Los días habían transcurrido sin novedad, Caroline y Amelia seguían prisionera pero ahora Alfred al enterarse que Amelia era su hija , la protegía más que nunca contra las garras de Benoit.
Mientras tanto él seguía en su afán de conquistar a Elizabeth, su meta en ese momento era que ella se enamorará de él, pero Elizabeth solo quería ganar tiempo para planear mejor la forma de derrotarlo.
Emilio Jackson todos los días aparecía en la mansión Real para poder ver a Caroline, pero no había tenido éxito, estaba en eso mirando sin cesar la mansión cuando una carroza se detuvo al frente de la mansión.
Vio bajar a una joven hermosa de pelo rubio y ojos azules, Elizabeth también lo observó detenidamente algo en el joven le recordaba a alguien.
Camino hacia él mientras este se puso nervioso al verla, inclinó la cabeza en forma de saludo.
- Buenas tardes... señorita...-dijo nervioso Emilio.
Elizabeth lo miro de arriba abajo con curiosidad.
- Quien es usted?... lo he visto husmeando todos estos días... que busca?...- preguntó con interés Elizabeth.
Emilio abrió los ojos de vergüenza.
- Lo siento... solo quería saber si la señorita Caroline se encontraba bien...- dijo con nerviosismo.
Elizabeth abrió los ojos de asombro.
- Que dijó?... conoce a mi hermana? ...desde cuando?...- preguntó con interés.
Emilio suspiro profundamente y le narró como conoció a Caroline y también cómo la llevó a su casa. Elizabeth lo miraba con asombro y sorpresa.
- Mi hermana... no está... ella no ha llegado!!...- dijo angustiada Elizabeth.
Emilio abrió los ojos de espanto.
- Queee?!!... pero si yo la deje aquí... yo mismo vi cuando ella entró a la mansión!!....cómo que no llegó?...- preguntó con preocupación Emilio.
Elizabeth lo invito a pasar a la mansión para poder hablar con más calma.
Emilio al principio se negó pero después de pensarlo siguió a Elizabeth.
En la sala se encontraba Silvia y la tía Carlota, al ver al joven se extrañaron.
- Mamá... tía Carlota, él es... cual es su nombre?...- preguntó Elizabeth con interés.
Emilio se sobaba las manos con nervioso.
- Soy ... Emilio Jackson... para servirles a las damas...-.dijo nervioso el muchacho.
Silvia miró de reojo a Carlota.
- Es el nuevo empleado?...- preguntó Silvia
- No... el joven aquí...dice que salvo a Caroline y que la trajo hasta aquí, la vio entrar...- dijo confundida Elizabeth.
Silvia y Carlota abrieron los ojos de asombro.
- Queee?... Caroline?... pero ella no está aquí?- preguntó Silvia mirando intensamente al muchacho, se dió cuenta que era el nieto de Ana lo mismo que Carlota que también lo miraba con asombro.
- Bueno... le mencioné que Caroline no llegó...- dijo con frustración Elizabeth.
Silvia se derrumbó en el sillón lamentándose.
- Cuando terminará esta pesadilla... - se lamentaba Silvia.
Emilio las miró con atención, no sabía si era buena idea decir que Benoit Miroslav podía estar atrás de la desaparición de Caroline.
- Señorita... será mejor que me vaya...lamento sinceramente no haberme asegurado que la señorita Caroline entrará a su casa...- dijo sinceramente Emilio.
Elizabeth lo miró con amabilidad.
- Le agradezco Emilio por haber ayudado a mi hermana... por favor si sabe alguna cosa o si ella lo contacta... usted nos avisaría?..- preguntó Elizabeth.
- Claro que si...si se alguna pista del paradero de la señorita Caroline... les avisaré... me despido...- dijo cortesmente Emilio.
Las tres mujeres se quedaron angustiada, Elizabeth se dirigió a su habitación, sabía perfectamente que Benoit Miroslav tenía que ver nuevamente con la desaparición de Caroline.
Silvia miró a su prima, se acercó a ella con cautela.
- El muchacho tiene un parecido grande a su padre...no crees?..- murmuró Silvia.
- Lo que se hereda no se hurta...ahora Benoit Miroslav esta jugando muy bien sus fichas... si Ana no se decide pronto... yo misma voy por él...- dijo decidida Carlota .
Por otro lado la vida de Paul y Cristina, estaba sumergida en una tristeza profunda, Cristina había dejado de comer, desde que llegó a ese lugar, su semblante estaba demacrado, había adelgazado mucho, la empleada estaba preocupada por la salud de ella.
La criada fue hablar muchas veces con Paul del estado físico de Cristina, pero él no le interesaba lo que ocurriera con ella.
Una mañana la empleada entró a la habitación y la vió desmayada en el suelo, corrió donde ella y le tomó el pulso, este latía lentamente, la mujer se asusto y corrió a buscar nuevamente a Paul.
Paul al ver a la empleada correr donde él y verla con cara de angustia y un mal presentimiento lo invadió por completo.
- Que ocurre? Porque vienes llorando y con esa cara de preocupación?...- preguntó angustiado Paul.
- Es su esposa... señor... está desmayada y su pulso es débil... creo que si no la ve un médico... puede morir...- dijo con angustia la mujer.
Paul abrió los ojos de espanto y corrió a la cabaña donde Cristina se encontraba , entró a la habitación y la vió tendida en el suelo, con delicadeza la tomó en brazos y la puso en la cama, la miró fijamente, su belleza había desaparecido por completo, estaba a punto de morir si no hacían algo rápido, un sentimiento de culpa lo invadió.
- Oh!! Pero que he hecho!!... si se muere como podré mirarme de nuevo al espejo...- dijo mientras salió a buscar a un empleado.
- Ve a buscar al doctor Poe!! Ahora!!...- ordenó Paul.
Paul volvió a entrar a la habitación y vio el vestido de novia roto y sucio, fue a buscar una fuente con agua tibia para poder asearla.
- Prepara un caldo de pollo...- le ordenó a la empleada.
Paul comenzó delicadamente a sacarle la ropa que la tenía pegada a su huesuda figura, sus ojos se llenaron de lágrimas por la culpa.
- Pero que miserable soy!! ... Cristina...me escuchas?...- preguntó suavemente.
La muchacha solo se quejaba , sus ojos estaban pesados por la debilidad de su estado.
Paul la limpió con delicadeza y le puso un camisón limpió, la empleada llegó con el caldo.
- Señor... aquí tiene ...- dijo mientras le pasaba el tazón.
Paul recibió el tazón para darle el mismo la sopa.
- Por favor...limpia esta habitación, ese vestido a la basura...y también prepara el otro cuarto... me quedaré con ella desde ahora...
Cristina se encontraba inconsciente, cuando llegó el doctor Poe. - Que ha pasado Paul?... Tu esposa se ve muy mal!!...- le reclamo el doctor Poe. Paul lo miró con vergüenza que bajo la mirada. - No lo sé exactamente, doctor...- dijo con tono de preocupación. - Está muchacha está apunto de morir... Parece que no ha tomado bocado por varios días, parece ser que quiere morir por inanición... La has cuidado como se debe Paul?...- le pregunto con enojo el doctor Poe. - La verdad yo la dejé aquí sola, no he estado con ella desde que nos casamos, pero ella tiene todo lo que necesita aquí...- dijo defendiéndose Paul. El doctor Poe lo miró indignado por el comportamiento de Paul. - Pero porque tratas así a la muchacha? Entiendo perfectamente que te sientes traicionado por ella y debes estar muy enojado... Pero haberla dejado sola en esta cabaña a su suerte!!?. Es una cobardía!!..- le reclamo indignado el doctor Poe. - Se que he cometido un grave error... La muchacha solo ha sido una víc
Alfred observó al joven detenidamente. - El señor no lo puede recibir... vuelva otro día...- dijo molesto Alfred. Emilio no se movió de su lugar. - No me iré hasta hablar con el señor Miroslav...- dijo decidido Emilio. Unos pasos se escucharon atrás de Alfred. - Alfred!!... déjalo pasar... tengo curiosidad de que asunto tiene que hablar este muchacho...- dijo con soberbia. Emilio con paso firme y sin miedo entró a la mansión Miroslav, sus ojos estaban fijo en Benoit Miroslav. Benoit lo miró con atención, los ojos azules del muchacho le llamaban la atención, era cómo si estuviera viendo alguien del pasado, pero su mente no lo recordaba. - Bien... aquí estoy... que necesitas de mí?... andas buscando trabajo?..- preguntó intrigado Benoit. Emilio quedó pensativo por un momento. " Tengo que actuar cauteloso, no puedo preguntarle así como así, podría resultar peligroso para Caroline " ..pensó Emilio rápidamente. - Si... señor... he visto sus viñedos que no están siendo
Dos días después Elizabeth invitó a Benoit Miroslav a cenar a su casa. Aunque Silvia y Carlota no estaban de acuerdo, tuvieron que resignarse ante la insistencia de la joven. - Mamá... necesitamos tener a Benoit de nuestro lado... además se lo que estoy haciendo...- dijo decidida Elizabeth. - Solo te pedimos que seas cautelosa ... Benoit es muy astuto... puede darse cuenta de tus intenciones...- le advirtió su madre. - Tranquila madre... si él se da cuenta de lo que está pasando, no creo que dija nada y me seguirá el juego para no sentirse descubierto...- dijo tranquila la muchacha. Mientras tanto en la mansión Miroslav, Emilio llegó a dar el informe de cómo estaba funcionando todo en los viñedos. - Hemos podado las hojas secas y limpiado los canastos que tenían uvas podridas...- dijo con seriedad Emilio. - Como han estado los empleados?... te han dado problemas?...- dijo Benoit mientras observaba al joven. - No... todos están trabajando con ahínco y desde ahora están trab
Emilio se cambio de ropa y bajo las escaleras, abajo lo esperaba Benoit y Alfred. Alfred al verlo quedo impactado por el parecido con Benoit, también Benoit lo miró pensativo. La elegancia del joven lo confundía, apesar de ser un campesino sin educación, tenía una arrogancia innata. - Vamos!! Se nos hace tarde...- ordenó Benoit. Emilio asintió con la cabeza y siguió a los dos hombres. En el carruje Benoit no le quitaba la vista encima, poniendo nervioso al joven. - Cual es tu apellido? Emilio...- preguntó interesado Benoit. Emilio se sobo sus manos y aclarando su garganta. - Jackson... señor... Emilio Jackson...- dijo nervioso Emilio. Benoit quedó pensativo por un momento. - Tus padres... quienes son?..- volvió a preguntar Benoit. - Ah?.. bueno no conocí a mis padres... mi padre murió en la revolución y mi madre murió en mi parto... nos crío mi abuela materna...- dijo Emilio inocente. - Crío? Tienes más hermanos?...- preguntó con interés Benoit. - Si... una her
Benoit Miroslav estuvo callado toda la cena, observaba a las mujeres que realizaron el comentario. - Que quisieron decir con " Con lo que se hereda no se hurta"?... que están ocultando?...- pensó distraído Benoit. Elizabeth estaba sorprendida por lo callado que se encontraba Benoit, le llamo la atención, ya que siempre era muy extrovertido. - Se siente bien... señor Miroslav?...- preguntó con curiosidad Elizabeth. Benoit la miró fijamente y le sonrió. - Oh!!... si, si,... solo que hoy me siento un poco cansado... gracias por su preocupación... Elizabeth..- dijo con seducción. - Entiendo... pero ha pensado en mi oferta, señor Miroslav?...- preguntó con interés Elizabeth. Benoit realizó una mueca de negación. - He estado arreglando unos asuntos de mis viñedos y la verdad no he podido analizar su propuesta..- dijo tranquilo Benoit. - Oh!!... espero que no sea algo complicado..- dijo con decepción Elizabeth. - Bueno.. por esa razón contrate a Emilio, él ha sido de gran
Alfred había llegado a la mansión, en la penumbra de la noche, su mente tenía muchas preguntas con respecto a Emilio Jackson. - Porque este muchacho me recuerda mucho a Benoit?... será algún pariente lejano?..- se preguntó mientras escuchó ruido en los calabozos. Se acercó con sigilo y escuchó unas voces. - Ladrones?... No!! ... el Teniente Dan!!...- pensó con asombro. En los calabozos los tres hombres estaban frustrados por no encontrar ninguna salida hacia el primer piso de la mansión. - Uf!! Solo esa puerta tiene la salida , que haremos?..- preguntó Dan con frustración. Los hombres se quedaron callados al escuchar un ruido arriba de ellos, la puerta de la escalera comenzó a sonar por el picaporte oxidado que se habría. Dan dió un paso y miró hacia la escalera y vio la puerta abierta, les hizo una seña al doctor Poe y Santos. Los dos hombres se miraron confundidos y preocupados. - Quien abrió la puerta?... será seguro subir?...- preguntó Santos. Alfred al darse cuen
Paul miró con pánico a Dan. - Queee?... Elizabeth todavía es una niña!! La vas a utilizar como carnada?...- dijo molesto Paul. Dan suspiro profundamente. - Fue idea de ella... de hecho todo ha sido planeado por ella, nosotros solo la estamos ayudando, créeme yo también estoy preocupado, Benoit Miroslav es muy peligroso y cualquier cosa puede pasar...- se lamento Dan. - Entonces!! ... hay que convencerla que desista de esta locura!!...cómo no habrá otra forma de acabar con él?...- preguntó con molestia. - Ella está decidida... y de ahí nadie la mueve..- dijo con resignación Dan. El doctor Poe se acercó a Elizabeth. - Señorita Elizabeth... es hora de regresar a casa...- dijo interrumpiendo el abrazo de las tres chicas. Caroline le tomó la mano. - Porque no te quedas con nosotras esta noche?... el doctor Poe puede dar aviso a mi madre y a la tía Carlota. - Si!! Prima... por favor quédate con nosotras!!..- suplicó Amelia. Elizabeth las miró sorprendida pero al final asin
Paul llevó a Cristina a la cama, la depósito con delicadeza, la joven temblaba como una hoja al viento, a su mente vinó el recuerdo de aquella noche junto a Benoit, para ella fue una noche dramática, trató de relajarse. Paul la besó con ternura y su mano tomó la de ella, para que se sintiera tranquila. Cristina correspondió el beso y por un instante olvido esa noche traumatica, pero cuando Paul comenzó acariciar su cuerpo ; ella se puso tensa, Paul pudo percibir su nerviosismo y miedo, por lo que volvió a tomar su mano. - Tranquila... no haré nada que te haga daño... - le dijo mientras le acariciaba su rostro. - Yo... perdón...- dijo con vergüenza Cristina. - No tienes que pedir perdón... ahora descansa, estaré a tu lado y dormiremos juntos hasta que puedas acostumbrarte a mi cuerpo... no forzare nada...- dijo suavemente y con ternura mientras se acomodaba a su lado. Cristina se sorprendió por la actitud de Paul, pensaba que él la obligaría, pero fue todo lo contrario, la trat