Vladimir lo miró con una mirada siniestra, bajo su sombrero de copa para despedirse.
- Lo estaré esperando.... señor Miroslav...- dijo mientras desaparecía en la oscuridad.
Benjamin quedó confundido por lo que él extraño le insinuó.
Llego a su mansión y sus padres lo estaban esperando molestos y preocupados.
- Donde estabas?... es hora de llegar de un esposo con una hija pequeña? ... acaso no sabes que estamos en peligro?...- le reclamo su padre.
Benjamin se dejó caer en el diván y observó a sus padres con indiferencia.
- Porque tanta preocupación? .... estamos en la última ciudad de Francia, no creo que Napoleón venga por estos lados...- dijo burlándose.
Su padre se acercó y lo señaló con furia.
- Si a tu familia le ocurre alguna desgracia... pesará en tu sucia conciencia... ya recibimos la información que los soldados de Napoleón estarán por llegar, y todos lo que son realista y no renuncian a sus convicciones... será asesinado...- dijo seriamente el hombre.
Benjamin suspiro de indiferencia.
- Y que pretendes hacer? Renunciaras a tus privilegios que te da la corona?...- preguntó con sarcasmo.
- No es hora de bromear... sacaré a tus madre y a tu mujer de Francia... necesito que me ayudes...tus hermanos están arreglando nuestra llegada a Italia...- dijo pensativo el padre.
Benjamin se levantó con furia.
- Lo que tú hagas con mamá es asunto tuyo... pero mi esposa e hija se quedan conmigo... no huire como un cobarde... además no creo que los soldados quedan meterse con los Miroslav...- dijo enojado Benjamin.
- No seas iluso hijo!!!... mis informantes me han dicho que podemos ser traicionados ... piénsalo hijo... corren peligro tu esposa e hija...- dijo suplicante su padre.
Benjamin solo lo miró y subió a ver a su hija y a Johana.
Las vio a las dos dormidas como un ángel, se acercó a ellas y les dio un beso en la frente.
Ante el contacto Johana despertó, ella se enderezó y lo miró sorprendida.
Benjamin le extendió su mano para llevarla a la otra habitación, Johana se sintió nerviosa, ya que sus encuentros amorosos ya no eran tan delicados como antes, Benjamin la trataba como si fuera Julia.
- Vamos... necesito a mi esposa...- dijo con firmeza.
La pobre muchacha siguió a su esposo nerviosa, al llegar a la habitación, Benjamin se abalanzó dónde ella y la lanzó en la cama, la mujer trató de resistir la rudeza de su marido.
- Por favor... así no!!...me lastimas...- suplicó Johana.
Pero el hombre estaba lleno de lujuria, al no estar esa noche con su amante lo puso más intenso.
No escuchó a su esposa y la trató como si fuera un mueble, Johana lloraba de decepción y tristeza.
- Porque lloras?... somos marido y mujer!!... es tu deber hacer lo que te pida... no seas exagerada!!...-.se burló Benjamin de ella.
Benjamin se levantó de la cama y se fue a su cuarto.
Johana quedó humillada ante el encuentro, comenzó a llorar amargamente.
- No... no puedo seguir así... esto no es vida...- pensó Johana.
Unos días después el ambiente estaba enardecido por lo acontecido por los reyes de Francia, todos los realista se fugaron del país. Los Miroslav estaban a punto de huir cuando se supo que fueron traicionado por alguien, se culpo a la Familia Real de la tradición, pero fue otra persona quien delató a la familia.
Benjamin Miroslav se encontraba en el burdel cuando Alfred llegó a buscarlo con desesperación.
- Señor!!!... debe venir urgente!!... los soldados han allanado la mansión!!...- dijo asustado Alfred.
Benjamin se levantó de su silla y dejó caer a Julia que estaba en sus brazos.
- Vamos !!!... pero que locura es esta!! Mis padres viajaban esta noche!!... dijo preocupado Benjamin.
