Alfred quedo pensativo toda la noche, había descubierto que Emilio Jackson era hijo de Benoit Miroslav, su mente trataba de recordar algún detalle que hiciera descubrir lo que realmente pasó esa noche.
- Entonces.. la señora Johana no murió esa vez?...- se preguntó alarmado.
- Si eso fuera así... hemos sido engañados todos estos años... pero porque ella simuló su muerte?...- seguía intrigado Alfred.
A la mañana siguiente Emilio se preparaba para volver a la mansión Miroslav y comenzar su trabajo.
Alfred que estaba afuera de la cabaña esperando a Emilio.
- Alfred!.. que hace aquí afuera... está fría la mañana..- dijo preocupado Emilio.
Alfred lo miró como si fuera la primera vez que lo viera, ahora que sabía que era el hijo de Benoit, tenía un conflicto interno de si contar o no a su jefe lo que estaba pasando.
- Eres un joven muy amable y considerado... pero creo que es mejor que vuelva a la mansión, tratare de conversar con el señor Miroslav... y si no me quiere recibir... me marcharé para siempre...- dijo tranquilo Alfred.
- Estas seguro?... no tenemos problema que se quede aquí...- preguntó preocupado Emilio.
- Si...además no quiero incomodar a tu abuela... así que vamos...- pidió Alfred amablemente.
Emilio solo lo miró y busco su caballo para volver a la mansión.
Benoit estuvo dando vueltas toda la noche,su temperamento le jugó una mala pasada, estaba arrepentido por como se comportó con la única persona que ha estado tantos años con él..
Bajo las escaleras y vio a sus empleados limpiando su hogar, se quedó mirando a cada uno de ellos, era cómo si una fiera estuviera eligiendo a su presa.
Los empleados miraron a Benoit y un escalofríos recorrió sus columnas vertebral .
El vampiro bajo lentamente las escaleras, su presa ya había sido escogida.
Una muchacha que estaba agachada limpiando los pisos le llamó la atención, se acercó a ella lentamente hasta que llegó a su lado.
La chica alzó la mirada y se encontró con la mirada fría pero intensa de Benoit. Se piso de pie con vergüenza.
- Señor... lo siento...nos hemos atrasado con nuestros deberes, el señor Alfred siempre nos decía que hacer en las mañanas, pero hoy no lo hemos encontrado...- dijo tímidamente la mujer.
Benoit le sonrió con cinismo.
- Como te llamas muchacha?...- le susurro al oído que produjo un estremecimiento en ella.
- Judith... señor ... Judith Love...- dijo temerosa la chica.
- Love?... cómo amor en inglés... que interesante.. - decía sin quitarle la vista encima.
En eso entra Emilio interrumpiendo su casería. El joven se acercó a él con paso firme, Benoit lo miró con atención su caminar, había algo familiar en su andar.
- Señor... necesito hablar con usted...- dijo Emilio con cautela.
Benoit volvió a mirar a Judith y le sonrió.
- Después hablaré más contigo... Judith Love...- dijo suavemente Benoit.
La muchacha sintió una electricidad recorrer su cuerpo y asintió con la cabeza.
- Vamos a mi despacho... Emilio...- dijo con seriedad Benoit.
Al llegar él se sentó en su sillón mirando fijamente al muchacho.
- Bien... que quieres decirme?... hay algún problema en los viñedos?...- preguntó con interés Benoit.
- No señor... es otro asunto... es Alfred...-dijo mientras miraba fijamente a Benoit.
El hombre también lo observó detenidamente y después de suspirar dijo :
- Que hay con él?... Alfred se fue... me abandono sin importarle los años que hemos pasado juntos...- dijo con resentimiento Benoit.
- No creo que sea así... señor... Alfred está afuera.. en el jardín y pide hablar con usted...- dijo con calma Emilio.
Benoit se levantó de su sillón y abrió sus ojos negros.
- Dónde?... afuera?..- preguntó con interés Benoit.
- Si ... señor... lo espera afuera..- antes que terminará de hablar Emilio, este ya estaba afuera.
Alfred observó a su amó, tantos años juntos en este camino de la oscuridad no podían acabar así como así.
- Alfred... estás aquí...- dijo incrédulo Benoit.
- Si ... señor... lo he pensado mucho... y no lo puedo dejar solo en esta historia... apesar que no estoy de acuerdo con sus métodos... usted ha sido mi amigo...señor...- dijo sinceramente Alfred.
Benoit se acercó a su mayordomo y sin previo aviso lo abrazo como un hermano.
- No sabes lo importante que es para mi que estés aquí... sobretodo que hayas vuelto a casa... porqué esta es tu casa...- dijo con emoción Benoit.
