En cuanto salgo de la habitación y escucho la puerta cerrarse, mi sonrisa confiada se borra. Saco una llave y pongo el seguro para evitar que esa hembra escape. Una vez me he asegurado de que está acorralada no puedo evitar desplomarme como si mis piernas se hubieran debilitado.

La mejilla me arde y mi interior quema como si le hubieran prendido fuego.

¿En qué momento se volvió tan osada?

Siento aún el calor en mis labios, fue breve sin embargo todo mi ser se estremeció como nunca me habría imaginado que sucedería.

“Te desprecio”

Dijo “Te desprecio” sin ningún titubeo, sin mirar bajo al suelo y sin rastro alguno de inocencia o amor, ella de verdad siente odio por mí. La bofetada que me pegó no esperaba que fuera tan dura, a pesar de que si lo sentí no me afecta más que su rechazo.

¿Qué no soy el Alfa? ¿No soy el más poderoso?

Soy el más apuesto de la manada, cualquier loba mataría por tener este vínculo conmigo y ella me desprecia. Cuando la besé me sentí en el cielo y cuando me golpeó fui a parar al mismo infierno rompiéndome los huesos en la caída.

¿Cómo fue que todo se volteó de esta manera?

¿Por qué me afecta tanto?

‘Ju, ju, ju, parece que la perrita que ladra si muerde, ¿eeeh?’

La voz burlona de Shawn me enerva aún más.

—¡Cállate, solo está alardeando y se eriza como un gato cuando se siente acorralado!

¿De verdad? Ese desprecio en su mirada me dijo otra cosa.

— ¿Y por qué eso no te afecta a ti también? ¿No te duele que nuestra pareja nos rechace?

Por increíble que parezca, Ery, no sentí nada cuando nos rechazó. Creo que hay algo extraño en esa joven y tenemos que averiguarlo.

¿Qué es más extraño que una loba que no nos encuentra irresistibles?

¿Qué es más extraño que quedar como un tonto frente a toda la manada? ¿Eh? ¡Dime tú!

Ery, piensas tanto en el peso de sus palabras que no te has dado cuenta de ello.

¿Darme cuenta de qué?

Hemos visto a nuestra pareja desde hace cuatro años, cuatro años esperando este momento y tú decisión de rechazarla fue firme hasta esta noche.

Sí, luego volteó los planes al comportarse de la manera contraria que creí que haría.

Por años estuve preparado para rechazar el vínculo, desde que obtuve mi lobo a la tempana edad de 17 años, esperé hasta los 20 años de edad (casi 21) hasta que ella tuviera 19 años, iniciando así el vínculo para poder cerrarlo para siempre.

Esperé al alba con la decisión firme, siempre con la mira de lo que es más importante y conveniente para la manada. Candace es débil, demasiado pasiva y carente de agallas, el color de su cabello y ojos verdes son inconfundibles, hay una alta probabilidad de que sea una bruja o esté ligada a los extintos lobos de fuego. Una vez se sepa cientos de manadas y cazadores irán por ella. No podía permitir eso. Así que elegí a Freya como mi pareja y Luna, me casaría con ella y rechazaría a Candace. Sin embargo todos esos planes se fueron por un acantilado de un solo zarpazo cuando la vi frente a la fogata.

Impredecible, un carácter explosivo como el fuego mismo y una mirada filosa que te penetra hasta el alma.

Debería sentirme molesto por toda la humillación con la que me pegó frente a mi propia manada, me llamó un alfa inútil incluso me trató como si yo fuera nadie para ella, con falta de respeto hasta la médula y una mirada diciendo “Ven, te desafío a que me calles” mientras libera todo su odio como si le hubiera hecho algo muy malo. Solo quería rechazarla por el bien de todos. Sin embargo… verla así fue… Increíblemente candente.

‘Exacto, si su lobo fuera quien le da las instrucciones me parece extraño que haya cambiado su personalidad en tan solo una tarde. Incluso esa mañana volví a pasear y la vi, era irresistible para mí, Ery. Mi boca salivaba y mi deseo por estar a su lado era inevitable’

¿Hiciste qué?

