—Paula ¿Me estás escuchando? —dijo María molesta por no recibir mi atención.
Me encontraba realmente muy distraída. Solo podía pensar en mi padre, ¿Estará bien? ¿Por qué se fue sin decir nada? ¿Cuándo volvería? ¿Por qué no atendía mis llamadas, ni respondía los mensajes? ¿A dónde fue?, eso era lo que tenía toda mi atención, para mí no existía nada más que no sea encontrar lógica al repentino viaje de mi papá sobre todo por las circunstancias; pero, esto al parecer era muy complicado para que mi supuesta “amiga” lo pudiera entender.
—No te preocupes, solo deben ser cosas de su trabajo —volvió a hablar María para tratar de restarle importancia a mi preocupación.
—¿Siquiera te estás escuchando? —dije ya un poco alterada ante su tranquilidad —Es MI PAPÁ, no he sabido nada de él en aproximadamente 30 horas ¿y eso te parece normal? Mi papá nunca se ha ido sin decir nada en todo un día y una noche. Antes de irse “a su viaje” se notaba nervioso pero nos hizo creer que solo era estres. Entonces, mientras yo estoy preocupada sin saber qué hacer ¿Tú solo puedes decirme: “No te preocupes son cosas de su trabajo”? —dije totalmente irritada imitando su tono — Pero claro ¿Qué puedes saber tú de eso? no tienes padre y ni siquiera muestras un mínimo de empatía —dije con pequeñas lágrimas amenazando con salir de mis ojos.
María se quedó callada, parecía afectada por cada una de mis palabras punzantes. En un momento como este, no sé qué hacer y ella no me está ayudando, probablemente voy a arrepentirme de todo lo que le dije pero por ahora no me importa nada que no sea encontrar a mi pa…
—Es… es mi papá —dije en un tono casi inaudible —¡PAPÁ! —Grité mientras corría a su encuentro —¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? —dije abrazándolo.
—Hi..ja… —jadeó mi padre, tratando de contener el dolor que le causó mi abrazo.
—¿Qué te ha pasado? —repetí con los ojos llenos de lágrimas al verlo en ese estado.
Su camisa se había manchado de sangre y algunos botones habían sido arrancados dejando su pecho al descubierto, su cara estaba casi irreconocible, su cuerpo muy mal herido, indicando haber sido casi molido a golpes.
—¿Estás bien? —Preguntó preocupado al ver que andaba sola, al parecer María se había marchado —no debes quedarte sola en ningún momento —dijo mirando hacia todos lados —vamos a casa de tu tío, seguro que alguna de su ropa puede servirme y podré darme una ducha para que tu madre y tu hermana no me vean de esta man...
—Solo dime algo —lo interrumpí preocupada y soltando un gran suspiro —¿Fue él? —pregunté atemorizada de escuchar la respuesta, deseaba que esa respuesta fuera negativa pero había muchas posibilidades de que fuera cierta.
—Cariño no te preocupes, solo han sido unos delincuentes que querían dinero, vamos a estar bien, solo hay que irnos de este lugar lo antes posible, no podemos seguir cerca de ellos —dijo tomando entre sus manos mi rostro para tratar de tranquilizarme.
—¿Cerca de quienes? ¿Por los delincuentes? —pregunté confundida.
—Sí, no lograron sacarme nada y eso los molestó —mi padre se mira dudoso —entonces han amenazado con venir a casa y hacernos daño —dijo preocupado —y obviamente no voy a permitir que les hagan daño a ninguna de mis princesas ni a mi reina.
Traté de no incomodarlo aún más y comprendí que lo mejor era irnos a casa, tal vez después de un descanso estará dispuesto a hablar de lo que realmente sucedió. En alguna parte del camino mi padre se quitó los zapatos para así tratar de “disminuir” un poco el dolor, pero no le sirvió de mucho porque podía seguir viendo en su cara pequeñas muecas de dolor al caminar.
Él me miraba en silencio una que otra vez, seguramente pensando qué hacer para cuidarnos, mi padre siempre ha sido nuestro príncipe, nuestro superhéroe, el que siempre nos defiende y protege.
