Molly Horas antesUna tranquilidad me recorre entera cuando vi que la tía de Tohbías no había dicho nada, pero la decepción no tardó en llegar cuando todo lo que escuché de sus labios fueron como dagas a mi corazón.«Tú y yo hablaremos cuando regrese de la empresa y tomaremos las medidas necesarias» Lo escucho marcharse desde la cocina. —¿Estás bien? —pregunta Mesly. Cuando la puerta principal se cierra suspiro.—No me encuentro bien, han sido muchas cosas estos días.—Cariño tienes que estar tranquila, esta situación no favorece para nada al bebé.Me giro oyéndola hablar. Ni siquiera ella sabe el significado de las palabras de su sobrino al decirme eso. Es que ni yo misma sé que pasa por su mente. «¿Qué medidas va a tomar? ¿Me pedirá abortar?» Sacudo mi cabeza porque no creo que él sea capaz de algo semejante. Mis ojos se empañan y con mis manos me limpio. —¿Qué sucede Molly? Cuéntamelo —pide Mesly parándose a mi lado. Bajo la cabeza y me preparo para hablar. —Me dijo que no
Molly⚠️Capítulo Intenso⚠️Escucho voces a lo lejos, ni siquiera sé de quienes son. Pestañeo adaptándome a la claridad y todo me da vueltas. Estoy en un lugar sucio, las paredes que me rodean están húmedas y en muy mal estado. Del techo se filtra agua.Un punzante dolor de cabeza me hace arrugar el rostro. Vuelvo a abrir los ojos e intento desatar en vano mis manos. Estoy amarrada a una silla obstétrica. Mis piernas reposan sobre la parte de poner los pies. Los ojos se me acumulan del líquido salado que me hace hiperventilar en cuestión de segundos. Todo está solo a no ser por los murmullos que se escuchan a lo lejos.—¡Ayuda por favor! —grito entre llantos. Mi pulso está acelerado y siento que voy a desfallecer. No quiero adelantarme a los acontecimientos pero esto no apunta nada bueno. Lloro. Grito una y otra vez. Jalo y jalo la soga y no cede. Mis muñecas duelen pero no me importa, sigo tirando hasta ver la sangre en ellas. En cambio es un nudo muy potente. No dejo de llorar
NarradorLas palabras de Malcolm aún desesperan más a Tohbías. Tuvo que dejar ir a la hija de puta batallando con todo su autodominio para no clavarle un tiro en la frente.Por una parte está realmente estupefacto por la noticia del embarazo, es realmente un embarazo normal. Pero la felicidad por eso ahora mismo no llega a sus ojos.Aún no procesa todo lo que está sucediendo. Una mala sensación le deja un sabor amargo en la boca cuando pasados tres minutos estancado, parado sin decir nada al dejar ir a la desgracia, ahora sale corriendo.Marca de forma rápida el número de Marco.—Dime que tienes algo de la ubicación —más que una afirmación es una súplica.El silencio se extiende desempernándolo más.—Lo siento Tohbías.El pelirrojo maldice una y tres mil veces el que Molly se haya quitado esos colgantes que tanto le reitero no quitarse.Sigue de largo montándose en el primer auto que ve. Acelera pisando fuerte, notando el sudor correr por su frente aunque no hace calor. La ansiedad lo
Cinco Años Después Tohbías La veo sonreír ampliamente. Mi vida se me restaura cada vez que lo hace, pero a los segundos vuelve a ser la mierda que es desde hace seis años.Porque ella no recuerda nada pero yo sí. Luego de llevarla a el hospital más cercano y que lograron estabilizarla, solo desee morir. No soporté cada segundo que pasé a la espera de que abriera los ojos, para verlos sin vida, opacos y tristes. No soportaba el hecho de que ella me mirara a los ojos decepcionada de mí y rota por dentro.Pasaron dos días con ella inconsciente, casi la pierdo pues perdió mucha sangre y rasgaron su interior tanto que tuvieron que sacar todos sus órganos reproductores. Le hicieron una histerectomía total. Para cuando abrió los ojos estaba perdida, asustada y temerosa. Temí por noches su reacción, pero nunca llegó. No me reconoció, ni a nuestro hijo, ni mi padre, ni a los suyos y ni siquiera a ella misma. No sabía su nombre, edad o quién era.Mi dolor aumentó drásticamente, porque al a
