Frente al espejo mi yo de 19 años hace muecas en el reflejo mientras pone y vuelve a retirar unas gafas de sol.
— ¿Todavía sigues haciendo eso?
Dice una voz que al parecer me hace feliz escucharla porque sonrío.
Mientras continúo practicando hasta sentirme satisfecha hablo con aquella persona que lo considera un cretino. Yo también lo pensaba Pero estos últimos días le he conocido otra cara.
—Tengo que hacerlo bien, si no se va a enojar mi jefe.
—Ah, ese tal Eardwulf. Un día le diré lo que pienso de sus exigencias ridículas.
—Je, je, eso no es necesario.
—No hace más que fastidiarte por un miserable tapete. Si tanto quiere se lo pago yo y hasta de contado a ese desgraciado.
—No es tan desgraciado cuando lo llegas a conocer mejor.
—Lo dices porque te dio ese broche ¿No?
—No sé cómo supo que me gustan las caléndulas.
Digo con las mejillas que se han coloreado de un ligero tono rosado. Acomodando en mi cabeza el broche de flores que me regaló hace unas semanas y veo con satisfacción que me hace ver un poco más madura.
—Cady Cad, dudo mucho que sepa qué te gusta. Además es claro que ese adorno es una margarita. Lo más genérico que hay...
Da igual si es genérico, él lo escogió y me lo entregó personalmente en mis manos.
Se veía demasiado bonito y ostentoso para mí así que no me atrevía a usarlo.
Pero él me elogió por mi buen trabajo como asistente y me felicitó.
Así que es mi recompensa por estar de su buen lado de humor.
Cuando me lo pongo me siento bonita por primera vez.
Mi cabello castaño claro hasta el hombro y mis ojos de un tono amarillento se remarcan más con este adorno. "Lo usaré mañana" pienso con entusiasmo.
Al día siguiente espero en el parque a que llegue al punto de encuentro. Hoy toca ir a visitar otra tienda y otros compromisos pequeños. Abrazo la agenda contra mi pecho y jugueteo con mi cabello acariciando ocasionalmente el broche con flores con incrustaciones de joyas de fantasía haciendo la forma de una caléndula joven.
Mi corazón late fuerte en mi pecho en cuanto lo veo llegar. Levanto mi mano con entusiasmo para saludar, él no me responde, está ocupado en el teléfono.
—Sí, nos vemos a las 8pm, lleva esa lencería roja como el de la foto que me enviaste, traviesa.
Antes de que me voltee a ver me quito el broche del cabello lo estrujo en mi mano y lo meto en mi bolsillo.
— ¿Y tú qué tanto esperas ahí parada? Camina.
Ni siquiera se dirige a mí por mi nombre. Si no me llama becaria de forma despectiva, usa palabras como "oye tú" o mi apellido con cierto tono hostil al pronunciar "señorita"
Creo que no se sabe mi nombre ni le importa.
El resto del día atiendo los asuntos de la agenda. Justo al final de la jornada de cada día hay nombres de distintas mujeres al menos una para tres veces por semana.
Después de que terminamos los asuntos veo el nombre de otra de sus víctimas en la agenda. Pensé que eran cenas de negocios, qué ingenua soy. Ahora que lo pienso hasta en las librerías que fuimos a supervisar hablaba con una o dos mujeres que me pedía anotar en esa agenda. Todas ellas siguiendo el mismo patrón de gustos, ojos azules o verdes, cabello rubio o pelirrojo hasta la cintura o más largo y con grandes pechos que me pregunto cómo los sostienen con una cintura tan delgada.
Después de que me lleva a mi casa me despido, él ni siquiera me voltea a ver, como siempre.
—Buena noche, señor...
Pisa el acelerador y me quedo con la palabra sin terminar de salir. Veo su auto perderse rápidamente, seguro lleva mucha prisa para llegar a su "pendiente" en la agenda. Bajo la mano que continuaba despidiéndose sin respuesta. Es la última vez que lo haré.
Cuando llego al departamento, la voz de una “mujer” de mi misma edad, quien siempre ve a través de mí, me pregunta que le pasó a ese broche tan bonito.
—Lo tiré.
Contesto simplemente. Mentí. Aunque quisiera hacerlo es demasiado bonito como para desecharlo como si fuera basura.
Entonces sin decir más me dirijo a mi habitación y cierro con seguro. Me recargo en la puerta pellizcando el puente de mi nariz, no pasa nada, solo estaba agradecida eso es todo.
Abro uno de mis cajones y con el broche en mi mano rebusco el mejor lugar para ponerlo, lo guardo en una caja de terciopelo negra con un cojín rojo dentro. Un lugar adecuado para un broche elegante que no me va para nada.
Escribo una nota para mí yo futuro en caso de que lo olvide y quiera ponérmelo. Más que una nota es una advertencia. Cierro la caja y la guardo hasta el fondo del cajón, nunca más volveré a abrir esa caja.
Porque un broche tan maduro, brillante, elegante y bonito no le va a alguien como yo.
A la mañana siguiente me despierto temprano, él detesta las impuntualidades así que debo estar lista antes de las 7 de la mañana. Es un fastidio pero es en lo que me he metido por vomitarme en su alfombra.
