Capítulo 46- El Alfa enloqueció Parte 2

— ¡Ery, lobo tonto, hijo de...!

Inhalo el humo de cigarro y toso con fuerza, es demasiado intenso, no puedo creer que alguien pueda vivir sin desmayarse aquí.

— ¡¿Qué demonios te...?!

Paro en seco ante la impresionante imagen del protagonista cretino, dos cigarros...

— ¡¿Cuatro?!

Lleva dos cigarros entre los dedos índice y medio  de la mano derecha y dos cigarrillos de la misma forma en la mano izquierda...

¡¿Cuatro?!  Vuelvo a contarlos y sigo sin creérmelo.

¡¿No me j0d4s se está fumando cuatro cigarros a la vez?!

Toma ambos cigarros con la mano derecha inhalando hondo y soltando la bocanada, luego con la otra y así se la pasa alternando.

¿Qué demonios?

Sé que los lobos se regeneran rápido y ciertas enfermedades ni las viven entre ellas el cáncer por fumar pero esto es atentar contra la suerte y la naturaleza.

El teléfono del Alfa cretino suena y después de dejarlo sonar cuatro veces finalmente responde.

— ¿Ya lo encontraste? —toma otra bocanada y lo libera en forma de anillos—Entiendo, entonces si no hay nadie con ese nombre... ¡¡Búscalo en otra manada!!

Cuelga el teléfono golpeándolo con fuerza.

— ¿Es un lobo peligroso que te provoca los nervios de fumar como chimenea?

El Alfa se mete el cigarro y me libera el humo en la cara.

—Esto lo has provocado tú, querida.

— ¿Yo? —Respondo con la voz ahogada y tosiendo.

—Ahora entiendo por qué vomitaste esa vez cuando nuestros labios se unieron. Usaste como escusa lo del cigarro para hacer tiempo y yo te creí como imbécil.

Me toma por la barbilla apretando con fuerza y el olor es demasiado para soportarlo.

— ¿Tan complicado es dejar ese mal hábito? No sabía que fuera tan importante es solo que... ¡UGH!

El aroma del cigarro es insoportable y quiero vomitar de nuevo. No hay cómo respirar hondo para tomar algo de aire fresco y aguantarlo más sin embargo me contengo tanto como puedo.

—Dejarlo no es ningún problema— Dice tomando otra bocanada—si un Alfa quiere algo lo hace y lo obtiene como de lugar...

Se detiene y sus ojos se vuelven rojos intensos, me mira como si me quisiera devorar cual presa indefensa.

—Si quiero algo lo obtengo. No tengo por qué hacer apuestas absurdas para que me abras las piernas ¿Cierto?

Pone su mano en mi pecho y aprieta con fuerza.

— ¿Alfa?

—Creo que fui demasiado benevolente contigo.

Respira en mi cuello y me lame.

—Y pensar que fui tan ingenuo para pensar que podría ganarme algo si era paciente mientras tienes fantasías y me eres infiel sin pudor alguno.

— ¿Infiel? ¿Yo? ¿De qué ca--?

Golpea el escritorio con una mano, me empuja hacia la dura superficie, todo sin soltar los malditos cigarros recargados en su boca mientras me mira como si hubiera hecho algo terrible.

Tras el ruido sonoro en su escritorio me quedo callada y el silencio nos envuelve.

Nuevamente toma los cigarros de su boca, inhala y exhala con una bocanada de humo.

Se levanta de su asiento como si fuera un mafioso y me suelta una bocanada del asqueroso humo en la cara. Nuevamente toso. Luego acerca su boca a mi oído y dice autoritario:

—Mía.

Cierro los ojos y evito respirar.

—Mía—vuelve a decir sosteniendo mis pechos y besando mi cuello.

‘Creo que con esto ya perdimos el desafío’

Dice Chiara.

— ¿En qué piensas? — Dice con una voz que aparenta ser tranquila luego me toma del mentón con fuerza y me grita a la cara.

—¡¡Mia, mía, mía, eres mía!!

Aunque mi loba no se resiste a sus feromonas de Alfa mi piel se pone de gallina. Tengo miedo de ese tipo.

—Eres mía...

