Cuando Sarah anunció que se iba a casar con Josh fuimos a un bar a “celebrar” y digo entre comillas porque yo no tenía un carajo que celebrar. Después de la muerte de mi Abuela me hundí en un abismo del que no podía mostrar a Sarah. Hice cosas que ella me habría reprobado, entre ellas aceptar las disculpas de mi progenitor y firmar como aval para un préstamo de un negocio en el que estaba entrando limpiamente para reformar su vida. Lo admito, fui muy tonta y muy crédula sin embargo era el único familiar vivo que me quedaba.
Sin embargo, las cosas se tornaron hasta un punto imposible de salvar cuando me enteré que ese préstamo no era un préstamo bancario normal, fue mucho más grande y ese dinero jamás se recibió. Alguien había aprovechado mi firma y lo usó para pedir más de lo que yo misma podía pagar pasando todo a la casa de apuestas quienes absorbieron aquella deuda. Poco sabía de lo que me esperaba ese día.
“Candy, si no pagamos nos van a torcer. Pero hay alguien en la casa de apuestas que está interesado en ayudarte porque le gustas.”
Mientras había tenido que abandonar la universidad y tenía más que perder mi padre continuaba queriendo meterme en la cabeza que sería más fácil todo si simplemente me entregara a una persona que ni conozco pero que tenía interés en mí desde quien sabe cuándo.
“Piénsalo Candy, solo quiere una noche contigo, también podrías trabajar en el casino un mes para saldar la mitad de la deuda”
La situación me parece absurdamente familiar sin embargo puede que solo sea mi mente paranoica la que tiene esa mala espina con su socio del casino.
Mi interior me advierte que no lo haga así que he decidido que como sea voy a salir de esta pero con dignidad.
Mientras Sarah y todos se divierten en el bar por su celebración de pedida de mano y despedida de soltera, solo puedo beber para ahogar un poco mis preocupaciones.
***
A la mañana siguiente amanezco con una de esas resacas que te cobran con migrañas en la cabeza como si algo te taladrara en el cerebro.
Dormí vestida y estoy en mi habitación así que Sarah me habrá ayudado a regresar, espero no haberme soltado de lengua y contarle los problemas en los que me metí.
“¡Buenos días, Sugar Baby!”
“Ese apodo es nuevo, Sherezarah. ¿Ahora que hice en el bar?”
“Uy, más bien qué no hiciste”
“¿Dije algo fuera de lugar?”
“Oh, para nada, bueno…al menos a mí no.”
Pero no puedo creerme que tengas un modelo así de guapo con esa gran espalda, esos pectorales de infarto "así" de gruesos como te dije, que hasta dan ganas de pedirle que amamante la infancia con ellos y era tan alto...
“¿Quién?”
“Ah, el Adonis que te trajo a casa ayer, Cady. Madre mía ¿qué tan intoxicada estabas que no te acuerdas?”
“No tengo novio y lo sabes, lo habrás imaginado.”
“¿Entonces quién te trajo ayer?”
“¿Ayer?”
“Si, tiene un Bentley, así que debe tener buenos ingresos para mantener uno aunque le hayas vomitado en el asiento, además por la ropa fina de diseñador italiano exuda que debe serlo.”
“¿Un Bentley...? ¿De qué color?”
“Negro”
Oh por dios no me digas que es...
“Aunque no me imaginé que te gustaran los hombres maduros eeeh, que escondido te lo tenías con ese Sugar Daddy tan sabroso.”
“¡Psssht! ¿Sugar? ¿Qué?”
“¿No era ese tu Sugar Daddy?“
“Recapitulemos mejor porque no entiendo nada, ¿Me trajo a casa un hombre mayor de unos...?“
“Se veía menos mayor, pero su voz tan varonil definitivamente parece de un hombre de 28-30 años aunque tenía un tono suave mientras te llevaba en sus brazos”
“...Entonces me trajo un hombre de aproximadamente 30 años de edad que asemeja ser más joven, de voz gruesa, espalda ancha, cuerpo fornido, apariencia seria en un Bentley negro, dice conocerme y... ¿De qué color eran sus ojos?”