—Le hará falta más que un broche barato para compensar que es un explotador laboral.
— ¿Cuál broche? —Pregunto sin saber de qué me habla.
Ella me mira cerrando el puño y con una mueca torcida intentando sonreír me acaricia la cabeza. “ningún broche, Cady Cad, tienes razón. Me he equivocado”
***
Al amanecer posterior a la boda desperté en una cama suave, completamente sola abrazando una almohada muy suave, mis ojos están húmedos probablemente por bostezar mucho. Sin embargo, siento una opresión en el pecho. ¿Qué había soñado? En realidad no lo recuerdo.
‘CANDY’
Como si un micrófono tuviera mal sonido en un discurso, un zumbido extraño retumba en mi mente.
¿Chiara? ¿Eres tú?
Nuevamente sentí un zumbido seguido de un mareo.
‘CANDY, SERÁS MÍA PRONTO’
¿Chiara? ¿Por qué suena tu voz gruesa?
‘ÉL NO TE MERECE’
(( : ZUMBIDO : ))
‘dy…’
‘dy…’
‘¡Cady!’
¡Chiara!
‘Hasta que al fin respondes, estaba descansando un momento y luego un zumbido extraño cortó comunicación’
¿Un zumbido?
‘¿No lo escuchaste?’
No, creo que no.
De verdad, no escuché nada.
¿Qué estaba haciendo hace un momento?
‘Da igual, debe ser porque estos días me he debilitado un poco, por favor no te saltes las comidas y alimenta adecuadamente nuestro cuerpo. Quizá tú puedas vivir así pero yo no, mucho menos cuando usas mi poder’
—Sí, prometo que esta vez nos alimentaré bien.
Que extraño, tengo una sensación pesada, como si hubiera olvidado algo importante. Debo estar mareada por la falta de comida… Llevo mi mano a la frente y veo dos perlas nuevas en la pulsera de japamala.
Ayer fue todo tan agitado que ni siquiera me percaté de en qué momento apareció cada una ni cuál fue ese precepto. Al parecer una de ellas es "Primera noche" que no se tuvo que consumar el acto en un sentido sexual para que sucediera. Ahora estoy más convencida que nunca, los preceptos no necesitan actuarse al pie de la letra sino contener algo con el mismo tema.
—Esto sería más fácil si tuviera mi libro.
Es una lástima que haya sucedido lo del mentado secuestro y que ni siquiera puedo recordar en dónde puede estar ahora mi preciada guía.
'Dado las circunstancias en que nos secuestraron la vez pasada, nuestra pareja no nos dejará regresar sin escolta'
Debo pedirle de algún modo que vayamos a la cabaña. Pero tengo dos problemas con eso, el primero es que no confía en mí del todo y el segundo es que querrá acompañarme. No podría explicarle todo este embrollo si descubre un libro moderno impreso con el contenido de la obra y a él como el protagonista principal masculino.
No me faltan ganas de verle la careta existencial al saberse un personaje ficticio, sin embargo, no sería bueno si me considera una loca. Necesito su confianza al menos para poder mover mis propios hilos aquí en la manada y obtener esos preceptos cuánto antes.
Sin controlar los poderes de la protagonista original, sin recuerdos siquiera de cómo lo hice hace dos noches ni lo que sucedió, es imposible que pueda lograr la metamorfosis.
Y si me voy sola sin avisarle, probablemente como cualquier protagonista tonta solo me vaya a meter en problemas.
No puedo actuar por mi cuenta por más que quiera.
CLANK
Una mujer de apariencia mayor, ojos grises y cabello cenizo entra por la puerta.
Es la misma que estuvo encargada de las sirvientas que me tallaron como si fuera piel de puerco para el matadero.
—Saludo a mi Luna, brillante como el Sol y tan necesaria como la noche...
Oh cielos... ¿Así será todas las mañanas con esos saludos cursis dónde idolatran a su líder como si fuera un dios?
—No es necesario tanta formalidad, señora... —me quedo callada tratando de recordar su nombre.
—Bertha— Dice sonriendo —Soy Bertha Thunderhowl, he cuidado de mi Alfa desde que era un pequeño cachorro.
"Cachorro" no puedo evitar escapar una risita al escuchar como le dicen a los niños como si fueran crías de perros.
—Es un gusto señora Thund...
—Está bien, puede llamarme Bertha. Usted es mi Luna y también la pareja de mi querido Er.
Er... Ese apodo es el mismo que le daba su hermano a mi ex jefe.
—Vamos, el Alfa está esperando en el comedor...
Pero no puedes bajar en eso.
¿En eso?
Entonces miro mi ropa, se supone que ayer me dormí con el vestido de bodas puesto sin embargo llevo la ropa interior que traía debajo solamente.
La tela es tan delgada que se transparenta casi todo en mi cuerpo.
¡¿Cuando me quité el vestido?!
—Descuide, Luna. Yo me encargaré de elegirle un atuendo tan hermoso como usted.
De inmediato abre el armario y saca un vestido color olivo que parece sacado de alguna moda medieval moderna, definitivamente arreglaré la historia cuando salga de aquí...
