Paul miró con pánico a Dan.
- Queee?... Elizabeth todavía es una niña!! La vas a utilizar como carnada?...- dijo molesto Paul.
Dan suspiro profundamente.
- Fue idea de ella... de hecho todo ha sido planeado por ella, nosotros solo la estamos ayudando, créeme yo también estoy preocupado, Benoit Miroslav es muy peligroso y cualquier cosa puede pasar...- se lamento Dan.
- Entonces!! ... hay que convencerla que desista de esta locura!!...cómo no habrá otra forma de acabar con él?...- preguntó con molestia.
- Ella está decidida... y de ahí nadie la mueve..- dijo con resignación Dan.
El doctor Poe se acercó a Elizabeth.
- Señorita Elizabeth... es hora de regresar a casa...- dijo interrumpiendo el abrazo de las tres chicas.
Caroline le tomó la mano.
- Porque no te quedas con nosotras esta noche?... el doctor Poe puede dar aviso a mi madre y a la tía Carlota.
- Si!! Prima... por favor quédate con nosotras!!..- suplicó Amelia.
Elizabeth las miró sorprendida pero al final asintió con la cabeza.
- Esta bien...me quedaré esta noche con ustedes...doctor Poe... puede avisar a mi madre lo sucedido?- preguntó con entusiasmo la muchacha.
El doctor Poe le sonrió con calidez.
- Claro que sí... avisaremos a su madre lo acontecido...- dijo con amabilidad el doctor Poe.
Paul se acercó a las mujeres.
- Niñas... Las llevaré a donde se quedarán... Elizabeth... después podemos hablar?...- preguntó con nerviosismo.
Elizabeth lo miró con confusión al principio.
- Si... podemos hablar...- dijo suavemente Elizabeth.
Las chicas siguieron a Paul a una cabaña bien preparada con todo lo que ellas necesitarían, era un lugar pequeño pero acogedor.
- Bueno ... aquí se quedarán hasta que zarpe el barco... siéntanse en su casa... una empleada les preparó una cena y también ella les preparará sus alimentos... cualquier cosa que necesiten por favor háganlo saber...- dijo Paul con tono protector.
Las muchachas asintieron con la cabeza.
Paul miró a Elizabeth.
- Elizabeth... te espero afuera...
En la otra cabaña, Cristina se encontraba nerviosa y un poco celosa por la llegada de Elizabeth, aún que Paul le prometió que ya no habría nada con ella y que tratarían de ser un matrimonio feliz.
- Uf!! Que tonta soy... no tengo derecho de sentir celos... pero mi corazón esta angustiado...- dijo con tristeza Cristina.
Se levantó y miró por la ventana, observó a Paul parado en la otra cabaña cuando vio salir a Elizabeth y le tocó su brazo, esa acción inocente provocó una amargura en Cristina que sin querer las lágrimas aparecieron en su rostro.
Elizabeth se paró al lado de Paul.
- Entonces... Paul... que necesitas decirme?...- preguntó con interés Elizabeth.
Paul bajo la mirada, no quería hacer contacto visual con ella, Elizabeth notó su incomodidad y se alejó unos centímetros de él.
- Como esta tu esposa?... escuché que se encontraba enferma...- dijo suavemente la joven.
Paul levantó la mirada y vio los ojos de tristeza de Elizabeth, esa mirada le rompió el corazón.
-Elizabeth... quiero que sepas que yo no quiero causarte ningún daño ni dolor, por mi culpa la promesa que te he dicho tuve que romperla...-.dijo angustiado Paul.
Los bellos ojos de Elizabeth se llenaron de lágrimas.
- Por favor Paul.. no le des más vueltas al asunto... que está pasando?...- preguntó angustiada Elizabeth.
Paul se mordió su labios por los nervios.
- He decidido ... dejarte libre... quiero intentar tener un matrimonio normal con Cristina... se que el acuerdo era sacarle la verdad sobre el abuso y después pedir el divorcio... pero no puedo hacerle esto... ella es una víctima de Benoit... además tampoco quiero tenerte amarrada a una promesa...-.dijo angustiado Paul.
Elizabeth se llevó la mano a la boca mientras lo miraba con decepción.
Paul se acercó a ella para abrazarla pero Elizabeth lo rechazo con fuerza, su corazón estaba siendo apuñalado y él quería consolarla.
- Eres... eres... un ....- Las palabras no le salían por la rabia que sentía.
- Un miserable?...un voluble?...- preguntó Paul.
- No!!!... eres un idiota!!... no quiero volverte a ver nunca más en mi vida!!... has destrozado mi corazón, se que pedirte que te casaras era una locura, pero preferiría eso a verte en la cárcel!!... además confiaba en el amor que sentías tenerme...y ahora sin más me dices que quieres intentar tener una relación con ella!!... dime la verdad Paul... tú te acostaste con ella?...- preguntó furiosa Elizabeth.
Paul abrió los ojos de sorpresa, Elizabeth estaba dudando de su honor y eso le dolió su corazón.