“¡Ufff, azules como cielo nocturno! ¡Cabellos bien peinados de un castaño oscuro chocolate y piel ligeramente bronceada, alto de más de 1.75 mts, brazos torneados y musculosos. ¡Qué escondido te tenías a ese adonis en tu vida eeeh!”
Ojos azules, un Bentley, un hombre mayor que se ve más joven vestido con trajes caros de diseñador italiano y con una voz irresistiblemente varonil, alto, musculoso, piel bronceada y una espalda ancha para usar de tobogán imaginario...
¡Carajo, está describiendo a mi jefe!
“¿Y dices que vomité en su automóvil?“
“Si, tenía esa m****a hasta en los zapatos y no llevaba nada debajo del saco.”
¡Vomité en su jodido Bentley! ¡Eso es aún más caro que su alfombra!
¡BRRRRRBRRRRR!
[Demonio de Lupus: Beckham, solicito su presencia en mi oficina]
Trago grueso. Estoy JO-DI-DA
Cuando toco en su puerta lo hago con cuidado y atenta al humor del Demonio del Averno de Lupus. Toco la puerta con mucho cuidado esperando que me pegue un grito en cualquier segundo.
“Puedes pasar”
Qué extraño suena bastante calmado para estar molesto... ¿Será la calma antes de la tormenta?
¿Por qué se porta tan amable? Seguro está pensando en cómo castigarme ¿verdad? Quiere que baje la guardia antes de soltarme la bomba. Es mejor si me disculpo y que sea lo que dios quiera.
“¡SEÑOR EARDWULF, LO SIENTO MUCHO!”
“¡AUNQUE NO RECUERDO LO QUE SUCEDIÓ AYER MI COMPORTAMIENTO NO TIENE EXCUSA!”
“Vaya, entonces si sabes que lo que hiciste estuvo muy mal. ¿Ves esto? Es la cuenta de mi Ben.”
“Lo siento, prometo que pagaré una parte de los daños.”
“Ooh ¿En serio?”
“¿Con cuántos años de tu vida me piensas pagar?”
Lo sabía está muy molesto.
La vez pasada fueron casi dos semanas de ser su sirviente, tal vez me haga su sirviente un mes o un año entero...
Le miro con incomodidad un rato esperando que sus exigencias no sean tan grandes. Aunque… por todas las molestias que se tomó ayer, tal vez debería agradecerle por traerme del bar.
“Señor Eard…”
“¡WOLF!”
Una mujer de cabellos pelirrojos y unos ojos azules preciosos corre hacia él.
“Me dijiste que querías hablar conmigo urgentemente así que…”
“Si, te llamé. Toma”
La mujer recibe un gran ramo de flores conformado de girasoles y margaritas.
“Perdona por no haberte respondido, escuché que te dejaron plantado en el bar”
Así que por eso estaba ahí…
Él solo tuvo el infortunio de encontrarme ahí en un mal momento.
No me afecta, es solo que él siempre me habla como si fuera una molesta piedra en su zapato. ¿Por qué no me puede ver con un tercio de la ternura que le dedica a ella? Un gran ramo de flores hermosas, para una mujer completamente de su tipo. No es que tenga importancia, pero… Por alguna razón hoy me siento sensible y me duele el pecho…
Si no existe, no duele.
No siento nada, no es que quisiera que me diera un ramo de flores, solo quisiera que nos llevemos mejor. Solo un poquito mejor… ¿Acaso es mucho pedir?
De regreso a mi departamento, con la frente en la ventana del autobús, sostengo la mano en mi pecho. No entiendo por qué me odia tanto… tampoco entiendo cómo puedo tener tan mala suerte de encontrarlo en lugares inesperados y siempre acabar vomitando o haciendo cosas que le resultan molestas para detestarme más.
