Alfred había llegado a la mansión, en la penumbra de la noche, su mente tenía muchas preguntas con respecto a Emilio Jackson.
- Porque este muchacho me recuerda mucho a Benoit?... será algún pariente lejano?..- se preguntó mientras escuchó ruido en los calabozos.
Se acercó con sigilo y escuchó unas voces.
- Ladrones?... No!! ... el Teniente Dan!!...- pensó con asombro.
En los calabozos los tres hombres estaban frustrados por no encontrar ninguna salida hacia el primer piso de la mansión.
- Uf!! Solo esa puerta tiene la salida , que haremos?..- preguntó Dan con frustración.
Los hombres se quedaron callados al escuchar un ruido arriba de ellos, la puerta de la escalera comenzó a sonar por el picaporte oxidado que se habría.
Dan dió un paso y miró hacia la escalera y vio la puerta abierta, les hizo una seña al doctor Poe y Santos.
Los dos hombres se miraron confundidos y preocupados.
- Quien abrió la puerta?... será seguro subir?...- preguntó Santos.
Alfred al darse cuenta que venían por las mujeres, decidió ayudarlos.
Subió las escaleras para también abrí la puerta de la habitación dónde se encontraban las primas.
Las vio dormidas y abrazadas , se acercó a ellas y miró con ternura a Amelia, quería acariciar su cabellera rubia pero prefirió no hacerlo.
Salió de la habitación y se escondió para ver el rescate de su hija.
- Cuando Benoit se de cuenta que no están... mi existencia correrá peligro... pero no importa.. con tal de salvarte ... el precio es justo...- dijo tranquilo Alfred.
Los tres hombres subieron con cautela las escaleras, al llegar al salón, Dan les hizo seña que debían subir al segundo piso.
- Yo me quedaré aquí, vigilando que nadie nos descubran... Usted y el doctor Poe, suban...-.susurró Santos.
Los hombres asintieron con la cabeza y comenzaron a subir las escaleras con precaución.
Al llegar arriba, Dan le indica cual es la habitación donde se encuentran las jóvenes.
Se miraron al ver que la puerta que también estaba abierta.
Entraron con cautela y vieron a las primas dormidas, Dan se acercó a Amelia y le tocó el hombro para despertarla, Amelia solo se movió.
- Ameliaaa...- le susurró Dan.
Amelia abrió los ojos de espanto, pensando que era Benoit que la venía a buscar, la muchacha se enderezó y de un salto de paró de la cama, sus ojos se abrieron de asombro al ver a su novio.
- Dan?... eres tú?...- preguntó incrédula.
Dan se acercó a ella y le dió un abrazo protector.
Amelia al darse cuenta que era su novio; comenzó a llorar.
Caroline despertó al escuchar el llanto de su prima, pensando que Benoit le estaba haciendo algo malo, también se levantó de un salto para defender a Amelia.
Se sorprendió al ver al doctor Poe y Dan, y el pánico la invadió.
- Que hacen aquí? ... si Benoit los descubre los matará sin piedad!!...- se lamentaba Caroline.
El doctor Poe se acercó a ella para tranquilizarla.
- Señorita Real... no sé preocupe... hemos planeado este rescate por días... tenemos todo cubierto... ahora vamos... no podemos perder más el tiempo, Benoit esta cenando en su mansión, la señorita Elizabeth nos está ayudando, pero no sé cuánto tiempo tenemos, así que vamos...- ordenó el doctor Poe.
Las jóvenes comenzaron a bajar las escaleras con pánico por ser descubierta por Benoit.
Santos las vio y inclinó su cabeza como saludó.
- Vamos!!... Benoit no ha llegado... hay que huir por el mismo lugar por dónde llegamos.
Los cincos bajaron las escaleras y se dijieron a los calabozos para salir por la misma ventana que entraron.
Las mujeres temblaban de miedo .
- Vamos... señoritas...no entren en pánico ...- les aconsejo el doctor Poe.
Las primas se llenaron de valor y salieron del lugar, la luna llena alumbraba la noche y el aire de la noche golpeó los hermosos rostros de las muchachas.
- No sé desde cuándo no sentía la brisa de la noche...- dijo Amelia melancólica.
Dan le dió una sonrisa tierna.
- Vamos los carruje están esperando, las esconderemos en la hacienda de Paul Philips, él las está esperando, Benoit no las encontrará en ese lugar y eso nos dará tiempo de acabar con él...- dijo Dan decidido.
Alfred observó como su hija se marchaba, una lágrima recorrió su rostro, caminó a los calabozos y cerró la puerta, después subió al segundo piso y también cerró la habitación donde se encontraban las primas.
Suspiro profundamente mientras pensaba en voz alta.
- Ahora... debo decidir si le digo sobre el escape de las muchachas o esperó que él se de cuenta solo...- decía mientras se dirigía a su habitación.
Caroline se sentía inquieta, Benoit era muy listo, además era un ser sobrenatural, dudaba que este escape tuviera mucho éxito, miró a su prima que estaba acurrucada en los brazos de Dan, una sana envidia la invadió y a su mente apareció Emilio, una sonrisa y un sentimiento cálido la invadió.