Me besa con el aroma de cigarros asqueroso de su boca y quiero vomitar al solo contacto.

—Si te atreves a vomitar mataré a todos aquellos a quienes aprecias y te encerraré en la mazmorra donde serás mi esclava sexual.

Congelada y asustada trato de contenerlo todo.

Lo había olvidado, cuando Alfa Ery se molesta puede tornarse peligroso y es imposible detenerlo. Como aquella vez que masacró a puño y garra limpia a los renegados hasta hacerlos pedazos.

¿Por qué está tan molesto?

Veo mi brazalete y este ha cambiado otra de sus perlas de color.

El evento de los celos ha comenzado.

¿Por qué? Me alejé del rival amoroso, su hermanastro para evadir este momento (Además porque algo me dice que no me fíe de él)  ahora va a abusar de la protagonista e incluso encerrarla en la mazmorra... ¡A mí!

Puedo ver en su mirada algo aterrador, tan aterrador como los ojos de mi progenitor...

—Ery...

—¡¡No me llames así!! ¡Esa es la forma en que se llama a quien es tú pareja, maldita hipócrita! — Por suerte no me ahorca pero parece que ganas no le faltan— ¡Maldita sea! ¡¿Por qué no mencionaste el maldito detalle de que tu corazón es de otro?!

— ¿De qué hablas? No tengo...

— ¡MENTIRA!

No puedo siquiera hablar, ni siquiera cuando lo ofendí verbalmente lo había visto tan molesto, sin embargo lo que me impide contestar es mi miedo... El miedo a mi padre que voy reviviendo en su fría y oscura mirada.

—Alfa, traemos a quien pidió.

—Déjalo ahí.

—Vaya, vaya... ¿Entonces tus gustos son así de malos?  Pensé que se parecía a mí.

— ¿Quien...?

Un hombre escuálido y desaliñado tiembla esposado.

—Un pobre campesino, no puedo creer que esto sea lo que me has estado ocultando.

—Ni siquiera lo conozco.

—Si quieres defenderlo fingiendo que no lo conoces, déjame decirte que de igual manera lo mataré aquí mismo.

El hombre llora y suplica por su vida.

—No me mate, Alfa, ni siquiera sé que hice malo...

—CÁLLATE

—Juro que no sé quién es ese pobre hombre o lobo, Alfa esto es demasiado... — Digo evitando mostrar el temblor en mi voz, nunca pensé que pudiera ser tan ruin.

—Eardwulf, ese es tu nombre.

—Sí, Alfa pero yo...

— ¡Ya basta!

Lo miro suplicando por los ojos con las pocas fuerzas que me quedan por la sensación de mareo que me deja este lugar tan lúgubre que me lleva a recordar como una pesadilla.

—Te juro por la diosa Luna y te juro por el vínculo que nos une que ni siquiera conozco a ese pobre hombre.

— ¿Entonces dónde está?

— ¿Quién?

—El “Señor Eardwulf” al que llamas en tus sueños.

Cuando dice “Señor Eardwulf” lo dice imitando una voz aguda como si fuera mujer.

— ¿Qué? ¡¿Estás armando todo este alboroto y quieres masacrar a un pobre hombre inocente por alguien a quien llamé en sueños?!

¿Cómo le digo que fue un sueño erótico y que él fue quien protagonizó todo?

— ¡No me levantes la voz, responde ahora mismo!

Si le digo eso estaré premiando su comportamiento de troglodita y celoso enfermo. No le daré ese gusto todavía.

—De igual modo no se salvará de morir el maldito que ha pronunciado la boca de mi esposa infiel. Pero, perdonaré la vida de este que estás negando que tenga algo que ver contigo.

¿Siquiera se escucha? ¡Es un maldito tirano!

— ¡Eres tan idiota!

— ¡¿Cómo te atreves a faltar el respeto a tu Alfa?!

‘Cady, no será bueno para nadie si el Alfa se altera más’

Respiro hondo.

—Juro que nunca fui infiel, el nombre que dije en sueños no es de un lobo ni de un humano en esta historia.

— ¿Qué quieres decir con eso?

—Es el nombre de mi editor y jefe.

— ¿Tu qué?

— ¡DIJE QUE ES MI EDITOR!