Tohbías Entro a paso apresurado sin importarme mucho con las personas que me choco. Al llegar a la recepción ni me inmuto en siquiera preguntar a donde tengo que dirigirme. Escucho que me grita la recepcionista a lo lejos y cojo el ascensor junto con mis hombres que van a paso rápido detrás de mí. ¡Aún no puedo creerlo! ¡Acabo de perder un contrato millonario con Harry! Todo por una nefasta e incompetente enfermera ¡Estúpida! Se abre el ascensor y veo al jefe de esta rama de instalaciones esperándome junto con la inepta enfermera y una ginecóloga. —Pensé que podía confiar en ustedes —digo a gritos, aquí mermó mi paciencia. —Lo sentimos mucho señor Tohbías, le indemnizaré su dinero en su cuenta y la enfermera Kate te dará una disculpa —expresa con voz zalamera. —Crees que puedes pagarme todo lo que acabo de perder, ninguno de ustedes puede hacerlo y odio las disculpas, son una mera excusa por no hacer las cosas bien. —Señor Tohbías, dígame entonces que puedo hacer por usted,
MollySiento la alarma sonar y me levanto torpemente, me toco el vientre y sonrío para mis adentros, esta vez si lo logré, estoy segura. Después de ducharme y desayunar, me arreglo y salgo rumbo a la clínica de Fertilidad. No sin antes despedirme de Pelusas, es mi gato, lleva conmigo tres años ya, es muy cariñoso y ha sido mi amigo desde que sucedió aquel suceso. Le doy unos besos de despedida y me dirijo a mi objetivo hoy.Hoy me confirmarán de verdad con un ultrasonido si estoy o no embarazada. Estoy muy feliz, aunque esté enfrentado todo sola. No me importa, me dije a mí misma que iba a seguir adelante. Acompañada o sola voy a cumplir esa gran ilusión que tengo desde pequeña. Ser madre, ver que se siente entregar amor y sentir el gran amor incondicional entre una madre y un hijo. Tengo solamente veinticuatro años, pero aunque no lo crean a estas alturas he pasado por más cosas que una joven no debería haber pasado y me han dado experiencia en la vida. Y lo mejor de todo, estamos
TohbíasAl ver en el estado que se encuentra y lo que grita la doctora, corro rápido por esas pastillas. Se la mete en la boca pero esta mujer aún sigue dando gritos.—¡Alejate Dereck! ¡No me toques!¡Nooooooo!Esas cosas que grita con lágrimas corriéndole por las mejillas. No sé quién rayos es Dereck, pero carajos, algo me hierve por dentro al verla en ese estado y que haya sido por un tal gilipollas llamado Dereck.Siento que la presión en mis muñecas se desvanece al oír hablar a la doctora. Y me giro al escucharla.—Vamos a llevarla a una sala más tranquila, le puse un sedante, durará un poco así ya dormida. Sabía que esto ocurriría —reprocha la doctora mirándome con cara de pocos amigos.—No fue mi culpa —me defiendo ya que veo que me acusa con la mirada.—No te voy a decir nada más Tohbías, ayer te hable sobre Molly y te recomendé ser yo quien se lo dijera. Ahora ya acabaste de confirmar que esta embarazada de tu hijo y si quieres que nazca saludable. —La señala y me dice a mí n
MollyVeo como me da la espalda el "supuesto" padre de mi hijo y cierra la puerta de un portón. Yo siento mi corazón palpitar a toda velocidad bajo mi blusa. Aún no puedo creer esto. Lo bueno es que estoy bajo el control del sedante sino estuviera dando gritos otra vez. Realmente mis manos me sudan y siento una gran presión en mi nuca. Me dejo caer en la camilla me pongo las manos en la cabeza y todo me empieza a dar vueltas.«Comienzo a pensar: Mi hijo va a tener padre. Tohbías McAdamas padre de mi hijo. Estar con él por unos nueve meses y vivir bajo su mismo techo por ese tiempo» Siento que tocan la puerta y enseguida recupero mi posición pero poniéndome a la defensiva, es mucho para un solo día. Pienso que es él otra vez, pero no, es Mesly. Al verla mi rostro se suaviza y ella me da una sonrisa nostálgica. Se sienta junto a mí y sus ojos me miran.—Quería venir a pedirte disculpas personalmente. Te considero algo más que una paciente, hace meses que nos conocemos y lo siento mu