"La paciente tiene muy desarrollada su enfermedad, puede que viva un mes o tres, quizá de milagro hasta tres años."
Mi corazón pesa como si fuera de plomo. Me asomo por la puerta donde está ella en camilla junto con más pacientes. Es un hospital de paga sin embargo no es de lujo, ella no tiene su propia habitación sino que la comparte con más moribundos.
Sus ojos apenas muestran el brillo del pasado, sonríe levemente con la máscara de oxígeno cubriendo su boca y nariz. Su delicada y delgada mano muestra sus venas resaltadas mientras acaricia el dorso de la mía.
“Cadenza”
“Abuela…”
“¿Qué te dijo el doctor?”
“Abuela, estás más que saludable. Vas a estar muchos años a mi lado.”
Miento, miento con todas las letras. Así como miento con la máscara de una sonrisa cuando yo también estoy muriendo por dentro.
“Solo pido vivir hasta ver a mi Cadenza graduarse”
Tomo su mano y ladeo la cabeza, como un gatito acurrucado contra la única mano amigable en el mundo.
“Por supuesto que me verás graduarme”
“También quiero verte casarte y formar una familia”
Eso si no creo que lo vea nunca.
“Cuando aparezca el indicado”
Miento de nuevo, yo jamás me voy a casar.
No voy a llorar porque, aunque deseara hacerlo, hace mucho tiempo ya no me salen lágrimas.
Es la única familia que me queda, Sarah será una gran persona y es mi mejor amiga, casi una hermana más no es mi familia realmente.
Por más que lo deseara no se puede tapar el sol con un dedo. Ni Sarah es mi familia ni mi abuela está saludable.
A veces me pregunto si en mi otra vida habré hecho algo muy malo, debe haber sido demasiado malvado porque esta vida continúa cobrando con todo e intereses. Ya se llevó a mi madre, mi padre debe estar lejos de mí, mi abuela no estoy segura cuando será el último día que pueda...
Y no llevo mucho tiempo trabajando como autor de novelas como para pedir un adelanto y así pagar algunos gastos del hospital...
Peor aún, el editor designado para mí, quien está ahí por ser un Eardwulf me detesta. El primer día que nos conocimos el aroma intenso de su cigarro fue insoportable y terminé vomitando en su tapete de cuatro o cinco cifras.
“¿Qué voy a hacer?”
Me desplomo en el suelo y abrazo mis rodillas.
Quisiera quedarme todo el día en el hospital y cuidar de ella sin embargo los médicos solo dejan estar dentro durante el horario de visitas. De igual modo necesito distraerme con algo y no ver un hospital todo el día que me recuerde algo que me causa tanto dolor...
No, no puedo llorar. Además, llorar no soluciona nada y solo preocuparé más a mi abuela...
Decidida me levanto y abro las puertas de la salida, aún hay luz del sol afuera. Aún hay luz, solo debo perseguirla entre la oscuridad.
Son las cuatro de la tarde cuando llego al departamento que comparto con Sarah.
Es un departamento demasiado grande y lujoso para mí, Pero Sarah insiste que hay que vivir la juventud y los placeres de la soltería.
En cuanto abro la puerta mis ojos se encuentran con Sarah y Josh saltando sobre el sillón a medio vestir.
Sin embargo mi cabeza está en otro lado y simplemente lo paso de largo.
“¿Cady Cad estás bien?“ Pregunta entrando por la puerta de la cocina.
“De maravilla ¿por qué preguntas?” Digo mientras finjo rebuscar en el refrigerador algo de comer.
“Me dijo mi padre que no fuiste hoy a la universidad.”
Es mi mejor amiga, sin embargo detesto que me vea con lástima.
“Ah...fui a visitar a mi abuela.”
“¿Y cómo está ella?”
“Lo mismo de siempre, sana como un roble” miento “Está tan llena de vida que es la envidia entre los pacientes.” Miento y sigo mintiendo.
“Cady Cad, sabes que si necesitas algo puedes pedirlo, mi familia estaría contenta de darte lo que necesites.”
“No hay problema. Ya dije que puedo hacerme cargo de las medicinas y algunos gastos del hospital. Estoy muy agradecida por lo que ha hecho el señor Bingley por mi abuela y todo lo que has hecho por mi Sarah.”