Corrió con todas sus fuerzas y al llegar a la mansión una sensación de pavor lo invadió.
Al entrar al lugar vio los cuerpos muertos de sus padres, su cara se puso blanca como un papel.
- Johana!!? ... mi hija!!?...donde están?...gritó con desesperación.
Comenzó a buscarlas con desesperación cuando las encontró tiradas en el suelo , Johana estaba encima de su hija como tratando de proteger a su pequeña.
Un grito desgarrador se escuchó por toda la mansión.
- Señor... debemos irnos...los soldados volverán...escuché que lo están buscando...- dijo Alfred preocupado.
- No!! No importa!! Que vengan y me maten !! Ya no importa nada...- dijo abrazando a su esposa e hija.
Unos pasos se escucharon atrás de ellos, Benjamin se dió vuelta y vio la suleta de un hombre alto.
- Vladimir!?... que hace aquí?...- preguntó Benjamin confundido.
- Escuche lo que le pasó a su familia... es lamentable... pero debemos irnos antes que vuelvan los soldados...- dijo tranquilamente Vladimir.
- No!!! Toda mi familia ha sido muerta... no tengo nada que perder... no me importa morir también!!...- gritó Benjamin con desesperación.
Vladimir se acercó a él y le susurro al oído.
- No quieres saber quién traicionó a tu familia?... no quieres venganza?... yo te la puedo dar...- dijo misterioso el hombre.
Benjamin abrió los ojos de sorpresa.
- Quien?... quien fue ?!!...- preguntó con desesperación.
- Que haras con la información que te daré? O mejor dicho , que me darás a cambió?...- preguntó con tono siniestro.
Benjamin se levantó y lo miró fijamente.
- Te daré mi vida...- dijo sin dudar.
El hombre le sonrió y le indicó que lo siguiera.
- Vamos!! Los soldados pronto vendrán por tí...
Benjamin lo siguió y vio a Alfred paralizado, se volvió a Vladimir.
- El puede venir?...- preguntó tímidamente.
Vladimir asintió con la cabeza y tocó a Alfred que estaba hipnotizado, los dos hombres siguieron a al hombre misterioso.
Después que se fueron llegaron los hermanos de Johana junto a Catherine, Silvia y Carlota.
- Donde están?...- preguntó uno de los hermanos.
- Arriba!!...- debe estar dormida junto a la niña, llegamos antes que los soldados llegarán por ella, le dimos la droga a las dos para disimular su muerte...- dijo Catherine.
- Si Benjamin sabe que la ayudamos a fingir su muerte... créeme vendrá por nosotras...- dijo asustada Carlota.
- Por eso debemos hacer un juramento, de no revelar lo que ha acontecido está noche...- dijo Catherine seriamente.
Los hermanos llevaron a Johana y su hija para esconderlas de las garras de su marido.
Johana abrió los ojos y miró a su amiga.
- Gracias por ayudarme amiga... ahora comenzare una nueva vida junto a mis hijos... y espero que nunca Benjamin Miroslav nos encuentre...
- Quien aviso a los soldados?...- preguntó Silvia.
- Fui yo...- dijo Johana...
