendiente de mí y hemos estado saliendo cuando tenemos tiempo libre. —Pero miren quienes están aquí —dijo una voz muy familiar —si son la nueva parejita —María traía una silla y se unió a nuestra mesa —¿Qué haces aquí? pensé que te había quedado todo claro —dijo Diego apretando su mandíbula tratando de no perder el control.—Quería… —dijo mirándome —pedirte una disculpa por… ya sabes… lo que dije ese día en tu casa —no había ni una pizca de arrepentimiento en su mirada —No tienes que pedir disculpas cuando en realidad no lo sientes —dije mirándola fijamente —conmigo no tienes que fingir ni porque esté él aquí —dije mirando a Diego —seamos sinceras, no te arrepientes de nada pero aún así no te preocupes, no pasa nada —le sonreí tranquilamente —Tienes razón, mi intención principalmente fue presionarlo a él pero se
—Por algún tiempo extrañé mucho a mi… Paula, ese es el nombre de mi exnovia , no podía pedirle otra oportunidad porque mutuamente habíamos estado de acuerdo en terminar nuestra relación por nuestro bienestar aunque lo hice más por ella que por mi, le hice creer que yo estaba cambiando y que estaba conociendo nuevas personas pero en realidad no fue así, sabía que ya ella se sentía incómoda con nuestro alrededor y tenía que hacer que pudiese alejarse para que pudiese estar tranquila, sin embargo, con el pasar del tiempo solo pensaba en ella y en lo mucho que la extrañaba, me refugie en el alcohol, bebía hasta perder el conocimiento y aún así no podía olvidarla —soltó un pequeño suspiro —una noche estaba ya muy ebrio y apareció María, yo sólo veía a Paula y ella venía hacía mí y me besó, le seguí el beso pero algo se sentía mal, esos no eran sus labios, ese no era su aroma, y la alejé con tanta fuerza que casi cae al suelo —me miró para asegurarse de que podía continuar así que asentí pa