“De acuerdo, solo prométeme que no vas a superar los límites de lo que puedas soportar.”
“Claro, Sarah sabes que siempre lo hago.”
Sarah suspira aliviada y regresa a los brazos de su novio. Ambos se acurrucan en el sillón mientras ven una película.
Soy una mentirosa.
La familia de Sarah y ella misma ya han hecho demasiado por mí. Josh también casi pierde la vida por ello, ninguno de ellos son mi familia, por mucho que lo deseara nunca lo serán.
¿Qué voy a hacer?
Tal vez debería considerar conseguir un trabajo mejor remunerado o dejar la universidad y entrar de tiempo completo a un trabajo más de oficina, dicen que la paga es mejor.
Mi yo pasado ya debe estar satisfecho con todo lo que he hecho de lo que anotó en el cuaderno. Ya estoy en publicaciones Eardwulf, conocí a casi todos ahí y no sé quién es esa persona que tanto quería encontrar. Lo siento, nuestra abuela es más importante.
Tal vez si entrego una historia lo suficientemente buena pueda tener cara de pedir un adelanto y solo tal vez, ese editor déspota se ablande por mí...
—Bien, escribiré un manuscrito que no pueda rechazar.
Veo en mi cuaderno algunas de las ideas que ya tenía y comencé a crear una historia nueva toda la noche hasta sentirme satisfecha con el resultado.
***
A la mañana siguiente apenas pude dormir una hora con la nueva historia que estuve trabajando sin descanso hasta la madrugada. Con las manos apretando el folder en mi pecho, toco la puerta de aquel ser que puede cambiar la balanza de mi destino. Cadence del pasado anotó “jamás podré olvidar su amabilidad” quiero creer que puede ser esta persona quien me brinde algo de su amabilidad en este momento.
—Pasa, Beckham.
Ya sabe quién soy y en la sala de empleados mencionaron que está de mal humor, espero que no se moleste conmigo y con las ideas y parte del manuscrito que traigo pueda ganarme su interés.
—Traigo la propuesta para la nueva historia.
—Ajá, déjala ahí.
No sé por qué creí que podría ayudarme.
Aquí estoy como siempre mendigando migajas de atención de mi propio editor que nunca se molesta en revisar los trabajos. Aprieto el puño, debo ser paciente y seguir insistiendo. Soy capaz de dar lo que sea por mi abuela, lo que sea incluso rebajarme con este hombre sin alma y venderle mi propia alma si así la quiere.
— ¿Tienes la ficha de personajes?
¿Lo ves? ¡Ni siquiera se ha tomado la molestia de leerlo!
—No están mal los personajes—Dice finalmente y eso me levanta un poco mis esperanzas.
Una vez me ha dado su atención no me queda de otra que lanzarme por todas.
—Señorita Beckham ¿Recuerda la novela anterior? —Dice con un semblante aburrido— No, nadie la recuerda porque fue un completo fracaso.
Aunque debería estar acostumbrada sus palabras me cortan como puñaladas una tras otra directo al pecho atravesando hasta mi alma.
Me ha negado ese adelanto. Aunque ha aprobado la idea del nuevo proyecto que ahora me he comprometido a entregar sin ningún incentivo, me ha llamado un fracaso, más que mis historias él cree que soy un fracaso.
Mis ojos arden, ya no sé si por la preocupación que traigo encima de los gastos del hospital y que mi abuela morirá pronto o el hecho de que ese hombre acaba de matar mis esperanzas para siempre.
En la sala de empleados todos hablan amenamente mientras toman café, desearía poder tener aunque fuera un minuto de mi vida tan relajado como el de ellos, sin embargo es imposible.
—Pequeña, Cad Ence ¿Por qué te ves tan pálida? —Menciona uno de los empleados.
— ¿No es obvio? Seguramente el Lobo feroz la ha regañado como nunca.
—No te preocupes, querida. Así es de estricto y se enoja mucho en estos días.
—Es porque es su cumpleaños y no lo puede celebrar—Responde un hombre mientras se sirve café.
¿Me trata así y a todos los demás porque no le felicitan por su cumpleaños?
