Elizabeth se encontraba mirando por la ventana de su mansión, su mirada era fría e indiferente, su corazón estaba lleno de rencor, resentimiento y amargura. Ya todo le daba lo mismo, solo tenía un objetivo en este momento y era vengarse de Benoit Miroslav...
- Todos mis sueños han sido aplastados por este infame... mis sueños sean trasformado en pesadillas... y seré yo quien te haga vivir una pesadilla Benjamin o Benoit...- murmuró entre dientes.
Silvia su madre entró a su habitación con preocupación.
- Hija... estoy muy preocupada por tí, estas tomando un camino sin retorno... porqué no te vas con tu hermana y prima a Italia?... no tienes que sacraficarte...- dijo angustiada Silvia.
Elizabeth suspiro de resignación, miró a su madre fijamente.
- No importa donde me esconda... él me encontrará... es hora de darle de su propia medicina a ese hombre...- dijo decidida Elizabeth.
- .Hija!!... soy tu madre y tengo todo el derecho de impedir esta locura, no permitiré que arruines tu vida con un hombre tan vil y siniestro!!..- le reclamo su madre.
Elizabeth le sonrió con ironía.
- No lo hagas !! Porque aunque tú o el mundo se oponga ... yo me casaré con Benoit Miroslav, es hora de detener este rio de sangre...- dijo con indiferencia Elizabeth.
Silvia abrió los ojos de espanto.
- Que?... de que estas hablando?... cómo que rio de sangre?... que me estas ocultando?...- preguntó con asombro Silvia.
- Es mejor no saber mamá... por su seguridad es mejor ignorar algunos asuntos... pero no te preocupes... él...no me hará daño...- dijo tranquila Elizabeth.
Silvia solo la miró con tristeza y preocupación.
- Has cambiado mucho... ya no veo a mi tierna Elizabeth... ahora tu mirada es fría... cuídate hija...la venganza nunca ha sido el camino...- dijo Silvia dándole un beso en la frente antes de dejar pensativa a la muchacha.
Elizabeth fue a buscar un vestido para encontrarse con Benoit, era hora de poner el plan de la venganza.
Mientras tanto Benoit se vistió de forma elegante, su figura varonil lo hacía ver extremadamente seductor, fue a un mueble y sacó una cajita de terciopelo, era un anillo de topacio , lo tenía guardado para esta ocasión.
Salió de la habitación y bajo las escaleras con paso firme, las empleadas del lugar lo miraban a escondidas, un suspiro de ellas se escuchó, Benoit solo sonrió con seducción.
Judith lo miró atraves de la puerta, Benoit se dio vuelta y la miró fijamente antes de salir de su mansión.
Benoit llegó al restaurante más elegante de la ciudad, todas las miradas se fijaron en él, el mesero lo llevó a una mesa ya preparada para la ocasión.
- Señor Miroslav... la señorita Real aviso que llegara en unos minutos... quiere algo de beber ... señor?...- preguntó temeroso el mesero.
- No... esperare a la señorita Real...- dijo tranquilo Benoit.
El vampiro comenzó a observar a su alrededor, las personas del lugar no podían dejar de mirarlo, era cómo si una atracción invisible en volviera a Benoit.
Después de unos minutos, los asistentes del restaurante fijaron su mirada a la puerta del restaurante, los ojos de aquellos se abrieron como plato al ver llegar a Elizabeth.
- Es la señorita Elizabeth Real?... está muy cambiada?...- murmuraban entre ellos.
Elizabeth llegó con un vestido rojo como la sangre, su cabellera recogida hacia que su hermoso cuello delicado se viera y resaltará un collar de diamantes, esta vez su maquillaje era ligero y suave, resaltando sus hermosos ojos azules y sus labios rosados.
Entro de forma segura y elegante, los varones del lugar se fijaron en su figura que el vestido rojo hacia resaltar.
Benoit al verla corrió donde ella para ofrecerle su brazo, estaba admirado por la belleza de Elizabeth.
