En cuanto cierro la puerta tomo la almohada del Alfa, esa que tiene su aroma y me recuerda a la almohada de mi departamento.
Lo detesto, detesto está situación en la que estoy metida, detesto estar en este mundo machista de Alfas, betas y Omegas donde ven a su líder como si fuera un Dios todo poderoso del cual no puedes negarte a sus deseos y órdenes tontas.
La cabaña ya no existe y no conozco este mundo como para saber a dónde ir, tampoco sé cuántos enemigos me tengan en la mira así que sería muy tonto de mi parte salirme sin ningún rumbo fijo, lo único que me queda es regresar a la habitación.
Pero más que nada detesto que todos aquí tienen la misma cara y personalidad que aquellos que conocí en mi vida, todos y cada uno de ellos. Hablando conmigo en un cuerpo que no es el mío en una historia que sé es ficticia y aun así se graba en mi piel como si fuera un sello en hierro a fuego vivo.
En especial porque aún recuerdo todo lo que me hicieron. Liam/Milo y su pastelería hípster, Sarah quien dejó marchitar nuestra amistad por seis meses mientras que a todos les enviaba fotografías de su feliz matrimonio y diversión en las Maldivas, mi jefe patán, incluso entre las sirvientas está una con la misma cara de la señora Potvin.
¡PLAF!
Golpeo con fuerza, pero la textura de la almohada es demasiado blanda.
¡Y sobre todo...Lo detesto a él!
— ¡Te detesto, te detesto, te detesto!
¡PLAF! ¡PLAF! ¡PLAF!
¿Por qué tiene su mismo rostro? ¿Por qué tiene que ser igual a él? Su forma de hablar, su forma de caminar, sus gestos, su olor, todo es igual...
CLANK
Alguien abre la puerta pero ya detecté su aroma desde lejos. Sé quién es, no puedo dejar de golpear y le ignoro por completo.
¡PLAF! ¡PLAF!
—Así solo te harás dañarás los nudillos.
Toma mi mano y besa mis nudillos.
Molesta le arrebato mi mano, ni siquiera me voy a molestar en responderle. Vuelvo a golpear la almohada y vuelve a detenerme.
—Si quieres golpear algo, golpéame a mí.
— ¡Ja! Qué más querría pegarle un buen puñetazo y desfigurar esa cara bonita que tienes... —Me detengo al percatarme que le he dicho que si cara es bonita— Pero la alianza me impide ese tipo de agresión.
El Alfa se ríe y me quita la almohada.
—Entonces necesitas algo mejor.
Me toma de la mano y me saca del dormitorio, sin soltarme me lleva por el pasillo bajamos las escaleras y cuando menos lo he notado ya hemos salido por la puerta trasera de la cocina y caminado un largo tramo por un campo de entrenamiento hasta un edificio que para mí sorpresa parece una versión menos moderna del Gimnasio Silivia.
Por dentro el lugar es igual de parecido solo que sin los artilugios modernos y tiene más la forma de un centro de boxeo.
Recuerdo cuando entré al gimnasio vestida con pijama de conejito Honey bun, cada espacio está igualmente dividido y aunque no hay nadie dentro veo las formas de hombres levantando pesas y haciendo ejercicio.
También el fondo, donde un hombre de 30 años jala de unas pesas mientras me propone agregar erotismo en mi historia.
—Primero hay que vendarlo para que no te haga daño.
Toma mi mano y me enreda una venda. Luego me muestra una gran pera de boxeo o saco colgante.
—Adelante. Golpea todo lo que quieras.
Ery golpea primero y me sostiene por los hombros.
—Puedes golpear, patear, destrozar. Libera lo que quieras aquí.
Golpeo el saco y el Alfa niega con la cabeza.
— ¿Es todo lo que puedes hacer? Me has pegado mucho más fuerte que a ese saco.
—Alfa tonto.
—Si quieres probar que soy tonto pega fuerte a ese saco.
¡BAM!
— ¡Qué débil!
¡BAM!
—Con esa fuerza jamás podrás valerte por ti misma.
¡BAM! ¡BAM!