Qué imbécil. Debería estar agradecido de que al menos puede cumplir un año más de vida, mi abuela ya ni siquiera sé cuándo será el último día que tenga en la tierra…
Bien, lo he decidido. Voy a renunciar. Si la poca remuneración en este lugar me evita pagar los gastos del hospital es mejor dejar ese sueño de ser escritora. De todas formas, no me va bien en ello.
De camino de regreso al departamento pongo mi frente en el vidrio de la ventana en el autobús. “A partir de mañana me olvidaré de todo esto, empezaré de nuevo y me rendiré en mi sueño de ser autor.
Estoy cansada de todo, de verdad no puedo más. Gastos del hospital que no puedo solventar por más que quiero, un jefe que no se tienta el corazón por nada y está sensación de vacío por la pronta resignación que deberé tener de que pronto tampoco tendré a mi abuela.
Abro el refrigerador, necesito un alivio en mi interior antes de que estalle.
Sarah siempre tiene cerveza, no sé cómo lo hace si aún no tenemos 21, el sabor de la cerveza es amargo así que no me gusta, sin embargo...
Quisiera olvidarme de los problemas y sentirme relajada aunque sea por un breve momento.
Perdona Sarah, sé que no te va a importar qué tome tres latas. Igual prometo compensar después...
Veo el calendario que tiene Sarah pegado en la pared. Sábado 12 de mayo.
El domingo 13 de mayo se celebra el día de las madres, no importa el día del año siempre y cuando sea el segundo domingo del mes de Mayo.
Ver familias felices y tumbas llenas de flores ese día me duele más porque solo yo visito la tumba de mi madre.
Veo la hora, son las 2:23 de la tarde, el cementerio está a 20 minutos de aquí.
Todavía tengo un poco de dinero, usaré unos pocos dólares para armar un ramo decente.
***
El lugar donde descansan sus restos es barato y está deteriorado.
Con un epitafio horrible, es por eso que... Prefiero ir en sábado así puedo estar a solas con ella. No necesito la compañía de nadie, prefiero estar sola.
Mientras llevo las pocas flores que pude comprar con mis pocos ingresos sin que eso me afecte demasiado, acomodo sus flores de camelia, margaritas y manzanilla.
Las margaritas son más económicas que los girasoles y las caléndulas así que puede hacer ver el ramo menos ingrato con un puñado de manzanilla.
Tomo la primera lata de cerveza, es amarga, muy amarga como la sensación de mi boca hasta el pecho que no puedo sacar. Hace mucho tiempo dejé de llorar, aparte que es inútil porque no soluciona nada, las lágrimas ya no me salen. Solo queda el inmenso vacío.
Para cuándo termino la primera lata me siento un poco más ligera sin embargo no puedo ahogar la soledad y la sensación de pérdida.
Pensé que me aliviaría la carga el alcohol sin embargo no he olvidado casi nada, solo es un placebo.
Milagrosamente aunque sigo con pensamientos que me abruman mi cuerpo está ligero y puedo caminar hacia donde quiera, mis mejillas queman debe ser porque estoy sonriendo. Al menos mi cuerpo y parte de mi mente son felices.
Entonces lo veo ahí, el tarado que me llama escritora de cuarta y me negó el préstamo. Va tranquilo con su cara de nada como si no hubiera matado mi sueño, ajeno a mi dolor con su traje caro y ese aroma como el mar que odio tanto. Lo odio porque me gusta el mar y hace mucho tiempo no he podido ver una playa, me gustaría ir a una playa... No espera, ¿En qué estaba pensando?
Seguro se parece pero es imposible que sea esa persona. Alguien insensible como él nunca estaría en un lugar como este. Apuesto que ni tristeza siente, si alguien cortara en su piel seguro ni sangre saldría. Es como un Alfa tonto que sin expresión en el rostro te mira y se siente superior a ti en todo sentido.
Lo voy a pasar de largo, si es o no mi editor no me interesa saberlo, solo por tener su maldito rostro es mejor evitar hacer contacto con él.
— ¡Buenas tardes Señor Eardwulf!
¡¿Estoy en un estado tan achispado que mi cerebro no conecta con mi boca?!