—Está un poco pasado de moda pero al Alfa le complacerá mucho que lleve el vestido de su madre.
Chiara se mantiene callada en mi mente. También puedo sentir su sobresalto al mencionar a la madre de Ery.
—...De acuerdo.
La madre de Ery la moldeé de lo poco que sé de la madre de mi ex jefe. Es imposible de olvidar ese dato porque él mismo me mostró su tumba, el epitafio que tiene escrito es de tan mal gusto como el que tiene la lápida de mi madre.
Fue por un momento breve, un pequeño, muy pequeño instante en que creí que teníamos mucho en común. Sin embargo descarté esa impresión nueva cuando me reclamó el no felicitarlo por su cumpleaños.
Vaya cretino, no era mi obligación saberlo. Aun así parecía alterado y me obligó a cantarle feliz cumpleaños mientras criticaba lo mal que lo hacía. Cosas de ricos vanidosos como él, supongo.
No debería estar recordando eso, sin embargo la mención de Galia/Gudrun me da una pequeña idea de lo que podría usar a mi favor para que el Alfa acceda a llevarme a la cabaña.
***
En cuanto llego al comedor, el Alfa tiene una presencia gélida a su alrededor. No para de verme como si quisiera golpearme con una gran ola y ahogarme en la marea alta en picada.
¿Por qué está molesto? Creí que la forma tranquila en qué dormimos juntos era una bandera blanca de paz.
—Sentada.
Mira que yo he tratado de llevarme en paz con ese espécimen descongelado y sacado de una caverna.
Pero no coopera nada en ser menos desagradable ni en dejar de ser un imbécil ese troglodita.
—Ya te dije que no soy tu perro para que me hables así.
—No voy a repetirlo.
—Tch, maldito mam0n -digo a regañadientes, me acerco a la silla de su extremo opuesto y estoy a punto de sentarme cuando me habla más déspota que antes.
—Allá no. Aquí. Sentada.
Y señala la silla a su derecha. Al parecer hoy le cobran por cada palabra porque me da órdenes de hasta cuatro palabras como si fuera un telegrama.
—Prefiero aquí.
—Si quieres tu preciada alianza me vas a obedecer.
Es un imbécil.
'Tranquila, Cady. Si te molestas o terminan peleando no podrás pedirle que nos lleve a la cabaña, además me prometiste que nos alimentarás bien'
Me siento donde quiere a regañadientes.
En cuanto me siento, la señora Bertha me acomoda el plato con los cubiertos. Aunque es desayuno nuevamente me han puesto pollo y ensalada de frutas.
Lo pruebo y sigue siendo tan malo como el anterior solo que esta vez, quien sea que haya cocinado esto, lo hizo con una cantidad inmensa de odio pues está quemado por abajo y sabe mucho a carbón.
— ¿Tuviste un sueño placentero, querida? —Dice el muy cínico.
—Ufff de maravilla, hasta me habría encantado quedarme ahí para siempre para no tener que---
El Alfa avienta sus cubiertos hacia el plato y ahora comprendo por qué me quiere sentada al lado. Me agarra de la barbilla y gruñe.
—Pues que mal, ni siquiera en sueños te voy a permitir que hagas lo que se te da la gana— Sin soltarme su agarre se hace más fuerte para que lo vea fijamente—Así que dejarás de soñar, perrita.
¿Se escucha a si mismo ese idiota?
Los sueños no se controlan, estúpido.
Le diría todo lo que pienso y le cantaría en groserías de la A hasta la Z si no fuera que mi loba se mantiene pidiendo que me calme pues tenemos algo que pedirle.
Aunque la comida es horrible no he comido bien en días y eso me va a terminar debilitando también, tal vez por eso no pude transformar mi cuerpo en un lobo cuando huía de mis captores.
Entre más rápido coma más rápido podré dejar la mesa y a ese idiota.
— ¿Te gusta? — Dice el estúpido sin parar de verme con su cara de póker que me provoca las ganas de pegarle un puñetazo ahí mismo —No es algo que Eardwulf pueda hacer ¿Verdad?
El bocado se queda en mi boca sin soltar el tenedor y me quedo petrificada.
¿Dijo Eardwulf?
—Dime en dónde está.
— ¿De quién hablas?
—Eardwulf, el estúpido al que llamas en tus sueños.
—No sé de qué me hablas.
Si soñara con ese otro imbécil sería porque estoy en otra pesadilla como la que estoy viviendo con este troglodita. Tomo otro bocado, si me apresuro puedo dejar la mesa antes de que sucumba a mis deseos primitivos de pegarle con la silla.
— ¿Ah, no? Apuesto a que no lo tiene tan grande como yo.
Esta vez me atraganto y toso.
—Así te haré toser cuando te lo meta por la boca.
‘Cady, paciencia…’
— ¡¿Qué diantres te pasa?! ¡Lo que sueñe o no, que te incumbe! ¡Incluso si la Diosa Luna troll nos puso en el camino del otro, no eres mi dueño ni permito que me hables como si fuera un objeto hecho para tu placer retorcido!
—Puedo retorcerlo en más de una forma. Es más te la puedo retorcer en cada posición y te va a gustar mucho.
