Tohbías
Hace un día atrásAl llegar a casa de mi padre. Entro a la que fue mi hogar por veinte años de mi vida, aún todo sigue en su lugar, las imponentes columnas, los muebles antiguos y costosos, la gran chimenea y veo sobre esta la foto de mi familia entera. Observo a mi madre con esa sonrisa que tanto amaba y dedicaba a todos. Pero me quedo mirando a mi padre.Realmente extraño a mi papá, el que era cuando mi madre estaba viva. Ese padre feliz y cariñoso, murió cuando mi madre murió, no es que sea malo pero es muy resabioso y exigente. Los empleados desde que me ven paran sus respectivas labores y se quedan en posición firme mientras les paso por el lado, hacen eso desde que me fui de este lugar.
Llego al despacho de mi padre que siempre se encuentra ahí. Sin antes tocar jalo la puerta y al entrar lo primero que recibo es una copa de vino lanzada contra mí, pero soy mas rápido y impacta contra la puerta.
¡Mierda! ¡Ya se enteró!
—Me puedes explicar ¿porqué m****a se rompió el contrato con Harry? —reclama a puros gritos el viejo canoso que tengo como padre, y veo como la vena de tensión le sobresale en su frente.
—Si ya lo sabes no me lo preguntes —digo serio, ya el tiempo de tenerle miedo paso hace años. Ahora solo lo respeto nada más, pero hoy realmente no ha sido un buen día.
«¡Cálmate Tohbías, respeta a tu padre!»
Paso mi mano por mi nuca, suelto un suspiro tratando de tranquilizarme y escupe de repente el viejo:
—Teníamos establecido ese contrato desde que prácticamente tenías cinco años.
—¿Y crees que yo estoy feliz con esto?, pues te digo que no, las pérdidas no son agradables —expongo sarcásticamente—, pero joder es solo un contrato, tenemos el suficiente dinero como para alimentar un país entero por un año. ¡Confórmate!
—¿Que me conforme? Tenía tu futuro y el de la empresa asegurado no solo con dinero, sino también con una mujer que vale la pena. Ella de verdad aunque no la quiera tú, te quiere. Ambos se conocen hace muchísimo, tiene una familia poderosa y es hermosa. ¿En serio quieres que me conforme?
—Ya te lo he dicho padre, estaré bien, nosotros también tenemos mucho dinero y a Ellie solo la considero como una amiga y como lo que iba a ser, la madre del próximo heredero de la fortuna
McAdamas. Ella es hermosa pero nunca me hizo sentir más que una erección en la polla —admito, con él hablo así hace años.—¿Acabarás de decirme entonces quién va a ser la madre de mi nieto? —pregunta muy serio sin decir nada más de Ellie y lo agradezco, sé que le tiene aprecio ya que la ve como una hija pues se crió junto conmigo.
Nuestros padres nos quería juntos desde hace años, por eso el contrato.
—Pensé que lo sabías ya —admito y como veo que no dice nada sigo—. Pues es una chica simple, trabaja en una clínica veterinaria... —No termino de hablar porque me interrumpe.
—Genial, tendré quién vacune a los caballos y perros en la casa —añade sarcástico y con molestia en la voz—, por eso quería que me lo dijeras tú, porque si lo averiguaba de por mí, en vez de una copa de vino te iba a recibir una silla por la cabeza.
—Te recuerdo que no fue su culpa tampoco. Y al parecer no está contenta con la noticia —afirmo y comienza a reír a carcajadas.
—Una veterinaria no está feliz porque va a ser la futura esposa de Tohbías McAdams. Increíble hijo estas perdiendo calibre tan rápido —responde y continúa sin parar de reír.
—Joder padre no es eso, siquiera le he dicho que tiene que casarse conmigo —digo entre dientes.
—¡Que qué! —exclama dejando de reír y cambiando de humor de pronto.
—Lo que oíste no pud... —me interrumpe nuevamente.
—Tohbías sabes que somos tradicionales por generaciones. Nadie puede enterarse que fue una inseminación, sino surgirán muchas preguntas y sabes lo que conlleva eso
—Lo sé papá, mañana se viene a vivir a mi apartamento, se lo diré poco a poco. Si lo de vivir juntos no lo tomó bien, imagina cuando le diga de casarse con alguien que no conoce.