Se hace un silencio y vuelve a reír como maniático.

— ¿Ahora así le llaman a los amantes hoy en día? ¡Editor, ja, ja, ja!

— ¡No, idiota! ¡Un editor es el que se encarga de revisar los manuscritos de los autores para corregir y publicar un libro!

¿Cómo se puede ser tan idiota?

¡Armar todo un alboroto, destrozar cosas y fumar como energúmeno solo por celos infundados sin tener los huevos de preguntar primero!

Casi me manda a la mazmorra y me hace cosas impensables por unos estúpidos celos enfermizos por… ¿El otro cretino en el que lo basé? Además son sueños húmedos que tuve con Ery haciendo juego de roles provocados por mi estúpido celo.

Maldita suerte la mía.

—Je, je… —El alfa hace una sonrisa maliciosa y luego se ríe como si hubiera perdido el juicio— ¿Crees que soy tan imbécil para creer esas mentiras?

—Piensa lo que quieras. En mi conciencia está…

— ¿Tu conciencia? ¡¿Cuál conciencia tienes si eres infiel en pensamiento, jadeando como una perra por ese tal Eardwulf?!

Está fuera de control y no razona ese idiota berrinchudo.

—Dime ¿te gustó?

— ¿Gustarme qué?

—Gemir en la mesa de la servidumbre como una prostituta mientras disfrutabas del rostro que te recuerda a tu querido perro sarnoso lamiéndote el coño y penetrándote con los dedos.

—No entiendo de qué estás…

—Desde el primer día no has hecho más que decir “Señor Eardwulf” y buscando a ese perro en mi mirada. Incluso hiciste lo mismo ese día en la maldita cabaña, fuiste allá haciéndote la ofendida cuando te cuestioné tu adulterio.

— ¡¿Qué demonios te pasa, Ery?!

—Eres una perra, una prostituta que solo abre las piernas, abre la boca y jadea como una maldita cualquiera mientras---

¡PLAP!

—Pensé que eras diferente. No eres más que un hombre estúpido como todos los demás.

—Incluso si me abofeteas serás mía. Solo espera a que encuentre a ese tipo, te voy a joder frente a él y luego de hacerte olvidar su nombre voy a disfrutar mucho destruyéndolo hasta que no quede ni un hueso.

— ¡No soy tuya ni de nadie! ¡No soy una posesión ni un trofeo!

‘Cady, el Alfa está fuera de control. No lo provoques más’

¡Si será imbécil!

—Eres un idiota… no tengo nada con nadie. Hasta hace poco era virgen hasta de labios. Nunca tuve un novio siquiera.

—Digamos que creo tu falsa pureza, entonces júrame por tu padre que no tienes un amante ni hay alguien en tu corazón.

¿Jurar en nombre de ese poco hombre? Usar a ese manipulador alcohólico como aval sería un insulto a la verdad. No puedo jurar en nombre de un mentiroso y un embustero como él.

—No puedo— Digo mordiéndome los labios.

— ¿Por qué no?

—Porque sería jurar en vano…

El Alfa me toma por las muñecas y con una sola mano las pega a la pared sobre mi cabeza.

—No puedes porque no quieres hacerle daño a tu padre. Maldita pérfida.

Sus ojos rojos inyectados como sangre me hacen temblar de miedo sin embargo no puedo mostrarme débil. Mantengo mi mirada firme y oculta bajo una máscara de indiferencia, para no darle el gusto a ese idiota de que me tenga sometida.

—Todos los hombres son iguales… petulantes, vanidosos y se sienten dueños como si fueras una posesión cualquiera…

El olor asqueroso a cigarro y el humo penetrando mis pulmones es una tortura que apenas puedo aguantar. Veo a mi padre y recuerdo aquello que tenía encerrado en mi memoria para no caer en la locura.

La razón por la que Sarah quería que lo dejara y la brutalidad con la que me golpeó. Incluso quería matarme esa noche.

Yo pensaba en alguien, no recuerdo quien es, pero fue el único hilo que me mantuvo en la cordura y la razón para aferrarme a la vida.