‘Cady, no pierdas los estribos, si hablas con él pueden razonar’
Es el colmo.
¡Razona con esta!
—Si quieres la alianza te puedes arrodillar y—
¡CLANG!
Estampo los cubiertos contra la mesa y me levanto inmediatamente empujando la silla.
— ¡No quiero tu p#%$ alianza! ¡Por mi hazla rollo y métela por tu #%$!
—No puedes hablarle así a tu Alfa--
— ¡Hablo como se me dé la gana! ¡Adelante haz lo que quieras, me tiene sin cuidado si me matas o me amenazas, eres castrante, un pedazo de estiércol que no hace más que apestar en el camino! Ya estoy harta.
— ¡Si sales por esa puerta da por terminada nuestra alianza!
— ¡Perfecto!
Camino más hacia la puerta con zancadas grandes.
— ¡Regresa aquí mismo, no me hagas repetirlo!
—Ya que fuiste tan estúpido como para hacer el juramento a la diosa y no puedes rechazarme. Toma esto como mi rechazo y renuncia. Hasta nunca.
— ¡CADY!
Una vez en la puerta me detiene del brazo.
—Cady, cálmate.
¿Lo ves? Bipolar, ni quien lo entienda. Un momento me está gritando y otra me habla como si quisiera respetarme. No puedo más con esto.
—Por favor, tienen que hablar.
— ¡No me vas a calmar idiota! ¡Yo quería que nos lleváramos bien pero parece que es imposible, solo sabes dar órdenes, hablar de forma vulgar y molestar!
—Madre, tienes que calmarte.
— ¿Shawn?
Los ojos del Alfa ahora son rojos como rubíes y su voz es más gruesa.
—Por favor, pueden arreglar esto si tan solo lo hablan.
—No tengo nada que hablar con él. Tú me agradas, a él lo odio.
— ¿Me llamó, Alfa?
La voz de una mujer me hace detenerme.
Es Sarah. No, Hershey.
—Hershey, te estaba esperando.
El Alfa vuelve a tomar posesión de su cuerpo sin soltarme el brazo.
—Esposa, Hershey será tu Gamma a partir de hoy.
No sé ni qué responder a eso.
—Hershey, vas a vigilarla y seguirla de sol a sombra. Si ves que se acerca a ella otro lobo que no sea de la manada, MATALO.
¿De verdad esa cosa es un protagonista? ¿Siquiera se escucha toda la basura que le sale por la boca?
—Alfa Avery— me suelto de su agarre— No sé qué le hace pensar que necesito de su sobreprotección exagerada. No la quiero.
—Claro, no la quieres ni la necesitas, solo como buena inútil que eres te secuestraron una vez y casi te revuelcas con cinco lobos como una---
¡PLAP!
Lo abofeteo con todas mis fuerzas.
—Si crees que es un placer ser ultrajado porque tú Alfa es un altanero que se hace de enemigos con solo respirar porque es odioso hasta la médula, entonces eres más animal de lo que te creí.
—Candy Dace...
—Hershey. No es necesario que seas mi Gamma porque no soy Luna de nadie a partir de este momento.
—Estamos casados, no puedes irte sin que yo---
—No necesito de un permiso divino ni mucho menos el tuyo para rechazar a alguien que solo ha sabido romper nuestro acuerdo apenas hecho ayer.
—Alfa Avery. Te desprecio.
***
—Luna, tenemos órdenes de no dejarla salir.
— ¡Quítate del camino, Beta Milo Rockbone!
—Pero Luna---
¡Exacto, soy tu Luna, soy un igual a tu regente así que también mis órdenes se deben cumplir! Quítate de ahí, voy a donde quiera y nadie me lo va a impedir.
—Pero, Luna…
—Rockbone, no tengo nada en tu contra.
—Sé que mi Alfa anda un poquito raro y alterado estos días pero puedo asegurar que nunca haría algo que…
—No me importa lo que haga o no. Por favor cuando lo veas, dile este mensaje a tu Alfa.
“No soy su p#to perro para que me dé permiso de salir o no” Y también dile a ese m#m0n cara de #&$&$ que se vaya al ##&$&# de #$&$#&…
***
Una vez fuera de esa fortaleza o más bien cárcel, respiro el aire fresco y la naturaleza.
Claro, hay aromas desagradables por aquí y allá pero ninguno tan desagradable como su ropa impregnada con olor a cigarro y lo mucho que apesta estar cerca de ese tarado.
'Cady, sé que nos ofendió pero no parece haberlo hecho con intención...'
¡¿Sin intención?! ¡Lo hizo con todo el maldito dolo del mundo! ¡Quería hacerme sangrar como culpable de algo que estuvo totalmente fuera de mis manos!
'Debes entender que el carácter que se cargan los dos no los va a llevar a ningún lugar bueno.'
¿Y qué debo hacer entonces? ¿Agacho la cabeza escuchando nuevamente como un déspota hijo del nepotismo puro me insulta y me juzga sin razón alguna? O también que me trague sus insinuaciones vulgares…
¡Por supuesto que no!
No necesito del poder de ser esposa de ese bipolar asqueroso con boca sucia para lograr lo que quiero, salir de aquí de una vez por todas.