- Jamás!!!... yo haría algo tan bajo!!... ni siquiera ahora que estamos casados la he tocado!!...- dijo con rabia Paul .
- Ya no importa...la verdad ya no importa, será mejor que te vayas... " tu esposa te espera"...- dijo con ironía Elizabeth.
Paul quería seguir hablando con ella, explicar que él todavía la amaba pero sus principios eran primero y no quería ponerla en una situación incomoda y que la gente la viera como la amante; eso sería lamentable para su reputación .
Elizabeth entró a la cabaña dejando a Paul cabizbajo.
Caroline la vio entrar con lagrimas en sus ojos, se acercó a ella y la abrazo con ternura.
- Tranquila hermanita... te prometo que pronto conocerás a un hombre que te ame con locura... por ahora es mejor dejar las cosas así...-le aconsejo su hermana.
Amelia las miró con tristeza, para ella el amor que sentían los dos, Elizabeth y Paul, era indestructible.
- Tranquila prima... aquí estamos para tí...- dijo con cariño Amelia.
Paul se fue a su cabaña junto a Cristina que lo esperaba nerviosa y triste.
El entró a la cabaña y vio a Cristina parada mirándolo con angustia.
- Siento mucho todo esto... si quieres mañana vamos al juez y pedimos el divorcio... además este matrimonio no ha sido consumado...- dijo nerviosa Cristina.
Paul se acercó a ella sin decir nada, la tomó en brazos que esa acción tomó por sorpresa a la joven.
-Que haces Paul?...preguntó confundida Cristina.
La mirada de Paul ya no era de ternura si no un brillo especial apareció en sus ojos.
- Has dicho... que no hemos consumado este matrimonio... bueno es hora de hacerlo...
Paul llevó a Cristina a la cama, la depósito con delicadeza, la joven temblaba como una hoja al viento, a su mente vinó el recuerdo de aquella noche junto a Benoit, para ella fue una noche dramática, trató de relajarse. Paul la besó con ternura y su mano tomó la de ella, para que se sintiera tranquila. Cristina correspondió el beso y por un instante olvido esa noche traumatica, pero cuando Paul comenzó acariciar su cuerpo ; ella se puso tensa, Paul pudo percibir su nerviosismo y miedo, por lo que volvió a tomar su mano. - Tranquila... no haré nada que te haga daño... - le dijo mientras le acariciaba su rostro. - Yo... perdón...- dijo con vergüenza Cristina. - No tienes que pedir perdón... ahora descansa, estaré a tu lado y dormiremos juntos hasta que puedas acostumbrarte a mi cuerpo... no forzare nada...- dijo suavemente y con ternura mientras se acomodaba a su lado. Cristina se sorprendió por la actitud de Paul, pensaba que él la obligaría, pero fue todo lo contrario, la trat
Elizabeth salió del baño con una actitud arrogante y fría, decidió cambiar su forma de vestir, quería demostrar al mundo que ya no era esa niña ingenua y tierna, ahora sería una mujer fuerte que no le teme a nada y a nadie; fue a su closet y busco un vestido diferente a lo que estaba acostumbrada a usar. Encontró un vestido azul , se lo había regalado su hermana para una navidad, le había dicho que era cuando se sintiera una mujer diferente, se lo colocó, el vestido realzaba su figura, se sentó en su tocador, se miró al espejo, siempre llevaba su pelo suelto con algunos adornos, esta vez decidió cogerse el cabello, dejando a la vista su delicado cuello. Sacó también una pintura de labios que también Caroline se lo había regalado, comenzó a pintarse sus hermosos labios con un color carmín, el color del labial , su peinado y su vestido, la hacía ver una mujer totalmente diferente, ya no era la delicada Elizabeth , ahora era Elizabeth la fuerte. Bajo las escaleras, los empleados
Elizabeth abrió los ojos de asombro, las palabras no salían de su boca, Benoit la miraba con intensidad. - Quizás mi propuesta sea muy atrevida para usted.. y pueda ser que me tenga miedo, pero créame yo no le haré ningún daño...- dijo Benoit con tono seductor. Elizabeth le sonrió, su sonrisa reflejaba astucia. - Nunca subestime a una persona que no tiene nada que perder, porque cuando perdió todo, también perdió el miedo...- dijo fríamente. Benoit le sonrió con admiración. - Tengo algo que decirle... Siempre la he admirado, por su delicadeza e ingenuidad, pero ahora... Esa admiración sea transformado en devoción...- dijo con sinceridad. Elizabeth se levantó de su silla, comenzó a caminar por la habitación, se dió vuelta y clavo su mirada en Benoit. - Su propuesta realmente es atrevida... señor Miroslav... Pero lo pensaré con cuidado...- dijo coqueteando a Benoit. Los ojos de Benoit se abrieron de alegría por la esperanza que le estaba dando. - La esperaré el tiempo que sea n
