Cristina se encontraba inconsciente, cuando llegó el doctor Poe.
- Que ha pasado Paul?... Tu esposa se ve muy mal!!...- le reclamo el doctor Poe.
Paul lo miró con vergüenza que bajo la mirada.
- No lo sé exactamente, doctor...- dijo con tono de preocupación.
- Está muchacha está apunto de morir... Parece que no ha tomado bocado por varios días, parece ser que quiere morir por inanición... La has cuidado como se debe Paul?...- le pregunto con enojo el doctor Poe.
- La verdad yo la dejé aquí sola, no he estado con ella desde que nos casamos, pero ella tiene todo lo que necesita aquí...- dijo defendiéndose Paul.
El doctor Poe lo miró indignado por el comportamiento de Paul.
- Pero porque tratas así a la muchacha? Entiendo perfectamente que te sientes traicionado por ella y debes estar muy enojado... Pero haberla dejado sola en esta cabaña a su suerte!!?. Es una cobardía!!..- le reclamo indignado el doctor Poe.
- Se que he cometido un grave error... La muchacha solo ha sido una víctima de Benoit Miroslav... Pero he estado tan cejado por el rencor y el resentimiento que no me dí cuenta lo que estaba provocando en ella...- dijo lamentándose Paul.
El doctor Poe lo ignoró y procedió a revisar a la muchacha, Cristina se encontraba muy débil.
La cara del doctor Poe era de preocupación.
- Uf!! Tendremos que darles algunas sales para hidratarla... Pero está inconsciente...- dijo pensativo el doctor Poe.
Sacó de su maletín unas esponjas y las sumergió en las sales para poder rociar su boca.
Cristina apretaba su boca , era cómo si no quisiera ser salvada.
- Mmm... no quiere abrir su boca... esto será más difícil de lo que pensaba...- dijo preocupado el doctor Poe.
Paul se acercó al oído de Cristina y le susurró.
- Cristina... no te rindas ... te prometo intentar mejorar nuestra relación... pero no te mueras...- dijo con sinceridad y arrepentimiento..
Los ojos de Cristina se apretaron de la emoción, como estaba deshidratada las lágrimas no salían.
- Ayúdame Paul...necesito que le des las sales...- ordenó el doctor Poe.
Paul con delicadeza rocío la esponja en los labios de Cristina.
Ella de a poco comenzó abrir sus labios y empezó a recibir el líquido lentamente.
- Bien!!... ahora hay que hidratarla de a poco, tendrás que quedarse con ella...- le dijo con seriedad el doctor.
Paul asintió con la cabeza.
- No me moveré de su lado...
Mientras tanto en la mansión Miroslav, Caroline y Amelia seguían prisionera, aunque ahora Alfred las protegias de Benoit.
- Porque el mayordomo nos está cuidando? No tendrá miedo que Benoit le haga algún daño?...- preguntó confundida Caroline.
Amelia se encogió de hombros.
- La verdad no sé... pero desde que llegué a este lugar él me ha estado protegiendo, de hecho fue idea de él que me simulara estar inconsciente...- dijo pensativa Amelia.
- Es extraño... pero bueno por lo menos a mantenido alejado a Benoit...- suspiro Caroline.
Alfred se encontraba en el despacho de Benoit que lo miraba inquisidor.
- Necesito que me digas la verdad, Alfred, porque has estado tan protector con Caroline y sobre todo con Amelia?...- preguntó molesto Benoit.
Alfred lo miró fijamente.
- Descubrí una información, que me tiene alerta y protector... encontré unas cartas de alguien que había olvidado por completo...- dijo misterioso Alfred.
Benoit frunció el seño de confusión.
- Quién?..- preguntó con interés Benoit.
- Catherine Real...- dijo como un susurró.
Benoit abrió los ojos y su mente comenzó a buscar el nombre en su memoria.
