Inicio / Hombre lobo / Amor Sangriento / Una trampa para Benoit...
Una trampa para Benoit...

Silvia y Carlota llegaron a la mansión, Silvia subió a buscar a Caroline pero no la encontró, se puso a buscar por todos lados y no la halló, Elizabeth salió de la biblioteca y vio a su madre inquieta.

- Que ocurre mamá?... porqué estás tan agitada?..- preguntó con curiosidad Elizabeth. 

Silvia la miró esperanzada. 

- Caroline... la has visto?...- preguntó ansiosa. 

Elizabeth frunció el seño de confusión. 

Caroline?... no... porqué preguntas por ella? Acaso sabes donde está?...- preguntó con interés. 

La cara de Silvia comenzó a ponerse sombría y sus ojos se llenaron de lágrimas. 

- Alguien me dijo que Caroline estaba aquí... pero parece que solo fue una confusión...- dijo con tristeza Silvia. 

Elizabeth se acercó a su madre y la abrazo con ternura. 

- No te preocupes mamá... siento que pronto estaremos junto a Caroline y Amelia.. te lo prometo... ahora dime donde fuiste con la tía Carlota tan temprano?...- preguntó con interés Elizabeth. 

Silvia se puso un poco nerviosa.

- Salimos a dar un paseo al invernadero de Amelia... queríamos ver que todo estuviera marchando bien... y traje estas amapolas...- mintió Silvia. 

Elizabeth le sonrió. 

- Es bueno que salgan para distraerse... madre ahora debo salir... nos vemos en el almuerzo...- se despidió Elizabeth. 

Silvia quedo frustrada al no ver a su hija. 

- Que habrá pasado?... Ana me aseguró que Caroline estaría aquí... acaso ocurrió algo en el camino?... Benoit la habrá capturado otra vez?...- pensó Silvia. 

En la mansión Miroslav, Cristina se estaba probando su vestido de novia, Benoit había contrato a las mejores costureras para confeccionar en poco tiempo el vestido de la chica. 

Apesar que sería una ceremonia sencilla, Benoit quería ver deslumbrante a Cristina para que Paul comenzará verla con otros ojos.

Era un vestido blanco como la nieve con un corte princesa, un velo de encaje y una cola de tres metros, era un vestido muy hermoso. 

Cristina se probó el vestido y parecía una verdadera princesa, aunque su rostro reflejaba tristeza, se veía hermosa. 

Benoit la observó detenidamente y le sonrió. 

- Querida Cristina... serás una novia espectacular... tengo un regalo para tí...- dijo mientras le entregaba una caja cuadrada de terciopelo. 

Cristina lo recibió con tristeza, abrí la caja y era un collar fino de perlas junto a unos aretes. 

- Señor... no sé hubiera molestada... este obsequio es demasiado para mi...- dijo con humildad Cristina. 

- Claro que no!!... Me has ayudado a quitar a una piedra de mi camino... es lo menos que puedo hacer por tí... pronto comenzarán a preparar la mansión para la boda de mañana... tus padres ya recibieron sus vestimentas, quedaron sorprendidos por la boda, pero les explique que estaban muy enamorados y que te daba pena decirles... así que Cristina... tendrás que poner cara de enamorada y decir que Paul Philips es tu amor...- le advirtió Benoit. 

Cristina abrí los ojos de espanto, ella no había querido decir nada a sus padres, quería hacerlo todo en secreto, porque sabía que ese matrimonio no duraría mucho tiempo, ahora tendría que explicar el repentino deseo de casarse. 

Suspiro profundamente, cuando vio entrar a Elizabeth al salón, su cara se llenó de vergüenza que bajo la mirada. 

Elizabeth caminó con pie firme hacia ella, la miró de pies a cabeza pero no con arrogancia si no con tristeza por ella. 

- Te ves hermosa... pero triste...busco al señor Miroslav...- dijo sin quitarle los ojos de encima. 