— ¿Cuáles buenas tardes? ¿Acaso me estás siguiendo?
Cómo me desagrada, es un desperdicio que sea tan guapo con esa actitud pedante que se carga. Ojalá se pudiera quedar callado unos minutos para apreciar su belleza… ¡Cuál belleza, es un idiota con letras mayúsculas!
—Me j0d3 que haya tanta gente así que preferí venir hoy.
Como sea, ya no es mi jefe. Así que hablaré como quiera en mi última tarde como su empleada. Sus ojos no dejan de escudriñarme, al principio pienso que tal vez me ve las intenciones de renunciar sin embargo solo estaba viendo mis cervezas.
— ¿Quiere una? —Le digo honestamente, no se las merece pero bueno, no soy una mezquina—Solo traigo tres…—veo la lata vacía de una y la aviento hacia atrás—Bueno me quedan dos, pero puedo compartir.
—Tch, ¿cómo hiciste para que te vendieran eso? Eres menor de edad.
Incluso un hombre rico y mimado habrá pasado su etapa adolescente de travesuras, ya debería saber que si se quiere romper las reglas siempre se tiene trucos bajo la manga. Cuando le digo eso arquea la ceja y antes de que me diga que no, le pregunto si ya no es tan joven como para aceptar un pequeño desliz como tomar donde nadie nos vea como esos arbustos por allá.
Para mi sorpresa toma la lata y con el empujón del alcohol que me da energías para hacerlo, lo jalo y lo siento en los arbustos.
¿Ahora qué hago? Ya lo traje hasta aquí, no creí que llegaría tan lejos. Bah, da igual es el último día así que haré lo que me dé la gana. Ambos abrimos la lata al mismo tiempo, tragamos y decimos casi como si fuéramos una sola voz
“Qué día más horrible es este.”
Él también tiene la mirada perdida y busca aliviarse su incomodidad como yo.
Ah... Incluso alguien como él, quien lo tiene todo, también puede sentir la soledad.
Recuerdo que mencionaron en la oficina que estaba molesto porque nadie celebra su cumpleaños.
—Por cierto, feliz cumpleaños—Digo esperando que así que deje de ser una mierda—Señor Eardwulf.
Mi casi ex jefe arquea la ceja como si no supiera cómo responder. Con la mandíbula cerrada casi entre dientes comienza a darme una revelación.
—Yo no celebro mi cumpleaños. De hecho todos en la oficina tienen prohibido siquiera mencionarlo.
¿Ah, entonces por qué anda molesto?
— ¿Es porque se siente más viejo? —Suelto en voz alta.
Bueno ya se me resbaló la lengua, lo más que me queda es hacerle plática. Parece que el amargado tiene mucho más que ventilar que yo.
— ¿Qué tiene de especial el día que le desgraciaste la vida a tu familia entera y te llevaste la vida de tu madre?
Ah... Incluso si se tiene todo en la vida, también hay clausulas engañosas para obtenerlo. Siempre creí que es frío y anda con la cara de póker solo porque si... Pero es igual que yo. Se evita llorar como yo y mejor se oculta bajo una gran máscara para guardar la soledad y el dolor.
Me lleva a la tumba de su madre y veo por mí misma un epitafio tan m****a como el que tiene mi madre. Es irónico lo parecidos que somos o tal vez jamás lo había notado, ambos tenemos una carga en nuestro interior, yo lo disfrazo detrás de una sonrisa falsa mientras que él lo cubre en hostilidad y maltrato a sus empleados.
No sé con certeza lo que es nacer el mismo día de la muerte de tu madre. Pero debe ser muy cruel y para variar, porque así lo quiso el maldito destino, en pleno día de madre.
No estoy del todo ebria pero, por algún motivo siento como si tuviera un impulso de valor. Bien, a partir de mañana volveremos a ser extraños así que haré una pequeña tregua.
¡Je, je! debe ser el alcohol o tal vez estoy dentro de un sueño muy curioso.
Voy a liberar lo que le aflige, al menos así este día malo será solo para mí y alguien más podrá dormir en la noche hoy.