Alfred miró la habitación donde estaban cautivas Amelia y Caroline, comenzó a desordenar el lugar, sacó las sábanas de la cama y realizo una cuerda que colgó por la ventana, quebró el vidrio para disimular una escapada de las muchachas. - Bien... ahora a esperar y que comience el espectáculo...- dijo pensativo Alfred. A lo lejos pudo escuchar el carruje de Benoit acercarse, bajó las escaleras con la mirada confundida. Benoit lo vió correr a su lado con nerviosismo. - Que habrá pasado ahora?!!..- dijo molesto el vampiro. - Señor!!!... a ocurrido un problema grave!!...- mintió Alfred. - Que ocurre Alfred?!!... porqué la agitación?..- preguntó con curiosidad Benoit. - Las señoritas Real...- dijo sin aliento. - Que pasa con ellas?... preguntó molesto Benoit. - Han escapado ...- dijo avergonzado Alfred. Benoit abrió los ojos de furia que de un golpe derribó al mayordomo. - Idiota!!... cómo que se escaparon dos mujeres tontas!!?... no pudieron escapar solas !! Alguien
Emilio llegó a la mansión Miroslav pensativo, tenía que procesar todo lo que Caroline le había contado, aunque sentía que ella le estaba escondiendo algo importante. Vio a los empleados desconcertados y murmurando por los rincones, se acercó a uno de ellos para saber que estaba pasando. - Que ocurre? Porque todos están asustados?...- preguntó el muchacho con curiosidad. - Alfred... - dijo con miedo el hombre. - Alfred?... le pasó algo malo?...- preguntó con interés Emilio. - Ha tenido una fuerte pelea con el señor... fueron al bosque y todavía no han vuelto...- dijo angustiado el hombre...Emilio quedó sorprendido por la noticia, siempre supo que Alfred era el cómplice de Benoit y su mano derecha. -.Acaso es por la desaparición de Caroline?... lo habrá culpado?...- pensó Emilio cuando vio aparecer a Benoit con el rostro furioso. Su aspecto era terrorífico que hizo temblar al joven. Benoit miró con indiferencia a Emilio. - Señor... se encuentra bien?...- preguntó con
Johana Jackson era la hija menor de la familia Jackson, una joven muy mimada por ser la única mujer de seis hermanos, a pesar que era muy consentida , era una mujer muy centrada, amable y delicada, su familia de la aristocracia francesa , tenía muchas conexiones sobre todo con la familia Real donde sus mejores amigas eran Catherine Real, madre de Amelia, las dos eran muy unidas y confidentes. Cuando sus padres por negocios la hicieron casar con el menor de los Miroslav, Benjamin, la reputación de él no era muy buena, era un mujeriego y con un temperamento muy volátil. Johana al enterarse que tendría que casarse con él, le vino una angustia, no quería compartir su vida con alguien que no la respetaría. - No sé qué hacer amiga!!... mis padres están decididos en este matrimonio por conveniencia, Benjamin Miroslav es un hombre muy arrogante!! ... no lo soportó!!...- se lamento Johana a su amiga Catherine. - Pero has tenido la oportunidad de conocerlo?... lo has visto?...- preguntó
Durante dos años de matrimonio entre Johana y Benjamin , todo fue de maravilloso, hasta que nació su hija Catalina, el embarazo y parto debilitaron mucho el cuerpo frágil de Johana, por lo que la intimidad en ambos se volvió escasa, esta situación podía de mal humor a Benjamin y comenzó a cambiar su actitud hacia Johana, ya no era tan amable y amoroso con ella, aun que con su pequeña era un padre amoroso. Esta situación comenzó alejarlo más de Johana ; provocando que volviera a sus antiguos vicios, su amistad con Gregory Real que era un vividor lo llevó nuevamente a los brazos de su antigua amante; Julia. - Cariño... que feliz soy de volver a tenerte en mis brazos...- decía salamera la mujer. - Claro... tú sabes lo que me gusta...querida...- decía con lujuria Benjamin. - Y tu esposa?... acaso ya no te atiende?...-.dijo con malicia Julia. Benjamin la miró con enojo. - Cuando estemos juntos...no quiero que menciones a mi esposa... o si no buscaré a otra , estamos?...- dijo en
Vladimir lo miró con una mirada siniestra, bajo su sombrero de copa para despedirse. - Lo estaré esperando.... señor Miroslav...- dijo mientras desaparecía en la oscuridad. Benjamin quedó confundido por lo que él extraño le insinuó. Llego a su mansión y sus padres lo estaban esperando molestos y preocupados. - Donde estabas?... es hora de llegar de un esposo con una hija pequeña? ... acaso no sabes que estamos en peligro?...- le reclamo su padre. Benjamin se dejó caer en el diván y observó a sus padres con indiferencia. - Porque tanta preocupación? .... estamos en la última ciudad de Francia, no creo que Napoleón venga por estos lados...- dijo burlándose. Su padre se acercó y lo señaló con furia. - Si a tu familia le ocurre alguna desgracia... pesará en tu sucia conciencia... ya recibimos la información que los soldados de Napoleón estarán por llegar, y todos lo que son realista y no renuncian a sus convicciones... será asesinado...- dijo seriamente el hombre. Benjamin s