- Catherine... la mejor amiga de mi esposa... pero que tienes que ver con ella?..- preguntó con interés Benoit.
Alfred se puso un poco nervioso pero estoico.
- En mi juventud... antes que lo conociera... yo tuve una relación con ella, estábamos comprometidos, pero por la mala racha de mi familia que perdió toda su fortuna... tuve que dejarla con la promesa que volvería... pero paso todo sobre la revolución y mi trasformación que mi mente la olvido hasta que supe que estaba muerta...- dijo tristemente Alfred.
Benoit lo miró pensativo .
- Recuerdo que mi mujer me pidió contratar al novio de su amiga... Al principio no le pregunte quien era, entonces eras tú?... que chico es el mundo... pero todavía no me dices porque proteges a las muchachas?...- preguntó con interés Benoit.
- Cuando me mando a investigar a la mansión Real, descubrí unas cartas de Catherine y en una de ella le decía a su hermana Silvia , que estaba embarazada de mí...- dijo tranquilo Alfred.
Benoit se levantó de su silla.
- Queee?... un hijo?... quien es?...preguntó con interés Benoit.
- Es un niña ... señor... es Amelia... ella es mi hija...- dijo firmemente Alfred.
Benoit se derrumbó en su silla.
- Pero que locura es esta... Amelia es tu hija?... estás seguro de eso?...- preguntó preocupado Benoit.
Alfred asintió con la cabeza.
- Si ....señor... desde que la conocí, he sentido la necesidad de protegerla... además tiene un lunar en su hombro en forma de luna, Cristina también tiene el mismo lunar... es una herencia de las mujeres de mi familia...-.dijo emocionado Alfred.
Benoit miró con curiosidad a su mayordomo.
- Entonces Alfred... que harás? ... por tí he protegidó a tu sobrina... pero Amelia? ... tu sabes mis intenciones.... entonces?...- preguntó con interés Benoit.
Alfred se acercó a Benoit y lo miró con intensidad.
- Señor... siempre lo he obedecido en todo lo que me ha pedido... estoy con usted en esta venganza... sin embargo, mi hija no se toca... o si no...-..amenazó Alfred.
Benoit volvió a levantarse y sus ojos se pusieron rojo.
- Me estas amenazando?... dime que harás si intentó seducir a tu hija?...- preguntó con ironía Benoit.
Los ojos de Alfred también se volvieron rojos, los colmillos de ambos salieron, los dos vampiros se miraron para atacarse mutuamente, cuando escucharon un ruido al rededor de la mansión.
Los dos hombres se miraron confundidos y sus ojos volvieron a la normalidad, salieron a ver quien estaba merodeando la mansión.
- El ruido viene de atrás...- dijo Alfred que salió a ver quien era.
Benoit quedo consternado por lo que estuvo a punto de pasar con Alfred.
- No es conveniente que Alfred se revele... tendré que ceder...- dijo pensativo Benoit.
Alfred comenzó a revisar el lugar hasta que encontró a un joven que estaba mirando intensamente el lugar.
- Quien es usted?... porqué esta es propiedad privada.... a quien busca ?... preguntó con molestia Alfred.
- Soy... Emilio Jackson... busco a Benoit Miroslav...
