Emilio Jackson...

Benoit comenzó a correr para dar alcance a Caroline, acausa de su condición,  la velocidad de Benoit era más rápida. 

Caroline corría lo más rápido posible, su corazón latía fuertemente, escuchó una carreta acercarse .

Un joven de veinte años conducía la carreta, vio a lo lejos una figura que le llamó la atención, empezó a detener su carreta y vio a una hermosa pelirroja que le estaba haciendo seña.

- Hey!!! ... Por favor ayúdame!! Me están persiguiendo!!..- suplicó Caroline. 

El joven se bajó de la carreta. 

- Vamos !! ... Suba atrás!! La tapare para que nadie la vea...- dijo el joven mientras le ayudaba a subir.

- Muchas gracias!!.. Te prometo recompensarte...- dijo agradecida Caroline. 

- No hay problema señorita... A donde la llevo?...- preguntó el joven que estaba deslumbrado por la belleza de Caroline. 

- Me puedes llevar a tu casa?... necesito asearme antes de volver a casa...- volvió a suplicar Caroline. 

El joven se le iluminó su rostro y asintió con la cabeza. 

- Gracias!! Te lo agradezco, me llamó Caroline Real y tú?...- preguntó Caroline con curiosidad. 

El joven abrió los ojos de asombro. 

- Señorita Real?... Yo me llamo Emilio Jackson...- dijo humilde el muchacho. 

Caroline le dió una sonrisa cordial. 

Emilio volví a subir a su carreta y comenzó el viaje a toda prisa. 

A los minutos después Benoit llego al punto donde su olfato lo llevó, pero al llegar al lugar los aromas lo confundió. 

- Diablos!! ... donde esta?!! ..- grito con furia. 

Comenzó a revisar el sector y vio unas huellas de una carreta, sus ojos rojos se volvieron más intenso. 

- Que suerte has tenido... Caroline..pero te encontraré... - dijo Benoit arrancando un árbol y  lanzándolo lejos del lugar. 

Mientras Caroline se encontraba más relajada , sintió que el peligro había pasado por el momento. 

Emilio llegó a una cabaña donde salía humo por una chimenea. 

- Señorita... ya llegamos...- dijo Emilio mientras la ayudaba a decender de la carreta.

Caroline miró la humilde casa , una mujer anciana salió a recibir a Emilio, se sorprendió al ver a la mujer. 

- Abuela... ella es la señorita Caroline Real, me pidió ayuda y por esa razón la traigo  a casa...- dijo nervioso Emilio .

La anciana abrió los ojos de asombro, pero no dijo nada, y sólo le dio una sonrisa amable a Caroline. 

- Has hecho bien Emilio... no es bueno dejar a una damisela en apuros... por favor entre a nuestra humilde casa, la cena ya está lista. 

- Es usted muy amable señora... espero no ser una molestia para ustedes...- dijo humilde Caroline. 

- No es molestia...- dijo amablemente la anciana..

Caroline entró a la humilde casa, era un lugar muy acogedor, el aroma de la cena hizo que el estomago de ella sonará. 

La cara de Caroline se sonrojó de la vergüenza. 

- Lo siento... no he comido nada... mil disculpas..- dijo avergonzada Caroline. 

La anciana le dio una sonrisa cálida. 

- No hay problema señorita... ahora tome asiento, le serviré una sopa de pollo y un guiso de lentejas..- dijo mientras Caroline se sentaba a la mesa .

- Oh!! Perdón, puedo lavarme las manos y la cara? ..- preguntó Caroline. 

Emilio la llevo a una habitación donde había una tina vieja , le dio un poco de agua caliente y Caroline se lavo para sacarse la suciedad. 

- Después le calentare agua para que pueda darse un baño, tenemos ropa de mi hermana que dejo aquí antes que se fuera con su marido a la gran ciudad, creo que es de su talla..- dijo nervioso Emilio. 

Caroline asintió con la cabeza. 

-.Eres muy amable, tú y tu abuelita..-.dijo Caroline mientras le daba una sonrisa tierna. 

Después volvieron a la mesa y comenzaron a cenar. 

Caroline se devoró toda la cena, todo estaba exquisito, a pesar que ella era selectiva con sus alimentos, está vez no le importo comer dos platos llenos de comida. 

- Muchas gracias a los dos... les prometo que los recompesare por lo que están haciendo conmigo...- dijo sinceramente Caroline. 

- No se preocupe por eso... ahora vaya al baño , Emilio le preparo su tina, y en esa habitación hay una cama para usted y ropa limpia, esta un poco desteñida pero buena...- dijo la anciana amablemente. 

Caroline agradeció a la mujer y se fue a dar un baño, al entrar en el agua sintió un alivio enorme, realmente estaba muy sucia.

Emilio caminaba nervioso por la cocina, su abuela lo observó y  vio que sus ojos celestes tenían un brillo especial, se dió cuenta que su nieto le gustaba Caroline. 

- Emilio... no te enamores de ella... recuerda que somos de clases diferentes... además creo que ella no fijaría sus ojos en ti...- dijo con tristeza la anciana. 

Emilio la miró con tristeza. 

- Lo sé perfectamente abuelita... pero déjame soñar por un momento... quieres...- dijo tranquilo Emilio. 

Emilio era un joven alto pero musculoso, el trabajo en el campo había bronceado su piel, de cabello castaño claro y de ojos celeste como el cielo, era un joven muy atractivo, de hecho las campesinas que trabajan con él no perdían la esperanza que Emilio les hiciera caso. 

Caroline se demoró en la tina que el agua se puso fría y le dio escalofríos, que prefirió mejor salir del agua, se cubrió con una toalla vieja y fue a la habitación, la cama era hecha por unos cajones y el colchón por unos almohadones. 

- Bueno es mejor que dormir en el piso de un calabozo...- se dijo mientras revisaba la ropa que apesar de estar desteñida eran de buena calidad, se colocó un camisón para dormir, era muy suave lo que sorprendió a Caroline. 

- Señorita Caroline... le trague una taza de leche con canela para que pueda dormir bien...- dijo la anciana. 

Caroline fue abrir la puerta para recibir la taza de leche.

- Es usted muy amable... no le he preguntado su nombre...- dijo Caroline. 

- Me llamó Ana Jackson... para servirle..- dijo mientras se alejaba de la habitación. 

Emilio la observó escondido en un rincón, su corazón latía fuertemente al verla vestida tan humilde, era cómo si por un momento los dos fueran de la misma clase social. 

- Quien lo diría... que al levantarme esta mañana , mi vida cambiaría por completo...

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