—Pues sabes que tienes que hacer y todo tiene que ser antes de que comienze a crecer la barriga —dice como sino supiera los riesgos que estoy corriendo ahora mismo.
—Sí padre, me voy. —Giro mi espalda para salir de allí.
Escucho por detrás que me pregunta:
—¿Ya pensaste en la fecha? —Sé a lo que se refiere.
—Aún no —contesto tajante con sinceridad saliendo del despacho.
No quiero volver a tener esa conversación con él. La ultima vez no acabó bien.
Salgo de allí y en el trayecto a casa vuelvo a pensar en la peli cereza. Es bonita sí, es realmente bonita, pero joder… ¿esos gritos por qué?
Mesly me habló sobre esas crisis y me dijo que debía evitarlas, pero no me dijo que fue lo que las causó y creo que esta vez la curiosidad me ganó.
Marco el numero de Marco en mi celular.
—Nesecito saber quién es Molly Barnett, todo lo que encuentres sobre ella envíamelo al correo de siempre.
—Vale Tohb —responde Marco y cuelgo.
Llego a casa, le envío un mensaje al número que me entregaron en los papales de la clínica para que no se le olvide, odio a las personas impuntuales. Tras el resto de la noche hago lo de siempre, adelantar trabajo desde mi laptop, cenar y caer en la cama muerto del cansancio.
Al otro día me arreglo rápidamente y me visto con el que hace nueve años es mi color favorito "Negro". Salgo del departamento colocándome mis gafas de sol, llego al auto avisándole a Malcom mi jefe de seguridad que contraté hace tres años, a dónde nos dirigiremos.
Al llegar al lugar que marqué en el GPS, veo alrededor y no parece un barrio de personas con bajo presupuesto. Sin darle vueltas al asunto sigo directo al apartamento o mejor dicho casa que tengo enfrente. Muchas plantas y arbustos tiene en la entrada, y dos fuentes entre el camino de ladrillos que hay directo a la puerta. Todo es de color blanco y marfil. Veo las ventanas grandes de cristal con sus cortinas por dentro, y justo bajo ellas muebles de exterior un poco a lo lejos de la puerta.
Toco el timbre de la gran puerta de madera y no pasa en minuto cuando esta se abre.
Veo a una Molly de ojos cafes que me mira tímidamente. Me le quedo mirando fijamente y ella no me aparta la mirada, como si también me estuviera detallando. Aunque está un poco roja, se le ve nerviosa.
—¿Todo listo? —digo interrumpiendo el momento.
—Hola, sí ya podemos irnos —saluda bajo.
Le indico a mis hombres que recojan su equipaje que veo más atrás cerca de los muebles blancos modernos. Y esta al no decir nada, noto que se gira y como crío me le quedo observando el trasero que con ese vestido rosa se le marca más que ayer. Se agacha y toma del piso lo que parece ser un gato.
«¿Qué? ¿Un gato?»
Se dirige hasta mí con él entre sus manos, a lo que me adelanto sin esperar que diga algo antes.
—¿El gato va? —interrogo cortante, odio los gatos.
Después de que coger una gran alergia debido a uno que le regalaron a mi madre a mis ocho años, nunca más siquiera me he acercado a uno. La pase muy mal, tenía una coriza tras otra, cada vez que el animal se me acercaba a mí.
—Sí, no puedo dejarlo es parte de mí —dice ella poniendome ojitos, ojitos que al parecer tienen poder de convencimiento.
Ya tendré que mantenerme lejos de ese animal, pongo los ojos en blanco pero no le digo nada al respecto.
Sé que sería dificil dejar su casa e irse a vivir con un extraño. Me giro para irnos indicándole el auto y que suba.
Tras montarnos arranco y la veo por el espejo retrovisor ya que montó atrás, cómo acaricia a su gato que lo tiene sobre su regazo. Me mira también por este y aparto la mirada a la carretera.
Siento mucha tensión en el auto. Después de dejarla tengo que ir a trabajar y también ir a hablar con Ellie. Desde que rompí el contrato pagando la indemnisación con su padre no la he visto, me ha mandado muchos mensajes desde ayer pero no le contesté a ninguno ya que creo que se merece que hable con ella frente a frente. Nosotros siempre nos hemos llevamos bien.
Mis pensamientos quedan interrumpidos de repente por la voz de Molly, que me dice de repente en un tono bastante alto y exigente:
—¿Estás comprometido? —cuestiona como si me hubiera leído el pensamiento.