Yo soy su primogénita, la niña que lo hizo papá por primera vez, sin embargo, sé que él no tiene favoritismo con ninguna de las dos (mi hermana y yo) siempre nos ha demostrado su amor por igual, aunque en este caso se trate de mi.
…
—Amor, has vuelto —dijo mi madre al escuchar el sonido de la puerta de su habitación, al mirarle soltó un jadeo de sorpresa, se acercó a él revisando lo que pudo de sus heridas visibles —Pero… ¿Qué te ha pasado? —dijo preocupada al verlo más de cerca.
—Solo han sido unos delincuentes que querían dinero —dijo mi padre tratando de sonar tranquilo, porque sabía que yo seguía detrás de la puerta escuchando, y realmente había otras cosas de qué preocuparse, podía sentirlo aunque no me lo dijera.
Estoy consciente que soy una chica muy inteligente y es muy difícil poder ocultarme la verdad, y mi madre no se queda atrás, por lo que estoy segura que percibió que se trataba de algo importante que mi hermana y yo no teníamos que saber.
—Bueno, seguramente tienes hambre, te traeré la comida a la cama, tu solamente ponte cómodo —dijo ella con ese tono que sé que utiliza para seguirle la corriente a mi padre en este tipo de casos.
Salí corriendo para que no me descubrieran, aunque sé que ya ellos sabían que estaba allí escuchando y por eso no dijeron nada. Mi madre siguió su rumbo a la cocina donde calentó una sopa de verduras que había preparado y se la llevó a mi padre, mientras yo seguí observando y escuchando de lejos.
—Tenemos que irnos lo antes posible de aquí, ya hablé con mi hermano y está dispuesto a recibirnos… —dijo mi papá pensativo.
—No estoy comprendiendo Juan, y créeme que lo estoy intentando —lo interrumpió mi madre preocupada.
—No tienes que entenderlo Eva, solo comienza hacer las maletas y haz que nuestras hijas crean que es un viaje de vacaciones —dijo un tanto preocupado.
—Bien —dijo ella acercándose —lo haré, te apoyé, te apoyo y te seguiré apoyando, siempre estaré contigo —le dio un abrazo.
—Gracias mi amor, tenemos que proteger a las niñas, especialmente a Paula, ese hombre está loco y quiere casarla con su hijo —dijo agarrando su rostro con ambas manos para que pudieran verse a los ojos —ya tengo la mía lista —dijo señalando su maleta.
Sí, ya no me cabe duda que los golpes que había recibido mi padre fueron ocasionados por el mismo hombre que, en aquella cena familiar se comportó como un padre ejemplar y una persona amable, ese mismo hombre era tan malvado como su propio hijo lo había descrito alguna vez. Le ha hecho daño a mi padre solamente por haber terminado nuestra relación y ahora por eso debemos huir. Esto ha sido mi culpa, nunca debí haber avanzado con Diego cuando me enteré que su papá era el mafioso más popular en la zona, él me dio una oportunidad para no involucrarme en ese mundo, pero yo de ingenua creí que podría con eso y seguí adelante…
—Basta —dije entrando a la habitación de mis padres —me casaré con él —dije firme.
—Hija tú no tienes que hacer es…
—Detente papá —dije interrumpiéndolo —soy mayor de edad y no dejaré que te sigan lastimando ni mucho menos a mi familia, aceptaré su absurdo convenio de casarme con su hijo —dije suspirando —no tienen que preocuparse por mí, voy a estar bien, Diego es mi exnovio y aunque nuestros planes juntos hace tiempo terminaron, estaré bien
—No lo entiendes Paula, no puedo dejar que hagas semejante cosa —dijo mi padre en un suspiro —no quiero ni puedo vender a mi hija para poder vivir en paz y sin “problemas” —me abrazó fuertemente y me dió un beso en la cabeza —Esta misma noche salimos al aeropuerto y nos iremos, buscaremos la manera para que arresten a ese demonio de una vez por todas y se pudra en la cárcel —sonreí y correspondí a su abrazo.