Una vez en la primaria hice un dibujo de un lobo y se lo regalé de cumpleaños a un niño, ese niño lo rompió por la mitad y desde ese momento se dedicó a molestarme hasta que se cansó y me entregó a otros niños para que fuera su juguete. Así que desde entonces me he evitado cruzarme con otro varón en mi vida. Hasta que lo conocí a él.
“¡Cady Cad! ¿Cómo te fue con tu Sugar Daddy?”
Sarah salta y me abraza como un cachorrito feliz. Pronto ya nadie saltará para abrazarme al llegar cuando me vaya a un departamento más austero que pueda pagar mientras me libero de todas las deudas que tengo sobre mí.
“No es mi Sugar Daddy, es mi jefe. Sé más respetuosa”
“Eso no fue lo que dijo ayer…” “¡CADY CAD!”
Un rato después me enteré por Sarah que me había desmayado. Probablemente por el estrés, mi mejor amiga me vio preocupada y hasta estaba considerando cambiar sus planes para la boda.
“¡NO, NO, NO! ¡ESO NO ES NECESARIO! ¡FUE POR LA RESACA!”
Si Sarah no se casa por mi culpa nunca me lo voy a perdonar, además me conviene que viva con Josh Bury como esposos y así tener razones para irme a un departamento barato sin levantar sus sospechas ni tener que contarle todos los problemas en los que me metí aunque me advirtió que me alejara de mi padre.
A casi dos semanas de la boda de Sarah, finalmente el Demonio de Lupus decidió mi sentencia.
[Demonio de Lupus: Cadence Beckham, ven a mi oficina, tienes una hora]
Trago saliva grueso. Suena más hostil que antes.
“Supongo que recordarás que me debes bastante por lo que le hiciste a Ben”
Su mirada es más fría que antes.
“Si, pero juro que no lo hice ap…”
“He decidido cómo me vas a pagar”
Sus ojos azules me atraviesan como puñales ¿Por qué me odia tanto?
Cierro el puño y me muerdo el labio.
“Asistente”
Ah, de nuevo me hará su asistente.
“No estudias, no tienes un familiar enfermo que cuidar…”
Cuando habla de un familiar enfermo me arden los ojos y quisiera abofetearle la cara. Preferiría mil veces vivir de treinta trabajos pero que mi abuela siguiera viva que ser liberada de esa carga dejándome sola en el mundo.
“No, señor Eardwulf”
“Bien. Entonces nada te impide que seas mi asistente por digamos, tres meses”
¡¿TRES MESES?!
“¿Prefieres un año? ¿Quizá toda tu vida?”
No, tres meses está bien. Prefiero eso, mil veces eso.
“Bien, iré por ti a las 6am”
¡¿Tan temprano?!
“Si, tan temprano ¿Alguna objeción?”
Esa noche no dormí nada pensando en la cantidad de trabajos forzados que me daría ese desgraciado para hacerme pagar lo que pasó con su amado automóvil. Sin embargo no fue tan horrible como creí.
Me llevó a comprar ropa nueva para la oficina porque necesitaba cambiar mi traje de hacía más de tres años que me compró como uniforme la primera vez que fui su asistente. Luego de trabajar me mandó al baño a cambiarme de ropa y me entregó un vestido con estampado de flores. Era precioso, no entiendo por qué me ha dado un vestido que seguramente costó una fortuna como todo lo que compra de marcas caras.
Después de vestirme me llevó al cementerio y me entregó un ramo de flores, margaritas. Me dijo que visitara a mi madre y me quedé sorprendida ¿Cómo supo que llevo margaritas para ella? Cuando terminé con lo mío encontré al Señor Eardwulf arrodillado frente a una tumba muy bien cuidada y elegante. En ella el epitafio me gana la atención.
“En memoria de una hermosa flor…”
“¿Ya terminaste la visita?”
Asiento.
“Bien. ¿Quieres una cerveza?”