- Señorita Elizabeth... está usted muy hermosa esta tarde...- dijo mientras le besaba su mano y ofrecía su brazo.
Elizabeth le sonrió fríamente y inclinó su cabeza en forma de saludo.
- Muchas gracias... señor Miroslav... usted también se ve muy elegante...- dijo mirándolo fijamente.
Hubo un silencio extremo en el restaurante, todos estaban pendiente de la pareja, después que Benoit llevó a Elizabeth a su mesa, la gente comenzó a murmurar .
- Es increíble... cómo Elizabeth se deja cortejar por un Miroslav... parece que la ruptura con Paul la dejó devastada...- criticaba una mujer.
- Pienso que hacen una excelente pareja...- dijo otra mujer.
Benoit escuchaba los comentarios a favor y encontra , miraba a Elizabeth que las críticas no le afectaban.
- No le incomoda los murmullos de la gente?... más que mal su familia y la mía han sido enemigos por varios años...- dijo Benoit pendiente de la reacción de ella.
Elizabeth negó con la cabeza.
- La gente siempre va opinar... por si o por no, pero como dijo Cervantes " Sancho... dejad que los perros ladren... eso significa que vamos avanzando " - dijo con tono español, que produjo una sonrisa de oreja a oreja de Benoit.
- Jaja... realmente es usted muy divertida... Elizabeth... me ha hecho mucha gracia lo que me acaba de decir...- dijo divertido Benoit.
- Me alegró que le cause gracia... si hay algo más aburrido es una persona amargada...- dijo irónicamente Elizabeth.
- Comparto perfectamente su punto de vista... - dijo Benoit mientras el mesero se acercó.
- Señorita... Señor... les sirvo alguna bebida?...- preguntó con solemnidad.
Benoit miró a Elizabeth.
- Que decea beber ... Elizabeth.?... - preguntó con suavidad Benoit.
- Mmm ... puede ser un vino dulce ... por favor...- dijo Elizabeth revisando los vinos del local.
- Perfecto... les traere ahora mismo...- dijo el mesero.
- Benoit miraba intensamente a Elizabeth mientras conversaban de cosas triviales.
Después del almuerzo, Benoit se puso serio.
- El almuerzo ha estado exquisito... me gusta mucho la carne a punto... tan cocino pierde su sabor... no cree?... preguntó Benoit ansioso.
- Yo prefiero la carne bien cocinada ... pero bueno en gustos no hay nada escrito... no?..- dijo con tono seductor.
Benoit le sonrió.
- Y... señorita Real... a pensado en mi propuesta?...- preguntó con curiosidad Benoit.
Elizabeth se limpió su boca y dejó su servilleta en la mesa mientras miraba fijamente a Benoit.
- Pues sí... lo he estado pensando muy bien su propuesta...- dijo misteriosa Elizabeth.
Benoit sacó la cajita de terciopelo y la abrió mostrando el anillo de topacio.
Elizabeth miró el anillo y después lo miró a él.
- Elizabeth Real...me harías el honor de aceptar mi propuesta de matrimonio y convertirse en mi esposa?...- preguntó de rodillas provocando un tumulto en los presentes.
Elizabeth se levantó de su silla y miró fijamente a Benoit.
- Sí... acepto su propuesta... estoy dispuesta en ser su esposa....