- Señorita Elizabeth... lo siento mucho...- se lamento Cristina. 

- No te preocupes... todo se resolverá pronto...- dijo misteriosa Elizabeth. 

Benoit se encontraba en su despacho cuando escuchó tocar su puerta con unos golpes suaves.

Su olfato de agudizó y pudo sentir el aroma de Elizabeth.

  Se levantó de la silla y corrió abrir la puerta, al abrirla se encontró con la mirada profunda de Elizabeth. 

- Señorita Real... que grata sorpresa tenerla en mi hogar?... por favor adelante...- dijo mientras le ofrecía una silla.

Elizabeth realizo una reverencia y entro al cuarto. 

- Espero no molestar ... señor Miroslav...- dijo con tono amable. 

Los ojos de Benoit la recorría de arriba abajo, que produjo una cierta incómodo en ella.

- Claro que no!! ... es un verdadero honor tenerla en mi humilde hogar...- dijo seductor Benoit. 

- Veo que están preparando todo para el matrimonio... se ve que no será algo sencillo como pidió Paul...- lo dijo con tono de reproché. 

Benoit le sonrió con ternura, comprendía perfecto que para Elizabeth sería muy doloroso ver los preparativos de la boda de quien fuera su novio. 

- Pues sí... la verdad no será una fiesta grande si no una ceremonia junto a los familiares y amigos.. pero considero que Cristina se merece una boda hermosa, toda joven decea tener una boda espectacular... estoy en lo cierto... señorita Real?...- preguntó con perspicacia. 

Elizabeth le sonrió con ironía. 

- Claro ... siempre y cuando el novio sea el amor de su vida ... no cree señor Miroslav?...- preguntó con curiosidad Elizabeth. 

- Que es el amor? Querida Elizabeth?... pienso que esos sentimientos tan cursis solo trae tristeza y amargura a la existencia del ser humano... sobre todo cuando no son correspondidos...- dijo Benoit mientras la mirada con intensidad. 

Elizabeth solo se limitó a mirarlo , se acomodó a la silla y sacó unos papeles y los puso en la mesa de Benoit. 

Benoit miró confundido los papeles. 

- Que son estos papeles... señorita Real?...preguntó con interés. 

- Señor Miroslav... estuve revisando unos documentos de mi bisabuelo y encontré este contrato... realizado por mi tío Gregory Real y su padre... Benjamin Miroslav...- dijo sin quitarle los ojos de encima. 

Quería ver su reacción cuando leyera que el propio Benjamin Miroslav había firmado un documento donde le entregaba el cuarenta porciento de las ganancias de sus vinos a la familia Real, por concepto de un préstamo que la familia Real realizó a la familia Miroslav. 

Benoit abrió los ojos de sorpresa, no recordaba haber firmado algo parecido, pero vió la firma y era la de él, no podía negarlo.

- Dónde encontró este documento?...- preguntó con preocupación Benoit. 

Era la primera vez que Elizabeth veía a Benoit desconcertado. 

- Estaban en un archivo de mi bisabuelo, decía confidencial, pero como ahora yo soy la dueña, abrí el archivo y encontré este documento, supongo que al pasar ya veinte años de estar prescrito?... o no?...- preguntó Elizabeth misteriosa. 

Benoit no le quitaba la mirada a ese papel. 

- Señorita Real... puedo quedarme con este documento? Quiero mostrarlo al abogado de la familia, a lo mejor él debe saber algo de este tema...- dijo muy confundido Benoit. 

- Claro... no hay problema... yo tengo una copia... ahora si me permite debo retirarme...- dijo mientras Benoit se levantó de su silla para despedirla .

- Fue un placer tenerla en mi hogar...- dijo Benoit mientras la besaba la mano delicada de Elizabeth. 

Ella le sonrió cordialmente y se marchó. 

Benoit comenzó a dar vueltas en su cabeza como se había dejado engañar por Gregory Real.

- Maldito!!.. espero que te estés quemando en el infierno!!

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo