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Una trampa para Benoit...

Amelia comenzó a dar vueltas en su cabeza lo que su prima le contó sobre Benoit Miroslav. Por alguna extraña razón se había olvidado que él mismo le había confirmado que él era un vampiro, se sentó en la cama con la boca abierta y los ojos de espanto. 

- Tienes razón Caroline... Benoit Miroslav es un vampiro...- dijo preocupada. 

Caroline frunció el seño de confusión. 

- A que te refieres? Cómo lo sabes?...- preguntó con interés. 

Amelia la miró con pánico y se tomó las manos con nerviosismo. 

- La noche que me secuestró , el mismo me lo dijó, sus ojos se pusieron rojo como el fuego, era cómo mirar dos llamas y unos colmillos aparecieron en su boca...- decía Amelia con terror. 

Caroline la miró con asombro. 

- Entonces estamos en mano de un monstruo... Amelia estamos realmente en peligro... tenemos que pensar muy bien cómo actuar con él...cualquier movimiento en falso nos puede llevar a la muerte...- se lamento Caroline. 

En la mansión Real Elizabeth se dió cuenta que Benoit Miroslav era realmente un peligro para todos.

- Por eso necesitamos tu ayuda Elizabeth... él vendrá por tí... tiene una obsesión intensa contigo...- dijo Dan nervioso. 

Elizabeth se extremecio por las palabras de Dan Hot. 

- Sé que le estamos pidiendo demasiado Elizabeth, pero creeame estamos buscando otras alternativas también, porque la única forma de detenerlo  es matarlo, pero lamentablemente el no puede morir con un simple disparo... hay que clavar una estaca en su corazón...- dijo el doctor Poe. 

Elizabeth cada segundo se sentía en una historia de terror donde ella era la protagonista. 

- Estoy realmente aterrada... estoy en un cuento de terror... tengo que procesar todo lo que me están contando... necesito un tiempo para examinar la situación... porqué tendré que ser carnada para ese monstruo... porqué ese es su plan cierto?..-se lamento Elizabeth.

Dan asintió con la cabeza con tristeza, no quería poder en riesgo a Elizabeth pero no había otra alternativa de salvarlas a las tres mujeres y detener el baño de sangre que Benoit habría sembrado. 

- Entendemos... mañana es el matrimonio de Paul, seguro que después él vendrá por tí... por eso tenemos poco tiempo para planear lo que debemos actuar...- dijo Dan inquieto. 

Elizabeth suspiro profundamente y  miró fijamente a los tres hombres. 

- Esta bien... si no hay de otra... cual es su plan...

Mientras tanto Silvia y Carlota entraron a la cabaña humilde de Ana.

- Pensé que nunca las volvería a ver en lo que me queda de vida...- dijo con sarcasmo Ana.

Las dos mujeres la miraron con molestia. 

- Créeme que para nosotras tampoco es agradable volver a verte, pero lamentablemente no tenemos de otra... nuestra familia esta en peligro...- dijo Silvia nerviosa. 

Ana las miró con atención. 

- Si... ya se que un Miroslav las está acechando..- dijo Ana misteriosa.

Las dos mujeres se miraron confundidas. 

- Qué?... cómo que sabes?...- preguntó Carlota enojada. 

- No tienes porque enojarte Carlota... pero el destino es misterioso... porqué mi nieto salvó a tu hija  Caroline ...- dijo tranquila Ana.

- Ah?!... cómo es posible? Explícate por favor...- pidió Silvia asombrada. 

Ana miró con indiferencia a las dos mujeres,  y comenzó a relatar lo sucedido entre Caroline y Emilio. 

Silvia abrió los ojos de asombro. 

- Y ahora donde esta mi hija?...- preguntó con interés Silvia. 

- Mi nieto la llevó está mañana a tu casa... ahora debe estar ahí...- dijo con indiferencia Ana. 

El rostro de Silvia se iluminó de alegría.

- Gracias por proteger a mi hija...- dijo humilde Silvia. 

Ana la miró asombrada, Silvia tanto como Carlota se caracterizaba por ser arrogantes.

- Tu hija es diferente a ustedes... es una muchacha fuerte y muy educada... pero bueno que es lo que quieren? No quiero que mi nieto las encuentre aquí..- dijo molesta Ana. 

- Lamentablemente ahora que tu nieto salvó a Caroline, puede convertirse en víctima de Benoit Miroslav...- dijo con seriedad Carlota. 

Ana abrió los ojos de asombro. 

- Las tres hicimos una promesa en la tumba de tu hermana... cómo vamos a romper ese juramento?..- preguntó intrigada Ana. 

- Lo hicimos pensando que no quedaba ningún Miroslav, pero apareció este supuesto hijo de Benjamin Miroslav y él quiere venganza , tiene a mi sobrina Amelia en su mansión y ahora irá por Elizabeth ...- dijo Silvia nerviosa. 

- Realmente tiene un hijo Benjamin Miroslav?- preguntó con interés Ana.

- Es el vivo retrato de Benjamin, si no fuera por sus ojos negros y su edad, diría que es el mismo Benjamin Miroslav traído de la muerte...- dijo Carlota .

- Nuestra familia ha sido calumniada por años por la supuesta traición a los Miroslav, pero las tres sabemos realmente que ocurrió esa noche cuando los supuestos soldados entraron a la mansión Miroslav...- dijo misteriosa Silvia. 

- Aquí todos estamos en peligro... sobre todo tu nieto, si Benoit Miroslav se entera de la verdad puede detener esta venganza absurda...- dijo con certeza Carlota. 

Ana las miró con atención, durante estos veinte años ha protegido a sus dos nietos, logró que su nieta se mudara de ciudad y así protegerla, pero ahora su nieto estaba en peligro, Benoit podría vengarse de él por ayudar a una Real.

- Puede ser... pero también puede fomentar más su odio por haber engañado a su padre... es un arma de doble filo... tengo que pensar muy bien cual será nuestro siguiente paso... ahora por favor deben irse, no quiero que mi nieto las vea y tener que mentirle... yo misma las buscaré para darle mi respuesta...- dijo pensativa Ana.

Silvia y Carlota la miraron y asintieron con la cabeza y se marcharon del lugar. 

Ana quedó con sentimientos encontrados, fue a su habitación y sacó una caja de madera que tenía escondida.

La abrió y estaba llena de cartas de su hija que le escribió a Benjamin Miroslav, que nunca mandó, cuando supo que se había marchado a Italia y recibió la noticia de su muerte, cayó en una depresión que la llevó a la muerte. 

Ana suspiro con tristeza, acarició cada carta. 

- Hija... si supieras que él te olvidó al irse, hasta un hijo tuvo ... te volverías a morir de tristeza...

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