Freno de pronto el auto tras lo que acabo de escuchar.
¡Qué rayos!¿No lo sabía? ¡Joder!
TohbíasPensé que sabía sobre mí. Siempre hay chismes y revistas con mi nombre en todo rondando por ahí. Mi familia siempre ha sido bastante popular desde generaciones, debido al dinero he influencia que tenemos, siempre hablan de nosotros. Yo dirijo la empresa de mi padre, me nombró como heredero y dueño total de esta hace ya cinco años. Él en vez de jubilarse o estar tranquilo en casa, le dio por entrar en el mundo de la política. Mis tíos paternos todos igual están bien parados, ya que mi abuelo y padre de ellos les dejo a cada uno prácticamente una fortuna. Mi padre por ser el mayor de los cuatro fue el siguiente jefe de la empresa mayoritaria de nuestra compañía.Yo, por ser hijo único de mi padre y único varón de todos los nietos del abuelo —que ya falleció—, me toca seguir al mando de la compañía. Pues sí, tengo cinco primas y todas contemporaneas conmigo, tenemos entre veintiocho y treinta años. Yo tengo veintinueve, espero que mi hijo sea varón para que pueda seguir la lín
MollyPues decido ir a mi habitación, pero siento como tocan la puerta principal y voy deprisa bajo la mirada de ambos. Tengo mucha hambre, ya los dejaré tranquilos pero debo comer. Abro la puerta y veo que es comida china. A mí me encanta y el olor hace que mi estómago ruja. Ellos no dicen palabra alguna y lo agradezco.Tomo la comida sin pagar, y salgo derecho a mi habitación. Entro y comienzo a comer. Escucho murmullos afuera pero nunca me ha interesado la vida de nadie, mucho menos la de ellos. Solo me importa mi hijo y yo.Después de comer la deliciosa comida, que me duchara, y recostara en la cama y comenzara a leer pasan casi tres horas, escucho ahora que tocan la puerta de mi habitación. Me acomodo y le digo que abra. Entra y me mira, su mirada no me transmite nada, es un hombre muy indescifrable.Me analiza el rostro y baja la mirada a mi cuerpo. La sigo también y es que me doy cuenta que ando en el vestidito de dormir, es muy corto y transparente. Lo usaba en mi casa al es
MollyCreo que esto se está saliendo de control y mis nauseas matutinas igual.¿Casarme?No voy a casarme con él, casarse para mí es algo SAGRADO, tengo ese concepto desde niña. Me casé con Dereck porque lo amaba y no quiero volver a pasar por algo así. Después de estar casada una vez sé por experiencia que no sucederá de nuevo. Esa persona arruinó todos los buenos conceptos que tenía sobre el amor y el matrimonio.Tomé la decisión de mudarme con Tohbías, pero una cosa es vivir con él y otra muy distinta es demostrar ante el mundo que estoy casada con él, aunque tengamos un hijo en común, no sucederá.Veo que me mira descifrando mis pensamientos y ante su mirada penetrante me siento desnuda. Rápidamente la aparto y bajo mi cabeza para llenarme de fuerza.—No voy a casarme contigo —determino desafiante, no me importa lo que haga, nadie puede obligarme.Se pasa las manos por la nuca y me dice en respuesta:—Vale, respetaré tu opinión al respecto por ahora. Te doy dos meses más para qu
Molly Dolor, intenso y fuerte es todo lo que siento ahora mismo. Lágrimas, muchas lágrimas corren mis mejillas. Pero ahora mismo no estoy preocupada por el maldito dolor ni por siquiera el estado en que me encuentre, ya que ando desnuda solo con una mísera manta encima y debo estar más roja que un tomate de tanto llorar. Solo tengo miedo, temor, ansiedad, nervios. Un conjunto atómico de características explosivas en mi persona. Cuando se juntan esas cuatro me pongo en este estado. O sea ¿quién rayos no estaría preocupado? Estoy embarazada y solo llevo tres miseras semanas de gestación y fue un gran tropezón el que di. Esta etapa del embarazo es la más riesgosa, la de más cuidado y atención. Y después de tanta psicoterapia mental que me di para tener este bebé, lloro porque no pase nada malo.Siento que me lleva fuera de la habitación y sigue recto hasta la entrada principal conmigo aún en brazos. Al salir de la residencia veo a todos sus guardaespaldas rodearlo y seguirlos hasta