Las personas del lugar quedaron con la boca abierta, muchos de ellos aplaudieron y los demás quedaron atónitos. - Esto es realmente increíble!! ... Un Real junto con Miroslav, es algo de fin de mundo!!...- exclamaban los asistentes. - No hay que ser tan severos...el amor puede arreglar todo...- decían otros. Benoit Miroslav miró con satisfacción a Elizabeth, sus planes de conquistarla había dado resultado, su ego se llenó de orgullo, mientras que Elizabeth también estaba satisfecha por poder engañar al vampiro. - Tan listo no eres... Benoit Miroslav...- pensó irónicamente Elizabeth. Benoit le beso su mano y coloco el anillo en su dedo, el color del topacio hacia resaltar su delicada mano. - Miré!!... el anillo le ha quedado a la perfección... es como si fuera hecho exclusivamente para usted... este anillo es una reliquia de mi familia...- dijo admirado Benoit. Elizabeth le sonrió y miró su mano, realmente el anillo era muy hermoso. - Es realmente precioso y delicado...-
Vladimir le sonrió con ironía a Benoit, se levantó la silla y caminó donde él, Vladimir también cambió sus ojos a unos feroces, tomó por la solapa a Benoit, provocando que Benoit le mostrará los colmillos, eran como dos fieras apunto de atacar. - Benoit... me debes algo... y vengo a cobrar esa deuda...- dijo furioso Vladimir. - No te debo nada!!... hicimos todo lo que nos pediste... dime que te debo ?...- preguntó con furia Benoit. Vladimir lo soltó y se comenzó a reír a carcajada. - Jajaja!!... es verdad... hicieron todo los que les pedí...hasta más.. pero me dejaron abandonado en Napoles... y ese cazador de vampiro casi me atrapa... tuve que esconderme todo este tiempo antes de venir a Francia...- dijo enojado el vampiro. - No te dejamos solo... te habíamos advertido que ese hombre andaba tras nuestros pasos y que nosotros nos iríamos... te ofrecimos venir con nosotros, pero tú... fuiste tras de ella...- dijo misterioso Benoit. Vladimir lo miró con curiosidad y volvió ac
Elizabeth salió de la hacienda de Paul Philips, estoica, sin mirar atrás; pero al subir a su carruaje sus ojos se llenaron de lágrimas, comenzó a llorar amargamente, lamentando su destino. - Tengo que seguir... no puedo darme por vencida sin haber jugado la partida de este ajedrez...- dijo mientras se secaba sus lágrimas. Elizabeth llegó a sus viñedos , no quería llegar a su casa y que su madre la hostigará con sus reclamos. Comenzó a revisar sus vinos , un empleado la interrumpió. - Señorita Real... un hombre la está buscando...- dijo un poco nervioso el hombre. Elizabeth lo miró con curiosidad. - Un hombre?... quién es?..- preguntó con interés. El empleado se encogió de hombros. - No lo sé señorita...- dijo mientras le mostraba al hombre. Elizabeth abrió los ojos de asombro, el hombre tenía la misma mirada cínica que Benoit Miroslav. Ella se acercó lentamente al desconocido. - Buenas tardes...señorita Real... mi nombre es Vladimir Stax... y soy amigo de Benoit M
Después de dos horas de tormenta, comenzó aplacarse el mar y la calma volvió al barco, apesar que estaba todo mojado por las olas , todos los pasajeros estaban a salvos; incluso los que cayeron al mar pudieron ser rescatados. - Uf!! Que aventura!!... creo que no volveré a subirme a un barco por un largo tiempo...- dijo irónicamente Caroline. - Gracias a Dios todo se ha calmado...- suspiro Amelia. - Iré a ver si necesitan ayuda y veré si puedo traer la cena... por mientras comiencen a sacar el agua por favor...- dijo cansado Dan. Las chicas bajaron del camarote y comenzaron a sacar el agua de la recamara. Mientras tanto en San Juan de la Luz, Elizabeth tenía todo preparado para la cena de compromiso, también invito al doctor Poe y Santos, sabía que Benoit llegaría con Vladimir y quería que él lo observará con sus propios ojos. En la mansión Miroslav; Benoit estaba furioso con Vladimir por haber ido a ver a Elizabeth sin su autorización. - Porque te estas inmiscuyendo en mis