***
Nunca creí que sería tan divertido ver a un hombre vestido de traje elegante subiendo a un autobús como si fuera un animal salvaje. Si fuera así siempre en su forma de ser no me parecería tan desagradable. De hecho hasta parece humano.
Lo llevo conmigo hasta la primera tienda de conveniencia que encuentro, no tengo más dinero como para pedir un pastel y solo llevo Diez dólares en el bolsillo. Con esto solo me alcanza para regresar al departamento y el resto para gastar en la tienda. Al final compré una vela de dos dólares, una caja de cerillos de 50 centavos y unos pastelillos de chocolate en 1.99 dólares. Al final fueron casi cinco dólares, es un despilfarro para mi economía pero eso no importa.
Dice que no le gusta como canto sin embargo veo una pequeña sonrisa asomarse por la comisura de su sus labios... Cuando sonríe se ve apuesto, ojalá lo hiciera más seguido.
Es divertido tenerle de compañía, a veces no parece un lobo feroz sino un lobo estepario. Y me dan ganas de abrazarlo con fuerza cuando sus increíbles ojos azules contienen algo de tristeza.
No, no es que me guste o algo así, es solo que siempre está con esa finta de odiar a la humanidad y en especial a mí que... En momentos como este, parece tan vulnerable y no puedo evitar mirarlo.
Tiene un poco de chocolate embarrado en la punta su naríz.
Se ve delicioso.
Mi dedo limpia el chocolate y me da curiosidad si sabe tan dulce como se ve.
Pero creo que eso no le ha gustado pues se levanta rápido y se va, debería saber mi lugar. Yo no le agrado ni nunca le agradaré. De todas formas hoy fue el último día, mañana voy a llevar mi renuncia.
Cuando se va, es entonces que me doy cuenta que el hechizo se ha roto. Pensé que ya estaba mejor, sin embargo regresó la soledad. Mis ojos arden, pero no tengo lágrimas, he jurado nunca más llorar.
Miro hacia los lados afuera de la tienda esperando que solo haya salido unos segundos y encontrarlo, sin embargo no hay nadie. Antes de voltear hacia la tienda para limpiar toda la basura que he dejado en la mesa alguien me jala del brazo.
"Candy ¿Ya terminaste de jugar a la casita con Wolf?"
Mis ojos se abren con horror, mis piernas tiemblan y mis manos sudan. Mi corazón se acelera de mala forma y cuando volteo a verlo, el humo de cigarro me rodea como si fuera la entrada al infierno.
Aquel brazo es como una serpiente venenosa enredada y lista para morderme.
***
En cuanto llego al departamento que comparto con Sarah lo primero que hago es ducharme con agua helada y con una esponja tallo mi brazo y mis muslos hasta que quedan rojos.
Quiero olvidar... Déjame olvidarme de todo.
Por favor...
Por más que tallo me siento sucia.
—Señor Eardwulf...
Si hubiera visto lo que hice en aquel callejón seguro él también me vería con asco.
Mientras me tallo veo por la pequeña rendija de la ventana la luna brillando con esplendor y gracia. Suelo olvidar muchas cosas ¿Puedo olvidar esto también?
Por favor, llévate este horrible recuerdo.
***
A la mañana siguiente me siento más liviana.
Sarah me pregunta que ha pasado con su cerveza no le molestaría que yo la tome sin embargo le parece extraño que lo haga cuando a mí nunca me ha gustado siquiera el sabor de la cerveza. No sé de qué me habla, yo no tomé su cerveza.
Sarah me mira extraño y asiente. Sí, no pudiste ser tú ¿verdad?
Recibo un mensaje de texto de mi editor. Cuando llego veo con asombro que me ha aprobado el préstamo y aunque no recuerdo siquiera que lo haya pedido me alegra que tenga un poco de dinero extra para las medicinas de mi abuela.
Me mira como si hubiera algo que tuviera que decirle, no sé de qué se trata. Me menciona que quiere discutir los detalles de mi libro en un café, no tengo dinero para pagar cafés y lujos aunque este pague su parte en realidad tengo muy poco incluso con ese préstamo que ni siquiera sé la cantidad que me entregó.
Me dice entonces que estará en el parque mañana a las 10 de la mañana. Aunque no estoy segura de por qué repentinamente parece ser más amable decido que iré al parque.