Al golpear el saco siento un aire liberador, la respiración de mi cuerpo se agita y me llena de adrenalina. ¡Qué divertido es golpear el saco!
— ¡¿Eso es todo lo que tienes?! ¡Libéralo! ¡Suelta toda tu ira, todo tu enojo! ¡Dile a Hershey lo que te molesta de ella!
Paro en seco.
— ¿Qué has dicho?
— ¿No es así? La odias, tanto que no soportas verla en persona.
—Yo... No la odio.
—Mientes.
—No la odio...
—Claro que la odias. No quieres que sea tu Gamma porque tienes rencor a ella por alguna razón.
— ¡Dije que no la odio!
¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!
— ¡No-tengo-nada-personal-contra-ella!
¡BAM! ¡BAM!
-¡De hecho-es-mi-única-amiga!
¡BAM! ¡BAM!
— ¡NO-TENGO-PROBLEMAS-CON-ELLA!
—Claro que los tienes.
— ¡NO!
Golpeo con todas mis fuerzas y el Alfa continúa provocándome.
—Si quieres mantener esa amistad tendrás que hablarlo. No puedes continuar escondiendo el jarrón roto y pretender que todo está bien.
— ¡No hay jarrón roto y no estoy pretendiendo!
¡BAM!
— ¿En serio? No me lo parece.
— ¡Si, de acuerdo tengo un problema contra ella pero no es contra ella en sí sino que no tiene ni idea de lo que me hizo!
— ¿Qué te hizo?
—Nada. No hay nada que hablar.
—Si no lo hablas solo se seguirá acumulando y como ese jarrón está roto solo continúa derramando agua hasta que acabe por desmoronarse sin posibilidad de repararse después.
— ¿Por qué me habría de importar mantener el jarrón roto de una amistad que se desvanece como papel de arroz?
— ¿Por qué crees que es tan frágil?
—Porque incluso si dicen ser tus amigos, basta un novio que le haga olvidarse de que existes, se case y no tenga el corazón para enviarte un mensaje en seis meses. A todos les ha enviado noticias de su feliz matrimonio excepto a ti, mientras le recuerdas y necesitas que te escuche mientras estás solo en el mundo...
Acaba de romperse. El jarrón que no quería que se rompiera y mantuve lejos sin intentar repararlo por temor a que se rompiera más.
—Con su esposo perfecto que se acopla a ella como dos perfectas mitades. Nunca me ha necesitado como yo a ella, tiene el carisma y la posibilidad de hacerse amigos por todas partes. Tampoco soy tan especial... Me olvidó y no siquiera tuvo el valor de decírmelo para al menos dejar de esperar como una tonta.
El Alfa se queda en silencio y deja que suelte todo lo que llevo en mi pecho desde el primer día.
—Ella es feliz en las islas Maldivas, disfrutando de su luna de miel con su esposo, mientras yo estoy aquí tragándome corajes con un Alfa tonto que dice hacer una alianza conmigo un momento y al otro la quebranta sospechando hasta de la sombra a mis pies.
— ¿No habías dicho tú que vas a liderar como mi igual?
¡BAM! ¡BAM!
— ¡Esa era mi intención, Alfa idiota!
¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!
— ¡Pero, pareciera que cuando podemos llevarnos un poquito, poquito mejor...!
¡BAM! ¡BAM!
¡Vuelves a sospechar de mí sin razón alguna!
¡BAM! ¡BAM!
¡Alfa tonto! ¿Qué razones le he dado a él para ser un déspota conmigo?
— ¡¿Por qué tienes el mismo rostro?!
¡BAM! ¡BAM!
—¡Odio tu rostro, apuesto y déspota, cálido y a la vez frío como hielo, a veces dice preocuparse por mí y que me alimente bien y al siguiente solo le importa su estúpida historia!
¡BAM!
—Odio tu rostro, quisiera golpearlo hasta que deje de ser igual... Porque ver ese rostro me recuerda a la vida de m****a que he tenido.
—Los días en soledad, ver pasar los días sin nadie a quien contarle lo que siento, al menos la tenía a ella y me decía que todo estaría bien. Ella que era como una hermana para mí, la única persona en la que puedo confiar...