Al llegar a la hacienda de Paul, Elizabeth que después de despedir a Benoit ; tomó un caballo y se dirigió a la hacienda de Paul.
Paul se sentía avergonzado al ver a Elizabeth, pero ella al verlo notó que algo había cambiado en él, no quiso preguntarle, no era el momento ni el lugar, ahora lo más importante era su hermana y prima.
Escucharon llegar el carruje del doctor Poe, el corazón de Elizabeth latía fuertemente por saber si el plan establecido había dado resultado.
Se acercó al carruje con expectativas, Santos se bajó y saludo con amabilidad a Elizabeth, mientras abría la puerta del carruaje.
Al ver a su hermana y prima, dió un grito de alegría.
- Caroline!!!...Amelia!!..-.dijo con emoción que sus ojos se llenaron de lágrimas.
Caroline fue la primera en bajar y corrió donde su hermana abrazarla con fuerza, las dos lloraban de emoción.
Amelia también corrió donde Elizabeth y las tres se abrazaron con fuerzas.
Paul se acercó a Dan.
- Ya tengo todo preparado para que ellas estén escondidas hasta que el barco las lleve lejos de aquí...- dijo pensativo Paul.
- Te lo agradezco... es mejor que estén lejos de las manos de ese monstruo...- dijo Dan
- Y Elizabeth?....que pasará con ella?...- preguntó intrigado Paul.
Dan lo miró fijamente.
- Ella se quedará... la necesitamos para acabar con Benoit Miroslav...
Paul miró con pánico a Dan. - Queee?... Elizabeth todavía es una niña!! La vas a utilizar como carnada?...- dijo molesto Paul. Dan suspiro profundamente. - Fue idea de ella... de hecho todo ha sido planeado por ella, nosotros solo la estamos ayudando, créeme yo también estoy preocupado, Benoit Miroslav es muy peligroso y cualquier cosa puede pasar...- se lamento Dan. - Entonces!! ... hay que convencerla que desista de esta locura!!...cómo no habrá otra forma de acabar con él?...- preguntó con molestia. - Ella está decidida... y de ahí nadie la mueve..- dijo con resignación Dan. El doctor Poe se acercó a Elizabeth. - Señorita Elizabeth... es hora de regresar a casa...- dijo interrumpiendo el abrazo de las tres chicas. Caroline le tomó la mano. - Porque no te quedas con nosotras esta noche?... el doctor Poe puede dar aviso a mi madre y a la tía Carlota. - Si!! Prima... por favor quédate con nosotras!!..- suplicó Amelia. Elizabeth las miró sorprendida pero al final asin
Paul llevó a Cristina a la cama, la depósito con delicadeza, la joven temblaba como una hoja al viento, a su mente vinó el recuerdo de aquella noche junto a Benoit, para ella fue una noche dramática, trató de relajarse. Paul la besó con ternura y su mano tomó la de ella, para que se sintiera tranquila. Cristina correspondió el beso y por un instante olvido esa noche traumatica, pero cuando Paul comenzó acariciar su cuerpo ; ella se puso tensa, Paul pudo percibir su nerviosismo y miedo, por lo que volvió a tomar su mano. - Tranquila... no haré nada que te haga daño... - le dijo mientras le acariciaba su rostro. - Yo... perdón...- dijo con vergüenza Cristina. - No tienes que pedir perdón... ahora descansa, estaré a tu lado y dormiremos juntos hasta que puedas acostumbrarte a mi cuerpo... no forzare nada...- dijo suavemente y con ternura mientras se acomodaba a su lado. Cristina se sorprendió por la actitud de Paul, pensaba que él la obligaría, pero fue todo lo contrario, la trat
Elizabeth salió del baño con una actitud arrogante y fría, decidió cambiar su forma de vestir, quería demostrar al mundo que ya no era esa niña ingenua y tierna, ahora sería una mujer fuerte que no le teme a nada y a nadie; fue a su closet y busco un vestido diferente a lo que estaba acostumbrada a usar. Encontró un vestido azul , se lo había regalado su hermana para una navidad, le había dicho que era cuando se sintiera una mujer diferente, se lo colocó, el vestido realzaba su figura, se sentó en su tocador, se miró al espejo, siempre llevaba su pelo suelto con algunos adornos, esta vez decidió cogerse el cabello, dejando a la vista su delicado cuello. Sacó también una pintura de labios que también Caroline se lo había regalado, comenzó a pintarse sus hermosos labios con un color carmín, el color del labial , su peinado y su vestido, la hacía ver una mujer totalmente diferente, ya no era la delicada Elizabeth , ahora era Elizabeth la fuerte. Bajo las escaleras, los empleados