‘Tomé tu cuerpo, si sería la última vez que tendríamos el vínculo al menos quería disfrutar de su aroma a Jazmín y una tarde de lluvia una vez más.’

—Te dije que no tomes mi cuerpo sin mi permiso.

‘El caso es que tú mismo seguro que ya lo has notado.

Su olor cambió, Ery. Aunque su cuerpo sigue oliendo a jazmín y una tarde lluviosa, hay un aroma nuevo, uno que me gusta pero no es el de una pareja o compañera.’

‘Te digo que es y no es nuestra pareja. Ella no me atrae y a la vez sí, además su nuevo olor no me dice “pareja” 

¿De verdad? Yo lo encuentro tan exquisito que no puedo resistirlo, debería condenarla a muerte y aquí estoy obligando a la chica a ser mi esposa a pesar de que le desagrado.

¿Quién eres?

Obviamente sé que eres Candace Var Sansa, pero hay algo distinto incluso el aroma de su esencia cambió, a pesar de que sigue siendo Jazmín y un día de lluvia, un encantador aroma como frutos rojos me invade en los sentidos, nunca me pareció tan irresistible su olor como ahora.

'Eso es lo extraño Ery, tu vínculo y el mío son el mismo y a la vez no.'

'Es como si Candace fuera otra.'

No digas tonterías, es imposible que alguien más tome el cuerpo de otro.

‘Hmmm...’

‘Ery, sé que pasaste toda la noche esperando el amanecer. Estabas preparado para rechazarla pero no lo hiciste ¿es solo por su olor nuevo?’

No, su olor me inquieta pero no es lo único a lo que no me puedo resistir...

Es su mirada.

El fuego en su mirada me enciende y su actitud fascinante es una llama ardiente que amenaza con calcinarme, aun así me atrae tanto que no quiero soltarla.

Tal vez mi lobo tiene razón y algo extraño ha sucedido...

Pero ya sabré averiguarlo después lo que importa es que he descubierto algo fascinante.

No puedo esperar para que seas mi esposa y reclamarte como mía antes de que alguien más desee tenerte. Fuiste hecha para mí y para complacerme.

—Aprenderás a ser dócil para mí y no morder la mano de tu amo aunque tenga que usar mi “hombría” toda la noche....

¡CRASH!

¡RASH!

¡¡¡CRASH!!!

'¡¿Qué fue eso?!'

¡¿Nos atacan renegados?!

—¡¡RAAAAR!!!

Un gruñido extraño me hace estremecer.

Mi lobo me pide que sea cauteloso pues hay un olor que le inquieta.

‘¡Espera, Ery!’

‘¡No vayas a asustarla!’

¿Asustar? ¿A quién?

¡Candace! 

¡Si ese ruido viene de nuestra habitación entonces debe estar en peligro!

Abro las puertas casi peleando con el seguro y encuentro la habitación entera con cada objeto hecho pedazos hasta el espejo, y la cómoda.

Milagrosamente la cama está intacta.

'Cochino, no es tiempo de preocuparse por la cama ¡esto es serio, Ery!'

El olor a frutos rojos del bosque que detecté en nuestro primer encuentro es intenso. Tanto que comienzo a salivar, mi cuerpo entero siente descargas eléctricas recorriendo entre mis brazos y piernas.

¡Es ella!

Sin embargo, lo que encuentro no es a una mujer sino un lobo, un lobo rojo.

Sus ojos son de dos colores uno azul y uno verde. Me mira y me gruñe con fuerza.

—¡....Qué caraj--!

Antes de que pueda reaccionar me pasa de lado y corre por el pasillo. Para hacer las cosas más extrañas, siento algo caliente en mi ropa y veo extrañado marcas de quemadura en ella.

¿Cuándo sucedió eso?

—No puede ser.

Observo el camino que tomó ese lobo descarrilado y todo lo que estuvo a su alrededor está se calcinó sin dejar siquiera una llama viva. En el suelo las marcas de sus patas han dejado algo parecido al hollín como si se hubiera empanizado en una chimenea.

¡Un lobo de fuego!

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