¡BAM! ¡BAM! ¡BAMBAMBAMBAM!
— ¡Me dejó sola! ¡Por meses estuve sola preguntándome que hice mal para que me abandonara! ¡Sin nadie con quién hablar, soportando que ese metiche entrara a mi vida a molestar, confundiéndome día y noche!
—Ya ves, Hershey. Si tiene algo contra ti.
Dejo de golpear el saco y giro la cabeza. Ahí está Hershey con lágrimas en los ojos.
— ¡Alfa idiota! ¡Cómo pudiste...!
—Si estás molesta no lo guardes hasta que se pudra dentro. Si la odias díselo y si la necesitas también.
— ¿No te parece hipócrita? Tú tampoco eres muy expresivo que digamos.
—No soy hipócrita, soy un Alfa. Y tú eres una Omega, es mi deber que mi Omega sea feliz así deba obligarla a que salte al fuego para romper sus miedos.
—...
—Ustedes dos deben tener mucho que hablar.
Se acerca a mi oído y susurra “Dile todo y no te reprimas” seguido de una noticia que me acaba por destrozar.
¿Cómo le voy a decir lo que siento si ella no es la verdadera Sarah?
—Cady Cad.
¿Cómo me dijo?
No... Ella no es Sarah.
—Cady Cad, perdona por no darme cuenta antes.
No es Sarah... No lo es...
—Debiste sentirte sola todo ese tiempo. Teniendo que soportar a ese Alfa que no sabe cómo tratar bien a una chica.
—Eso no es...
—En cuánto conocí a Jerome y supe que era mi pareja destinada, me dejé llevar por esa felicidad. Tú parecías estar contenta por los dos así que no me fijé en que la única amiga y compañía que tenías en tu vida se alejaba felizmente con su novio y que eso agrietaba poco a poco la confianza en tu interior.
Te sentiste como si estuvieras de más ¿Cierto? Pero, yo nunca te he visto como si estuvieras de más.
Eres tan importante para mí, un pedazo de mi vida que jamás podría desechar...
—No es necesario que me digas esas cosas...
— ¡Claro que sí! ¡Eres mi mejor amiga, mi hermana y mi todo!
No, ella no es Sarah... No debo dejarme llevar por ella. Se está disculpando con Candace no conmigo. Ella no sabe que la verdadera dejó de hablarme seis meses.
—Hershey, no quiero hablar de esto.
Me doy la vuelta para salir cuando sus últimas palabras me sorprenden.
—Es una lástima Cady Cad, porque si no tuviéramos parejas destinadas. Te habría hecho mi esposa.
Me detengo y mis lágrimas no dejan de caer.
—Sabes— limpio mis lágrimas—sabes tanto como yo de ti, nos conocemos tanto que incluso si fuéramos parejas destinadas no nos soportaríamos, además… Aunque detesto a los hombres, me interesan los cuerpos masculinos, Sherezarah.
Hershey también llora y las dos nos abrazamos.
— ¡Te amo, en un sentido completamente heterosexual aunque me guste agarrar tus pechos!
— ¡Yo también te amo, en un sentido completamente heterosexual aunque me gusta darte nalgadas!
Un gruñido potente nos interrumpe.
—Perdón, Luna—Dice Jerome intentando remedar su instinto celoso— A mi lobo River no le agrada escuchar a nuestra pareja decirle 'te amo" y abrazar a otro lobo aunque sea su mejor amiga.
Las dos nos separamos, nos vemos y reímos juntas.
— ¡Completamente hetero!
Decimos al unísono.
—No hay de qué molestarse, Jerome y lobo River, las dos nos amamos pero como hermanas.
—Hermanas del alma—Complementa Hershey.
Sarah, si Hershey tiene una parte de ti, es posible que…
—Por cierto, felicidades. Me enorgullece que mi Luna sea mi Cady Cad.
—Felicidades a ti, el Alfa tonto me dijo que estás embarazada.
—Quería darte la noticia yo misma, la arruinó por completo.
—No puedo esperar a que nazca mi sobrino ¿Puedo?
—Sería un honor, mi Luna.