- Le agradezco sus palabras señor...- dijo humilde Alfred.
- Bueno amigo... vuelve a tu trabajo, esta mansión sin ti , no marcha para nada, ahí adentro está un caos...- dijo sonriente Benoit.
Alfred le sonrió y inclinó su cabeza en forma de reverencia.
-.Ah!!... señor mientras lo esperaba, un mensajero de la familia Real , trajo este mensaje... es de la señorita Elizabeth...- dijo mientras le entregaba la carta.
Benoit miró con curiosidad la carta, la tomó en sus manos y la abrió, al leerla sus ojos se llenaron de esperanza.
- Bien, bien... este día promete... Alfred... ordena que me preparen el baño, también que alisten el carruje, Elizabeth me espera para almorzar... ya tiene una respuesta a mi petición de matrimonio...
Elizabeth se encontraba mirando por la ventana de su mansión, su mirada era fría e indiferente, su corazón estaba lleno de rencor, resentimiento y amargura. Ya todo le daba lo mismo, solo tenía un objetivo en este momento y era vengarse de Benoit Miroslav... - Todos mis sueños han sido aplastados por este infame... mis sueños sean trasformado en pesadillas... y seré yo quien te haga vivir una pesadilla Benjamin o Benoit...- murmuró entre dientes. Silvia su madre entró a su habitación con preocupación. - Hija... estoy muy preocupada por tí, estas tomando un camino sin retorno... porqué no te vas con tu hermana y prima a Italia?... no tienes que sacraficarte...- dijo angustiada Silvia. Elizabeth suspiro de resignación, miró a su madre fijamente. - No importa donde me esconda... él me encontrará... es hora de darle de su propia medicina a ese hombre...- dijo decidida Elizabeth. - .Hija!!... soy tu madre y tengo todo el derecho de impedir esta locura, no permitiré que arruines
Las personas del lugar quedaron con la boca abierta, muchos de ellos aplaudieron y los demás quedaron atónitos. - Esto es realmente increíble!! ... Un Real junto con Miroslav, es algo de fin de mundo!!...- exclamaban los asistentes. - No hay que ser tan severos...el amor puede arreglar todo...- decían otros. Benoit Miroslav miró con satisfacción a Elizabeth, sus planes de conquistarla había dado resultado, su ego se llenó de orgullo, mientras que Elizabeth también estaba satisfecha por poder engañar al vampiro. - Tan listo no eres... Benoit Miroslav...- pensó irónicamente Elizabeth. Benoit le beso su mano y coloco el anillo en su dedo, el color del topacio hacia resaltar su delicada mano. - Miré!!... el anillo le ha quedado a la perfección... es como si fuera hecho exclusivamente para usted... este anillo es una reliquia de mi familia...- dijo admirado Benoit. Elizabeth le sonrió y miró su mano, realmente el anillo era muy hermoso. - Es realmente precioso y delicado...-
Vladimir le sonrió con ironía a Benoit, se levantó la silla y caminó donde él, Vladimir también cambió sus ojos a unos feroces, tomó por la solapa a Benoit, provocando que Benoit le mostrará los colmillos, eran como dos fieras apunto de atacar. - Benoit... me debes algo... y vengo a cobrar esa deuda...- dijo furioso Vladimir. - No te debo nada!!... hicimos todo lo que nos pediste... dime que te debo ?...- preguntó con furia Benoit. Vladimir lo soltó y se comenzó a reír a carcajada. - Jajaja!!... es verdad... hicieron todo los que les pedí...hasta más.. pero me dejaron abandonado en Napoles... y ese cazador de vampiro casi me atrapa... tuve que esconderme todo este tiempo antes de venir a Francia...- dijo enojado el vampiro. - No te dejamos solo... te habíamos advertido que ese hombre andaba tras nuestros pasos y que nosotros nos iríamos... te ofrecimos venir con nosotros, pero tú... fuiste tras de ella...- dijo misterioso Benoit. Vladimir lo miró con curiosidad y volvió ac
Elizabeth salió de la hacienda de Paul Philips, estoica, sin mirar atrás; pero al subir a su carruaje sus ojos se llenaron de lágrimas, comenzó a llorar amargamente, lamentando su destino. - Tengo que seguir... no puedo darme por vencida sin haber jugado la partida de este ajedrez...- dijo mientras se secaba sus lágrimas. Elizabeth llegó a sus viñedos , no quería llegar a su casa y que su madre la hostigará con sus reclamos. Comenzó a revisar sus vinos , un empleado la interrumpió. - Señorita Real... un hombre la está buscando...- dijo un poco nervioso el hombre. Elizabeth lo miró con curiosidad. - Un hombre?... quién es?..- preguntó con interés. El empleado se encogió de hombros. - No lo sé señorita...- dijo mientras le mostraba al hombre. Elizabeth abrió los ojos de asombro, el hombre tenía la misma mirada cínica que Benoit Miroslav. Ella se acercó lentamente al desconocido. - Buenas tardes...señorita Real... mi nombre es Vladimir Stax... y soy amigo de Benoit M