Él aunque me mira con seriedad, tiene cierto aire amable y cálido a su alrededor.
¿Es un milagro? Incluso me lleva caminando fuera del cementerio y para un autobús. Jamás me lo habría imaginado, que un hombre como él con automóviles caros que puede comprar y un asistente que le lleve a todas partes, supiera lo que es andar en un autobús. Mientras admiro su elegante porte mirando por la ventana, él presiona el botón para detener el autobús cuando llega a una acera dos calles después. Incluso me sostiene con un brazo cuando el vehículo frena.
Bajamos y entramos en una tienda de conveniencia. Sigo sin creer que tenga esos gustos sencillos, me agrada. Me pide que me siente en una de las mesas sin embargo no quiero quedarme afuera pues siento escalofríos al ver la tercera mesa cerca del basurero. No sé por qué mi cuerpo tiembla. Así que lo espero justo afuera de la puerta. Él llega cargando un paquete con un pastelillo de chocolate y una vela. Nos sentamos en la misma mesa aunque no puedo decirle que me incomoda estar aquí.
“Canta”
Dice sin dejar de verme directamente. Luego añade un “Es mi cumpleaños”
“Yo no canto…”
“Es una orden”
Canto nerviosa y me dice que lo hago fatal.
“De verdad no has mejorado nada en más de cuatro años”
¿Qué quiere decir con eso? Es la primera vez que me entero que hoy es su cumpleaños…
“Desde ahora practica para que los próximos años no me desgracies los tímpanos”
Abro la boca de sorpresa ¿Los próximos años? Oh por dios, ¿Más años? ¡¿Entonces va en serio al decir que le voy a pagar con años de trabajo forzado?!
“¿No vas a continuar?”
“Pero si dijo que le desgracio el---“
“Un asistente sigue órdenes”
Nuevamente canto.
Luego lo veo, es breve, es por una fracción de mili segundo… Él sonríe.
Siento calor en mi interior y mi corazón late con fuerza, luego vuelve todo a oscurecerse cuando borra su sonrisa.
“¿Por qué no volviste a hacerlo?”
¿Hacer qué?
“¡Esto!” Incluso cuando dije que me desagrada lo forzaste y me hiciste quererlo.”
¿Querer qué?
“No te hagas tonta…”
No sé de qué me hablas…
Mi cabeza comienza a doler pero solo veo niebla a mí alrededor. No hay ningún recuerdo de lo que trata de decirme que debo saber.
“¿Esto no te trae ningún recuerdo?”
No… ¿Acaso olvidé algo que no debí?
La poca calidez con la que me miró hace un momento se ha vuelto fría como siempre. Volvió a odiarme o más bien recordó que le desagrado.
“Ya no es necesario que te presentes como mi asistente”
¿Por qué me mira así?
“Considera tu vergonzosa actitud de esa noche como saldada”
No… Por favor no me mires así, no quiero que me odies. Quiero que seas amable conmigo como esta mañana y como fue hasta hace unos minutos, no es necesario que me compres algo, solo quiero que me veas como un ser humano.
“Quédate con el traje y el vestido, al menos necesitas tener algo decente en tu guardarropa”
Me llamó mal vestida, desaliñada y pobre con solo una frase.
Maldito desgraciado, déspota, nepotista, pedazo de…
Esa noche cuando llegué estaba Sarah ocupada escuchando música mientras revista sobre bodas y temáticas interesantes.
“¿Cómo te fue con tu sugar Daddy?”
“¡ESE IMBÉCIL NUNCA SERÁ NADA MÍO!”
“¿Cady Cad?”
“Perdón… es solo que… a veces no lo entiendo y….”
Sarah me abraza pero rápidamente la alejo.
“Está bien, tampoco es que sea alguien cercano, por mí, que se pudra en el averno ese Demonio de Lupus.”