Beso su vientre y escucho los pequeños movimientos del pequeño en su interior. Los bebés de los lobos son diferentes a uno humano, crecen más rápido y se desarrollan en tres meses.
Aún es pequeñito y no se puede escuchar mucho sin embargo como lobos nuestros sentidos son más agudos, puedo escuchar, olfatear y sentir ese pequeño en su interior.
Incluso si no es la verdadera, su esencia es la misma. Entonces Sarah también...
Por la noche me acurruco en el sillón.
Tomo la almohada del Alfa, he decidido que me la voy a quedar, no creo que se dé cuenta si cambié de almohada pues dejé la de mi lado en su lugar.
— ¿Qué haces?
—Me voy a dormir ¿Qué más?
— ¿No vas a dormir en mi cama?
—Aún sigo molesta porque eres un entrometido. Además, no es apropiado que un hombre y una mujer duerman en la misma cama siendo que son completos extraños.
— ¡GRRR!
Gruñe el Alfa al fondo.
— ¡¿Cuáles extraños?! ¡Somos una maldita pareja y estamos casados!
—Eso fue por la alianza, no somos nada--
El Alfa gruñe y me toma de la muñeca.
—Alianza, si claro... me prometiste dejar que te toque y haga lo que quiera contigo.
—Sí, lo dije. ¿Tienes ganas? Ven, aquí tienes mi cuerpo ¿Contento?
El Alfa gruñe de nuevo y me suelta la muñeca, abre el cajón de la cómoda en el espejo, su reflejo muestra su molestia. Saca un cigarro y lo pone en su boca.
Ay no, que asco.
—Alfa ¿Sabes lo que es un fumador pasivo?
—No lo sé ni me importa—comienza a encender el cigarro y me recuerda a ese editor nefasto de palmo a palmo.
—Un fumador pasivo es aquel que sin fumar está expuesto al humo del cigarro. No quiero ser un fumador pasivo ni oler a tabaco quemado en mi piel así que apaga eso mientras estés en la habitación.
— ¿Ah sí? ¿Qué te hace pensar que puedes prohibirme algo en MI propia habitación?
—Es también mi habitación.
Me mira indignado.
—Es tu habitación Pero no quieres dormir en la misma cama que yo. ES TU HABITACIÓN pero me tratas a MÍ como un EXTRAÑO.
Gruñe como si fuera la bestia que es.
—No somos nada para ti, Pero quieres ordenar y decirme que hacer. Se supone que quieres que seamos iguales.
—Claro que somos iguales. Por eso te pido que respetes que yo no fumo.
— ¡Quieres darle órdenes a tu Alfa y que se haga lo que te dé la gana! ¡Eso se llama desobediencia!
Nunca me voy a poder acostumbrar a que hable de sí mismo en tercera persona ¡Qué desagradable es!
— ¡Eso se llama ser iguales, animal! ¡Respetar los deseos del otro cuando no quieren algo que les es molesto!
— ¡Entonces tú eres el animal porque quieres prohibirme algo que me gusta! ¡No quieres dormir conmigo y dices que no somos nada, tienes un sentido extraño de convivencia!
—Y tú tienes un hábito asqueroso con el que no voy a convivir ¡Si quieres fumar en la cama dame otra habitación!
El Alfa me gruñe nuevamente y corre hacia la puerta saliendo de ahí pegando un portazo.
—Si será patán...
Tomo la almohada y comienzo a golpearla contra la puerta.
¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!
— ¡CRETINO!
¡No puedo esperar más para encontrar mi libro, desbloquear todos los preceptos y largarme de buena vez de aquí!
Dos buenas amigas que sin importar la dimensión o mundo en que se encuentren continuarán siendo hermanas del alma. Cady está tan engolosinada en su nueva amistad restaurada que no ha podido percatarse de quién movió los hilos para que ambas se pudieran acercar. Siendo testigo de la dicha de su pareja, él solo puede sonreír esperando a ser también importante en su vida... Claro, eso fue hasta que comenzaron las discrepancias entre los dos. Aún hay mucho que arreglar en ese jarrón roto.