Aquella vez había alguien en quien confiaba, incluso si no le recuerdo…

“Jamás olvidaré su amabilidad”

Cuando apenas llegué, el Alfa y yo no teníamos una buena relación, peleamos desde el momento en que nos vimos en la fogata del festival de la cosecha. Llamé su pene su único valor y hombría. Me besó por la fuerza y también…

“¡Déjame salir!”

“RAAAAAR”

Me abrazó cuando salí de control como lobo de fuego.

Es cierto, olvidé todo eso. Corrí y me sentí liberada en forma de lobo, nosotros no rompimos la cama porque estuviéramos apareándonos como decían los rumores. Esos rumores nacieron por los destrozos que yo dejé.

“Te tengo”

En sus brazos encontré paz. Aunque quemé todo a mi paso y le causé problemas.

Él se detiene cuando le pido que lo haga. No es la bestia que tengo enfrente en este momento, él no es así…

Es mi aliado, creo en Ery y que es alguien gentil aunque haga cosas extrañas y sea un cretino. Es cretino por su naturaleza de Alfa pero no es un maldito tirano que me haría daño para saciar su lujuria.

Él no es como todos esos otros hombres… ni como los renegados que me intentaron profanar. Me pide permiso para besarme y usó su derecho de pedir un deseo para que hiciéramos todo eso en la mesa. Cuando sentí dolor paró y solo esperó a que yo me sintiera lista.

¡No es así!

¡Él es mucho más que el estereotípico Alfa de una novela corriente!

— ¡Shawn, afuera está nevando!

El Alfa gruñe y se retuerce mientras Shawn intenta tomar posesión de su cuerpo.

Sus ojos siguen siendo rojos pero sus pupilas se han hecho más pequeñas y se ve más dócil en su mirada.

—Madre...

—Shawn, dime qué está pasando con ustedes dos— Tomo su rostro aprovechando que pude liberar mis manos.

—Ery está fuera de control.

—Sí, eso ya lo sé. Lo que quiero saber es por qué.

— ¡GRRR...! Perdona madre, no puedo controlarlo. Él está tomando el control de nosotros —Shawn sacude la cabeza intentando con todas sus fuerzas retener lo que sea que los está obligando.

— ¿Quién?

—No lo sé, su voz no la reconozco hay un ruido estridente que me enerva y me saca de quicio.

¿Un ruido?

'¡Cady, debe ser el mismo ruido que te hizo perder el control y quemar la cabaña!'

¿Yo quemé la cabaña? Ery dijo que...

El Alfa quería evitar que recuerdes algo doloroso y perdieras control de ti misma otra vez.

¿Quién está ahí?

'No estoy segura, es---'

((ZUMBIDO))

Un sonido estridente como un micrófono cuando está demasiado cerca del altavoz me golpea con fuerza en la cabeza como si fuera una jaqueca.

¡CANDY!

ÉL NO TE MERECE.

VEN CONMIGO YO NUNCA TE HARÍA DAÑO.

¿Quién eres tú?

SOY TU VERDADERA PAREJA, TU VERDADERO AMOR.

¿Verdadero amor?

Estás loco.

Ignoro a la voz espeluznante y me dirijo a mi compañero.

— ¡TERRENCE GIAN AVERY!

Detesta que le llame así, eso lo hará reaccionar.

— ¡Es cierto que eres un idiota, un pervertido y haces cosas extrañas incluso para sorpresa de los miembros de tu manada, Pero tú no eres el patán que esa voz psicópata quiere hacer ver!

Le tomo por las mejillas obligando a que no aparte la mirada de mí.

— ¡Tú nunca me has forzado! A pesar de todo jamás me has forzado a nada, eres gentil y me haces sentir bien cuando me tocas.

Al demonio si tengo una misión. No vale la pena ninguna recompensa a cambio de la sanidad mental de aquel que me ha apoyado y nunca me cuestionó a pesar de tener el libro y mil razones para sospechar de un intruso como yo.

—Me agradan tus besos y me agrada que seas tú mi pareja, nadie más.

Beso su mejilla y lo abrazo.

—Por favor, regresa.

¡NO, TU PAREJA SOY YO!

— ¡Cállate! Ni siquiera sé quién demonios eres, sin conocerte estoy segura que eres un ser repulsivo y asqueroso.