“Demonio…”
Repite Sarah y ve su revista mientras yo corro a mi habitación, Me quito el vestido y lo aviento adentro de un cajón. El vestido por alguna razón se impregnó del aroma de su perfume, huele como el mar y cítricos. Tomo una almohada y comienzo a golpearla con fuerza. ¡ESTÚPIDO IDIOTA!
***Después de ese día solo tuve dos semanas de paz hasta que fue la boda de Sarah, cuando a la mañana siguiente amanecí en un motel extraño con una nota de otro tipo extraño confundida y sin nadie a quién contarle lo que me sucedió. Después de ese día pocos días después de la mudanza a un departamento más austero, nuevamente el Demonio de Lupus me mandó a llamar a su oficina.
“Quiero que escribas una novela de licántropos”
Desde ese día nada volvió a ser igual, deseaba que me diera un poco de calidad humana sin embargo se volvió un entrometido molestando día y noche.
Y ahora, después de morir sin un logro en la vida, el protagonista de la misma historia que escribí como me obligó, me mira con el cariño que él nunca me mostró.
“Ya que es mi cumpleaños ¿Me darás mi regalo?”
“¿Cuál regalo?”
“Este.”
El Alfa Ery, quien debería ser solo un personaje ficticio y tiene el rostro de esa persona, me besa apasionadamente. Ni siquiera pienso en apartarlo, mis manos solas toman vida propia y rodean su cuello.
Como si mi cuerpo hubiera anhelado una cercanía como esta en algún momento y ya no pueda soportar más su ausencia. No es mi primer beso porque ya me ha besado más de una vez este Alfa voluble y temperamental, pero si es la primera vez que lo beso como si lo necesitara tanto como respirar.
Solo una vez he tenido ese deseo reprimido por colgarme del cuello de alguien, aquella vez actuando una escena de la novela atrapada entre sus brazos, detrás de la puerta de mi departamento.
No es suficiente…
Su voz resuena en mi cabeza, esa maldita voz después de dejarme con las ganas.
“Pasión, entrega, lujuria, sentimientos contradictorios a flor de piel en ambos protagonistas. El deseo naciente y querer ceder para luego caer al abismo…”
Ery me acaricia en lugares donde nadie me ha tocado antes.
“El sentimiento de desear a alguien es irracional y te hace perder la cordura.”
Él me abraza como si fuera algo precioso para él.
Pero no es suficiente, esta sed no se apaga.Me falta algo… Siento que falta algo y no sé qué es.
—Señor Eardwulf.
Los movimientos de Ery se detienen y un silencio sepulcral nos rodea.
Tampoco sé cómo explicar por qué pensé en mi ex jefe en un momento como este, tal vez porque tienen la misma cara y Ery es mucho más atento y amable como “Él” nunca lo fue.
Por favor no pares…
Lo necesito.
No es suficiente. Dame más, por favor.
Ery vuelve a besarme y le correspondo igual. Esta vez con más sed y más pasión mientras se desviste el torso y desata el listón en el frente de mi vestido.
"Algo falta" y "No es suficiente" es lo que cruza respectivamente en la mente de Cady y Ery, parece lo mismo sin embargo son significados muy diferentes... El siguiente capítulo viene la puerkada, quedan advertidos. Si, la historia es +18 así que nada de puritanos que más adelante habrá también un Atrapada con el odioso protagonista edición pecando con el sacerdote.