Johana fue llevada a un escondite mientras todo se calmará y volviera a la normalidad. - Que lastima que tus suegros resultarán muertos...- dijo con tristeza Catherine. Johana suspiro profundamente y miró a su amiga. - Fue un efecto colateral, se suponía que no estarían en casa... se sabe algo de Benjamin?...- preguntó con interés Johana. - Lo vieron alejarse con Alfred y un hombre extraño, se veía consternado...- dijo Silvia nerviosa. - Un hombre extraño?... mmm pensé que volvería con su amante...- dijo pensativa Johana. - A pesar de su comportamiento lascivo, él tiene sentimientos por tí...- dijo cariñosamente Catherine. - Un amor violento... eso lo que siente por mí... pronto se olvidará de nosotras...- dijo lamentándose Johana. Vladimir llevó a los dos hombres a una casona abandonada, el lugar tenía aspecto tétrico. Al entrar era como si el tiempo se hubiera detenido,los muebles viejos con ventanas sucias, hacia que el lugar se viera más lúgubre. - Que lugar es est
Alfred quedo pensativo toda la noche, había descubierto que Emilio Jackson era hijo de Benoit Miroslav, su mente trataba de recordar algún detalle que hiciera descubrir lo que realmente pasó esa noche. - Entonces.. la señora Johana no murió esa vez?...- se preguntó alarmado. - Si eso fuera así... hemos sido engañados todos estos años... pero porque ella simuló su muerte?...- seguía intrigado Alfred. A la mañana siguiente Emilio se preparaba para volver a la mansión Miroslav y comenzar su trabajo. Alfred que estaba afuera de la cabaña esperando a Emilio. - Alfred!.. que hace aquí afuera... está fría la mañana..- dijo preocupado Emilio. Alfred lo miró como si fuera la primera vez que lo viera, ahora que sabía que era el hijo de Benoit, tenía un conflicto interno de si contar o no a su jefe lo que estaba pasando. - Eres un joven muy amable y considerado... pero creo que es mejor que vuelva a la mansión, tratare de conversar con el señor Miroslav... y si no me quiere recibir.
Elizabeth se encontraba mirando por la ventana de su mansión, su mirada era fría e indiferente, su corazón estaba lleno de rencor, resentimiento y amargura. Ya todo le daba lo mismo, solo tenía un objetivo en este momento y era vengarse de Benoit Miroslav... - Todos mis sueños han sido aplastados por este infame... mis sueños sean trasformado en pesadillas... y seré yo quien te haga vivir una pesadilla Benjamin o Benoit...- murmuró entre dientes. Silvia su madre entró a su habitación con preocupación. - Hija... estoy muy preocupada por tí, estas tomando un camino sin retorno... porqué no te vas con tu hermana y prima a Italia?... no tienes que sacraficarte...- dijo angustiada Silvia. Elizabeth suspiro de resignación, miró a su madre fijamente. - No importa donde me esconda... él me encontrará... es hora de darle de su propia medicina a ese hombre...- dijo decidida Elizabeth. - .Hija!!... soy tu madre y tengo todo el derecho de impedir esta locura, no permitiré que arruines
Las personas del lugar quedaron con la boca abierta, muchos de ellos aplaudieron y los demás quedaron atónitos. - Esto es realmente increíble!! ... Un Real junto con Miroslav, es algo de fin de mundo!!...- exclamaban los asistentes. - No hay que ser tan severos...el amor puede arreglar todo...- decían otros. Benoit Miroslav miró con satisfacción a Elizabeth, sus planes de conquistarla había dado resultado, su ego se llenó de orgullo, mientras que Elizabeth también estaba satisfecha por poder engañar al vampiro. - Tan listo no eres... Benoit Miroslav...- pensó irónicamente Elizabeth. Benoit le beso su mano y coloco el anillo en su dedo, el color del topacio hacia resaltar su delicada mano. - Miré!!... el anillo le ha quedado a la perfección... es como si fuera hecho exclusivamente para usted... este anillo es una reliquia de mi familia...- dijo admirado Benoit. Elizabeth le sonrió y miró su mano, realmente el anillo era muy hermoso. - Es realmente precioso y delicado...-
