Inicio / Hombre lobo / Amor Sangriento / Primer enfrentamiento...
Primer enfrentamiento...

Cristina desde que llegó a su hogar, no ha parado de llorar, sus padres han estado preocupados por ella.

- Cariño... Por favor hablá con nosotros, que te ha pasado mi niña?...- preguntó su madre angustiada.

Cristina los miró con tristeza.

- Siento tanto no ser la hija que se merecen... Perdóname mamá...- dijo con pena Cristina.

- Pero hija!! Tu eres la mejor hija que pudiéramos deciar!!... Te has quedado con nosotros, nos has cuidado y te has puesto a trabajar como sirvienta!!... Apesar que eres una señorita , gracias a tu esfuerzo tu padre ha estado mucho mejor de salud... Eres una hija maravillosa...- dijo la mujer cariñosamente.

En ese momento Alfred estaba afuera de la casa de su hermano menor, aún cuando él se veía más joven que él, suspiro profundamente y golpeó la puerta con un poco de temor.

Su hermano abrió la puerta y lo quedó mirando por un momento, por suerte para Alfred su hermano era muy pequeño cuando él desapareció de sus vidas.

-  Buenos días señor... Esté es el hogar de Cristiana Michelle?..- preguntó con emoción Alfred.

El hombre asintió con la cabeza y miró de pies a cabeza a su hermano.

- Quien la busca?...- preguntó Intrigado el padre de Cristina.

- Me presentó... Soy Alfred el mayordomo de la mansión Miroslav y vine porque mi amó necesita un servicio de Cristina.

El hombre lo miró con desconfianza.

- Que tipo de servicios?...- preguntó un poco molesto.

- Es un asunto doméstico señor... El amó necesita que Cristina prepare una cena especial...- mintió Alfred.

El hombre llamó a su hija en forma regañadientes.

Cristina con los ojos hinchados de tanto llorar, miró a Alfred con precaución.

- Vamos, el amó te espera en la mansión...- dijo con impotencia Alfred.

- Me despidira el amó?...- preguntó angustiada Cristina.

Alfred negó con la cabeza.

- No , es otra cosa, ahora vamos... Benoit Miroslav te espera...- dijo con resignación Alfred.

Cristina se subió al carruaje nerviosa, no sabía cómo miraría a Benoit después de lo que pasó la noche anterior.

Al llegar  a la mansión Miroslav, Cristina caminó lentamente, sus piernas se sentían débil.

Benoit la esperaba en la sala , Cristina al verlo sintió mariposas en su estómago, se extremecio al ver la mirada fría de él.

- Amó... Aquí estoy...- dijo tímidamente Cristina.

Benoit se acercó a ella y le levantó la barbilla.

- Porque tus ojos están llorosos? Acaso has estado llorando por lo de anoche?... No seas tonta niña, tienes que entender que entre nosotros no hay nosotros, por lo tanto sufrir así no vale la pena... Entiendes?...- preguntó arrogante Benoit.

Cristina asintió con la cabeza, se secó sus lágrimas y entendió lo que él le estaba insinuando, aunque estuvieran juntos en una noche, eso no significaba que había una relación entre los dos.

- Entiendo perfectamente señor...- dijo dolida Cristina.

- Perfecto!!!... Te mandé a llamar porque mañana será el careo entre Paul Philips y tú, por lo que debes estar preparada con lo que vas a decir, es necesario que Paul Philips pasé un tiempo en la cárcel, por lo que tendrás que ser muy convincente...- dijo siniestro Benoit.

 Al otro día muy temprano los litigantes estaban en la comisaría, Paul Philips se encontraba con su abogado y también Elizabeth lo acompañaba.

Cristina llegó acompañada de Benoit Miroslav y Alfred.

Dan los hizo pasar a su escritorio.

- Estimados... Los cité en el día de hoy para poder resolver la queja presentada por la señorita Cristina Michelle contra el señor Paul Philips, deseo que podamos resolver este asunto, si no se puede resolver, tendré que pasar el caso a los jueces...- dijo seriamente Dan Hot.

Los asistentes tomaron asiento, Dan abrió un libro de actas y comenzó a leer la acusación contra Paul Philips. Después de leer la acusación, miró a Cristina.

- Señorita Michelle... Necesito que sea lo más clara posible en su relato... Tiene la palabra...

Cristina con mucha seguridad comenzó a relatar lo sucedido.

- Entonces el señor Philips se desmayo , lo lleve a un cuarto, dónde el comenzó a desnudarse, se abalanzó sobre mi, y abuso sexualmente de mí...- dijo llorando Cristina para provocar lastima en los presentes.

Paul miró desconcertado a Elizabeth, está estaba con la mirada fija en Cristina.

- Ahora escucharemos lo que nos quiere decir el señor Philips sobre este lamentablemente asunto...- dijo Dan preocupado.

Paul Philips se encontraba en una situación complicada, todo apuntaba en su contra.

- Con cuerdo en lo que dice la señorita sobre que me desmayé por un vino que ella misma me dió... Sobre el abuso, lo niego rotundamente, yo jamás y entiendan esto jamás abusaría de una mujer, no se porque la señorita quiere acusarme de algo tan desagradable...- dijo enojado Paul.

- Cómo abogado de la señorita Cristina Michelle, es mi deber defender el honor de ella, si ella dice que usted abuso de ella, es porque así fue, además usted estaba ido , cómo puede estar tan seguro que no hizo nada?...- preguntó con sarcasmo Benoit Miroslav.

- De la misma manera le pregunto a la señorita, por qué está tan segura de lo que pasó fue así? ... Cómo abogado de Paul Philips,le pregunto, cuáles son sus intenciones?..- preguntó el abogado.

Cristina miró de reojo a Benoit Miroslav.

- Pienso que no es justo, poner en el banquillo de los acusados a mi representada, y insinuar que ella quiere algo del señor Philips, es una completa ofenda, por lo que Teniente Hot, visto que las parte no se poden de acuerdo...exijo que está acusación sea llevada por un juez...- dijo seriamente Benoit.

Dan lo miró, podía percibir su plan que era llevar a la cárcel a Paul Philips.

- Entiendo... Pero la acusación llevaría meses , es por esa razón que quise que se pudiera llegar a un acuerdo...- dijo pensativo Dan.

- Teniente Hot, no crea que unas monedas podrá devolver el honor a mi representada y tampoco creo que la cárcel...- dijo Benoit con un plan entre las manos.

- Que quiere entonces? Que me lleven a la horca ?...- preguntó molesto Paul.

Cristina se adelantó entre los dos hombres y miró con intensidad a Paul.

- Señor Philips... Hay una forma remediar todo este asunto... Dijo con calma la muchacha.

Paul la miró con curiosidad.

- Que cosa?..- preguntó Intrigado Paul.

- Que usted... Se casé conmigo...

Nota del autor : A los lectores de esta historia, agradecer por leerla, por eso les pido dar me gusta para poder subir más capítulos.. gracias PAED.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo