Ella decide hacerse la inseminación artificial para lograr su sueño, su sueño sin necesidad de un hombre. Pero todo se le salió de las manos... A ella le sucedió , Tohbías Mcadams un magnate dueño de un legado Millonario que lo es todo en su vida. Su tiempo es dinero y es todo lo que necesita , no le importan las relaciones formales. Está en un punto en su vida que lo que menos le interesan son los sentimientos. Aún así él , decide poner en el banco de una clínica de fertilidad su esperma, y debido a un incidente Tohbías Mcadams da vida a todos los demonios que persiguen a Molly. ¿Podrá una inseminación artificial unirlos a pesar de que cada uno representa la pesadilla del otro? ¿Podrán formar una familia y amarse, aunque todo esté en contra?
Leer másCinco Años Después Tohbías La veo sonreír ampliamente. Mi vida se me restaura cada vez que lo hace, pero a los segundos vuelve a ser la mierda que es desde hace seis años.Porque ella no recuerda nada pero yo sí. Luego de llevarla a el hospital más cercano y que lograron estabilizarla, solo desee morir. No soporté cada segundo que pasé a la espera de que abriera los ojos, para verlos sin vida, opacos y tristes. No soportaba el hecho de que ella me mirara a los ojos decepcionada de mí y rota por dentro.Pasaron dos días con ella inconsciente, casi la pierdo pues perdió mucha sangre y rasgaron su interior tanto que tuvieron que sacar todos sus órganos reproductores. Le hicieron una histerectomía total. Para cuando abrió los ojos estaba perdida, asustada y temerosa. Temí por noches su reacción, pero nunca llegó. No me reconoció, ni a nuestro hijo, ni mi padre, ni a los suyos y ni siquiera a ella misma. No sabía su nombre, edad o quién era.Mi dolor aumentó drásticamente, porque al a
NarradorLas palabras de Malcolm aún desesperan más a Tohbías. Tuvo que dejar ir a la hija de puta batallando con todo su autodominio para no clavarle un tiro en la frente.Por una parte está realmente estupefacto por la noticia del embarazo, es realmente un embarazo normal. Pero la felicidad por eso ahora mismo no llega a sus ojos.Aún no procesa todo lo que está sucediendo. Una mala sensación le deja un sabor amargo en la boca cuando pasados tres minutos estancado, parado sin decir nada al dejar ir a la desgracia, ahora sale corriendo.Marca de forma rápida el número de Marco.—Dime que tienes algo de la ubicación —más que una afirmación es una súplica.El silencio se extiende desempernándolo más.—Lo siento Tohbías.El pelirrojo maldice una y tres mil veces el que Molly se haya quitado esos colgantes que tanto le reitero no quitarse.Sigue de largo montándose en el primer auto que ve. Acelera pisando fuerte, notando el sudor correr por su frente aunque no hace calor. La ansiedad lo
Molly⚠️Capítulo Intenso⚠️Escucho voces a lo lejos, ni siquiera sé de quienes son. Pestañeo adaptándome a la claridad y todo me da vueltas. Estoy en un lugar sucio, las paredes que me rodean están húmedas y en muy mal estado. Del techo se filtra agua.Un punzante dolor de cabeza me hace arrugar el rostro. Vuelvo a abrir los ojos e intento desatar en vano mis manos. Estoy amarrada a una silla obstétrica. Mis piernas reposan sobre la parte de poner los pies. Los ojos se me acumulan del líquido salado que me hace hiperventilar en cuestión de segundos. Todo está solo a no ser por los murmullos que se escuchan a lo lejos.—¡Ayuda por favor! —grito entre llantos. Mi pulso está acelerado y siento que voy a desfallecer. No quiero adelantarme a los acontecimientos pero esto no apunta nada bueno. Lloro. Grito una y otra vez. Jalo y jalo la soga y no cede. Mis muñecas duelen pero no me importa, sigo tirando hasta ver la sangre en ellas. En cambio es un nudo muy potente. No dejo de llorar
Molly Horas antesUna tranquilidad me recorre entera cuando vi que la tía de Tohbías no había dicho nada, pero la decepción no tardó en llegar cuando todo lo que escuché de sus labios fueron como dagas a mi corazón.«Tú y yo hablaremos cuando regrese de la empresa y tomaremos las medidas necesarias» Lo escucho marcharse desde la cocina. —¿Estás bien? —pregunta Mesly. Cuando la puerta principal se cierra suspiro.—No me encuentro bien, han sido muchas cosas estos días.—Cariño tienes que estar tranquila, esta situación no favorece para nada al bebé.Me giro oyéndola hablar. Ni siquiera ella sabe el significado de las palabras de su sobrino al decirme eso. Es que ni yo misma sé que pasa por su mente. «¿Qué medidas va a tomar? ¿Me pedirá abortar?» Sacudo mi cabeza porque no creo que él sea capaz de algo semejante. Mis ojos se empañan y con mis manos me limpio. —¿Qué sucede Molly? Cuéntamelo —pide Mesly parándose a mi lado. Bajo la cabeza y me preparo para hablar. —Me dijo que no
TohbíasLa veo detalladamente y todo se revoluciona dentro de mí. Algo anda mal, lo sé y no quiero preocuparme. Pensar en que le suceda algo como Alara me pone los pelos de punta. «Náuseas, camarón, libido a millón, pechos turgentes y no bebiendo alcohol» —Yo... —comienza a titubear y eso me confirma lo que imaginé.—Os dejo a solas. Tú y yo hablaremos cuando regrese de la empresa y tomaremos las medidas necesarias —decreto al llegar frente a mi mujer y deposito un beso en su mejilla. Veo sus ojos cristalizarse y aunque me pesa irme y dejarla así, necesita conversar con Mesly. Confío plenamente en que ella la ayudará. Las escucho murmurar cosas pero me alejo. Luego conversaremos cuando regrese. Mi interior se comprime solo de pensar en su potente deseo de volver a ser madre. Temo que eso haya influenciado. Elijo un traje azul oscuro de diseñador y convino con mis zapatos de marca. Decido por un simple reloj de oro blanco sin pedrería. Me peino como habitualmente hago y salgo fuer
MollyYo me quedo pasmada cuando le escucho decir semejante cosa al prometido de mi amiga. Busco la mirada de la chica y noto su ceño fruncido. —Sentémonos y pidamos los tragos —intenta amenizar el sitio pues está demasiado tenso. De fondo suena Tiesto feat Karol G y a nosotros llega el bartender del reservado. —Un martini, un ron en las rocas y... —Anna mira a Tohbías.—Un whisky —increpa mi esposo al barman.Todos fijan su atención a mí, muevo mis manos nerviosa. —Una margarita estaría bien —hablo un tanto nerviosa. El chico se marcha y Anna se pone a contarme todo sobre su pedida de mano. —¿Cuánto fue que costó usar delfines Dylan? —pregunta a su novio. Según me cuenta fue en un yate en una preciosa zona arrecife cerca de las Bahamas. —Cien mil dólares —responde el chico y ella sonríe con suficiencia. Aparto la mirada de Dylan porque se me queda viendo un poco raro mientras mi esposo le lanza dagas asesinas con su mirada. —Que bonito debió quedar todo Anna. —Ay amiga ni
MollyAmanece y mis deseos de salir fuera de la cama son nulos, mi mente se aferra a las crudas palabras de mi esposo.«No deseo nada más, con ustedes lo tengo todo» Y aunque quizá en otro momento me hubiese parecido lo más romántico del mundo, esta vez sabe diferente. Porque jamás pensé que esa fuese su respuesta. El "no deseo nada más" taladra mis sesos y se repite constantemente, haciendo pesar la idea de que rechace su próximo bebé en camino. Trago grueso cuando los deseos de llorar escuecen mis ojos. Me sorbo la nariz para no despertarle. Está aferrado a mi espalda con una de sus manos en mis tetas. Siempre amanece así, en las noches lo siento magrearlas completamente dormido. Realmente tiene un fetiche intenso con ellas. Me pongo de pie para no despertarle y voy directo al baño. Dentro lloro por todo lo acumulado. «¿Qué haré cuando le cuente de mi embarazo? ¿Me dejará por eso?» Me ducho y salgo fuera, aún está dormido cuando paso frente a la cama.—¿Por qué sales tan temp
Tohbías «¿Es que acaso no piensa dejar de lloverme problemas?» Subo al primer auto que veo y arranco con rapidez. Nadie me sigue porque eso fue lo estipulado por el gilipollas de Scott. Esos malditos italianos no paran de joder, piensan que los tratos nunca tienen fin y si no quiero seguir vendiéndoles mercancía, no se las vendo y punto. Pero no, tienen que ir a por mi mujer solo para llamar mi atención, sabe que le tengo el perímetro rodeado aunque él la tenga a ella. Ese cabrón es demasiado egocéntrico como para atropellarse con la muerte de por él y sabe que yo no juego, que soy directo y claro. Está en mis terrenos y con mis cosas no se juega. Bajo al llegar al sitio y los grandes almacenes inhabitados acaparan mi vista. De lejos veo a todos y cada uno de mis tíos, esperando mi señal, pero sé que esto es puro teatro. Están desesperados los italianos porque los Castellanos tienen casi todo el control en Estados Unidos y aún así quieren joderlos. Es como meterte en el hábitat
MollyLo veo marcharse dejándome un sinfín de emociones dentro. Me siento tan estupefacta que me anclo en el suelo del asombro. ¿Recuerda? ¿Cómo es posible? ¿Por qué no noté raro ese te amo aquella noche? Mi pecho está acelerado por lo que siento. ¡Ha vuelto! Las ganas de ir tras él me invaden pero me freno al instante. Los espejismos de mi pasado se asoman en la puerta y no me permiten dar un paso. No puedo, no me hallo con valor.Todo me supera. Jamás imaginé que haría algo así, sé que en parte fue mi culpa, sé que no debí haber accedido a algo así luego de sus advertencias. Pero nunca pasó por mi cabeza que en específico él pudiese hacerme daño de esa forma. A mi mente llegan todos las palabras corrompidas por dolor y lágrimas mientras me embestía con brusquedad. Estaba completamente fuera de sí, siquiera me miraba a los ojos. Era otro Tohbías que no conozco. Y últimamente estoy conociendo bastantes tenebrosas cosas de él. Todos a nuestro alrededor pueden sorprendernos de