Haré hasta lo imposible para conseguir esos preceptos, dejaré de verle la cara a ese idiota y cuando logre revivir le diré sus verdades a ese ex jefe mío y me iré lejos, muy lejos a empezar de nuevo. Incluso si debo vivir en una cueva cualquier lugar es mejor que estar al lado de ese modelito de hombre sea humano o bestia, es nefasto a morir.
'Cady...'
De verdad ¿Qué habré hecho en otra vida para pagar con semejante karma? Ni estando muerta puedo evitar que termine frente a mí un patán---
'¡CADY!'
¿Qué ocurre Chiara?
'Mira nuestra cabaña...'
La puerta está arrancada.
El sistema de alerta no ha dicho nada en mi interior así que no corremos peligro. Tampoco huele a que haya alguien más cerca, parece que esto lo hizo alguien hace un día al menos.
Al entrar a la cabaña veo con horror todo destrozado, como si hubiera entrado una bestia a romper todo.
En el suelo hay un broche de flor de caléndula y camelias tejidas. Está sucio pero ha logrado sobrevivir a la destrucción. Es idéntico al que una vez hizo mi abuela para mí en una liga. El que perdí una vez y me sentí fatal por ello ya que mi abuela en el estado que se encontraba en el hospital ya no podía tejer otro.
Candace además de la jardinería tenía habilidad para dibujar. Había un retrato de su abuela en su cómoda.
El retrato está roto y el dibujo partido a la mitad.
Es mi abuela.
¿Quién hizo esto?
La cabaña la escribí pensando un poco en la casa de mi abuela.
¿Quién fue tan desalmado para destrozar el lugar así?
Por si fuera poco no está por ningún lugar mi libro.
— ¿Fueron los renegados?
Digo restringiendo mis sentimientos cuánto puedo.
'No. No fue un renegado...'
—Lo sé.
El olor sigue impregnado por toda la habitación.
Maderas, el mar salado en una playa, cítricos...
—Se atrevió a destruirlo... Es tan cruel... Qué imbécil.
Seguro también el libro sufrió sus destrozos.
'No te preocupes por eso, Cady, cuando pasó el ataque de renegados hacia nosotras, llevabas ese libro en la mano'
Eso es peor.
Significa que podría haberse caído en cualquier parte.
Desesperada busco entre los arbustos, cerca del lago, camino lejos hasta donde creo que me atraparon esa vez.
Por aquí fue donde me solté para correr y mordí al renegado...
Nada, no está por ningún lado.
— ¿Cuñada?
Entonces lo veo frente a mí. Un joven de ojos grises, rubio y con una gran sonrisa de oreja a oreja.
—Edward...
—En realidad me llamo Etzel Pero puedes decirme "Et"
Preferiría no llamarlo como al extraterrestre.
Además aunque no estoy segura de por qué algo en mi interior me dice que no deje que se acerque.
—En ese caso te diré Etz — contesto tratando de alejarme de él.
—No era mi intención molestar a mi Luna. No pude presentarme durante la boda debido a que mi hermano quería adelantarse a la noche de bodas.
—Sí, que lastima. Mucho gusto y adiós.
En mi vida real, Edward era el hermano menor de Eardwulf, hablamos unas pocas veces aunque no recuerdo del todo de qué. Algunas veces me pareció grata su compañía sin embargo su hermano es nefasto. No quiero involucrarme más con ese Alfa.
Aunque creo que hay algo importante que sucedió... Digo, lo agregué en la historia así que fue con algún propósito...
— ¡Luna! Sé lo que pasó en el consejo. Aunque se ha guardado el secreto no pude evitar enterarme porque yo también estoy en el consejo. Sin embargo todo eso sucedió mientras yo no estaba presente. Quiero aclarar que repruebo lo que hicieron, si yo hubiera estado ahí la habría defendido--
— ¡Cady!
El Alfa nos ve y sus ojos se vuelven negros como canicas. Sin decir nada más me agarra del brazo y me jala alejándome de ahí.
— ¡Hermano Er!
Se escucha la voz de Etzel llamándole pero el Alfa lo ignora.
Una vez regresamos por el camino que lleva a la cabaña le arrebato mi brazo.
— ¿También vas a meterte con mi hermano?
— ¡Eres de lo peor!
—Si no fueras una coqueta tras todo lo que se mueva no tendría que vigilarte.
— ¡Ya basta! ¿Qué he hecho para que me insultes de esa manera y sospeches de mí de esa forma?
—No quieres que te ponga un guardia porque así no podrás tener la oportunidad de revolcarte con otros lobos—
Lo tomo por el cuello de la camisa, tuve que ponerme de puntillas pero logré ponerlo a mi altura.
— ¡Nunca me negué a que me pongas un guardia, estúpido!
El Alfa se queda callado cuando lo interrumpo.
—Además, no sé de dónde sacas tantas estupideces. ¿De dónde voy a querer estar con un hombre o bestia de sexo masculino? Hombre lobo, humano o bestia da igual, todos los machos son castrantes. Para tu información odio a todos los hombres.
Luego volteo para verle la cara y sepa que hablo en serio.
—En especial a los pedantes como tú.
— ¿A dónde vas?