Alfred observó al joven detenidamente. - El señor no lo puede recibir... vuelva otro día...- dijo molesto Alfred. Emilio no se movió de su lugar. - No me iré hasta hablar con el señor Miroslav...- dijo decidido Emilio. Unos pasos se escucharon atrás de Alfred. - Alfred!!... déjalo pasar... tengo curiosidad de que asunto tiene que hablar este muchacho...- dijo con soberbia. Emilio con paso firme y sin miedo entró a la mansión Miroslav, sus ojos estaban fijo en Benoit Miroslav. Benoit lo miró con atención, los ojos azules del muchacho le llamaban la atención, era cómo si estuviera viendo alguien del pasado, pero su mente no lo recordaba. - Bien... aquí estoy... que necesitas de mí?... andas buscando trabajo?..- preguntó intrigado Benoit. Emilio quedó pensativo por un momento. " Tengo que actuar cauteloso, no puedo preguntarle así como así, podría resultar peligroso para Caroline " ..pensó Emilio rápidamente. - Si... señor... he visto sus viñedos que no están siendo
Dos días después Elizabeth invitó a Benoit Miroslav a cenar a su casa. Aunque Silvia y Carlota no estaban de acuerdo, tuvieron que resignarse ante la insistencia de la joven. - Mamá... necesitamos tener a Benoit de nuestro lado... además se lo que estoy haciendo...- dijo decidida Elizabeth. - Solo te pedimos que seas cautelosa ... Benoit es muy astuto... puede darse cuenta de tus intenciones...- le advirtió su madre. - Tranquila madre... si él se da cuenta de lo que está pasando, no creo que dija nada y me seguirá el juego para no sentirse descubierto...- dijo tranquila la muchacha. Mientras tanto en la mansión Miroslav, Emilio llegó a dar el informe de cómo estaba funcionando todo en los viñedos. - Hemos podado las hojas secas y limpiado los canastos que tenían uvas podridas...- dijo con seriedad Emilio. - Como han estado los empleados?... te han dado problemas?...- dijo Benoit mientras observaba al joven. - No... todos están trabajando con ahínco y desde ahora están trab
Emilio se cambio de ropa y bajo las escaleras, abajo lo esperaba Benoit y Alfred. Alfred al verlo quedo impactado por el parecido con Benoit, también Benoit lo miró pensativo. La elegancia del joven lo confundía, apesar de ser un campesino sin educación, tenía una arrogancia innata. - Vamos!! Se nos hace tarde...- ordenó Benoit. Emilio asintió con la cabeza y siguió a los dos hombres. En el carruje Benoit no le quitaba la vista encima, poniendo nervioso al joven. - Cual es tu apellido? Emilio...- preguntó interesado Benoit. Emilio se sobo sus manos y aclarando su garganta. - Jackson... señor... Emilio Jackson...- dijo nervioso Emilio. Benoit quedó pensativo por un momento. - Tus padres... quienes son?..- volvió a preguntar Benoit. - Ah?.. bueno no conocí a mis padres... mi padre murió en la revolución y mi madre murió en mi parto... nos crío mi abuela materna...- dijo Emilio inocente. - Crío? Tienes más hermanos?...- preguntó con interés Benoit. - Si... una her
Benoit Miroslav estuvo callado toda la cena, observaba a las mujeres que realizaron el comentario. - Que quisieron decir con " Con lo que se hereda no se hurta"?... que están ocultando?...- pensó distraído Benoit. Elizabeth estaba sorprendida por lo callado que se encontraba Benoit, le llamo la atención, ya que siempre era muy extrovertido. - Se siente bien... señor Miroslav?...- preguntó con curiosidad Elizabeth. Benoit la miró fijamente y le sonrió. - Oh!!... si, si,... solo que hoy me siento un poco cansado... gracias por su preocupación... Elizabeth..- dijo con seducción. - Entiendo... pero ha pensado en mi oferta, señor Miroslav?...- preguntó con interés Elizabeth. Benoit realizó una mueca de negación. - He estado arreglando unos asuntos de mis viñedos y la verdad no he podido analizar su propuesta..- dijo tranquilo Benoit. - Oh!!... espero que no sea algo complicado..- dijo con decepción Elizabeth. - Bueno.. por esa razón contrate a Emilio, él ha sido de gran