A veces me pregunto cuál fue la razón por la que soporté tantos años con ese déspota.BRRR BRRRR “¿Sí, Diga?”Respondo el teléfono automáticamente a pesar de que estaba tratando de conciliar el sueño. Entre las visitas al hospital y los trabajos de la universidad no he dormido bien últimamente.“Ya decidí como me voy a cobrar el agravio a mi tapete”La voz de mi Editor suena agitada, posiblemente por lo molesto que está. También se escucha el sonido de sábanas y un rechinido. Debe estar dando vueltas en su cama después de desvelarse buscando un reemplazo para su asistente.Me explica que su asistente tomará vacaciones y que no tiene quien cubra esa vacante temporal, quiere que lo haga yo. Obviamente sin paga.“Es un m4m0n” Dice Sarah cuando le cuento a la media noche que comenzaré a trabajar unas semanas con mi editor favorito de la vida (sarcasmo) entre más pronto le pague su tapete, mejor.“¿Estás segura que ese explotador laboral te pidió específicamente que seas su asistente? ¿No
Esa Omega es demasiado terca. Debería darle una lección o castigarla por su insolencia sin embargo no puedo...Aunque es insolente y vulgar al hablar, tiene algo en ella que no puedo parar de verla. Cuando dice palabras obscenas siento como si mi interior ardiera como el fuego y no fuego malo sino del otro tipo, el lascivo que endurece mi miembro deseando introducirlo en ella golpeando en su interior hasta que se someta a mí, para que quede con el olor de mi semen recordando que es mía.No recuerdo en qué momento comencé a fumar, solo sé que fue desde los 17 años, desde ese momento se volvió un hábito. No soy un fumador empedernido pero, desde que la diosa reveló a mi pareja destinada he comenzado a fumar más de lo normal. Al principio porque me agradaba y después para calmar a mi lobo cuando mi pareja rechaza entregarse a mí.Sin embargo, ahora me ha dicho que detesta que fume. Oh diosa, qué te he hecho para que me vincularas con una Omega feral como esa.Cuando estoy con ella no pued
~Cumpleaños Afectuoso~BRRRR BRRRRMientras trato de poner en orden mis emociones en ese cajón, una llamada en el teléfono me desconcierta.—Señor Eardwulf, su pedido está listo.—De acuerdo, envíenlo de inmediato al departamento 166 piso 3 de la calle...Cuando termina la llamada me quedo en silencio.Hoy es el cumpleaños de Cadence Beckham.Ya cumplió 24 años, la misma edad que yo tenía cuando nos presentaron. Nos conocimos con ella de 19 años precisamente en Noviembre. Hace casi cinco años.A los 19 años era una joven escritora que consideraba mediocre. Una simple becaria que estaba aquí solo para causar problemas ya sea para vomitar en mi alfombra Fluffy o colmar mi paciencia con sus historias extrañas. No bastando nos encontramos en cada lugar como si la vida se quisiera burlar en mi cara y le fuera divertido cada situación tonta en que me involucrara.En el segundo cajón guardo una pequeña caja de terciopelo azul marino. La abro y veo una vela con un signo de pregunta, está con l
"La paciente tiene muy desarrollada su enfermedad, puede que viva un mes o tres, quizá de milagro hasta tres años."Mi corazón pesa como si fuera de plomo. Me asomo por la puerta donde está ella en camilla junto con más pacientes. Es un hospital de paga sin embargo no es de lujo, ella no tiene su propia habitación sino que la comparte con más moribundos.Sus ojos apenas muestran el brillo del pasado, sonríe levemente con la máscara de oxígeno cubriendo su boca y nariz. Su delicada y delgada mano muestra sus venas resaltadas mientras acaricia el dorso de la mía.“Cadenza”“Abuela…”“¿Qué te dijo el doctor?”“Abuela, estás más que saludable. Vas a estar muchos años a mi lado.”Miento, miento con todas las letras. Así como miento con la máscara de una sonrisa cuando yo también estoy muriendo por dentro.“Solo pido vivir hasta ver a mi Cadenza graduarse”Tomo su mano y ladeo la cabeza, como un gatito acurrucado contra la única mano amigable en el mundo.“Por supuesto que me verás graduarme