No es suficienteEn medio de la cocina, un lugar en el que jamás habría imaginado hacer cosas como esta, el sonido de mi camisa cayendo al suelo y una cinta de seda siendo desatada arrancada como si fuera un estorbo en el camino es lo único que rompe el silencio además de nuestros labios chocando entre sí por un largo rato.—Ery.... vas a romperlo…—Te compraré otro.—Pero es un vestido de tu…—Ella entenderá…Shawn araña en mi cabeza que quiere que lo libere, lo siento compañero, al menos esta noche quiero que sea solo para mí. Su respiración agitada y su voz jadeante me sirven de guía para saber qué lugares le gusta que toque más.Primero beso debajo del lóbulo, respiro y aspiro su aroma desde su cuello depositando un beso tras otro y una vez que he liberado sus hombros, beso el izquierdo luego la clavícula. Mis manos masajean por arriba de su ropa esos suaves pechos, sus dedos se aferran a mis omoplatos jalándome hacia ella suplicando por más. No tiene que decirlo, sé que desea que
El sonido de los pájaros cantando me libera de mi sueño, por primera vez no he despertado con la sensación de que he olvidado algo importante.Sonriendo me levanto de la cama y veo que la habitación está vacía. No es la primera vez que duerme fuera de la habitación que compartimos como esposos, tampoco debería ser algo extraño. Pero siento como si algo hubiera cambiado.Hace unas semanas, antes de su cumpleaños desde que hicimos la promesa de cada uno quitarse un mal hábito por un mes, él comenzó a dormir en la habitación sin faltar una sola noche. Además, todas las mañanas me mira antes de despertar, cuida mi sueño y se preocupa si tengo pesadillas.Esta noche no durmió en la habitación, estoy segura porque su esencia no es tan fuerte como suele quedar con un momento que esté en la habitación.¿Le molestó que no llegáramos hasta el final ayer?Me llevo las manos a la cara y siento calientes mis mejillas. Ahora que lo recuerdo ayer hicimos más que comernos un pastel.‘Me alegra que no
~Este no es un entrenamiento normal~'¿Quieres saberlo, Ery?' Si, debo saberlo.'¿Incluso si saber esa realidad destruirá todo lo que has creído hasta ahora?'—Cuéntame todo lo que sabes.‘La noche de bodas le pregunté directamente quien es, su respuesta aunque parece algo imposible de creer, es completamente sincera’¡Déjate de rodeos, Shawn! ¡Dime ya mismo qué te dijo!‘Dijo que no es de este mundo, Ery’¿A qué se refiere con eso?‘Ella no es un lobo como nosotros. Es una humana, ordinaria’Incluso si fuera ordinaria la quiero. Eso no cambia en nada lo que creo.‘Pero no es eso lo que hará que te confundas más… hay algo muy complejo para contar’¡Dímelo ya, Shawn!‘Ella murió en su mundo. Su vida terminó e hizo un trato con alguien para poder regresar a la vida, debe… transmigrar a una historia y conseguir todos los preceptos que aparecen en la pulsera que tiene en su muñeca. Cuando lo toqué pude sentir poder en cada una de esas perlas…’¡Shawn por la Diosa, deja de dar vueltas y di
Jamás una distancia me pareció tan larga hasta este momento en que me sofoca no estar ahí para comprobar por mí mismo que ella está bien.En cuanto abro la puerta de nuestro dormitorio encuentro durmiendo a mi esposa, está tranquila y en paz. No quiero despertarla sin embargo abro el cajón y reviso sus notas.‘Ery, eso es privado’¡CALLATE!En las notas veo los nombres que vi en mi sueño. Liam, Sarah, Josh, EARDWULF…“Para Cadence del Futuro: Esto es lo que ha sucedido…”“Para poder regresar a la vida”Solo he leído unas cuantas páginas y no tengo valor de leer lo que sigue.‘¡¿Ery, a dónde vamos?!’Al único lugar donde puedo encontrar respuestas. Si golpeando el saco hasta desfallecer pude entrar en ese sueño extraño, entonces encontraré la continuación de este si golpeo con todas mis fuerzas.Ese sueño que tuve fue demasiado vivido. Incluso vi a la sombra de la muerte en mi pareja.Su cabello era notoriamente más corto aunque en el retrato que usaron para su funeral su cabello era si