Molly Los días y las noches pasaron después de ese día. Recuerdo que le di una bofetada bien sonora y que cuando giró nuevamente su cara en mi dirección, solo vi arrepentimiento. Yo solo voltee mi espalda y salí hasta mi habitación. Desde ese día no lo miro a la cara y él creo que no se halla con valor de hablarme, ni siquiera para preguntarme si he comido algo. Mi rutina estos días de reposo se resume en baño, cama y comida. Suena aburrido pero la verdad estaba agotada, no sé si es por el embarazo o por qué otra cosa pueda ser pero me pasaba prácticamente todo el tiempo durmiendo.Cuando era la hora de almorzar o cenar al parecer él se encargaba de que me dejaran la comida en la encimera, lista para yo comerla. Llegaba super tarde del trabajo o sabrá dios de que lugar y solo se encerraba en su habitación, a veces nos cruzabamos en la cocina y yo solo le pasaba por el costado sin mirarlo siquiera. Después de lo que me dijo solo se tiró tierra arriba y así espero que pasen estos n
Molly Ahora mismo me viene a la mente Esaú. Yo de pequeña leía mucho la biblia, y Esaú cambió su derecho de primogénito, de recibir la herencia que le dejo su padre por ser el primer hijo en nacer, lo cambió por un plato de lentejas. ¿Soy igual que Esaú? Realmente tengo ganas de comer eso joder. ¿Por qué acepté casarme? Las lágrimas me corren por las mejillas. Me rugen las tripas y siento que nada podría ir peor. «—Pero él no es Dereck—dice mi voz interna.—No, claro que no, al menos a Dereck lo amé una vez, al menos sentí que me amaban cuando me casé por primera vez— le respondo triste» Por Tohbías no siento nada, solo odio y repugnancia o eso quiero creer. Si me caso por lo menos me queda la conciencia tranquila y si lo hago será por mi hijo, por él y por su bienestar. Tocan la puerta y la abro, Tohbías me da la bolsa con lo que pedí y los ojos me brillan de la emoción. ¡Al finnn! Brinco de felicidad al cogerla como una niña pequeña al cumplirle su capricho. Siento la mira
Molly Que absurdo, no me considero una persona celosa. Ni siquiera estando con Dereck.—Claro y el cielo es violeta —digo con sarcasmo, él solo se comienza a reír de mis pesadeces.—¿Vamos al restaurante amor? —pregunta casi en burla imitando mi tonito.—Tú comenzaste y debemos hablar sobre eso. Sé que quieres que finja que somos una pareja y demás, pero quiero tener un nulo contacto físico contigo —comento ya hablando bastante seria.Él al escucharme cambia la cara, antes estaba relajado y ahora tiene cara de pocos amigos. —Lo intentaré —manifiesta Tohbías y ahora si abro los ojos sorprendida.—¿De qué rayos hablas Tohbías? Recuerda que no soy tu maldita mujer, me voy a casar contigo porque cumplo mi palabra y entiendo perfectamente que nuestro hijo lo necesita, pero hasta ahí las clases. No voy a permitir que me toques sin mi consentimiento, te recuerdo que ahora mismo puedo marcharme y hacer todo por mi cuenta —expongo rápido elevando el tono, casi amenazante. Tengo que ponerle
Molly Vuelvo mi mirada a los reporteros que no paran de hacernos fotos y videos, trato de sonreír. Pero lo que sucedió hace un instante no deja de repetirse miles de veces por mi cabeza. Siento un cosquilleo en la parte baja de mi estómago y como me sudan las manos. Puedo sentir su tensión desde donde estoy. Él no me mira a los ojos sino que se despide cordialmente de todos en la sala, toma mi mano fuertemente y me jala para salir de aquí. Cuando nos montamos en el auto de vuelta a el apartamento todo se mantiene en silencio. Ni siquiera nos miramos. Ninguno de los dos al parecer tiene nada que decir. Al entrar al apartamento voy directo a mi habitación. Me encierro y me tiro en la cama bien tendida estrujándola a mi paso. Me paso la mano por la cabeza una y otra vez pero no se me sale de la mente el delicioso beso. ¡Jodidos labios! Me tomó desprevenida y más aún al recordar que solo le dije en la mejilla y en la frente. Nunca respeta los límites, ¿y si me hubiese dado una crisi