—A dónde vaya no te importa. Incluso si destrozaste mi único hogar prefiero dormir debajo de una roca que estar un minuto más contigo.
— ¿Único hogar? Eres mi esposa, yo soy tu hogar.
Lo empujo con el hombro y lo paso de largo. No voy a razonar con ese idiota.
Primero voy a buscar que me sirve de la cabaña y tal vez si lo arreglo un poco todavía se pueda habitar si no... Bueno, ya veré qué hago después.
Al menos quiero evitar que la casa de mi abuela por la que he dado mucho y que escribí con todo mi corazón se vea en un estado tan horrible.
Mientras recojo algunas cosas, el olor a cítricos, maderas y mar me siguen detrás.
—Dije que te largues.
—Incluso si buscas, todo eso ya es basura, la cabaña también es vieja. Si quieres algo pídelo, puedo traer mejores muebles, reconstruir una verdadera casa y...
—Si vuelves a hablar del hogar de mi difunta abuela como si fuera basura juro que aunque me condenen te voy a destazar yo misma. No aquí porque no quiero que ensucies su memoria pero si allá afuera y juro que el lago se tiñe de rojo hoy.
— ¿Tu abuela?
Un zumbido resuena en mi interior mientras mi respiración comienza a agitarse.
‘CANDY, TE DIJE QUE ÉL NO VALE LA PENA, QUÉ VA A ENTENDER LO IMPORTANTE QUE ES ESTE LUGAR PARA TI, MUCHO MENOS QUIEN FUE MARIGOLD BECKHAM’
—Claro, al Alfa que le va a importar un personaje que ni siquiera tiene participación en la historia... De haberlo sabido...
— ¿Qué te ocurre, Cady? —Su voz suena como un eco.
Si supiera que iba a terminar en esta historia que escribí, la habría escrito a ella para poder verla aunque fuera un momento.
‘AÚN TE DUELE ¿NO ES ASI?’
—Mi abuela, murió cuando yo tenía apenas 22 años de edad.
—Veintidós... —Su voz suena como si la escuchara debajo del mar.
‘SIEMPRE SOLA, NADIE SABÍA EL DOLOR POR EL QUE ESTABAS PASANDO, ÉL AUNQUE LO SUPIERA NO HARÍA NADA PORQUE A NADIE LE IMPORTAS.’
—Al igual que él, eres un desalmado.
‘SE MOLESTÓ PORQUE VOMITASTE EN SU TAPETE Y SU AUTOMOVIL, OBJETOS MATERIALES CON ALTO VALOR MÁS NO COMPARABLES A UNA VIDA’
—Se puede destruir y reconstruir un lugar pero nada va a poder emular al original ni al valor que tiene en nuestros corazones.
—Cady… —No escucho lo que dice, es como si fuera tragado entre el zumbido y mi respiración que se vuelve más pesada.
—Y aquellos que mueren no regresan. Incluso si la hubiera escrito y pudiera verla sería un personaje, no mi verdadera abuela. Igual que todos en esta pútrida historia.
El Alfa Ery tiene una cara de horror mientras hablo. No sé ni siquiera que le estoy diciendo.
Tomo el dibujo roto y el broche tejido por ella. Aunque sean "imitaciones" no podría atreverme a quemarlos también.
Toco la basura apilada y rota, esta comienza a arder.
— ¡Qué haces, Cady!
El fuego comienza a consumir todo.
El Alfa busca algo para llenarlo con agua del río para sofocar las llamas. Quemar algo se siente liberador.
— ¡Candy Dace!
Ah… esa voz, también se escucha como si estuviera debajo del agua.
'¡Cady!'
—Algo que está roto nunca podrá enmendarse… Todos aquí están rotos.
'¡Cady!'
-¡Candy Dace! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Estás quemando la casa de tu madre! ¡Detente!
—Roto... Todo está roto.
El Alfa dice algo aunque no escucho nada.
— ¡Milo!
— ¡Si, Alfa!
—Hershey aléjate de aquí, lleva a Luna a la casa de la manada. Está actuando extraño... -Dice una voz que se parece a la de Josh Bury.
—No me toque — doy un manotazo a la mano de la Sarah falsa —Quiero quemarlo todo...
QUEMA TODO, CANDY.
SI LO QUEMAS, YA NO EXISTE Y SI NO EXISTE, EL DOLOR DESAPARECE.
— ¡CADY!
'¡Cady! ¡No le hagas caso a esa voz!'
NI SIQUIERA QUIERES ESTAR AQUÍ, ¿POR QUÉ PREOCUPARTE POR ELLOS? ELLOS NO SE PREOCUPARON NUNCA POR TI.
Todo se quema a mí alrededor, escucho voces gritar mientras hacen algo contra el fuego.
— ¡Candy Dace! ¡Can…!
¿DONDE ESTABA TU SUPUESTA AMIGA CUANDO TU ABUELA ESTABA AGONIZANDO? EXACTO, NUNCA ESTUVO AHÍ, NI SIQUIERA SIENDO COMPAÑERAS EN UN MISMO DEPARTAMENTO.
¿Y QUE HAY DE EARDWULF? SI NO FUERA QUE NO ESTABA ESE DÍA Y ENCONTRASTE A ALGUIEN MÁS EN LA OFICINA, NO TENDRÍAS NI COMO PAGAR LOS GASTOS FUNERARIOS.
—Eardwulf...
'¡Cady!'
NO LOS NECESITAS, VEN CONMIGO. TE AYUDARÉ A SALIR, MI PRECIOSA CANDY.
“Mi preciosa Candy, yo puedo salvarte si te entregas a mi”
No… aunque no lo recuerdo siento una alerta en mi interior.
—No me llames así...
VEN, CANDY...
No.
—No sé ni quién diantres eres, no dejaré que me llamen Candy otra vez.
Ni mucho menos voy a dejar que una voz sospechosa y siniestra toque mis preciosos recuerdos.
Esa voz también es parte de la historia original. La voz que se aprovecha de Candace y le acerca a perder el juicio.
No puedo dejar que me gane.
— ¡Cady!
Un olor maravilloso que me calma como el mar me brinda paz.
¡NO! ¡ESCUCHA MI VOZ! ¡YO PUEDO SACARTE DE LA HISTORIA Y LLEVARTE CONMIGO AL MUNDO REAL QUE QUIERES, CADEN--!
Eso puedo hacerlo yo sola, gracias.
Adiós, voz siniestra.
‘Bien hecho, Cady!’
¡Chiara!
'¡Voy a cerrar el enlace mental!'
— ¡Cady!
—Logré pelear contra esa voz.... —respiro hondo mientras veo a todos tratando de apagar el fuego.
— ¿Qué fue eso, Cady?
—Eso… fue aterrador--
— ¡CADY!
Nuevamente la oscuridad me lleva en su manto.
Es de mañana, me estiro tras el mejor sueño reparador de mi vida. Su rostro mientras duerme es engañoso, quién pensaría que esa fiera me mordió el dedo y casi me hizo pasar un susto anoche frente a toda la manada durante nuestra boda. Cuando duerme se ve tan inocente y vulnerable.Suelto una pequeña risita cuando picoteo su mejilla. Luego su mano busca algo y se encuentra con mi mano.—No te vayas...Una lágrima se asoma por la comisura de su ojo recorriendo el puente de su nariz.Limpio sus lágrimas preguntándome “¿qué clase de sueño tendrá?” hasta que ese nombre desagradable sale por su boca.—Señor... Eardwulf.Alejo mi mano que aún está húmeda con algunas de sus lágrimas y me levanto de inmediato de la cama.Salgo por la puerta, eso no debería afectarme. Dijimos que seríamos aliados y ella me dejó en claro que no le gusto ni le atraigo. Ambos estamos juntos en una especie de acuerdo verbal haciendo una tregua.He decidido ir a entrenar.Tenemos un lugar designado para cambiarnos de
Mientras trato de rememorar lo que dije o hice para llegar a este punto sin retorno, Hershey, quien se supone debe ser leal a mí, me mira con molestia torciendo los labios.—Alfa… ¿QUÉ #%#$ LE HIZO A MI QUERIDA CANDY?¡Mi subordinada me ha llamado con esa falta de respeto!— ¡Hershey! No puedes hablar así a nuestro Alfa— Hace reverencias exageradas tomando a su mujer del hombro— Disculpe, Alfa…— ¡ME VALE UNA %$! ¡¿QUÉ LE HIZO?!—Alfa, por favor disculpe a mi esposa… anda un poquito voluble y hormonal con el embarazo y…— ¡INCLUSO SIN ANDAR HORMONAL LE DIRÉ SUS VERDADES A ESTE #$%%$!Ah, ya veo de dónde aprendió ese temperamento mi pareja. Siempre he sabido que Hershey es algo explosiva y que es difícil de manejar, por eso envié a mi Gamma lejos en una misión para que se la llevara para poder rechazar a Candace, sin embargo todo cambió y ahora la he regresado a la manada.Olvidé que es más terca y salvaje que mi propia esposa.—Veo que no has sabido educar y amaestrar a tu perr---—
De las muchas veces que me he tragado una molestia, existe una sola palabra que me puede hacer perder los estribos “Candy” de solo escuchar que me llamen así siento como si me quitaran el aire luego de que una sombra siniestra y gélida me envuelva como una serpiente asfixiándome.No, no es por mi progenitor. Que si bien tampoco me agrada que me llame así, hay cierto zumbido en mi interior que actúa en defensa. Me pregunto por qué…((:ZUMBIDO:))En medio de la oscuridad un nuevo escenario en sueños se abre para mí. Ahora tengo 18 años nuevamente, estoy enfrente de un espejo. Llevo una ropa que jamás usaría, por suerte una máscara oculta mi rostro de la vergüenza que estoy pasando por ese vestido escotado que aparenta el traje típico de una joven de bar con unas orejas de conejo, algo elegante y vulgar a la vez.Unas manos me toman de los hombros y siento escalofríos por todo mi cuerpo.“No necesitas usar más este uniforme” Dice una voz masculina con un tono más joven, tendrá unos 23 o