Diosa, siempre me he preguntado para qué le has dado una lengua resbalosa a mi pareja si no hace más que insultarme y llamarme mamón. Hoy acabo de descubrir para que delicioso propósito...—Cady... —Digo jadeando como un maldito perro—si haces eso... Ungh...Cady lame la punta de mi glande imitando los movimientos lentos que usé en ella la noche de mi cumpleaños.Definitivamente es buena para aprender, le voy a enseñar mucho más, claro que sí.Tampoco lo hace de maravilla porque estaría mintiendo. Sus movimientos son torpes y completamente inexpertos. Pero con un buen guía como yo y más práctica será increíblemente buena en la cama.—Ugh...¡No solo será buena, será toda una Diosa!Justo cuando creí que no podrían ser más placenteros sus lengüetazos, ha metido la punta en su boca.—Haaa...Haaa...Cady...— ¿Shi, Alfa?Que me hable con la boca llena no hace más que excitarme más. Diosa... Es demasiado hermosa y sus ojos amarillos me penetran en el alma más de lo que mi miembro hace en su
Busco a mi hembra en la habitación sin éxito, la rastreo con mi agudo olfato hasta que la encuentro. Está practicando con Hershey, lleva la ropa de entrenamiento que le conseguí después de ese entonces. Aunque no muestra nada se ve apetitosa. Voy a meterlo en su boca y esta vez le va a encantar mi sabor.Hershey se retira discretamente y sin avisarle como le pedí. Mientras Cady se queda sola ejercitando su cuerpo, llego y la abrazo por detrás.— ¿Hershey?— ¿Acaso entre amigas se dan tantas libertades?— ¿Alfa?—Porque de ser así me encantaría ser tu amiga.— ¡No digas cosas así, Alfa loco! —Contesta tapándose la cara.Olfateo su cuello y recuesto mi cabeza en su hombro.—Quiero hacerlo otra vez.—…. — Su cuerpo se tensa.—Ya sabes, lo de arrodillarte y meterlo en tu boca.—Alfa… en este momento estoy ocupada entrenando.— ¿Quieres entrenar conmigo? Te enseñaré de resistencia.—Alfa, no. Esto es importante.—Yo también soy importante y aquí hay algo a lo que deberías darle tu atención—
¿Cuándo fue la última vez que revisé cuantos preceptos he encontrado? Al principio fue cuando perdí mi libro, sin embargo después del cumpleaños de Ery cuando me admitió tenerlo así como detalles de eventos que he olvidado como la cabaña quemada por mí debido a una disputa que tuvimos, dejé de tomarle tanta importancia.No es que no sea mi prioridad, es solo que no me causa tanta ansiedad regresar de inmediato como antes. Estoy segura de que quiero regresar a mi vida y hacer todo con una mejor actitud sin dejarme pisotear por otros. También deseo confrontar a Sarah Quiero preguntarle directamente la razón por la que fui la única que no recibió noticias suyas en una gran cantidad de meses. También de ser posible tener las agallas de decirle de frente a ese sorbete que tanto tiene en contra mía como para que me viera con cara agria por más de cuatro años sin falta.Hay tanto que deseo hacer cuando regrese, porque anhelo regresar, eso no ha cambiado. Sin embargo... Algo si ha diferido du
“¿Vieron lo desaliñado que estaba?”“El otro martes llegó con las manos vendadas y aliento de borracho”“Hablando de extrañezas… ¿No creen que todo comenzó a ponerse extraño desde que…?”“Se los digo, él se ha vuelto loco”Una vez escuché en la oficina de la editorial a unas personas mencionando que alguien se había vuelto loco. Nunca supe de quien hablaban pero me daba la impresión de que esa persona era “Él” porque, hay que ser sinceros, ha estado actuando extraño desde esa noche de Abril en que me vomité en su querido Bentley llamado Ben. Otro "Alfa" aprehensivo al que no logro entender.Ery murmura en sueños sin embargo es inentendible lo que dice. Solo puedo tomar su mano mientras me pregunto si él también obtuvo esa parte extraña de la personalidad de ese hombre loco.Si es así, es completamente impredecible. Los últimos meses estuvo pegado a mí como si ese libro fuera la solución a todos los enigmas del universo, lo deseaba tanto a pesar de que me creía una escritora mediocre