Estoy a punto de llegar cuando recibo una llamada del hospital, mi abuela se ha puesto grave.
Perdone, señor Eardwulf. Si estos fueran los últimos momentos de mi abuela, entonces quiero estar con ella hasta el último segundo.
Al día siguiente el señor Eardwulf me trata con más molestia que en días pasados.
¿Acaso hice algo malo?
Le muestro los progresos de mi historia que gracias al cielo siempre anoto en mi cuaderno cada detalle si no creo que no habría recordado que lo hice en primer lugar.
Ni siquiera los Lee y dice que así está bien. Siempre ha sido así sin embargo siento una punzada en el pecho.
Al salir sigo sin entender lo que sucede. Con el paso del tiempo simplemente me acostumbro a su forma de ser así que esa sensación incomoda ya no la siento. Si no pienso que existe entonces no me hará más daño.
Así es, lo que piense de mi o no me tiene sin cuidado.
---
—Dy...
— ¡Cady!
¿Quién?
— ¡Cady, deja de hacer eso!
¿Qué ocurre?
—Ya has despertado, por favor deja de hacerte daño.
— ¿A qué te refieres?
El Alfa señala mis brazos, mientras dormía había enterrado mis uñas en ellos y me había arañado completa. Incluso arañé parte de mi vientre y mi cuello.
— ¿No sentiste ningún dolor? ¿Cómo es posible que durmieras así?
Ah, no sé cómo sucedió eso. Ahora que he despertado comienzo a sentir el ardor de mi piel aún roja y ensangrentada llena de heridas profundas que me hice a mí misma con las uñas.
—Cady, perdona por lo que voy a hacer. Pero es necesario curar las heridas o podrán quedarte marcas permanentes.
¿Por qué se disculpa? Supongo que es porque el antiséptico y el agua oxigenada me van a doler.
Asiento con la cabeza y me carga en sus brazos, me acomoda en medio de la cama y me comienza a lamer los brazos y cada lugar hasta que llega a mi cuello que lame con mucho esmero.
Levanta mi vestido que he arañado con la ropa puesta y está también está hecha girones de la parte del vientre.
Lame mi vientre y no puedo evitar gemir.
—Alfa... Me haces cosquillas...
—Ya casi termino.
Sigue lamiendo y mientras cubro mi boca para no dejar salir sonidos vergonzosos, veo con asombro que mis brazos están curados.
—Así está mejor.
Inmediatamente se levanta y me deja apenas procesando todo lo que pasó en ese corto tiempo.
Pensé que me lamía con propósito erótico pero, parece que su saliva tiene propiedades curativas.
—Los Alfa podemos curarnos rápidamente con nuestra sangre y fluidos como la saliva.
No se lo tuve que preguntar.
—No vuelvas a hacerte daño de esa forma— Me abraza con fuerza mientras confundida trato de recordar el sueño que tuve —Eres mía y por tanto debes cuidar lo que me pertenece.
Sorprendida por su preocupación por mí, devuelvo su abrazo mientras lleva mi cabeza a su pecho. Sin embargo, por más que intento recordar lo que vi en mi sueño, como niebla en mi cabeza se niega a revelarse.
El corazón de mi protagonista late con fuerza y continúa así, abrazándome con fuerza hasta que su respiración se tranquiliza, separa su cuerpo del mío y vuelve a tomarme por las mejillas, limpia la comisura de mis ojos. Están húmedos.
Siento como si algo me oprimiera el pecho, se me dificulta respirar, tomo su mano y ladeo mi cabeza cerrando los ojos suspirando aliviada.
Sea lo que sea que haya soñado ya no me asusta más. Porque él está aquí.
La razón por la que olvidó aquella tarde fue porque su corazón tuvo que bloquear aquella horrible memoria. Poco a poco el escenario de recuerdos comienza a revelarse mientras Ery se pregunta la clase de sueños que atormentan a su pareja.
El Alfa lleva un rato recostado en la misma cama que yo, abrazándome por la espalda con fuerza negándose a soltarme. Acaricia mis brazos que ya no tienen más señales de mis uñas.— ¿Qué fue lo que soñaste? —Pregunta apoyando su barbilla por detrás de mi cuello, su voz suena calmada casi como un susurro.—No lo recuerdo.Él me abraza con más fuerza y me hunde su cabeza como si solo así pudiera sentirse más tranquilo.—Si vuelves a arañarte así no usaré mi lengua para curarte y los fluidos serán de otra parte de mi cuerpo.¿Qué parte?—Si no quieres que lo haga no te hagas más daño.¿Quedó claro?—Sí, Alfa.El alba comienza a asomarse mientras hablamos como si fuéramos cercanos. Yo tampoco quisiera que me deje sola, aún no puedo quitarme la impresión de mi cuerpo arañado. Además, tengo la sensación de que hay algo más allá de ese sueño, como si fuera una clave importante.—Bien, hoy tengo asuntos pendientes que hacer. Quédate en casa de la manada y no hagas nada que pueda ponerte en peli
Yo, desde el día que nací nunca me sentí realmente amado por nadie. Claro soy un “Alfa” todos me "quieren" sin embargo es más por mi posición y poder que por cariño real, soy el líder de la manada así que eso no tiene por qué afectarme. Sin embargo cuando era un cachorro y no sabía suprimir por completo ese sentimiento inútil, me afectaba ver el epitafio de mi madre que no hacía más que culparme por su deceso.Soy un Alfa demasiado poderoso, tanto que consumí por dentro la vida de mi madre y por tanto, aunque nadie se atreve a decirlo directamente, me creyeron una mala semilla.Tuve que volverme fuerte y ganar guerras, mostrar mi valía y llenarme de cicatrices que curé con mi propia saliva y sangre para que supieran mejor que nadie que soy el líder que necesitan y no una mala semilla destinada a germinar en el olvido. La mala semilla que pueda dañar todo el legado Avery.Así que para no sentir más el dolor de este día simplemente suprimí su existencia. El 12 de mayo no es mi cumpleaños
Cuando Sarah anunció que se iba a casar con Josh fuimos a un bar a “celebrar” y digo entre comillas porque yo no tenía un carajo que celebrar. Después de la muerte de mi Abuela me hundí en un abismo del que no podía mostrar a Sarah. Hice cosas que ella me habría reprobado, entre ellas aceptar las disculpas de mi progenitor y firmar como aval para un préstamo de un negocio en el que estaba entrando limpiamente para reformar su vida. Lo admito, fui muy tonta y muy crédula sin embargo era el único familiar vivo que me quedaba.Sin embargo, las cosas se tornaron hasta un punto imposible de salvar cuando me enteré que ese préstamo no era un préstamo bancario normal, fue mucho más grande y ese dinero jamás se recibió. Alguien había aprovechado mi firma y lo usó para pedir más de lo que yo misma podía pagar pasando todo a la casa de apuestas quienes absorbieron aquella deuda. Poco sabía de lo que me esperaba ese día.“Candy, si no pagamos nos van a torcer. Pero hay alguien en la casa de apues
No es suficienteEn medio de la cocina, un lugar en el que jamás habría imaginado hacer cosas como esta, el sonido de mi camisa cayendo al suelo y una cinta de seda siendo desatada arrancada como si fuera un estorbo en el camino es lo único que rompe el silencio además de nuestros labios chocando entre sí por un largo rato.—Ery.... vas a romperlo…—Te compraré otro.—Pero es un vestido de tu…—Ella entenderá…Shawn araña en mi cabeza que quiere que lo libere, lo siento compañero, al menos esta noche quiero que sea solo para mí. Su respiración agitada y su voz jadeante me sirven de guía para saber qué lugares le gusta que toque más.Primero beso debajo del lóbulo, respiro y aspiro su aroma desde su cuello depositando un beso tras otro y una vez que he liberado sus hombros, beso el izquierdo luego la clavícula. Mis manos masajean por arriba de su ropa esos suaves pechos, sus dedos se aferran a mis omoplatos jalándome hacia ella suplicando por más. No tiene que decirlo, sé que desea que