—¿Cuál será el primer sitio que visitemos al llegar? —preguntó Alejandra mi hermanita, emocionada.—Apenas estamos llegando al aeropuerto, relájate, ya tendremos tiempo de pensar, nuestro tío nos ayudará con los lugares —dije tratando de sonar tranquila, para que no sospechara las razones verdaderas por la cual había surgido este viaje.Ya estábamos esperando para entrar al avión, pero en un abrir y cerrar de ojos unos hombres vestidos totalmente de negro, y con las caras tapadas aparecieron por todos lados rodeándonos, la gente a nuestro alrededor comenzó a alejarse del lugar presas del pánico. Yo me estaba poniendo nerviosa, estos hombres seguramente tenían que ver con Camilo y no quería que le hicieran daño a mi padre nuevamente.Pude sentir como inconscientemente mi padre tomó mi mano y la apretó con fuerza, estaba muy tenso y trataba de buscar algo que pudiera servirle para defendernos o tal vez alguien que pudiera pedir ayuda, su cuerpo apenas podía mantenerse en pie debido a la
1 año después…Aquella noche fue lo peor que he vivido en mi vida. Esos idiotas habían hecho un pacto con la aerolínea para que no pusieran pero alguno cuando nos metieron al avión inconscientes. Nadie sabía nada, nadie había visto nada. Mil veces idiotas. Ni las cámaras de seguridad tenían algo, todo había sido borrado. Intentamos buscar información sobre el cuerpo de mi padre, pero al parecer no habían dejado rastro alguno. Mi tío nos estuvo llevando a recibir ayuda profesional, estábamos recibiendo terapia individualmente. A mi mamá le había costado mucho asimilar lo sucedido, pero estaba avanzando por nosotras, mi hermana también había decidido avanzar, cosa que para mi no era tan fácil de hacer. Empezar de cero en otro país era tal vez lo peor con lo que tenía que lidiar, sentía que la más afectada era yo y nadie se fijaba en ello, tenía sed de venganza, necesitaba lograr que pagaran con su vida. Y aunque me cueste la vida juré que todos esos imbéciles me las pagarían por todo l
3 meses después…—Tú sí que eres intenso —dije entre risas.—Es que ¡al menos he logrado sacarte una sonrisa! —dijo sonriendo mientras me miraba fijamente.Y es cierto, Gabriel tenía razón, por primera vez en estos largos meses, puedo decir que comienzo a reirme sinceramente y no por obligación para fingir que todo está bien. Y todo esto es gracias a él.—Oye, deberías reírte más seguido, eres aún más hermosa cuando lo haces —dijo mirándome de una manera que no pude descifrar. Yo volví a reírme con ganas ante su comentario esperando que se riera conmigo pero, no fue así.—Fue gracioso —dije parando de reír poco a poco.—A mí no me hizo gracia, lo digo muy en serio —fue entonces cuando lo vi, su semblante se encontraba serio, está diciendo la verdad. Tragué saliva un poco incómoda y me removí en mi lugar, no es la primera vez que coquetea conmigo o dice alguna cosa linda que luego disfraza para no hacerme sentir presionada, pero esta es la primera vez que lo dice con firmeza y se nota
Gabriel <3Yo:¿Puedes prestarme tus apuntes?17:11Claro, pero hay un problema…17:15¿Y cuál sería ese problema?17:15Que no los traje, y estoy abajo.17:16Mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal, me puse una sudadera encima y bajé las escaleras tan rápido como pude. No sé por qué me ponía tan nerviosa, no es la primera vez que viene a buscarme para salir.Allí estaba, sentado en el sofá, con mi mamá, mi hermana y hasta mi tío. Al parecer no han sentido mi presencia, por lo que aclaré mi garganta para llamar la atención. Todos me miraron.—¿Qué sucede aquí? —pregunté cruzándome de brazos.—Gabriel estaba hablando con nosotros —dijo mi madre, dudando si seguir hablando o no.—Sólo cuídala y hazla feliz, ella sigue siendo nuestra pequeña —esta vez habló mi tío, y yo solo me puse roja como un tomate, no sé cómo sentirme, no creí que este momento llegaría, y el hecho de no saber que sería hoy tal vez me ha molestado un poco.Comencé a caminar hacia la puerta sin emitir pala