Elizabeth abrió los ojos de asombro, las palabras no salían de su boca, Benoit la miraba con intensidad. - Quizás mi propuesta sea muy atrevida para usted.. y pueda ser que me tenga miedo, pero créame yo no le haré ningún daño...- dijo Benoit con tono seductor. Elizabeth le sonrió, su sonrisa reflejaba astucia. - Nunca subestime a una persona que no tiene nada que perder, porque cuando perdió todo, también perdió el miedo...- dijo fríamente. Benoit le sonrió con admiración. - Tengo algo que decirle... Siempre la he admirado, por su delicadeza e ingenuidad, pero ahora... Esa admiración sea transformado en devoción...- dijo con sinceridad. Elizabeth se levantó de su silla, comenzó a caminar por la habitación, se dió vuelta y clavo su mirada en Benoit. - Su propuesta realmente es atrevida... señor Miroslav... Pero lo pensaré con cuidado...- dijo coqueteando a Benoit. Los ojos de Benoit se abrieron de alegría por la esperanza que le estaba dando. - La esperaré el tiempo que sea n
Alfred miró la habitación donde estaban cautivas Amelia y Caroline, comenzó a desordenar el lugar, sacó las sábanas de la cama y realizo una cuerda que colgó por la ventana, quebró el vidrio para disimular una escapada de las muchachas. - Bien... ahora a esperar y que comience el espectáculo...- dijo pensativo Alfred. A lo lejos pudo escuchar el carruje de Benoit acercarse, bajó las escaleras con la mirada confundida. Benoit lo vió correr a su lado con nerviosismo. - Que habrá pasado ahora?!!..- dijo molesto el vampiro. - Señor!!!... a ocurrido un problema grave!!...- mintió Alfred. - Que ocurre Alfred?!!... porqué la agitación?..- preguntó con curiosidad Benoit. - Las señoritas Real...- dijo sin aliento. - Que pasa con ellas?... preguntó molesto Benoit. - Han escapado ...- dijo avergonzado Alfred. Benoit abrió los ojos de furia que de un golpe derribó al mayordomo. - Idiota!!... cómo que se escaparon dos mujeres tontas!!?... no pudieron escapar solas !! Alguien
Emilio llegó a la mansión Miroslav pensativo, tenía que procesar todo lo que Caroline le había contado, aunque sentía que ella le estaba escondiendo algo importante. Vio a los empleados desconcertados y murmurando por los rincones, se acercó a uno de ellos para saber que estaba pasando. - Que ocurre? Porque todos están asustados?...- preguntó el muchacho con curiosidad. - Alfred... - dijo con miedo el hombre. - Alfred?... le pasó algo malo?...- preguntó con interés Emilio. - Ha tenido una fuerte pelea con el señor... fueron al bosque y todavía no han vuelto...- dijo angustiado el hombre...Emilio quedó sorprendido por la noticia, siempre supo que Alfred era el cómplice de Benoit y su mano derecha. -.Acaso es por la desaparición de Caroline?... lo habrá culpado?...- pensó Emilio cuando vio aparecer a Benoit con el rostro furioso. Su aspecto era terrorífico que hizo temblar al joven. Benoit miró con indiferencia a Emilio. - Señor... se encuentra bien?...- preguntó con
Johana Jackson era la hija menor de la familia Jackson, una joven muy mimada por ser la única mujer de seis hermanos, a pesar que era muy consentida , era una mujer muy centrada, amable y delicada, su familia de la aristocracia francesa , tenía muchas conexiones sobre todo con la familia Real donde sus mejores amigas eran Catherine Real, madre de Amelia, las dos eran muy unidas y confidentes. Cuando sus padres por negocios la hicieron casar con el menor de los Miroslav, Benjamin, la reputación de él no era muy buena, era un mujeriego y con un temperamento muy volátil. Johana al enterarse que tendría que casarse con él, le vino una angustia, no quería compartir su vida con alguien que no la respetaría. - No sé qué hacer amiga!!... mis padres están decididos en este matrimonio por conveniencia, Benjamin Miroslav es un hombre muy arrogante!! ... no lo soportó!!...- se lamento Johana a su amiga Catherine. - Pero has tenido la oportunidad de conocerlo?... lo has visto?...- preguntó
Durante dos años de matrimonio entre Johana y Benjamin , todo fue de maravilloso, hasta que nació su hija Catalina, el embarazo y parto debilitaron mucho el cuerpo frágil de Johana, por lo que la intimidad en ambos se volvió escasa, esta situación podía de mal humor a Benjamin y comenzó a cambiar su actitud hacia Johana, ya no era tan amable y amoroso con ella, aun que con su pequeña era un padre amoroso. Esta situación comenzó alejarlo más de Johana ; provocando que volviera a sus antiguos vicios, su amistad con Gregory Real que era un vividor lo llevó nuevamente a los brazos de su antigua amante; Julia. - Cariño... que feliz soy de volver a tenerte en mis brazos...- decía salamera la mujer. - Claro... tú sabes lo que me gusta...querida...- decía con lujuria Benjamin. - Y tu esposa?... acaso ya no te atiende?...-.dijo con malicia Julia. Benjamin la miró con enojo. - Cuando estemos juntos...no quiero que menciones a mi esposa... o si no buscaré a otra , estamos?...- dijo en