Después de dos horas de tormenta, comenzó aplacarse el mar y la calma volvió al barco, apesar que estaba todo mojado por las olas , todos los pasajeros estaban a salvos; incluso los que cayeron al mar pudieron ser rescatados. - Uf!! Que aventura!!... creo que no volveré a subirme a un barco por un largo tiempo...- dijo irónicamente Caroline. - Gracias a Dios todo se ha calmado...- suspiro Amelia. - Iré a ver si necesitan ayuda y veré si puedo traer la cena... por mientras comiencen a sacar el agua por favor...- dijo cansado Dan. Las chicas bajaron del camarote y comenzaron a sacar el agua de la recamara. Mientras tanto en San Juan de la Luz, Elizabeth tenía todo preparado para la cena de compromiso, también invito al doctor Poe y Santos, sabía que Benoit llegaría con Vladimir y quería que él lo observará con sus propios ojos. En la mansión Miroslav; Benoit estaba furioso con Vladimir por haber ido a ver a Elizabeth sin su autorización. - Porque te estas inmiscuyendo en mis
Elizabeth miró con curiosidad a Benoit y le sonrió con delicadeza. - Solo espero que no tengamos problemas de ningún tipo... por ahora no estoy interesada en ese ámbito... señor Miroslav...- dijo fríamente Elizabeth. Benoit Miroslav solo la observó, Elizabeth se inclinó y se dirigió a conversar con los invitados. Vladimir se acercó a Benoit. - Uf!! ... que muchacha más interesante... es la primera que veo que no te presta atención... es una rosa salvaje...- dijo con admiración Vladimir. - Bueno... si he aceptado la rosa ... tendré que soportar sus espinas...- dijo tranquilo Benoit. Elizabeth se acercó al doctor Poe y Santos. - Señorita Real... se encuentra bien? ... todavía estamos a tiempo de detener toda esta farsa...- dijo preocupado el doctor Poe. Elizabeth suspiro con resignación. - Ya estamos metidos hasta el fondo en este asunto, no me detendré ahora que estamos a punto de acabar con él... pero lo que preocupa es su amigo , es tan siniestro como él...- dijo con
Vladimir Stax abrió los ojos de sorpresa, si había a alguien que los vampiros temían era un cazavampiros . - Tienes que tener cuidado... no entiendo esa sed que tienes? ... no sabes controlar tus impulsos Vladimir...- le reclamo Benoit. Vladimir lo miró furioso. - Recuerda Benoit Miroslav.... que yo soy tu mentor!!! Y no te permito que me hables así!!!... me debes lealtad!!!...- le gritó Vladimir. Benoit lo miró con tranquilidad mientras bebía un sorbo de vino. - Recuerda que el alumno puede superar al maestro...- dijo sarcástico Benoit. - Que quieres decir con eso?... que quieres mi lugar?... Recuerda que entre nosotros hay jerarquía...- lo amenazó Vladimir. Benoit Miroslav sonrió con ironía. - No te preocupes... no me interesa ser líder de ninguna manada...así que tranquilo...pero recuerda que debes tener más precaución porque ya estás llamando la atención...- le advirtió Benoit. Vladimir Stax lo miró con desprecio y se marchó a su habitación, Alfred acababa de llegar
Emilio se dirigió a la plaza , se encontraban todos los esclavos y empleados de las casas de familia, se sorprendió al ver a Elizabeth liderando la protesta . Se acercó a ella con precaución. - Señorita Real?!... que hace aquí?...- preguntó con angustia Emilio. Ella lo miró sorprendida. - Que haces aquí Emilio?... tu señor sabe que estás aquí?...- preguntó con preocupación Elizabeth. Emilio asintió con la cabeza. - Si... él me dió permiso de marcharme... pero usted que hace con estás personas? Pensé que solo los reunió para reclamar a las autoridades?...- preguntó con curiosidad Emilio. - No puedo dejar solos a estás personas... a pesar que no tienen los mismos derechos que los aristócratas de la ciudad , son seres humanos... y lo que han hecho con ellos es una barbarie...- dijo con tristeza Elizabeth. La muchedumbre comenzó a ponerse violenta, los gritos de las personas eran ensordecedor, el doctor Poe y Santos estaban tratando de tranquilizar al populacho. - La idea de la s