Alfred había llegado a la mansión, en la penumbra de la noche, su mente tenía muchas preguntas con respecto a Emilio Jackson. - Porque este muchacho me recuerda mucho a Benoit?... será algún pariente lejano?..- se preguntó mientras escuchó ruido en los calabozos. Se acercó con sigilo y escuchó unas voces. - Ladrones?... No!! ... el Teniente Dan!!...- pensó con asombro. En los calabozos los tres hombres estaban frustrados por no encontrar ninguna salida hacia el primer piso de la mansión. - Uf!! Solo esa puerta tiene la salida , que haremos?..- preguntó Dan con frustración. Los hombres se quedaron callados al escuchar un ruido arriba de ellos, la puerta de la escalera comenzó a sonar por el picaporte oxidado que se habría. Dan dió un paso y miró hacia la escalera y vio la puerta abierta, les hizo una seña al doctor Poe y Santos. Los dos hombres se miraron confundidos y preocupados. - Quien abrió la puerta?... será seguro subir?...- preguntó Santos. Alfred al darse cuen
Paul miró con pánico a Dan. - Queee?... Elizabeth todavía es una niña!! La vas a utilizar como carnada?...- dijo molesto Paul. Dan suspiro profundamente. - Fue idea de ella... de hecho todo ha sido planeado por ella, nosotros solo la estamos ayudando, créeme yo también estoy preocupado, Benoit Miroslav es muy peligroso y cualquier cosa puede pasar...- se lamento Dan. - Entonces!! ... hay que convencerla que desista de esta locura!!...cómo no habrá otra forma de acabar con él?...- preguntó con molestia. - Ella está decidida... y de ahí nadie la mueve..- dijo con resignación Dan. El doctor Poe se acercó a Elizabeth. - Señorita Elizabeth... es hora de regresar a casa...- dijo interrumpiendo el abrazo de las tres chicas. Caroline le tomó la mano. - Porque no te quedas con nosotras esta noche?... el doctor Poe puede dar aviso a mi madre y a la tía Carlota. - Si!! Prima... por favor quédate con nosotras!!..- suplicó Amelia. Elizabeth las miró sorprendida pero al final asin
Paul llevó a Cristina a la cama, la depósito con delicadeza, la joven temblaba como una hoja al viento, a su mente vinó el recuerdo de aquella noche junto a Benoit, para ella fue una noche dramática, trató de relajarse. Paul la besó con ternura y su mano tomó la de ella, para que se sintiera tranquila. Cristina correspondió el beso y por un instante olvido esa noche traumatica, pero cuando Paul comenzó acariciar su cuerpo ; ella se puso tensa, Paul pudo percibir su nerviosismo y miedo, por lo que volvió a tomar su mano. - Tranquila... no haré nada que te haga daño... - le dijo mientras le acariciaba su rostro. - Yo... perdón...- dijo con vergüenza Cristina. - No tienes que pedir perdón... ahora descansa, estaré a tu lado y dormiremos juntos hasta que puedas acostumbrarte a mi cuerpo... no forzare nada...- dijo suavemente y con ternura mientras se acomodaba a su lado. Cristina se sorprendió por la actitud de Paul, pensaba que él la obligaría, pero fue todo lo contrario, la trat
Elizabeth salió del baño con una actitud arrogante y fría, decidió cambiar su forma de vestir, quería demostrar al mundo que ya no era esa niña ingenua y tierna, ahora sería una mujer fuerte que no le teme a nada y a nadie; fue a su closet y busco un vestido diferente a lo que estaba acostumbrada a usar. Encontró un vestido azul , se lo había regalado su hermana para una navidad, le había dicho que era cuando se sintiera una mujer diferente, se lo colocó, el vestido realzaba su figura, se sentó en su tocador, se miró al espejo, siempre llevaba su pelo suelto con algunos adornos, esta vez decidió cogerse el cabello, dejando a la vista su delicado cuello. Sacó también una pintura de labios que también Caroline se lo había regalado, comenzó a pintarse sus hermosos labios con un color carmín, el color del labial , su peinado y su vestido, la hacía ver una mujer totalmente diferente, ya no era la delicada Elizabeth , ahora era Elizabeth la fuerte. Bajo las escaleras, los empleados