Mientras escribo miro la fotografía familiar Eardwulf, escribo mis sentimientos a flor de piel, tal como los siento. Pero no pondré su nombre aquí porque mañana le enseñaré la historia que escribí para él. Sonrío de oreja a oreja, es más guapo de lo que imaginé, sus ojos azules que me atraviesan como el mar nocturno, su mentón afilado y cuadrado, su piel ligeramente bronceada y lo alto que se ve en la fotografía no le hace justicia a cómo lo vi en persona.“Me gustas, Eren Eardwulf” Doy vueltas en mi cama emocionada. Nunca me han atraído los hombres, desde aquel niño que me molestaba en la primaria… No es un recuerdo grato para mí, sin embargo, ahora me enamoré.“No sabes cuánto me gustas, Wolf”De pequeña me gustaban mucho los lobos, incluso llegué a dibujar algunos en mi infancia y se lo regalé a un niño que lo rompió a la mitad. Así que juré nunca volver a regalar un dibujo o creación mía a otra persona del sexo masculino.Mañana romperé ese voto, le daré mi historia y volveré a de
Si fuera el fin del mundo y pudiera elegir dónde quiero pasar los últimos segundos de mi vida en la tierra, ese sería sin duda en una playa con el olor salado y la brisa marina susurrando en mi oído.“Cadence…”Su voz me gusta.“Cadence, regresa…”¿Por qué hay tristeza en su voz?“Cadence, te extraño”Sigo sus palabras… me llevan hacia un hombre, tendrá unos 30 años aproximadamente aunque se ve mucho más joven de la edad que tiene. En mi interior creo conocerlo aunque no identifico quién es.Él está tomando una mano y la sostiene firmemente contra su frente. Sus ojos están cerrados mientras aprieta con fuerza con ambas manos la delicada muñeca y nudillos de la mujer acostada. El hombre enjuga sus lágrimas quiero tocarlo sin embargo mi mano lo atraviesa.“No, yo sé que regresarás…” Besa la mano que sostiene, aunque es un sueño siento su calidez en mi propia mano. No me gusta verlo llorar, me duele algo en el pecho.“Te esperaré sin importar cuánto tiempo te tome regresar a mí.” Baja l
En cuanto cierro la puerta tomo la almohada del Alfa, esa que tiene su aroma y me recuerda a la almohada de mi departamento.Lo detesto, detesto está situación en la que estoy metida, detesto estar en este mundo machista de Alfas, betas y Omegas donde ven a su líder como si fuera un Dios todo poderoso del cual no puedes negarte a sus deseos y órdenes tontas.La cabaña ya no existe y no conozco este mundo como para saber a dónde ir, tampoco sé cuántos enemigos me tengan en la mira así que sería muy tonto de mi parte salirme sin ningún rumbo fijo, lo único que me queda es regresar a la habitación.Pero más que nada detesto que todos aquí tienen la misma cara y personalidad que aquellos que conocí en mi vida, todos y cada uno de ellos. Hablando conmigo en un cuerpo que no es el mío en una historia que sé es ficticia y aun así se graba en mi piel como si fuera un sello en hierro a fuego vivo.En especial porque aún recuerdo todo lo que me hicieron. Liam/Milo y su pastelería hípster, Sarah
A veces me pregunto cuál fue la razón por la que soporté tantos años con ese déspota.BRRR BRRRR “¿Sí, Diga?”Respondo el teléfono automáticamente a pesar de que estaba tratando de conciliar el sueño. Entre las visitas al hospital y los trabajos de la universidad no he dormido bien últimamente.“Ya decidí como me voy a cobrar el agravio a mi tapete”La voz de mi Editor suena agitada, posiblemente por lo molesto que está. También se escucha el sonido de sábanas y un rechinido. Debe estar dando vueltas en su cama después de desvelarse buscando un reemplazo para su asistente.Me explica que su asistente tomará vacaciones y que no tiene quien cubra esa vacante temporal, quiere que lo haga yo. Obviamente sin paga.“Es un m4m0n” Dice Sarah cuando le cuento a la media noche que comenzaré a trabajar unas semanas con mi editor favorito de la vida (sarcasmo) entre más pronto le pague su tapete, mejor.“¿Estás segura que ese explotador laboral te pidió específicamente que seas su asistente? ¿No
Esa Omega es demasiado terca. Debería darle una lección o castigarla por su insolencia sin embargo no puedo...Aunque es insolente y vulgar al hablar, tiene algo en ella que no puedo parar de verla. Cuando dice palabras obscenas siento como si mi interior ardiera como el fuego y no fuego malo sino del otro tipo, el lascivo que endurece mi miembro deseando introducirlo en ella golpeando en su interior hasta que se someta a mí, para que quede con el olor de mi semen recordando que es mía.No recuerdo en qué momento comencé a fumar, solo sé que fue desde los 17 años, desde ese momento se volvió un hábito. No soy un fumador empedernido pero, desde que la diosa reveló a mi pareja destinada he comenzado a fumar más de lo normal. Al principio porque me agradaba y después para calmar a mi lobo cuando mi pareja rechaza entregarse a mí.Sin embargo, ahora me ha dicho que detesta que fume. Oh diosa, qué te he hecho para que me vincularas con una Omega feral como esa.Cuando estoy con ella no pued