— ¿Crees que soy repulsivo y un ser asqueroso? —Dice Ery creyendo que me dirigí a él.

— ¡No, Ery! ¡Le digo a la voz que te está manipulando!

— ¡Tú me agradas, me agradas mucho!

En las historias melosas de amor y clichés de licántropos el beso de alguien lo puede todo así que a pesar del horrible sabor lo beso evitando a toda costa alejarme con repulsión.

— ¿Cady? —Sus ojos vuelven a ser azules.

—Sí, soy Cady, Ery.

— ¿Mía? —Dice con una voz débil.

— ¿Eh?

— ¿Eres mía?

—No, Ery. No le pertenezco a nadie.

— ¿Entonces por qué debería...? —Sus ojos comienzan a oscurecerse y vuelvo a tomar su rostro entre mis manos.

—Porque somos aliados. Confía en mí, yo nunca te voy a traicionar.

—Cady...

¡NO, CANDY! ¡NO DEJES QUE TE ENGAÑE, ÉL ES UN EGOISTA UN CRETINO Y UN MESQUINO! ¡A SU LADO SOLO TE ESPERA MISERIA Y LA ASFIXIA A TU LIBERTAD QUE TANTO DESEAS!

—Vaya hijo de puta —murmuro y veo molesta a Ery— ¡¿De verdad dejaste que te controlara este idiota?!

Busco dentro de él, esa voz horrible debe estar todavía en alguna parte de su mente y resuena con la mía por el enlace mental.

— ¿No te muerdes la lengua? Aquí el único MESQUINO eres tú, metiéndote en la mente de MI COMPAÑERO y obligado a que actúe fuera de su personaje.

ES SU NATURALEZA COMO ALFA, CADY. YO NO LE CAMBIÉ NADA, ES SU VERDADERO SER.

— ¡ES MENTIRA! —Digo harta de toda la basura que ha dicho ese completo extraño que quiere causar discordia—Alfa, eres mucho mejor que esa escoria... Eres el mejor hombre que he conocido y confío en que puedes ganarle. Nadie le gana a mi Alfa.

Nuevamente lo beso, esta vez introduce su lengua y el sabor amargo es demasiado intenso. Un fuego extraño emerge de mis manos y entra en la mente del Alfa.

¡NO, NOOOO, CANDY! ¡TÚ ERES MÍA!

¡¡Cállate, incluso si eres una voz eso no me va a impedir patearte el trasero!!

Cuando todo se siente en calma, veo a mi Alfa arrogante e idiota y sonrío.

—Qué asco... De verdad el sabor es de lo más desagradable. Pero tú no me desagradas ni me desagrada besar...

<<Alerta de peligro, el huésped pierde puntos vitales, si llega a cero morirá>>

— ¡CADENCE!

Ery Avery, mi tierno protagonista me atrapa entre sus brazos y me llama preocupado.

Sin embargo no puedo responderle.

Ery, no mentí cuando dije que no tengo un novio ni ningún hombre en mi vida… Pero si me mentí a mi misma al no aceptar que hay alguien que me gustaba… Solo que no lo recordaba. Él me gustaba, pero nunca me correspondió.

Entre los fragmentos perdidos de mi memoria encuentro a “Él” quien está por alguna razón vestido con ropa llamativa como en la mascarada del Fantasma de la Ópera, también lo veo hablar conmigo en aquel bar cuando quería ahogar mis penas y preocupaciones, cuando le dio un ramo de flores a alguien enfrente de mí, las muchas veces que cerré mi corazón para no sentirme miserable y el broche que guardé en un cajón junto con mis sentimientos porque... Me sentía atraída por Eren Eardwulf hasta el punto de ser un tormento.

Maika Maese

Cady por fin acepta su inevitable atracción por Eardwulf, sin embargo ha comenzado a sentir un afecto involuntario por Ery también. Con el sonido de una alarma que solo ella y Ery pueden escuchar, su vida corre peligro ¿Podrá salvarse o tendrá que vivir un reinicio? Ya estamos cerca del final de la primera mitad de la historia (Acto 1) En el siguiente capítulo, "Él" vuelve a recibir el reflector en el escenario.

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