El sonido de los pájaros cantando me libera de mi sueño, por primera vez no he despertado con la sensación de que he olvidado algo importante.Sonriendo me levanto de la cama y veo que la habitación está vacía. No es la primera vez que duerme fuera de la habitación que compartimos como esposos, tampoco debería ser algo extraño. Pero siento como si algo hubiera cambiado.Hace unas semanas, antes de su cumpleaños desde que hicimos la promesa de cada uno quitarse un mal hábito por un mes, él comenzó a dormir en la habitación sin faltar una sola noche. Además, todas las mañanas me mira antes de despertar, cuida mi sueño y se preocupa si tengo pesadillas.Esta noche no durmió en la habitación, estoy segura porque su esencia no es tan fuerte como suele quedar con un momento que esté en la habitación.¿Le molestó que no llegáramos hasta el final ayer?Me llevo las manos a la cara y siento calientes mis mejillas. Ahora que lo recuerdo ayer hicimos más que comernos un pastel.‘Me alegra que no
~Este no es un entrenamiento normal~'¿Quieres saberlo, Ery?' Si, debo saberlo.'¿Incluso si saber esa realidad destruirá todo lo que has creído hasta ahora?'—Cuéntame todo lo que sabes.‘La noche de bodas le pregunté directamente quien es, su respuesta aunque parece algo imposible de creer, es completamente sincera’¡Déjate de rodeos, Shawn! ¡Dime ya mismo qué te dijo!‘Dijo que no es de este mundo, Ery’¿A qué se refiere con eso?‘Ella no es un lobo como nosotros. Es una humana, ordinaria’Incluso si fuera ordinaria la quiero. Eso no cambia en nada lo que creo.‘Pero no es eso lo que hará que te confundas más… hay algo muy complejo para contar’¡Dímelo ya, Shawn!‘Ella murió en su mundo. Su vida terminó e hizo un trato con alguien para poder regresar a la vida, debe… transmigrar a una historia y conseguir todos los preceptos que aparecen en la pulsera que tiene en su muñeca. Cuando lo toqué pude sentir poder en cada una de esas perlas…’¡Shawn por la Diosa, deja de dar vueltas y di
Jamás una distancia me pareció tan larga hasta este momento en que me sofoca no estar ahí para comprobar por mí mismo que ella está bien.En cuanto abro la puerta de nuestro dormitorio encuentro durmiendo a mi esposa, está tranquila y en paz. No quiero despertarla sin embargo abro el cajón y reviso sus notas.‘Ery, eso es privado’¡CALLATE!En las notas veo los nombres que vi en mi sueño. Liam, Sarah, Josh, EARDWULF…“Para Cadence del Futuro: Esto es lo que ha sucedido…”“Para poder regresar a la vida”Solo he leído unas cuantas páginas y no tengo valor de leer lo que sigue.‘¡¿Ery, a dónde vamos?!’Al único lugar donde puedo encontrar respuestas. Si golpeando el saco hasta desfallecer pude entrar en ese sueño extraño, entonces encontraré la continuación de este si golpeo con todas mis fuerzas.Ese sueño que tuve fue demasiado vivido. Incluso vi a la sombra de la muerte en mi pareja.Su cabello era notoriamente más corto aunque en el retrato que usaron para su funeral su cabello era si
Diosa, siempre me he preguntado para qué le has dado una lengua resbalosa a mi pareja si no hace más que insultarme y llamarme mamón. Hoy acabo de descubrir para que delicioso propósito...—Cady... —Digo jadeando como un maldito perro—si haces eso... Ungh...Cady lame la punta de mi glande imitando los movimientos lentos que usé en ella la noche de mi cumpleaños.Definitivamente es buena para aprender, le voy a enseñar mucho más, claro que sí.Tampoco lo hace de maravilla porque estaría mintiendo. Sus movimientos son torpes y completamente inexpertos. Pero con un buen guía como yo y más práctica será increíblemente buena en la cama.—Ugh...¡No solo será buena, será toda una Diosa!Justo cuando creí que no podrían ser más placenteros sus lengüetazos, ha metido la punta en su boca.—Haaa...Haaa...Cady...— ¿Shi, Alfa?Que me hable con la boca llena no hace más que excitarme más. Diosa... Es demasiado hermosa y sus ojos amarillos me penetran en el alma más de lo que mi miembro hace en su