Vladimir le sonrió con ironía a Benoit, se levantó la silla y caminó donde él, Vladimir también cambió sus ojos a unos feroces, tomó por la solapa a Benoit, provocando que Benoit le mostrará los colmillos, eran como dos fieras apunto de atacar. - Benoit... me debes algo... y vengo a cobrar esa deuda...- dijo furioso Vladimir. - No te debo nada!!... hicimos todo lo que nos pediste... dime que te debo ?...- preguntó con furia Benoit. Vladimir lo soltó y se comenzó a reír a carcajada. - Jajaja!!... es verdad... hicieron todo los que les pedí...hasta más.. pero me dejaron abandonado en Napoles... y ese cazador de vampiro casi me atrapa... tuve que esconderme todo este tiempo antes de venir a Francia...- dijo enojado el vampiro. - No te dejamos solo... te habíamos advertido que ese hombre andaba tras nuestros pasos y que nosotros nos iríamos... te ofrecimos venir con nosotros, pero tú... fuiste tras de ella...- dijo misterioso Benoit. Vladimir lo miró con curiosidad y volvió ac
Elizabeth salió de la hacienda de Paul Philips, estoica, sin mirar atrás; pero al subir a su carruaje sus ojos se llenaron de lágrimas, comenzó a llorar amargamente, lamentando su destino. - Tengo que seguir... no puedo darme por vencida sin haber jugado la partida de este ajedrez...- dijo mientras se secaba sus lágrimas. Elizabeth llegó a sus viñedos , no quería llegar a su casa y que su madre la hostigará con sus reclamos. Comenzó a revisar sus vinos , un empleado la interrumpió. - Señorita Real... un hombre la está buscando...- dijo un poco nervioso el hombre. Elizabeth lo miró con curiosidad. - Un hombre?... quién es?..- preguntó con interés. El empleado se encogió de hombros. - No lo sé señorita...- dijo mientras le mostraba al hombre. Elizabeth abrió los ojos de asombro, el hombre tenía la misma mirada cínica que Benoit Miroslav. Ella se acercó lentamente al desconocido. - Buenas tardes...señorita Real... mi nombre es Vladimir Stax... y soy amigo de Benoit M
Después de dos horas de tormenta, comenzó aplacarse el mar y la calma volvió al barco, apesar que estaba todo mojado por las olas , todos los pasajeros estaban a salvos; incluso los que cayeron al mar pudieron ser rescatados. - Uf!! Que aventura!!... creo que no volveré a subirme a un barco por un largo tiempo...- dijo irónicamente Caroline. - Gracias a Dios todo se ha calmado...- suspiro Amelia. - Iré a ver si necesitan ayuda y veré si puedo traer la cena... por mientras comiencen a sacar el agua por favor...- dijo cansado Dan. Las chicas bajaron del camarote y comenzaron a sacar el agua de la recamara. Mientras tanto en San Juan de la Luz, Elizabeth tenía todo preparado para la cena de compromiso, también invito al doctor Poe y Santos, sabía que Benoit llegaría con Vladimir y quería que él lo observará con sus propios ojos. En la mansión Miroslav; Benoit estaba furioso con Vladimir por haber ido a ver a Elizabeth sin su autorización. - Porque te estas inmiscuyendo en mis
Elizabeth miró con curiosidad a Benoit y le sonrió con delicadeza. - Solo espero que no tengamos problemas de ningún tipo... por ahora no estoy interesada en ese ámbito... señor Miroslav...- dijo fríamente Elizabeth. Benoit Miroslav solo la observó, Elizabeth se inclinó y se dirigió a conversar con los invitados. Vladimir se acercó a Benoit. - Uf!! ... que muchacha más interesante... es la primera que veo que no te presta atención... es una rosa salvaje...- dijo con admiración Vladimir. - Bueno... si he aceptado la rosa ... tendré que soportar sus espinas...- dijo tranquilo Benoit. Elizabeth se acercó al doctor Poe y Santos. - Señorita Real... se encuentra bien? ... todavía estamos a tiempo de detener toda esta farsa...- dijo preocupado el doctor Poe. Elizabeth suspiro con resignación. - Ya estamos metidos hasta el fondo en este asunto, no me detendré ahora que estamos a punto de acabar con él... pero lo que preocupa es su amigo , es tan siniestro como él...- dijo con