Elizabeth miró con curiosidad a Benoit y le sonrió con delicadeza. - Solo espero que no tengamos problemas de ningún tipo... por ahora no estoy interesada en ese ámbito... señor Miroslav...- dijo fríamente Elizabeth. Benoit Miroslav solo la observó, Elizabeth se inclinó y se dirigió a conversar con los invitados. Vladimir se acercó a Benoit. - Uf!! ... que muchacha más interesante... es la primera que veo que no te presta atención... es una rosa salvaje...- dijo con admiración Vladimir. - Bueno... si he aceptado la rosa ... tendré que soportar sus espinas...- dijo tranquilo Benoit. Elizabeth se acercó al doctor Poe y Santos. - Señorita Real... se encuentra bien? ... todavía estamos a tiempo de detener toda esta farsa...- dijo preocupado el doctor Poe. Elizabeth suspiro con resignación. - Ya estamos metidos hasta el fondo en este asunto, no me detendré ahora que estamos a punto de acabar con él... pero lo que preocupa es su amigo , es tan siniestro como él...- dijo con
Vladimir Stax abrió los ojos de sorpresa, si había a alguien que los vampiros temían era un cazavampiros . - Tienes que tener cuidado... no entiendo esa sed que tienes? ... no sabes controlar tus impulsos Vladimir...- le reclamo Benoit. Vladimir lo miró furioso. - Recuerda Benoit Miroslav.... que yo soy tu mentor!!! Y no te permito que me hables así!!!... me debes lealtad!!!...- le gritó Vladimir. Benoit lo miró con tranquilidad mientras bebía un sorbo de vino. - Recuerda que el alumno puede superar al maestro...- dijo sarcástico Benoit. - Que quieres decir con eso?... que quieres mi lugar?... Recuerda que entre nosotros hay jerarquía...- lo amenazó Vladimir. Benoit Miroslav sonrió con ironía. - No te preocupes... no me interesa ser líder de ninguna manada...así que tranquilo...pero recuerda que debes tener más precaución porque ya estás llamando la atención...- le advirtió Benoit. Vladimir Stax lo miró con desprecio y se marchó a su habitación, Alfred acababa de llegar
Emilio se dirigió a la plaza , se encontraban todos los esclavos y empleados de las casas de familia, se sorprendió al ver a Elizabeth liderando la protesta . Se acercó a ella con precaución. - Señorita Real?!... que hace aquí?...- preguntó con angustia Emilio. Ella lo miró sorprendida. - Que haces aquí Emilio?... tu señor sabe que estás aquí?...- preguntó con preocupación Elizabeth. Emilio asintió con la cabeza. - Si... él me dió permiso de marcharme... pero usted que hace con estás personas? Pensé que solo los reunió para reclamar a las autoridades?...- preguntó con curiosidad Emilio. - No puedo dejar solos a estás personas... a pesar que no tienen los mismos derechos que los aristócratas de la ciudad , son seres humanos... y lo que han hecho con ellos es una barbarie...- dijo con tristeza Elizabeth. La muchedumbre comenzó a ponerse violenta, los gritos de las personas eran ensordecedor, el doctor Poe y Santos estaban tratando de tranquilizar al populacho. - La idea de la s
Santos se dirigió atrás de la cabaña y vio al hombre desenterrando a un cadáver de varios días, alguien que conocía al hombre, se asombro al verlo. - Charlie?!! ... eres tú?...- preguntó incrédulo el hombre. Charlie lo miró con la mirada perdida, no hizo caso a las personas que estaban a su alrededor. Un oficial se acercó a Santos. - Señor... hemos encontrado algunas pertenencias de las víctimas, no hay duda ... ese hombre es el asesino...- dijo convencido el policía. Santos lo miró con decepción, sabía exactamente lo que estaba pasando, la escena con las pruebas que incriminaba al hombre y sobretodo encontrarlo con las manos en la masa, no era más que un ardil plan de Benoit Miroslav para safarse de las sospechas que estaban recayendo en él y su amigo. - Lleven al hombre a la comisaría... para interrogar su participación en los asesinatos...- dijo frustrado Santos. Los policías tomaron al hombre antes que la multitud lo lincharan con sus propias manos. - Déjenos a nosotros hac