—¿Dónde está Camilo? —dije sujetándolo por la camisa —Señorita no tengo idea de lo que habla —dijo el hombre angustiado —no lo oculte más, lo encontraré tarde o temprano, y si usted colabora será más temprano que tarde, sólo dígame dónde está él —presioné mi agarre de su camisa —quisiera ayudarla pero ni siquiera sé quién es ese tal Camilo —su cuerpo comenzaba a temblar y su respiración le costaba, cada vez ejercía más fuerza en el cuello de su camisa —Amor qué sucede —dijo Gabriel posicionándose a mi lado, tratando de hacerme soltar al pobre señor que estaba ya rojo por la falta de oxígeno Me doy cuenta que este hombre realmente no sabía lo que pasaba, y que lo estaba lastimando por lo que enseguida solté mi agarre —disculpe —dije alejándome rápidamente del lugar. —Espera ¿a dónde vas? —Gabriel intentaba seguir mi ritmo, yo solo iba corriendo sin rumbo —detente —dijo sujetando mi brazo sin lastimarme —No quiero que me veas de esta manera —dije cubriendo mi cara con ambas
—bueno jóvenes, el informe deben traérmelo para la próxima clase ¿entendido? ya pueden retirarse, menos Paula, necesito hablar con usted —dijo la profesora mientras recogía sus libros.Terminé de guardar mis cosas, no puedo parar de pensar qué puede ser lo que quiere hablar la profesora, no le presté ni la más mínima atención a su clase, mi atención se encuentra en volver a ese parque y aceptar cualquier tipo de trato con ese hombre que me llevará hasta Camilo. Alguien me agitaba los hombros haciéndome volver de mis pensamientos, enseguida me doy cuenta que es la profesora. —Paula realmente estoy preocupada por ti ¿te encuentras bien? ¿qué te sucede? —podía notar la preocupación en sus ojos que trataban de recorrer todo mis rostro.Guardé silencio, no podia hablar de eso con nadie y menos con la profesora, no puedo exponerme ni exponer a mi familia. —Quiero ofrecerle una sincera disculpa por haber estado muy distraida en sus últimas dos clases, he tenido problemas persona… —comienz
—Bienvenida, pase por acá —dijo una amable anciana guiándome hacia la estilista. —Buenos días señorita, tome asiento acá —dijo la estilista dándome espacio para sentarme en la silla qué me indicaba —pronto iniciaremos su cambio de lookYa el cambio de look estaba aprobado por Don Armando, era algo que ya había pasado con anticipación para que pudiese ser estudiado por él y por suerte lo aprobó, decía que tenía que ser por completo un cambio en el que no pudiesen sospechar que siquiera tuviese algún parentesco conmigo.—Te amo —dijo Gabriel tomando mi mano—Y yo te amo a ti —dije mirándolo fijamente —solo serán unos meses, volveré más pronto de lo que te imaginas, espero que no me olvides y que no me montes los cuernos —dije riendo con la finalidad de que él también lo hiciera, me levanté para mirarlo mejor—No podría olvidarte ni en otra vida, y ponerte cuernos… eres la mujer de mi vida, no pudiese estar con otra chica ni aunque me obligasen —dijo riéndose también, acercándome rápida
—Oye tranquilízate, la vas a espantar —dijo natalyPodía notar que estabadesesperado, ya yo conocía a Diego asi que no me hacia falta esforzarme muchopara reconocer como se sentía. Sé que él no quiere incomodarme pero tampocopuede alejarse de mi. Sus ojos no dejaban de observarme desde que llegué, y se ha esforzado en intentar sacar alguna conversación.—En serio te pareces… a una…—Diego, ya basta, harás que se marche —dijo naty tratando de cambiar el tema disimuladamente.Yo estoy tranquila y confiada porque honestamente mi físico había cambiado por completo, no me parecía en nada a la Paula que todos conocían, y el maquillaje me ayuda muchísimoa ser Nicolle tranquilamente, pero… la verdad es que mi corazón si latió confuerza por un momento cuando vi lo decidido que estaba al decir que me parezco.Diego trató de comportarse y no volvió a tocar el tema pero sé que seguía con dudas en su cabeza, debo eliminar cualquier duda que él pueda tener por más mínima que sea, no puedo deja