El Alfa lleva un rato recostado en la misma cama que yo, abrazándome por la espalda con fuerza negándose a soltarme. Acaricia mis brazos que ya no tienen más señales de mis uñas.— ¿Qué fue lo que soñaste? —Pregunta apoyando su barbilla por detrás de mi cuello, su voz suena calmada casi como un susurro.—No lo recuerdo.Él me abraza con más fuerza y me hunde su cabeza como si solo así pudiera sentirse más tranquilo.—Si vuelves a arañarte así no usaré mi lengua para curarte y los fluidos serán de otra parte de mi cuerpo.¿Qué parte?—Si no quieres que lo haga no te hagas más daño.¿Quedó claro?—Sí, Alfa.El alba comienza a asomarse mientras hablamos como si fuéramos cercanos. Yo tampoco quisiera que me deje sola, aún no puedo quitarme la impresión de mi cuerpo arañado. Además, tengo la sensación de que hay algo más allá de ese sueño, como si fuera una clave importante.—Bien, hoy tengo asuntos pendientes que hacer. Quédate en casa de la manada y no hagas nada que pueda ponerte en peli
Yo, desde el día que nací nunca me sentí realmente amado por nadie. Claro soy un “Alfa” todos me "quieren" sin embargo es más por mi posición y poder que por cariño real, soy el líder de la manada así que eso no tiene por qué afectarme. Sin embargo cuando era un cachorro y no sabía suprimir por completo ese sentimiento inútil, me afectaba ver el epitafio de mi madre que no hacía más que culparme por su deceso.Soy un Alfa demasiado poderoso, tanto que consumí por dentro la vida de mi madre y por tanto, aunque nadie se atreve a decirlo directamente, me creyeron una mala semilla.Tuve que volverme fuerte y ganar guerras, mostrar mi valía y llenarme de cicatrices que curé con mi propia saliva y sangre para que supieran mejor que nadie que soy el líder que necesitan y no una mala semilla destinada a germinar en el olvido. La mala semilla que pueda dañar todo el legado Avery.Así que para no sentir más el dolor de este día simplemente suprimí su existencia. El 12 de mayo no es mi cumpleaños
Cuando Sarah anunció que se iba a casar con Josh fuimos a un bar a “celebrar” y digo entre comillas porque yo no tenía un carajo que celebrar. Después de la muerte de mi Abuela me hundí en un abismo del que no podía mostrar a Sarah. Hice cosas que ella me habría reprobado, entre ellas aceptar las disculpas de mi progenitor y firmar como aval para un préstamo de un negocio en el que estaba entrando limpiamente para reformar su vida. Lo admito, fui muy tonta y muy crédula sin embargo era el único familiar vivo que me quedaba.Sin embargo, las cosas se tornaron hasta un punto imposible de salvar cuando me enteré que ese préstamo no era un préstamo bancario normal, fue mucho más grande y ese dinero jamás se recibió. Alguien había aprovechado mi firma y lo usó para pedir más de lo que yo misma podía pagar pasando todo a la casa de apuestas quienes absorbieron aquella deuda. Poco sabía de lo que me esperaba ese día.“Candy, si no pagamos nos van a torcer. Pero hay alguien en la casa de apues
No es suficienteEn medio de la cocina, un lugar en el que jamás habría imaginado hacer cosas como esta, el sonido de mi camisa cayendo al suelo y una cinta de seda siendo desatada arrancada como si fuera un estorbo en el camino es lo único que rompe el silencio además de nuestros labios chocando entre sí por un largo rato.—Ery.... vas a romperlo…—Te compraré otro.—Pero es un vestido de tu…—Ella entenderá…Shawn araña en mi cabeza que quiere que lo libere, lo siento compañero, al menos esta noche quiero que sea solo para mí. Su respiración agitada y su voz jadeante me sirven de guía para saber qué lugares le gusta que toque más.Primero beso debajo del lóbulo, respiro y aspiro su aroma desde su cuello depositando un beso tras otro y una vez que he liberado sus hombros, beso el izquierdo luego la clavícula. Mis manos masajean por arriba de su ropa esos suaves pechos, sus dedos se aferran a mis omoplatos jalándome hacia ella suplicando por más. No tiene que decirlo, sé que desea que